CAPÍTULO 13

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*Nota de autora📢 Este capítulo lo escribí mientras sonaba: Oceans de Seafret.

LIAM

Me desperté sobre las 5 de la mañana, hoy ya me encontraba mejor, pero seguía siendo 18 de abril. La razón por la que me alegré fue ver a mi diablilla acurrucada a mi lado, esperé a que se despertara para levantarme,

Verla dormida sobre mi regazo mientras contemplaba el amanecer fue una sensación espectacular, no necesitaba más para ser feliz y creo que verla tan tranquila y con esa cara de angelito me hizo darme cuenta.

Acaricié su pelo y le aparté unos mechones de la cara cuando vi que se había despertado y estaba mirándome.

— Buenos días capullo, ¿qué, te gustan las vistas eh? —me sonrío y me dió un cálido beso, respecto a las vistas se refería a ella, y no, no se equivocaba.

Hasta recién levantada estaba guapísima.

— Buenos días diablilla, sí, las vistas son preciosas, me flipan los amaneceres —acto reflejo me pegó un codazo y susurró capullo por lo bajo, me encantaba picarle, ya que, a veces, se tomaba las cosas demasiado enserio, pero no duraban mucho sus rabietas absurdas, bastaba con mirarle o abrazarla y ya está. April contenta.

— Capullo, te odio —ella sabía de sobra que lo hacía para cabrearla y ese juego que había entre ambos me encantaba. Por mucho que, a veces, se enfadase por tonterías, por no decir siempre, sabía como hacerla reír fácilmente y le resultaba difícil estar enfadada conmigo durante mucho tiempo. Incluso muchas veces se enfada por eso, por hacerla reír cuando "supuestamente" estaba cabreada conmigo.

En fin. April.

Pero decir que la quería era poco en comparación con lo que sentía por ella. Quién lo habría dicho ¿no? Pasó de no querer meterse en una relación por miedo a que le ocurriese lo mismo que la anterior vez, a estar con una persona durante 3 años y con planes de futuro. Y bueno, yo pasé de estar en la mismísima mierda a pasar los mejores años de mi vida.

Y todo gracias a ella, porque sabía de sobra que sin April a mi lado todo esto no hubiera sido posible, desconocía por completo que hubiera sido de mí sin ella.

Mentira.

Claro que sabía que hubiese pasado si no la hubiese conocido, el mismo día en el que mi mundo se cayó a pedazos me hubiera ido con Jack de no haber sido porque tenía algo por lo que seguir viviendo.

Ella. Y todo gracias a ella.

— Liam, ¿te encuentras bien?

— Claro.

— ¿Y por qué parece que me vayas a arrancar la mano? —ni siquiera me había percatado de que estaba agarrando fuertemente de su mano.

— Perdona p... —solté su mano y vi que, en efecto, estaba ejerciendo mucha presión sobre esta, cuando estaba agitado o nervioso tendía a aferrarme a algo. Y más si mis pensamientos eran sobre qué habría sido de mí sin ella, mi subconsciente procedió a cogerla de la mano con fuerza, y ni me di cuenta de ello.

— Eh, tranquilo, no tienes porque disculparte, mientras conserve la mano estás en todo tu derecho —ironizó ella.

Aunque siempre me sacaba auna sonrisa esta vez me sentí culpable, me aparté de ella, poniendo distancia entre ambos, incómodo por la situación, hice el amago de levantarme, pero esta no cedió.

— Capullo ven aquí anda.

— Y-yo, e-h iba a...

— ¿A...?

— ¿Liam, de verdad estás así por lo de mi mano?

— E-h, n-no, n-no —mentí.

— ¿Te han dicho alguna vez lo mal que se te da mentir? —seguidamente me hice un gesto con la cabeza, en señal de que me acercase.

Forcé una sonrisa, finalmente asentí y me recosté junto a ella sobre la toalla.

— Te he hecho daño.

— No, no lo has hecho.

— Sí, sí lo he hecho.

— Liam, no, no lo has hecho. ¿Quieres dejar de culparte por todo y absolutamente todo?

Se hizo un silencio indeterminado que fue cortado nuevamente por ella.

— Liam no puedes seguir abrumando tu cabeza de esa manera y menos con sentimientos de culpa que ni siquiera deberían darse. Escúchame atentamente, todo está bien, yo estoy bien, estoy segura de que esté donde esté, Jack también estará bien, siempre y cuando tú lo estés.

No dije nada, simplemente me acurruqué junto a ella y la abracé hasta quedarme nuevamente dormido sobre su pecho mientras que ella revolvía mi pelo.

Todo era demasiado bonitoWhere stories live. Discover now