CAPÍTULO 3

760 103 89
                                    

LIAM

Vale, ya eran las siete de la noche y estaba enfrente de su casa. Si no creo recordar mal íbamos a una fiesta, sí, a una fiesta... No me gustaban nada las fiestas, yo era más de quedarme en mi cabaña o de quedarme contemplando el mar sobre la arena, pero esa tía era diferente y en cierto modo, muy en el fondo, se parecía a mí.

No era tímida, pero tampoco muy extrovertida. Si quería decirte algo te lo diría, directa, sin tapujos, desde que me llamó capullo creo que me había quedado bastante claro.

Pero, al igual que yo, no parecía ser lo suficientemente extrovertida como para que me produjera rechazo. Y me di cuenta en los cursillos de surf, ya que, ella, a pesar de que fuese muy directa conmigo, no parecía ser muy sociable, puesto que, era la única que no tenía pareja, bueno sí, la tenía, claro que la tenía.

Yo era su pareja.

En los cursillos claro.

En resumen, que no parecía estar muy a la labor de conseguir amistades. En cierto modo, la gente se apuntaba a esas clases por el simple hecho de socializar, pero no la vi con muchas intenciones que se dijese.

Por fin salió por la puerta, apenas iba maquillada y llevaba un vestido azul perfectamente ceñido a su cuerpo, le quedaba espectacular, pero era una persona con demasiado ego como para decírselo ahora.

APRIL

Cuando salí por la puerta y le vi me sorprendió la verdad, normalmente los tíos desaparecían y no daban señales de vida (vale, quizá yo también hacía lo mismo, pero yo iba a lo que iba y luego a por el siguiente), pero él había insistido en mí.

Ningún chico con los que había estado habría sido capaz de venir a por mí y llevarme en coche, era algo sencillo, pero nadie me había tratado así.

Me gustaba esa sensación, él era muy atento conmigo y apenas me conocía y eso era algo que me agradaba, quizá debería empezar a cambiar porque realmente esos pequeños detalles eran los que me hacían feliz.

Empecé a comportarme como una cabrona dejando a los tíos a las semanas porque mi ex me hizo lo mismo a mí... Pero bueno, ese comportamiento pertenecía a la April del pasado y ahora quería cambiar a mejor, pero el miedo de que me hicieran lo mismo otra vez seguía ahí, clavado.

Que la persona que más quise se esfumase de mi vida sin siquiera despedirse dolía, no sabéis cuanto.
Bueno, sí, se despidió. Con un mensaje que decía «April lo dejamos, me he mudado a Miami y ya tengo novia, no quiero movidas. Por favor, déjalo estar. No me llames».

De puta madre. Cabrón de mierda.

Yo solía ser bastante extrovertida y a la hora de buscar pareja, eso quieras o no, me ayudaba, y bastante además, solo que con el tiempo cada vez me iba volviendo más fría y más distante, y en parte sabía que no podía cerrarme en banda a tener una nueva relación durante toda mi vida y quizá debería ser este el comienzo de una nueva etapa.

Parecía fácil, pero no lo era. Aun así, no sé por qué, pero me dió la sensación de que Liam me iba a sacar de esa coraza que había formado yo solita, poco a poco. O por lo menos dejaría que él lo hiciera, ya estaba hasta los cojones de pasarme los días llorando por un cabrón que no valía una mierda, de lo único que me arrepentí fue en desperdiciar años de mi vida junto a él.

— Hey, oye, gracias por venir hasta aquí y recogerme, siendo sincera nunca nadie me había tratado así, como una princesita —le dije y este me sonrió, me gustaba ser sincera y era algo que los demás apreciaban de mí, a veces me pasaba, pero así era yo.

— Nada tranquila, para mí no es molestia —me dijo con esa voz tan sexy que tenía mientras posaba su mano en mi entrepierna, un calor repentino invadió mi cuerpo tiñendo mis mejillas de color rojo. Recé porque no se diese cuenta, pero era más que obvio que lo notó.

Era tan caballeroso que decidió desviarse del tema poniendo música para que no me sintiera incómoda por la situación.

— ¿Oye te gustaría poner una canción? Me causa mucha curiosidad saber que tipo de música escucha alguien como tú. Sorpréndeme —rodé los ojos y me dispuse a poner mi canción favorita de uno de mis grupos favoritos.

Wait de M83 empezó a sonar y a los cinco segundos de la canción él la reconoció.

— Vaya... pensaba que era el único que conocía este grupo, bueno... eh... supongo que me alegra saber que ya no soy el único —ver la cara de felicidad que puso al escuchar esa canción provocó una sonrisa en la mía.

— ¡¿Cómo no los iba a conocer?! Vamos, por quién me tomas. Amo con todo mi corazón a este grupo, son brutales —no sé el porqué, pero esta canción siempre me hacía llorar, no podía evitarlo. Era tan bonita, pero a la vez conservaba tanto sentimiento junto en una sola melodía que no podía evitar que lágrimas de mis ojos cayesen como gotas de lluvia.

Eso April, justo eso. Vamos, tú y yo sabemos la razón por la que estás llorando, deja las excusas baratas.

Siempre me engañaba a mí misma para no ver la realidad, la evadía como si no existiera, pero esa vez no lo pude controlar y mira que odiaba llorar delante de otra persona.

No fue la canción, fue la foto que me llegó.

— Ey, ey, tranquila... —me dijo él también compungido por verme en ese estado. Dadas las circunstancias decidió aparcar en el área de servicio más cercana a la carretera en la que nos encontrábamos.

Él no hizo las típicas preguntas como «¿Estás bien?» o «¿Qué te pasa?». No, él no era ese tipo de persona. Salió del coche, lo rodeó, abrió la puerta del copiloto (en la que estaba yo con las rodillas pegadas a mi torso), me pidió que saliese del coche y me abrazó. Ahí sentí cariño, apoyo, amor... Sentí absolutamente todo en ese instante.

Liam supo lo que realmente necesitaba y aprecié muchísimo el hecho de que no preguntase, no me sentía preparada para hablar ahora, solo quería cariño y él me lo dió.

— Sea lo que sea, olvídalo, no hace falta que lo evites, simplemente acéptalo y aprende a olvidar April, hazme caso —me miró a los ojos mientras me acariciaba el pelo y yo posé mi cabeza en su hombro mientras él me rodeaba con sus brazos y me estrechaba en un abrazo.

Fue el mejor consejo que me podría haber dado y gracias a él pude aceptar lo sucedido y seguir adelante aunque no fuera fácil.

Todo era demasiado bonitoNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ