CAPÍTULO 37 | ÁRBOL SOLITARIO |

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— no me fastidies ¿bueno? — volteé para irme y el tomo mi codo.

— solo bromeo, tranquila — sus ojos eran divertidos y ocultaba una pequeña sonrisa.

— ¿qué quieres? — suspiré irritada.

— saber como estabas — contestó sincero — sé que no debe ser fácil todo esto para ti.

— estoy bien

— mientes muy mal — frunció el ceño sonriendo.

— ¿qué te alegra de todo esto?

— en realidad nada — se encogió de hombros — no estés tan agresiva, nada de esto es mi culpa

— lo sé — suspiré fastidiada.

— ¿entonces?

— olvídalo, hoy no es un buen día

— lo sé, todo el campamento lo sabe. Es Tom, el capitán del equipo de F.A

Asentí mirandolo.

— deberíamos tratar de arreglar toda nuestra "relación" de amistad, no quiero perderte. Eres una gran amiga y ya quedan solo dos semanas, no pretendo irme sin arreglar esto

Su mirada era sincera, pero yo estaba muy mal y solo quería responder algo rápido para luego ir a tenderme a un lado de Harrison y olvidarme del mundo.

— está bien — respondí desganada.

— hoy espero verte en el casino — me sonrió dandome un beso en la frente y se marchó.

Volví a un lado de Harrison y el me observó confundido.

— ¿qué quería? — preguntó apoyandose en sus codos.

— arreglar la amistad que tenemos

— ¿ah si? — rió.

— si

— no caigas nuevamente _______

— no... — sonreí mirandolo.

Me acosté a su lado y luego él paso su brazo derecho por debajo de mi cabeza, nos quedamos un largo rato así, escuchando música y mirando el cielo.

— no sé que mierda pasa por la cabeza de Tom — rompió el silencio entre ambos.

— yo tampoco... — respondí con la mirada hacia arriba.

— ¿hablarás con él al salir del campamento?

— no creo, no es una buena idea. Si se alejó es por algo, no quiero ser una pesada

— bueno, yo si iré a verlo

Sonreí mirandolo.

— bueno, tú nuevamente serás la paloma mensajera y me dirás como se encuentra

— está bien —rió.

Una semana después...

— ¡________! abre la maldita puerta — gritó Cole desde afuera de mi habitación.

La verdad, no quería hablar con nadie ni mirar a nadie. Pensé que esto de olvidar a Tom, sería fácil. Pensé que mis amigos servirían de algo para ayudarme a salir de este agujero en el cual ya caí. Ver los partidos de F.A ya no es lo mismo, ver como trotan alrededor del campamento no es lo mismo y entrar a la cabaña...definitivamente no es lo mismo. Estoy en un colapso mental, él ni siquiera se preocupa por mi y sin embargo, yo lo extraño demasiado. He llegado hasta dormir en su habitación recordando cada momento con el...no me cabe en la cabeza como puede ser tan hipócrita conmigo.

Ganar perdiendo | Tom HollandWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu