"Trafalgar se ahorra un suspiro, y apoya la cabeza en el hombro del otro. Zoro los separa lo suficiente para verlo a la cara, le examina atento, y Law lo hace de vuelta. Están hincados en la cama, desnudos, mirándose a los ojos, aun con los brazos sobre el contrario, a punto de cruzar el límite que les permite seguir actuando como completos desconocidos..." Se reunieron en una isla por accidente. ¿Pueden llamarlo destino? ¿A quién tienen que agradecer por esto? Eso es sencillo... Fue todo Gracias a esos bastardos. Dos corazones rotos de alguna manera funcionan mejor juntos, formando solo uno.