Me, myself & I (Claumilia)

Capitulo 40 (Maratón 5/7)

Claudio volteó y se encontró con la misma sorpresa que yo. Soltó mi mano y disimuladamente volvió a apoyar sus codos en sus rodillas.

- Yyyo ya vengo - se puso de pie y salió hacia el área de juegos.

Silverio seguía anonadado. Machu se acercó y susurró algo en su oído y éste asintió. Ella se fue la verdad no sé adónde. Levanté mis cejas y le sonreí de lado a mi amigo.

- Gané - solo articulé sin producir sonido alguno.

- No es verdad - negó riendo con
la cabeza

- ¿Qué? ¿Cómo? - dije alterada. Él camino hacia mí y se sentó a un lado donde anteriormente estaba Claudio - Si... Si tú y Machu acaban de vernos - dije bajando mi tono. Claudio no podía enterarse por nada del mundo, ya que aún no llegaba a mi objetivo principal. León

- No linda - chasqueó la lengua - Quedamos que sería mínimo un "Te amo" en público.

-¿Te estas echando para atrás Silverio Gil? - aseveré mi mirada, yo había ganado y punto.

- No - rió - Nunca dije eso pero habíamos quedado que un beso no bastaba, ¡Pudiste habérselo dado sin siquiera hablarle! - tenía razón.

- No Silverio no es justo - reclamé

- Si es justo. Si no, no sería justo para mí.

- Eres un tonto Gil - le dije empujándolo

- Tú más - tomó mis mejillas y me acercó a él para dar un beso en mi frente - Creo que incomodamos a tu chico malo - frunció el ceño

- Tenlo por seguro - rodé los ojos

- Bueno me iré... - dijo señalando hacia donde estaba Machu

-Si claro vete con ella, ya no existe nadie más para ti que no sea ella - dije haciéndome la ofendida.

- Pues no se de qué te quejas si tampoco creo que me recuerdes muy seguido - subió una de sus cejas.

- Pues crees mal- me crucé de brazos, de verdad lo extrañaba -Las cosas no andan muy bien en mi casa - conté
como si nada, no quería agobiarlo con mis problemas.

-¿Tu mamá?

-¿Quién más Silver? - pregunté y reí irónicamente.

-¿Y por qué no me llamaste? Hubiera pasado por ti - nuevamente frunció el ceño

- No - reí - No te preocupes, es lo mismo de siempre - suspiré - ¡Ya! ¡Anda! - le dije señalando con la barbilla a Machu quien esperaba en una mesa

- Llámame - hizo una seña con su mano simulando un teléfono y me guiño un ojo, fue imposible no reír.

Los vi alejarse con dirección a la caja ¿Qué se creía la cajera esa? ¡Ahora con Silverio también! ¿Qué faltaba ahora? ¿Qué León entrara y que al igual se lo tragara con la mirada? Reí al notar el rostro de molestia de Machu, un punto a su favor. Cuidaba a mi amigo.

-¿Quién era él? - me sorprendí al
voltear a mi derecha y encontrarme con Marianita. - Él es mi mejor amigo - le contesté sonriente

-Ah - dijo mirando hacia ellos - ¿Y ella?

- Ella es su novia - le contesté y frunció el ceño. ¡Hoy todos lo hacían! Abrió sus ojos como si recordara algo y llevó sus manos a su boca. Una traviesa risita se le escapaba

- Emi, ¿Tú y mi hermanito son novios? - otra vez esa pregunta.

- Hey - dije riendo - ¿Por qué preguntas eso? - comencé a hacerle cosquillas y ésta comenzó a retorcerse en el sillón.

- Porque... - dijo haciendo una pausa tratando de recuperar oxigeno después de mis cosquillas - Porque yo los vi dándose un besito aquí - dijo señalando sus labios y un tono rojizo se apoderó de sus mejillas. Esta vez fui yo quien llevó sus manos a su boca fingiendo estar sorprendida.

- No pequeña - le dije mirando hacia abajo realmente apenada - Claudio y yo no somos novios - curvó su labio inferior hacia afuera haciendo una mueca de tristeza

-¿Y porque se... Dieron un besito? - nuevamente el tono carmín se adueñó de su rostro. ¡Mierda! Ahora, ¿Qué le diría? - ¿No lo quieres? - ¿Por qué tenía que ser tan directa?

-Y-Yo si lo quiero - ¡No! Yo no pude haber dicho eso - Pero él y yo solo somos amigos y lo que viste fue algo que no debimos hacer - ¡No tenia idea de qué decir! ¡Dónde demonios estaba Claudio!

- Ah - dijo nuevamente con una mirada triste  - Clau dice que eres
linda- ¿QUÉ?

-¿En serio? - pregunté sorprendida

- Si - sonrió - Él dice que eres muy linda. - está bien, estaba impactada.

Claudio llegó a nuestro lado junto con Pablo. - ¿De qué tanto hablan? - preguntó alzando a la pequeña quien abrió a tope sus ojos.

- De nada Clau, cosas de chicas - Mariana rió y abrazó a su hermano ocultando su rostro en su cuello.