Capítulo 2.

902 174 104
                                    

Los días tienden a ser malos,
tan oscuros que es imposible encontrar la luz.
A veces siento que estoy en el fondo de un río,
me ahogo, el agua fría me atraviesa con sus filos.
¿Cómo salgo de ahí?
No puedo nadar a la orilla, la oscuridad me atrapa.
¿Cómo salgo de ahí?
Mis pulmones se llenan de agua.
Estoy muerto por dentro, pero todavía siento.
Todo es sobre pesadillas, todo es sobre como seguir existiendo.
—La oscuridad, Four Chips.

Frankie Howards.

Todos lo han notado, no me he estado concentrando al cien por ciento. La disquera nos presiona, la productora también, incluso los fans, nadie sabe lo que estamos pasando, los problemas que llenan nuestra cabeza, a veces olvidan que somos humanos, pero los entiendo, el medio te convierte en un Dios, intocable, feliz, fuera de problemas, con la vida perfecta.

Recuerdo aquella experiencia con una groupie, fue bastante graciosa. Obviamente estaba en mi camerino porque quería tener sexo, estaba dispuesta a todo, pero yo primero quería ir al baño, tenía que encargarme de... Ya sabes... Mis asuntos. Sí, tenía muchas ganas de ir al baño en un código dos, la chica quedó impactada porque quería ir al baño, cuando le pregunté el porqué solo dijo que había olvidado que nosotros hacíamos nuestros asuntos. Estúpido, pero alguna vez creí a mi corta edad de ocho años que las chicas no iban al baño a hacer lo mismo que nosotros.

Sacudo mi cabeza tratando de evitar mis pensamientos tan divagantes, siempre terminaba en lo mismo, mamá pensaba que no era normal lo disperso que era, tenía razón, tengo un ligero síndrome de hiperactividad y soy un poco disléxico, cuando digo ligero y poco lo traduzco en gran y bastante. Quizás por eso la música siempre conectó en mí.

Veo por el rabillo del ojo como Dustin habla con Mark sobre alguna letra de una canción y Chris está sobre el piano del apartamento de Mark bastante concentrado en cualquier cosa que estuviera creando. Observo su perfil, era tan parecido a su hermana, misma nariz, mismo color de cabello, mismo color de piel, por poco tengo una erección mirando a uno de mis mejores amigos, sería un tema de conversación bastante interesante en algún juego de bebidas.

Los dedos de Chris se mueven con agilidad sobre las teclas blancas y negras, trato de imitarlo en mi bajo, pero solo suena una melodía sin sentido que hace que el pianista mire en mi dirección con una de sus cejas arqueadas, hago el mismo gesto y vuelvo a tratar de imitarlo, de nuevo, suena un desastre.

—¿Qué estás tratando de hacer?

—¿Yo? Nada—digo inocentemente.

Chris entrecierra sus ojos y vuelve a su música, yo de nuevo lo imito y eso lo desespera, el piano suelta un estruendo porque sus manos chocan con fuerza en las teclas, los chicos a mi lado observan a Chris con curiosidad.

—Me estás irritando.

—Yo siempre te irrito, Chris, no es algo nuevo—me encojo de hombros y embozo una pequeña sonrisa volviendo a mi bajo.

—¿Ven? Está haciendo esa cosa que él hace, molestarme.

—Chris, déjalo ir—dice Mark, el pseudo líder de Four Chips, la verdad, me gustaba recibir órdenes de mi viejo amigo. Además, es el más cuerdo de todos nosotros, después podría elegir a Dustin, pero es un poco blandito para ser un líder—. ¿Qué haremos? Creo que ya fue suficiente el tiempo de guardar silencio. Hay asuntos que resolver, no podemos ir de gira ahora.

—Están presionando demasiado, debemos iniciar la gira. ¿Volviste a hablar con las chicas? ¿Sobre considerar tomarse este semestre?

Chris suspira cubriendo el piano y dándose la vuelta sobre el banco.

FRANKIE | Four Chips #3Where stories live. Discover now