Una conversación con aves rapaces

Capítulo 11

Severus había luchado mucho para hacerle entender a su hijo durante el verano y Alan había luchado igual de duro. Con el permiso reacio de Harry, le habían contado un poco a las personas a cargo de la excavación sobre el abuso que había sufrido. Cada uno de ellos mostró comprensión cuando cualquiera de los dos tuvo que dejar todo y lidiar con Harry, ya sea que eso implicara consolarlo o castigarlo. Los dos meses en la excavación hicieron que Harry floreciera, aprendiera a confiar en sus padres y mostrara más confianza de la que Severus jamás le había visto. Harry los respetaba y ambos estaban orgullosos de lo lejos que había llegado cuando llegó su carta escolar.

La carta de Harry a Hogwarts llegó tarde y Severus murmuró amenazas en voz baja. Técnicamente, el hombre tuvo que regresar a la escuela al día siguiente para ordenar los planes de lecciones y el aula. Faltaba apenas una semana para que comenzara el curso y Severus no pensó que fuera una coincidencia que la carta de Harry hubiera llegado tan tarde. Aparentemente, el director estaba jugando de nuevo. No tenía ninguna duda de que uno o ambos serían llamados a la oficina del anciano en el momento en que pisasen el terreno.

Sin embargo, Severus estaba agradecido de haber recibido la carta de Harry en el desayuno. La pobre lechuza estaba exhausta y Harry se preocupaba por ella. Hedwig se había quedado con Hagrid durante el verano porque Harry no había querido arriesgarse a llevarla de regreso a los Dursley. Resultó lo mejor porque los otros paleontólogos habrían sentido demasiada curiosidad por tener un búho nival como mascota. Aunque Alan pensó que a Ian le habría gustado toda la idea.

No hizo falta mucho para reunir a Harry para el viaje de suministros en el Callejón Diagon ese día. Alan suplicó, diciendo que era un momento de unión más personal para los dos antes de que tuvieran que enfrentarse a la escuela. Severus refunfuñó un poco, pero tanto su compañero como su hijo se dieron cuenta de que no estaba realmente preocupado por la situación. Harry no estaba realmente sorprendido de que se encontraran con Voldemort, realmente más molesto, especialmente después de esa última visión. Realmente quería saber qué había sucedido después de que se rompió la conexión, especialmente porque la sensación general de una broma era lo que le había impedido preocuparse por Sirius.

"Hola Harry. ¿Black entregó mi mensaje o tengo que hablar con él de nuevo?" Voldemort preguntó con una sonrisa detrás de ellos, haciendo que Harry saltara de sorpresa.

"El chucho no ha estado cerca de nosotros, mi señor," dijo Severus con el ceño fruncido.

"Eso es extraño," Voldemort en realidad parecía preocupado por esta noticia. "Lo dejé ir sin penalización siempre y cuando llevara a ese mocoso con sobrepeso a una estación de policía o cerca de Marge Dursley. Incluso hice que lo dejaran en el mundo muggle para evitar que lo atraparan Aurores y Kissed. Incluso apreció la broma, una vez se dio cuenta de que no iba a ser maldecido. Tuve que jurar por mi magia que no quería hacerle daño a nuestro pequeño Harry, pero estaba feliz de saber que ya no estaría tratando de matar a su ahijado ".

"¿Le dijiste dónde estábamos?" Severus preguntó con entusiasmo.

Voldemort negó con la cabeza y explicó. "No pude ya que intencionalmente no busqué la información ni le pregunté a Lucius. Sabías cómo contactarme si necesitabas a alguien más para ayudar a protegerlo o sacarlo de problemas. Lucius te revisaba regularmente cada vez que traía a Draco para esas lecciones conjuntas. No vi ninguna razón para saberlo, especialmente porque sabía que ustedes tres necesitaban tiempo ".

Algo dentro del pecho de Harry se rompió y sintió el dolor de la pérdida. Vagamente, lo identificó como el vínculo padrino-ahijado que había tarareado en el fondo de su mente cada vez que estaba cerca de Sirius, ayudándolos a llevarse bien. Sabía que en algún lugar Sirius acababa de morir mientras colapsaba lentamente en la inconsciencia.