Me sentía mucho mejor, pero aún no se me pasaba la rabía que tenía contra él. Me voy a casar, con un hombre a quien apenas conozco su nombre, con alguien a quien no amo. Al parecer:
"No siempre hay que amar para casarse"
* * *
Son las 11:35 aproximadamente, estaba sentada en el sillón del comedor, el cual esta cerca de la ventana. La Tv estaba apagada, pero estaba mirando tranquilamente por la ventana. Estaba algo aburrida y algo triste. Extrañaba a mí familia, mi escuela y sobre todo a mis amigos/as.
— ¿Qué haces?
Me sobresalte y lo miré mal. ¡Porque siempre hace eso!.
— Nada.
— Hm... —dice y se sienta a mi lado— Mis padres vendrán esta noche..., quieren conocerte y hablar sobre la boda.
Yo no dije nada, solo volví la vista a la ventana..., Matrimonio. Eso es una palabra extraña para mi edad.
— ¿Estas bien?
¿Enserio? ¿De verdad me pregunta eso?
— No. No lo estoy.
— Creo..., —comienza a decir, y me mira con tristeza— Creo que deberías ir a dormir.
— Pero, es muy temprano para irme a dormir. Además tus padres vendrán esta noche, tú mismo lo dijiste.
— Solo vete a descansar, ya le dire a Amanda que te despierte un rato antes de que lleguen mis padres.
— Esta bien —le dije sonriente, deje besado su mejilla antes de irme y después me fui de ahí. Comenze a subir las escaleras y...
¡ESPERA!
me detuve.
¿Qué acabo de hacer? ¿Bese su mejilla? oh.. Dios.
Mis mejillas comenzaron a arder. Subí rápido las escaleras y me fui a mi cuarto, me tire sobre la cama. Dios estoy tan avergonzada y cansada.
* * *
— ¡Hey!
— ¡YO NO FUI, TE LO JURO! —grite al despertarme, y luego vi a Justin. Lo miré con molestia, lo único que le agradezco de que me haya despertado es por aquel sueño.
— ¿Qué? —pregunta Justin mirándome extraño.
— Eh.... —exclame nerviosa—Nada, solo olvídalo.
— Es tarde.
— ¿Y?
— Mis padres llegaran en media hora.
— ¡Rayos!.
— Cuida tu vocabulario.
— No eres mi padre, además ¿No pudiste despertarme más temprano?.
— Es temprano.
— ¡Claro que no, en media hora no estaré lista!
— ¡No me grites!.
— ¡No me grites Tú! —le digo molesta.
— Cámbiate, rápido. —dice y después se marcha.
. . .
Demore 15 minutos en bañarme y otros 15 minutos en cambiarme y maquillarme y todo eso, en lo que más me demore fue en encontrar algo adecuado que ponerme. Me puse un vestido azul oscuro sin tiras, tacones negros, una trenza y maquillaje. Salí de mi cuarto y comenze a bajar las escaleras y en eso aparece Justin.
— Vaya —dijo mirándome— estás preciosa.
— Gracias...
— Ya iba a por ti. Mis padres ya llegaron, están adentro.
Asentí, respire hondo y camine junto a Justin hacia el gran comedor. Al entrar vi a los padres de justin y a una niña y un niño no los había visto antes.
— Taylor —me saludo el señor Jeremy, ¿no me reconocían? Actuaban como si recién estuvieran conociéndome— un gusto conocerla señorita Taylor, yo soy Jeremy Bieber, mi esposa Pattie, y mis adorados Hijos. Jazmyn y Jaxón.
Vaya, esta familia tenia algo con la letra "J", Jeremy, Justin, Jaxon, Jazmyn.
— Hola —los salude, aún algo extrañada. ¿Por qué no me reconocen? Estoy igual que antes.
Luego de eso nos sentamos en la mesa, justin a mi lado, a los segundos después nos sirvieron la cena. Esto es tan extraño.
— Taylor, querida. ¿Han pensado ya en la fecha se su boda?
Claro... que no, no e estado pensando en casarme a los 16.
Esta familia es extraña, Bueno la mía no es muy normal, venden a su hija. Yo no quiero a Justin y mucho menos casarme con él. ¿Y me pregunta si e pensado en la fecha?. La miré confundida y luego mire a Justin.
— Sí lo hemos pensado, pero aún no estamos seguros. Taylor aún no termina su carrera universitaria —comienza a hablar Justin. ¿Carrera Universitaria? ¡AÚN NO SALGO NI DE LA ESCUELA!. Este me mira, y se da cuenta de mi mirada de confusión— iremos a buscar algo en la cocina con Taylor, es una sorpresa que se nos olvido.
— Pero las sirvientas pueden ir, hijo —dice el señor Jeremy.
— No, ellas no saben donde esta —dice Justin, se levanta de la mesa y me mira— Vamos Taylor, a por la sorpresa —me dice y me tomo de la mano, me levanto del asiento y comenzamos a caminar fuera del comedor.
— Olvide mencionarte algo —me dice en susurro cuando ya estamos lejos de ellos. Eso parece, porque sus padres se están comportando muy extraños—, mis padres..., no sabe que te compre, bueno que hice un contrato con tu familia, mis padres tienen una memoria horrible. Y conocen tanta gente que olvidan los rostros de la gente con las que se reúnen. Por eso es que no te reconocen y ellos creen que nos queremos y que por eso nos vamos a casar. Sé que pese a lo que te hice no debería de pedirte favores pero..., ¿Podrías fingir que me amas y que eres realmente feliz conmigo?.
Podría decirle la verdad a su familia, podría no fingir y solo decir la verdad. Pero si lo hiciera ¿Qué haría después? ¿Donde me iría? No tengo a nadie, y estoy asustada.
— Vale, lo haré —dije. Y él sonrió.
* * *
La cena fue increíble —noten mi sarcasmo—. La cena era para la fecha de la boda y no dejaban de hablar de ello. ¡No quiero casarme!. Debo admitir que la familia de Justin es agradable, pero apesar de ello no me quiero casar con alguien a quien no amo. ¿Lo llegare a amar algúna vez? ¡Claro que no! ¡Eso jamás!.
Comenze a caminar hacia mi habitación, estaba cansada y aburrida, la familia Bieber ya se había ido. Al final no dijeron fechas. ¡La cena era para ello y no hay fecha!. Bueno por un lado mejor.
Cuando entre a mi cuarto me comenzó a doler muy fuerte el estomago. ¡Maldición! Algo debía haberme caído Mal. Corrí al baño y en eso siento.. oh Dios.
¡ME LLEGO LA MALDITA MENSTRUACIÓN! ¡JODER! Corrí a buscar toallas higiénicas y entre al baño, me duele mucho. Me lave y me cambie.
¡Me duele! ¡Esto es obra del demonio!
ME VOY A MORIR.
Volví a mi cama y me acosté. ¡Dios duele! puse mis manos abrazándome y poniéndome como bolita en mi cama.
— Ah —solté un gemido de dolor— mierda —chille y me mordí el labio inferior.
— ¿Taylor? —escuche a justin y que entraba en mi cuarto— ¿Estas bien?
— Me duele...
— ¿Qué te duele, la cabeza?.
— No —dije apenas— Se trata de mi..... Hm ,—me queje, él me miro preocupado. Por un lado si me dolía bastante, y por el otro me daba pudor decirle aquello— es, mi dolor menstrual —al fin lo dije, apenas audible, pero él me escucho.
— ¿Es mucho? —yo solo fui capaz de asentir, tenía las mejillas ruborizadas y me dolía demasiado como para decir algo o pensar en algo más.
— ¿Quieres que te lleve al hospital? —yo le miré molesta. ¿Es enserio?.
— ¿Es normal ir al hospital por un dolor menstrual? —le digo con ironía, este me mira serio y dice:
— Estoy tratando de ver como ayudarte, no seas molesta. —dice molesto, luego solo se dirigió hasta la perta y dijo: Ya vuelvo.
Después se marcha a quien sabe donde, y yo me quedo ahí en la cama en posición fetal, pensando que de alguna manera el dolor acabaría de esa forma. Un par de minutos después Justin volvió a mi cuarto. Traía en sus manos un tazón, me pidió que me sentará y lo hice.
— Bebe esto, te hará bien.
— ¿Qué es? —le pregunte mientras recibía el tazón.
— Es un té, de jengibre fresco. Pondrá caliente tu cuerpo, vamos bébelo. Espero que te ayude, cuando lo termines intenta descansar.
— Gracias.
Me termine de tomar todo el té y Justin seguía aquí conmigo. Dejamos pasar un par de minutos, esperando que aquella yerba me hiciera efecto, sí sentí como tenía más calor. Pero el dolor seguía allí, Justin me miraba con preocupación. El dolor aún no me bajaba. Me mordí el labio inferior.
— ¿Aun te duele mucho? —preguntó, yo solo asentí— Esta bien, vendré enseguida.
Se levanta y después se va nuevamente de mi habitación.
. . .
Ya habían pasado al menos unos quince minutos y Justin aún no aparecía, el dolor había disminuido, pero solo un poco. En eso siento que alguien entra.
— He llegado, toma esto. Espero que esto si te alivie el dolor.
Lo mire y traía pastillas.
— ¿Medicina?
— Sí, se me fue difícil encontrar algún negocio abierto a estas horas. Pero logre encontrar una y te las compre. —me cuenta, me entrega dos pastillas de las mismas y un vaso de agua. Yo las tome.
— Gracias, de veras.
— No es nada, intenta descansar. —Yo asiento y me recuesto en la cama. El dolor aun estaba, pero recién me tome las pastillas así que esperaba que en unos minutos más ya me haya ayudado a aliviar el dolor. Cerré mis ojos para tratar de dormir, sentía las caricias de Justin en mi cabello.
Me relaje y a los minuto quede profundamente dormida.