Capítulo 3.

804 162 48
                                    

Cuatro letras, hacen parte de nosotros, 

cuatro letras, nos hacen uno solo.

Esas cuatro letras no son solo sexo,

eres más que eso.

Te dije que el amor era más fuerte,

ya deja de huir y comparar el sexo y el amor.

Oh bebé, uno no es nada si el otro no está en la cama.

Ya no es solo sexo versus amor,

el beso que nos damos 

también es parte de nosotros dos.

—Sexo vs amor, Four chips.

Faith James.

Fue una odisea sacar a Frankie de nuestro apartamento. Aquel chico seguía poniéndome nerviosa así que buscaba cualquier excusa para hacerlo, ¿por qué entonces me había abrazado de esa manera al llegar? Solo para ponerme a temblar.

Suspiro tomando mi diario con fuerza hasta que mis dedos se pusieron blancos. Tiemblo de solo pensar que ese idiota hubiese podido leer alguna de las páginas. Ese diario era todo, mi vida, mis lágrimas, mis pocas risas, mis fantasías, tal cual como él lo había mencionado. Lo empecé a escribir como un medio de terapia, mi madrina pensaba que era una buena manera de hablar sin realmente hacerlo. Tenía razón, ayudaba, más ahora que mi vida se había puesto de cabeza nuevamente por mi padre.

Escucho la puerta de mi habitación sonar por lo que oculto el diario debajo de mi almohada con rapidez. Emine no espera que le dé permiso de entrar, después de todo ambas no somos celosas con nuestras cosas, sin embargo, Emine no sabe nada del diario, solo Piper, y ahora Frankie.

Espero que por una vez en la vida no fuera imprudente y le hablara a Chris sobre eso, pero, ¿tal vez estaba esperando demasiado de Frankie?

—¿Puedo pasar?—pregunta Emine en el umbral de la puerta, por lo que asiento y palmeo un lugar a mi lado en la cama al que Emine se arroja poco después —. Frankie acarició su abdomen hasta irse, ¿puedo saber que le hiciste?

—Obviamente lo golpeé.

Emine no parece sorprendida, más bien, se ve bastante divertida.

—Preguntaría que hizo para merecer un puñetazo en el abdomen, pero estamos hablando de Frankie, quizás agotó tu paciencia.

—¿Quizás? No quizás, obviamente agotó mi paciencia. ¿Por qué es tan...?—guardo silencio al no encontrar una palabra adecuada para describirlo.

—¿Exasperante? ¿Un poco narcisista? ¿Tal vez gracioso?

—Iba a decir idiota, pero esas tres palabras también lo describen bien, aunque yo diría bastante narcisista—Emine arquea una de sus cejas con suspicacia—. ¿Puedes creer que insinuó que yo tengo fantasías con él?

No era mentira, pero ni Emine y mucho menos Frankie tenían por qué saberlo.

Mi sexualidad era un tema bastante nulo, nunca había tenido un novio, los chicos por lo general querían obtener mi atención por entradas para conciertos o simplemente por burlarse de mí. La primera vez que quise intentar algo más con un chico terminé siendo una tonta apuesta y el objetivo era engañar a la estúpida hermanita de Chris James.

FRANKIE | Four Chips #3Where stories live. Discover now