Capítulo 1.

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Tus labios son cereza,

tu piel tiene mi esencia,

tu cuerpo contra el mío,

me haces sentir en otro planeta. Sentirte de esa manera solo me dice que eres mía,
¿alguien te hace sentir como yo?
Sé que no, ¿lo recuerdas?
Te alejaste en el pasado, corrí hacia a ti,
ni tú y ni yo pudimos vivir sin el otro.
Tú eres mía, yo soy tuyo,
nadie te hace sentir como yo,
pero la verdad más cruel, bebé
es que nadie me hace sentir como tú.
—Tu eres mía, yo soy tuyo, Four Chips.

Faith James.

El día que se supo la verdad.

—No saben lo mierda que me sentí al ver a mi padre entre las piernas de mi hermanita y mi madre grabando la escena con una sonrisa en sus labios, estaban completamente drogados. Sin embargo, no recuerdo lo que les hice a ellos, lo perdí al ver tal escena. En mi mente solo tengo un número, dieciséis, el número de videos que ellos grabaron de Faith, todo en el transcurso de un año.

Mi mente está tan lejos, sin embargo, escucho como Chris habla con tanta impotencia sobre aquel día. Siempre lo recordaba como si hubiese sido ayer, pero ya han pasado diez años, diez años que parecen imposibles de olvidar.

No podía ver a nadie a los ojos, me sentía sucia, rota, sin alma. Faith James no tiene alma.

Ver a Emine no poder soportar lo que está escuchando me rompe aún más, ella solloza y huye de la sala en dirección al balcón. Que la única verdadera amiga que había hecho en mi vida escuchara mi historia me hacía sentir vergüenza. Emine es tan buena, no merezco su amistad, sin embargo, la quiero seguir teniendo cerca, por lo que me levanto entre las miradas de lástima, rabia e impotencia que me rodean y camino tras mi mejor amiga.

No me gusta ver a Emine llorar, ella me hace sentir valiente, que Faith James puede ser algo más que basura destruida, Emine siempre me recuerda que puedo ser algo más.

—La-lamento salir a-así.

Me trago mis propias lágrimas, ya es suficiente que todos sientan lástima por lo que pasó, no quiero que se sientan peor por verme llorar, puedo fingir, puedo aguantar, después de todo siempre lo he hecho a los ojos de todos, incluso a los ojos de Chris.

—No te preocupes, sé que no es fácil de escuchar.

Mucho menos de contar, pocas veces lo he dicho en voz alta. La primera vez que dije que había sido abusada sexualmente lloré sin parar por tres días seguidos.

—Lo que no es fácil es haber vivido todo ese infierno. Eres una guerrera, ¿sabes? Te admiro muchísimo por seguir aquí, de pie, a pesar de las circunstancias.

Sonrío triste, soy cualquier cosa, excepto eso. No soy una guerrera, estoy lejos de serlo.

—No me admirarías si supieras lo que pasa constantemente por mi cabeza. Nadie sabe esto, pero fueron seis veces en donde estuve más cerca de dejarlo todo y solo... estar en paz. Sin embargo, no podía hacerlo porque siempre veía a Chris y él no se merece que le haga sufrir. Así que no digas que soy una guerrera cuando solo pienso en terminar con las pesadillas, con la constante agonía, solo pienso en... dejarlo ir.

La primera vez que lo intenté fue en el momento que dejé de llorar luego de haber confesado en voz alta que había sido abusada sexualmente. Tomé las cuchillas de afeitar de Chris e hice los primeros cortes en mis muñecas, pero su sonrisa vino de golpe y no profundicé demasiado, no dejó cicatriz, Chris nunca se enteró.

FRANKIE | Four Chips #3Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ