CAPÍTULO 3 | PRIMERA ACTIVIDAD |

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¿Y cómo no odiario? ¡era un completo idiota sin cerebro!
Te sentiste feliz al ver su rostro y que aún tenga marcada esa cicatriz de hace dos años.

El "juego" acabó ahí, siempre se ignoraban y seguían su camino hasta ahora que tenías que convivir con él.

Por otro lado, Tom al escuchar tu nombre por el micrófono supuso que te tocaría en una cabaña diferente a la suya ya que siempre los preferían separados porque no se soportaban y hasta parece ser que los creían capaces de quemar la cabaña juntos... Pero al escuchar su nombre en la misma cabaña que la tuya su estómago se apretó. Definitivamente no quería estar contigo, después de todo lo que le hiciste y todo lo que él te hizo a ti, no sabía que cosas tan "importantes" había quemado ese día, pero no iba a disculparse...Jamás.
Aseguraba que no tenía ni el mínimo interés de llevarse bien contigo.

Además, verte enojada, gritando histérica y golpeando todo le gustaba... Según el tus ojos color miel se volvían oscuros y, bueno, te parecías a él... No les gustaba perder.
Odiaba esa maldita cicatriz de su rostro, aunque no era grande no le gustaba... Así de simple.
Porque cada vez que se miraba al espejo recordaba esa maldita bofetada que pareciera que se la había dado hulk.

- ey Tom ¿vienes? - le preguntó Harrison.

- ¿dónde? - preguntó despertando de sus pensamientos.

- a ver gente nueva - respondió Milo levantando sus cejas.

- paso - rió - ordenaré mis cosas.

- esta bien - dijo Harrison.

Los tres salieron y entró a la habitación que le había tocado, ordeno un poco y luego llegó una campista a revisar. Salió a la sala de estar donde estaban todos.

- bueno chicos - habló la campista - el lema de este año ya se lo dijimos asi que este año vamos a hacer algunas actividades para aprender a convivir mejor ¿alguna persona de aquí se lleva mal?

- en realidad...

- no - lo interrumpió Cheryl - nos llevamos bien.

Ambos la fulminamos con la mirada, era obvio que no odiabamos y ella decía que nadie tiene problemas. ¿Qué pasa con esa chica?

- ¿en serio? - preguntó la campista.

- si, nos llevamos bien - respondió Harrison apoyandola.

- pero yo...

- Tom - lo volvieron a interrumpir pero esta vez fue Harrison con voz grave.

La campista aseguró que nadie tenía problemas y se fue. Todos se quedamos mirando tensamente.

- ¡Cheryl! ¿qué pasa contigo? - dijiste enojada.

- amiga, deben aprender a solucionar sus problemas

- ¿qué? ¡no! - dijo Tom mirándonos - y tú ¿por qué la apoyaste? - le preguntó a Harrison.

- Cheryl tiene razon - comentó tranquilo.

En ese momento querías matar a Cheryl con tus propias manos.

Ganar perdiendo | Tom HollandOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz