Todas las miradas se fijaron en ti.
— no creo que quieras que todo tu grupo se vaya sancionado sólo porque tú no quieres participar — dijo Lucia.
La fulminaste con la mirada y luego miraste a los chicos con cara perrito mojado, eras capaz de pasarle la lengua al piso en vez de estar amarrada a Tom. Ellos te ignoraron completamente, era obvio que no querían ser sancionados.
— yo puedo cambiarme por ella si quiere — se entrometio Liz.
— si — dijiste de inmediato.
— no — gruñó Lucia — tu eliges ______ ¿sancion o actividad?
"Sanción". Pensaste.
— actividad — dijiste de mala gana y estirando el brazo izquierdo.
— ¿qué? yo no quiero tener amarrada mi mano derecha — gruño Tom mirando a Lucia.
— todas las mujeres estan esposadas de la mano izquierda
Tom desvió su mirada para comprobar y así era, todos los hombres amarrados de la muñeca derecha y las mujeres de la izquierda.
Sonreíste sarcástica y él te miró mal.
Los esposaron y luego esposaron a Liz con Cole, ella gruño furiosa y él fue indiferente, Cole no se lleva mal con nadie.
— bueno chicos, nos vemos el lunes — dijo sonriendo satisfecha.
— espere — la detuvo Milo, ella volteó a mirarlo — ¿cómo dormiremos? ¿como nos bañaremos o entraremos al baño?
— piensen, reflexionen y... en equipo todo se puede. Ahora no son dos personas diferentes, son una sola y ya no piensan en si mismos, ahora aprenderan a pensar en el otro
Entrecerraste los ojos y te sentaste olvidando que estabas amarrada a Tom
— ¡auch! — se quejó enojado sentandose a tu lado.
Lo ignoraste por completo.
Lucia se fue y todos se quedaron mirando sin saber que hacer.
— ¿y ahora qué? — peguntó Tom mirandolos.
— es temprano — comentó Cole riéndo.
Liz sonrió y luego puso su mano derecha en su cabeza como diciendo "dios, con lo que tengo que convivir"
— vamos a tomar desayuno — dijo Milo.
Todos asintieron excepto Tom que se quedo sentado, tu te pusiste de pie.
Salieron todos y Tom seguía sentado.
— ponte de pie — dijiste frunciendo el ceño.
— no quiero realizar esta actividad — comentó Frio.
— yo tampoco, pero los chicos no quieren ser sancionados y no voy a hacerlos hacer algo que no quieren
— ellos hacen algo que tu no quieres
— es sólo una actividad
— tú y yo no nos llevamos bien
— si cedes en algunas cosas nos llevaremos mal
— ya nos llevamos mal — entrecerró sus ojos.
— nos llevamos muy mal, hay diferentes niveles — dijiste tirando de su muñeca con la tuya.
— esta bien — gruño furioso — ¡auch! ¡no me tires!
(...)
— quiero bañarme en la piscina — dijo Tom mientras estabamos sentados con los chicos en el cesped.
— ¿y qué quieres? — preguntaste ingenua.
— qué muevas tu trasero y te bañes conmigo — respondió molesto y mostrando sus manos esposadas.
— no me quiero mojar — dijiste mirandolo.
— pero yo si
— pero yo no — lo fulminaste con la mirada
— no seas pesada, es sólo un chapuzón
— ¡esta bien! — gruñiste enojada y te pusiste de pie.
— iaaaauch! ¡ya basta de hacer eso! tienes que ponerte de pie al mismo tiempo que yo
— no fastidies — dijiste tirandolo para que caminara.
Todos en el campamento estaban esposados, pero se veían mucho más tranquilos y sonrientes que ustedes dos. Claro, hasta el guason sonríe con sinceridad a su lado.
Te tiraste en una bombita a la piscina ya que Tom te obligo porque no quería entrar por las escaleras.
A Tom esta actividad lo estaba sacando de quicio, no era para nada agradable ni le hacía la vida un poco más fácil, es mas, según él, tu se la complicabas demasiado.
— está bien, salgamonos...tengo frio — dijiste con los labios morados y tiritando.
No habia sido solo un chapuzón, te había obligado a quedarse ahí un largo rato, y pensó que era mejor salir antes de que te pusieras a insultarlo y tu cara se pusiera roja como un tomate.
— está bien — dijo mirándote.
Caminaron hasta la escalera y salieron, luego se envolvieron en sus toallas, algo que costó mucho ya que eran toallas diferentes y una cadena incomodaba entre los dos.
— vamos, quiero ducharme — dijo mirandote mientras tiraba de ti para ir a la cabaña. Caminaron hacia allí, ambos sacaron sus toallas y fueron a las duchas. Eso sería muy complicado.
— ¿cómo se supone que haremos esto? — preguntaste mirandolo.
— yo me ducho primero — entró a la ducha — tú solo tienes que tener tú mano cerca de la puerta...no la voy a cerrar
Asentiste y él junto lo que más pudo la puerta para comenzar a ducharse, se saque los boxer y los tendió en la muralla.
— ¿qué demonios haces? — soltaste un chillido — no puedes desnudarte, la puerta no esta cerrada se puede abrir y te veré desnudo
— no estarás triste si me ves desnudo — bromeó.
Tiraste de la cadena haciendo que casi se caiga.
— imbécil — murmuraste
Sonrió victorioso y siguió duchandose, realmente era muy difícil casi no ocupar la mano derecha y hacer todo con la izquierda, se sentía inútil.
Luego, se secó como pudo, quedando mojado de todas maneras y envolvió en su toalla.
— está bien, te toca — dijo saliendo.
— ¡al fin! pareces mujer — frunciste el ceño y entraste a la ducha.
Estabas luchando con la toalla para que no se cayera mientras la mano derecha de Tom estaba pegada a la puerta.
— no se te ocurra abrir porque te golpearé tan fuerte que quedarás inconciente — dijiste desde adentro.
— no me apetece verte desnuda — dijo burlesco.
Logró divisar que dejaste tu bikini encima de la muralla y un escalofrio paso por su espalda.
Ese cuerpo tan pequeño, curvilineo y tonificado que tenías ¿cómo se vería...? Al instante quiso golpearse a si mismo por pensar estupideces.
Aclaró la garganta y trato de ignorar la ducha, pero la mirada se le desviaba sola, cualquier otro chico pervertido hubiese abierto la puerta para ver esa perfecta silueta y hacer lo que fuera.
El agua se detuvo y supuso que habias terminado, te escuchó quejarte e insultar a la nada.
— esto es realmente incómodo — dijiste con furia.
— no me veas asi, no tengo la culpa
— si nos llevaramos bien no nos pasaría esto
— entonces intentemos llevarnos bien
— ya no, nos soltaran hasta el lunes en la noche, no quiero llevarme bien contigo — comentaste sin despegar tu mirada de la suya. Tom pensaba en como una chica de ojos cafés tan hermosos puede ser tan insoportable.
Caminaron a la cabaña y Milo se rió de ustedes.
— ¿qué les paso? — rió — ¿se les echaron a perder las toallas?
— cállate idiota, esto es realmente incómodo — dijo molesto.
— ahora son uno, no dos — dijo guiñandoles un ojo.
Tom lo miró pensativo y luego tiró de ti hasta su habitación.
— un momento — te detuviste en seco — ahora me visto yo primero
— pero-
— sin reclamos. Tú te duchaste primero
— ¡esta bien! — dijo quejumbroso.
Entraron a tu habitación, él se sentó en la cama mientras tu buscanas ropa interior.
— volteate, no quiero que me veas desnuda
— ¿pero cómo quieres que me ponga? ¡me voy a quebrar el brazo! — se quejó molesto.
Terminó volteandose de todas maneras y tu poniéndote tu ropa interior.
— ya ahora si — dijiste mientras te ponías unas calzas.
Él se sentó derecho y estiró el brazo, no era cómodo tener el brazo doblado hacia atrás. Te miraba en silencio como te vestías.
Tus piernas delicadas, finas y apretadas, tu cintura que él podría rodear con sus manos enormes, tu trasero y senos acordes con tu silueta...y.. y tu rostro de insatisfacción.
"¿Alguna vez me sonreirá con sinceridad?". Pensó.
— ¿qué miras? — preguntaste despertándolo de sus pensamientos.
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Maratón 3/4