Capítulo 8.

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Tomar tu mano, era lo que más quería en ese momento,
pero cuando fui a buscarte ya tu mano estaba siendo tomada.
Me destroza, me hiere,
aunque quiera lo mejor para ti
es difícil no verte a aquí.
Tan cerca pero tan lejos,
aunque te quiera aquí no podemos,
al menos se feliz por mí,
yo siempre te tendré en mis recuerdos.
—Juntos, Four Chips.

Faith James.

Despierto con un dolor agudo en mi sien, aunque no hubiera tomado demasiado de igual manera pocas veces lo hacía, pero luego de las tonterías de Chris no pude evitar no salir corriendo hacia el bar. Pensé que habíamos hecho algunos avances, pero mi estúpido hermano mayor siempre retrocedía por cualquier cosa que a él no le pareciera bien.

Tonto, Chris, pienso.

Recostada sobre la cama intento abrir uno de mis ojos, pero de inmediato la claridad me hiere. Gimo de dolor y como puedo me levanto para cerrar las cortinas dejando mi habitación a oscuras. Estoy a punto de aventarme nuevamente a la cama, pero mi puerta es tocada, seguido de las palabras de Emine, indicándome que es ella.

El rostro de Emine es un poema cuando me ve en aquel estado.

—Así que Frankie tenía razón.

—¿Frankie tiene la razón en algo?

—Tú ebria después de un vaso de cerveza y dos de vodka—Mis mejillas se enrojecen al escuchar su declaración. No digo nada, solo dejo la puerta abierta y de nuevo me arrojo sobre la cama—. Tampoco soy demasiado bebedora, pero esto es lamentable.

Lo sé, totalmente. Y que Frankie solo lo dijera a voz populi me hacía querer jalar una de sus orejas.

—¿Puedes dejar de burlarte de mí? —me quejo ocultando mi rostro en la almohada.

—De acuerdo, pero solo una pregunta más—Ruedo mis ojos ocasionando que el dolor se vuelva aún más punzante, gimo al sentirlo—. ¿Cómo terminaste en el bar del hotel con Frankie?

Me encojo de hombros.

—Yo estaba ahí, él después llegó, se veía tenso. Luego... Es Frankie, Emine, solo se sentó a mi lado y empezó a sacarme cosas con ese carisma suyo.

Emine escucha atenta mis declaraciones y no hace ningún comentario más, solo saca un blíster de pastillas del bolsillo de su pantalón y me lo extiende.

—Gracias, eres la mejor amiga que una chica podría tener.

—Solo soy la mensajera—Es ahí cuando veo como evita embozar una sonrisita comemierda—. Frankie te lo envía.

Me quedo de piedra. ¿Frankie enviando pastillas para mi dolor de cabeza?

—¿Cómo él...?

No termino de formular mi pregunta cuando recuerdo la charla sobre la jodida resaca.

Ignorando ahora la muy formada sonrisa comemierda de mi mejor amiga, la dejo sobre mi cama y me sumerjo en los límites del cuarto de baño. La lluvia artificial de agua tibia hace su trabajo en mí y después de haberme tomado la pastilla podría decir que estaba completamente renovada.

Cuando salgo del baño para cambiarme observo como Emine aún está arrojada sobre mi cama, viendo esta vez su teléfono y sonriendo tal cual lo hace cuando está frente a mi hermano.

—Si estás teniendo sexo telefónico con Chris entonces sal de mi cama—Emine se carcajea.

—No necesito sexo telefónico cuando comparto una habi...

—¡No quiero detalles! Ya tengo suficiente con ustedes en nuestro apartamento.

—Lo lamento —Aunque suena arrepentida no parece estarlo, su sonrisita amo a Chris aún está en su rostro —. En mi defensa, solo soy una portavoz para un mensaje de tu hermano, escucha.

FRANKIE | Four Chips #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora