CAPÍTULO 2 | NUESTRA CABAÑA |

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Ambas te abrazaron felices.

— ¿cómo estás? — preguntó Cheryl — te andabamos buscando por todos lados, esto es un caos de gente.

— bien — reiste.

— espero que nos toque juntas nuevamente — dijo Michelle tomándote del brazo.

Michelle y Cheryl, las conociste cuando recién habías llegado al campamento, ambas fueron muy amables en la cabaña y te hicieron sentir en confianza enseguida.

Cole toció a tu lado y lo presentaste.

— el es Cole, un amigo — dijiste sonriendoles.

Estaban conversando y sonó un parlante enorme con un pitido que hizo que todos se cubrieran los oídos.

— lo siento — dijo una campista hablando por el micrófono — bueno ya que llegaron todos los buses, elegiremos a las personas que convivirán en las cabañas. El lema de este año es "aprender a aceptarnos"

Comenzó a dar nombres, ocho personas para cada cabaña.

— cabaña 30 — hizo una pausa — _______ ______ — apretaste el brazo de Cole — Cheryl Blossom, Michelle Jones, Liz... — dejaste de oír.

Tu rostro se deformó y tus amigas te miraron sorprendidas al igual que tu.

— Cole Sprouse — te sonrió y beso la frente — Harrison Osterfield, Milo Manheim y...

— bien, mis chicos —sonrió Cole.

— y...Tom Holland

Tu rostro volvió a deformarse nuevamente y tus amigas se miraron asustadas ante tu reacción.

— excelente mis tres chicos — corrijo Cole.

— _______....¿estas...?

— cállate Cheryl — la fulminaste con la mirada.

Al llegar a la cabaña, entraste silenciosa. Conocías a todos menos a Milo y Harrison.

Afuera de la cabaña había una campista que les dio la bienvenida y abrió la puerta, entregó ocho llaves y les dijo que entraran.

— ¡ey Cole! — escuchaste.

Cole volteó a mirar y eran dos chicos, supusiste que eran Milo y Harrison. Los observaste; altos, tonificados, guapos y para variar.... Del equipo de fútbol americano.

— ¿eres del equipo de fútbol? — preguntaste mirandolo.

— si — respondió con una sonrisa.

Entrecerraste los ojos y antes de abrir la boca para decir algo corrió y fue a abrazar a los chicos.

...

Cheryl y Michelle te decían que no lo hicieras, pero lo ibas a hacer igual aunque fuera el mismísimo presidente quien te lo prohibiera.

Entraste a los camarines y sacaste toda la ropa que Tom tenía allí, la pusiste dentro de una bolsa de basura y tiraste dentro de un basurero gigante, fuieste por su shampoo y lo llenaste con pintura. Finalizaste por escribir en su casillero "imbécil" con lápiz permanentemente, junto a un dibujo de unos labios hechos con lápiz labial y saliste de allí.

Pasó un tiempo y en la hora libre llegó Tom a tu lado eufórico, alterado y con el cabello azul... Reiste mirándolo, la venganza era tan dulce.

¡¿qué demonios sucede contigo?! — gritó mirándote.

¿qué te pasa? — preguntaste ingenua.

¡no te hagas la desentendida! ¡dónde está mi ropa!

¿de que estás hablando? — seguirías con ese tono de voz hasta que él stallara.

¿eres tonta o que? ¡son mis cosas! ¡mira mi cabello!

— callate que yo no se nada

esto no se quedará así ya verás cómo te expulsaran del campamento

no tienes pruebas — entrecerraste los ojos.

Él se acercó a ti tanto que te apegó a la muralla, puso sus brazos a ambos lados, encerrándote.

¿quieres jugar? — preguntó amenazador — veremos quién juega mejor — volteó y se marchó.

Claro que no todo se quedó así. Luego encontrabas tu habitación hecha un desastre, seguiste vengandote hasta que una gota rebasó el vaso...tu vaso porque el de él parece ser que ya estaba completamente rebasado hace tiempo.

¿qué pasó? — preguntaste a Cheryl.

— no lo se — respondió mirándote.

— ¡_______! ¡tus cosas! — gritó Michelle corriendo hacia la humareda.

Corriste hacia allá sin preocuparte de nada y tus amigos comenzaron a tirar baldes con agua... Si eran tus cosas.
Tu ropa, adornos, cuadernos y lo que más te dolió, un cuaderno que siempre llevabas al campamento con miles de fotos de tu familia, amigos y miles de palabras escritas por ellos... Y una carta que había escrito tu hermano antes de tener ese estúpido accidente que le cobró su vida.

Tus ojos se llenaron de lágrimas, estaba todo quemado... Absolutamente todo.

— ¡es un imbécil! ¡idiota! ¡lo odio! — gritaste llorando histericamente mientras quisiste ir a tus cosas pero te lo impidieron.

Divisaste a Tom salir de la cabaña y tu aún estabas llorando.

— ¡Tom! — gritaste.

El volteó a mirarte con una sonrisa victoriosa y se detuvo. Al estar en frente de el lo fulminaste con la mirada.

— ¿estas llorando? — soltó una carcajada — tu querías jugar y sabes que yo lo hago mucho mejor

— ¡eres un imbécil! ¿quemar mis cosas? ¿quién demonios eres? ¿el diablo?

— no te metas conmigo — bajo su voz — así no te pasara nada

— no sabes todas las cosas importantes que tenía — bajaste la voz llorando.

— no me interesa, me sacaste de quicio

— ¡imbécil! ¡podrías morir ahora mismo!

— eres una idiota que se mete conmigo y todos saben que conmigo no se juega

Lo quedaste mirando por unos segundos, tu rostro estaba completamente rojo y tus ojos eran rabia pura, endureciste la mano, sin voltear los anillos y lo golpeaste, una bofetada tan fuerte que su rostro enrojecio enseguida, y por el anillo comenzó a sangrar. El sólo se tocó la cara notando la sangre pero no dijo nada.

— el juego se acabó — dijiste mirándolo enojada — has ganado, pero te juro que no te olvidaras de mi porque esa cicatriz no se borrará

Volteaste y fuiste a la cabaña.

____

Cuando esta con esta letra es un flashback.

Ganar perdiendo | Tom HollandWhere stories live. Discover now