Capítulo 11.

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Me dijeron que te vieron ayer
con una falda y tu chaqueta de piel,
corrías bajo la lluvia
con tus tacones de aguja.
Y te recordé.
Parece que fue ayer
cuando bailábamos bajo la luna
descalzos en la arena
el sonido de las olas junto a nosotros.
Y te recordé.
Las puntas de tus dedos en mi piel,
como se sentía tu aliento en mi cuello,
las risas, las lágrimas, las conversaciones en la cama.
Y recordé.
Que te dejé, como un vil cobarde,
porque era y sigo sin ser nadie.
Perdón,
No te olvide,
No nos olvide.
—Álbum de recuerdos, Four Chips.

Frankie Howard.

Cuando cerré la puerta de la habitación detrás de mí luego de haber compartido uno de mis sucios secretos de nerd con Faith James no podía creerlo, le había mostrado mi nivel en Candy Crush e incluso había resuelto dos crucigramas con ella de camino al hotel.

Dustin se había burlado de mí al verme de pie como un idiota en la entrada, pero me aplaudió, dijo que había sido la primera vez que Faith no se veía realmente incómoda ante mi presencia, por lo que dejé de lado mi estúpida crisis existencial de mostrarle algo tan privado sobre mí a la chica que me atraía.

Dormí como un bebé, soñando como resolvía crucigramas sin sentido con la hermana de mi mejor amigo. Cuando desperté por la mañana por el estúpido sonido de la alarma de Dustin, el susodicho nuevamente se burló de mí cuestionándome sobre lo que pasaba por mi cabeza, al parecer, mantuve una sonrisa boba mientras dormía.

—Soñaba con tu culo, tan firme y peludo como siempre, Dus.

Dustin me había sacado el dedo del medio luego de mi respuesta.

Eran las cinco y quince en punto cuando bajamos al lobby del hotel. La única que parecía estar bien despierta era Emine, Vanessa parecía estar en otro plano astral junto a Mark y Chris estaba haciendo la estúpida cosa de contar cartas para no quedarse dormido. No había rastro de Faith ni de Austin.

—Esta es quizás la cosa que más odio de estar en gira. ¿No pudimos salir a las doce?—se queja Dustin arrojándose a un lado de los adormilados Vanessa y Mark, este último quejándose al sentir la cabeza de Dustin echarse en su regazo—. Austin es un maltratador, ¿no podemos despedirlo y contratar a alguien que me deje dormir?

—Hazlo y podría demandarlos—Austin está tan fresco como una lechuga mientras textea en su teléfono, fruncía el ceño concentrado en lo que escribía, sin embargo, era un don para Austin estar al pendiente de su teléfono y de nosotros al mismo tiempo—. Solo falta Faith.

De inmediato la siento.

—Lo lamento, se me pegaron las sábanas.

—Como quisiera ser esa sábana —susurro con el objetivo de que ella lo escuche, pero el golpe en la parte trasera de mi cráneo dice que fracasé por completo en ser silencioso.

Por otro lado, Faith rueda los ojos, pero no me da una mala mirada. Quizás mi momento nerd de hace unas horas si había funcionado en conseguir que ella estuviera más cómoda a mi lado.

—Bien, en marcha, menos tu Frankie, debo hablar contigo—suelto un sonido de queja. Estoy acostumbrado a los regaños de papá pitufo, pero eran las cinco de la mañana y solo había dormido dos horas—. Adelántense.

El único que nos da una mirada antes de irnos es Chris. Qquizás estaba transmitiéndole mentalmente como debía hacerme sufrir con aburrido repertorio a las cinco de la mañana.

—Lo lamento, solo estaba bromeando con ella. Faith y yo estamos haciendo buenas migas, por eso el...

Austin levanta su mano y me detiene, empieza a caminar hacia la señorita que trabaja en la recepción quien nos ha estado lanzando miradas indiscretas desde su lugar.

FRANKIE | Four Chips #3Where stories live. Discover now