La hermana de mi novio [Dispo...

By Luisebm7

6.6M 324K 446K

Tras superar mi etapa de rebeldía, mi vida de adolescente se convirtió en un sueño hecho realidad. Mis padres... More

Notas
La Alumna Nueva
Adiós Privilegios
Intenciones
Cuñadas
Intimidad Violada
Insatisfecha (I)
Insatisfecha (II)
Preámbulo de la Fiesta
La Fiesta (I)
La Fiesta (II)
La Fiesta (III)
*Intermedio*
¿Y ahora?
Domingo de Cine
Pena y Rabia
¿Cuánto dolor puedes aguantar?
Consuelo (I)
Consuelo (II)
¿Quién fue? (I)
*Intermedio II*
¿Quién fue? II
Daño Colateral
Paseo en patines (I)
Paseo en patines (II)
Noche de exilio
De citas y misterios (I)
De citas y misterios (II)
Cita de Amigas (I)
Cita de Amigas (II)
Cita de Amigas III
Postcita
Epílogo de Postcita
Pasión Confundida (I)
Pasión Confundida (II)
Pasión Confundida (III)
Pasión Traicionada
Epílogo de Pasión Traicionada
Distanciamiento... ¿o no? (I)
Distanciamiento... ¿o no? (II)
Distanciamiento... ¿o no? (III)
Masaje con final... ¿feliz?
Amarga Distancia
Estaca en el Corazón
Agresividad
Violencia vs. Pasión
Solo una vez...
Bye, exámenes
Entrenamiento Peligroso
Cita Encubierta
Semana Trascendental (I)
Semana Trascendental (II)
Semana Trascendental (III)
Descontrol
Disgusto Férreo
Enferma de Amor
Recuperación
El Pacto
Confesión Carnal
Corazones Abiertos
*Intermedio III*
Encuentros, travesuras y tormentos
Sometida
Pasado y Presente
Pelea y Castigo
Juego Sucio
Ante todo, placer
Tarde con Víctor
A solas con el demonio
Pre-Halloween
Halloween (I)
Halloween (II)
Halloween (III)
Planes Inesperados
Descubiertas
Regalo de Cumpleaños
Una Verdad
Cumpleaños Travieso
*Intermedio IV*
Dominada
Liberación
Cicatriz del Alma
La verdad tras el dolor
Entrenamiento... ¿en el vestuario?
Travesuras
Partido de Vóley
Paseos Memorables
Amistad Rota
Alivio para la ira
Paseo de Amigas
*Intermedio V*
Personaje Asignado
Conflicto de Intereses
Fin de Trimestre
Año Nuevo
Acoso y Amor
Infieles
Ruptura
Venganza
Disculpas
Disculpas (II)
Monstruo
Homofobia
Perdonada
La Obra
Tras el telón
Legado de rencor
Justicia
Culpable
Vuelta a la Normalidad
Feria del Amor
Feria del Amor (II)
La cara oculta de la luna
Adiós
Aceptación
Por ti
Puñalada
Eric
Eric (II)
Un San Valentín inolvidable
Corazones Rotos
Epílogo: 9 de junio
Agradecimientos
Q&A
Gala de Nominaciones
¡Feliz Halloween!
¡Noticias frescas!
¡Especial 3M de lecturas y San Valentín!
¡Concurso de memes!
¡Concurso 2!
¡Lanzamiento final de LHDMN!

Vuelta a la Normalidad (II)

31.5K 1.8K 2.7K
By Luisebm7

Sandra es un dolor de cabeza cuando le apetece, o sea, siempre. Ni el ruido de un martillo de demolición en la calle taladra tanto como ella, pero no permitiré que haga daño a mis amigos para desahogar su frustración. He intentado ser cordial con ella y me ha escupido a la cara al golpear a Víctor. Su favor será una acción disparatada, estoy segura, pero me negaré a complacerla. Espero que recapacite por una vez en su vida antes de que tengamos problemas.

—¿Estás bien? —le pregunta Laurita a Víctor, que recupera su postura erguida.

—Me puedo considerar afortunado porque sobreviví al azote de la Muerte, aunque hoy solo recibo castigos —responde Víctor y suspira.

—¿A qué te refieres? —Me preocupa que le haya sucedido algo más.

—Bueno, alguien ha tenido la osadía de contar blasfemias sobre mí y difamarme en las redes sociales. Además, encontré uno de estos panfletos tirados por el pasillo. —Víctor abre su carpeta y nos muestra una hoja en la que aparece su foto y un escrito delatando que él vende cartas de amor y que no respeta la confidencialidad.

—¡Qué hija de puta! Esto es una venganza de Claudia —deduzco—. Díselo a la directora o yo misma la pondré en su sitio otra vez.

—Yo sabía a lo que me exponía cuando decidí revelarte ese secreto, pero reconozco que no esperaba pestes sobre mi persona en las redes. Usó una cuenta anónima, pero compartió su toxina como un virus en los perfiles de muchos alumnos. He sido catalogado como mujeriego, falso, hipócrita, aprovechado, rompecorazones y un largo etcétera. La difamación llegó a ojos de vuestra amiga Lena... —cuenta Víctor y siento tanta pena por él como rabia por Claudia.

—Lo siento mucho, Víctor —dice Laurita y le acaricia el brazo.

—¡Es una perra! Su problema era conmigo, no contigo. Ella no tenía que hacerte esto, pero se va a enterar de lo que es bueno. —Claudia me sigue demostrando que es detestable.

—Olvídalo, Ana. Puedo vivir con esto, no me importa. Sí lamento que mi corazón sangre porque vuestra amiga Lena duda de mi persona. Nos empezábamos a conocer y todo se ha enfriado por culpa de esta fraudulenta imagen de oportunista. Teníamos una cita y la canceló a raíz de esta calumnia. —Pobre Víctor, tiene cara de sueños rotos.

—No te preocupes por eso, ¿vale? Nosotras hablaremos con ella y le explicaremos lo que pasa. Tendréis esa cita —digo para animarlo.

—¿Qué hacéis aquí? ¿No salís al patio? —Eric se separa del grupo que baja por las escaleras y se nos acerca.

—Sí, ahora vamos. Charlábamos con Víctor —respondo.

—Gracias por haber estado ahí cuando mi hermana necesitó ayuda. —Eric, a pesar de que no le agrada por sus celos, le extiende la mano.

—No hay que darlas. —Víctor lo corresponde—. Me alegra haber estado en el lugar y momento adecuados y haber contribuido a sacar la basura de este instituto.

—Si algún día necesitas algo, dímelo —dice Eric y Víctor asiente—. Voy al baño, os veo en el patio. —Nos besa a Laurita y a mí como si marcara territorio y se marcha.

—No quiero inmiscuirme donde no debo, pero ¿no os convendría confesar lo vuestro para que seáis felices y que él empiece a afrontar la realidad? —comenta Víctor en voz baja.

—No es tan fácil, pero lo discutiremos pronto —digo y comparto una mirada con Laurita.

—Toda una odisea. Deseo que todos seáis felices, pero el amor es una contienda de corazones. A veces, unos ganan y otros pierden —dice Víctor.

***

Laurita y yo salimos al patio para disfrutar el poco tiempo que nos queda de recreo. Mientras atravesamos las canchas hacia el nido habitual de Eric, contemplo a Claudia renunciando a la soledad que se merece, pues se ha integrado con un grupo de chicas de su clase, antiguas compañeras en común de antes de que yo repitiera curso. ¿Con qué cuento se habrá unido a ellas? ¿Piensa desintegrar otro grupo de amigas con sus celos y su falsedad? ¿No siente remordimientos por lo que le ha hecho al pobre Víctor? ¿Tampoco tendrá una mínima consideración para preguntarle a Laurita si está bien después de lo de Ricardo? En realidad, es mejor que ni se acerque porque su gesto sería falso como ella.

—Chicas, ¿tenéis un momento? —La voz de Aura a nuestras espaldas nos frena en medio de la cancha.

—Sí —responde Laurita cuando nos volteamos. Para mi sorpresa, Aura tiene un rasguño en un labio y luce más retraída. No puedo creer que Claudia la haya agredido, ¡sería el colmo!

—Me he enterado de lo que hacía Ricardo y estoy preocupada por vosotras. ¿Estás bien, Lau? ¿Las dos estáis bien? —pregunta Aura denotando su interés por nosotras.

—Gracias por preguntar. Lo estamos superando, pero estamos bien y contentas porque ese abusador no volverá a molestar a más chicas —dice Laurita.

—Dentro de lo malo, es una buena noticia. No pasan muchas cosas kawaiis últimamente —dice Aura con cierto desaliento—. No os molesto más, solo quería saber que estabais bien.

—Espera. —Impido que se marche—. ¿Cómo estás tú?

—Asumiendo que fui utilizada en varios sentidos. Ni amor ni amigas. Mi vida es peor que un anime trágico y que el yuri más triste que haya leído —responde Aura desanimada.

—Me sabe mal que estés pasando por eso. Consideré oportuno contarte la verdad porque no me parecía justo que ella siguiera engañándote —digo.

—Agradezco que lo hicieras porque no me habría gustado vivir más tiempo siendo utilizada y engañada. —Aura tiene el corazón roto, lo aprecio en su rostro.

—Por lo visto, no recibió muy bien la ruptura. ¿Se atrevió a pegarte? —indago.

—¿Lo dices por... esto? —Aura se señala la herida y asiento—. No... Choqué con una ventana abierta.

—Si te hace algo, me lo dices porque ya me tiene cansada la maldita Claudia y sus puñaladas a la gente cercana a mí. Si le tengo que echar otra bronca para que deje en paz a todo el mundo, se la echaré. —Después de lo que le ha hecho Claudia a Víctor, puedo esperar cualquier cosa de ella.

—Tranquila, Ani —me dice Laurita para calmarme.

—No creo que ella se atreva a hacerme más daño. Me ha hecho sentir como los zapatos desgastados de mi abuelo, que se le salían los dedos y les seguía dando uso sin compasión —dice Aura con un sentido del humor tétrico, propio de una payasa deprimida.

—Aura, estoy pensando que quizás podrías venir con nosotras a la feria. Bueno, no solo nosotras, habrá mucha gente. Tú y yo no congeniamos bien, pero nuestras amistades se rompieron por causas ajenas. Podríamos darnos una oportunidad —le propongo. En el fondo, me da lástima porque fue una víctima de lo ocurrido.

—¿En serio? —pregunta Aura asombrada.

—Sí, en serio —afirmo.

—¡Eso sí que es kawaii! —La cara de Aura se ilumina.

—Vale, pero nada de ser babosa con mi cuñada. —Conviene que marque territorio para evitar futuros problemas.

—¡Captado! Guardaré las distancias. ¡Ay, sois tan kawaiis! —Lo primero que hace es abrazarnos y pegarse a nosotras como una lapa.

—Menos mal que ibas a guardar las distancias —digo. Espero no arrepentirme de ablandar mi corazón con ella.

—Perdón, me dejé llevar por la emoción del momento —dice Aura mostrándose más alegre que cuando se nos acercó.

—En fin, ya te avisaremos para la feria —me despido.

—Aura, me gustaría hablar contigo a solas —dice Laurita repentinamente. Supongo que quiere disculparse como es debido por el tema de las cartas.

—Claro, Lau. —Aura se aparta con ella.

Yo aprovecho que Eric viene y sigo con él hasta el murete, donde se acomoda y me sienta sobre sus piernas. Sus manos se relajan en mis muslos y yo le echo el brazo por encima de los hombros. Ambos vigilamos a Laurita.

—¿Va todo bien? —pregunta Eric.

—Sí. Estamos haciendo las paces con Aura porque fuimos muy duras con ella por culpa de Claudia —le explico.

—El tema de las cartas, imagino. Aún no he podido hablar con Claudia, pero lo haré —dice Eric.

—Cada día es peor. Está muy vengativa. Ahora le ha dado por joder a Víctor y le fastidió una cita con mi amiga Lena —le cuento y mantengo mis ojos en mi Laurita. Ella y Aura hablan con extrema seriedad. Es normal, pedir perdón requiere un gran esfuerzo porque significa reconocer los errores propios—. Ten cuidado con ella.

—Sería demasiado que se pusiera en mi contra también por decirle unas palabras. —Eric tendrá el placer de descubrir su auténtica cara por él mismo. Si Claudia busca perjudicarlo de alguna manera, entonces sí que no me contendré con ella.

***

El resto de la semana transcurre con cierta calma, con una significativa vuelta a la normalidad. Las noticias locales hablan sobre el profesor que ha sido detenido por agredir a una menor y sobre las víctimas que han aparecido tras el suceso. Además, la policía ha encontrado otras pruebas que lo incriminan. El muy desgraciado tenía en su computadora del instituto incontables horas de grabaciones del vestuario de las chicas, especialmente de mi grupo, donde salíamos cambiándonos de ropa y desnudas en la ducha. También hallaron vídeos de abusos en un disco duro que tenía en su hogar. Estos implicaban a sus famosos colegas y la red que se ha destapado es grande. Se ha hecho justicia y, como consecuencia, la familia de ese depravado ha quedado destruida; de hecho, sus vehículos fueron incendiados y la casa estuvo a punto de prenderse. Sandra no ha hablado conmigo, pero sé que ella es la única que pudo ser capaz, aunque las autoridades no han podido encontrar al culpable y hay demasiados sospechosos dado el creciente número de enemigos de Ricardo. Solo me apenan su mujer y sus dos hijos.

En el instituto, el tema del buitre ha seguido imperando y eso ha ayudado a que el beso de la obra de teatro y la imagen dañada de Víctor no predominen en los cotilleos. Dentro de lo cotidiano, he tenido mis roces visuales con Sandra, Catalina, Daniela y la reciente añadida a mi lista de enemigos: Claudia. No obstante, los conflictos no me han perseguido, así como tampoco el acosador desaparecido. Aura es la que ha vuelto a unirse a Laurita y a mí en algunos recreos y reconozco que no se ha comportado como un chicle. No puedo decir lo mismo de Sam, ese muchacho merodea a Laurita como un abejorro, pero puedo tolerarlo porque sé que a ella no le interesa.

Mi relación con Eric se mantiene en el mismo punto, hemos recaído en el estado anterior a la llegada de Laurita. Él está tan cansado por las noches y por las mañanas que se conforma con abrazarme y compartir mimos antes de dormirse, de hecho, sigue luciendo más agotado que de costumbre e ignora mis recomendaciones para ir al médico por si necesita vitaminas o algo semejante. A su vez, me tranquiliza que su apetito sexual esté decaído porque evito la situación más incómoda que pueda existir para los tres.

La mejor parte es que Laurita y yo volvemos a estar compenetradas, unidas como mandan nuestros corazones. Nuestras mañanas en las clases han recuperado las travesuras bajo la mesa y nuestras tardes a solas en casa nos han permitido entregarnos entre retozos. Superamos el bache y recuperamos nuestro esplendor más fortalecidas. No hay más secretos por mi parte y ella supera su pasado a mi lado. Solo queda una barrera que franquear para que podamos andar juntas de la mano sin miedo.

De momento, seguimos retomando nuestra rutina. Es viernes por la tarde y, después de entrenar con nuestras amigas y de una charla motivacional de la profesora Bernarda sobre el asunto de Ricardo, entramos en el vestuario. Mientras nos desvestimos, les cuento lo sucedido con Claudia. Las que teorizaban que Claudia siente atracción por las chicas cantan victoria, pero Mary estremece las paredes con su "¡Toma! ¡Os lo dije, alcahuetas!" cuando añado que le gusto a esa falsa. No obstante, hay opiniones divididas sobre mi enemistad con Claudia, unas defienden mi postura y otras sugieren que nos demos una oportunidad. Yo sigo pensando que tomé la decisión correcta respecto a esa traidora y aprovecho el dato para hablar con Lena de camino a las duchas.

—Para que veas lo falsa y vengativa que es, contó mierdas sobre Víctor por todos lados. No tuvo ni valor para hacerlo con su propia cuenta de Instagram.

—Ya, bueno, pero no quita que él escribe poemas y que liga con chicas —dice Lena denotando desconfianza.

—Te aseguro que no es así. Vale, escribe poemas y los vende, pero no es un picaflor —aclaro.

—Aquí la que pica a la Flor es otra, ¡¿eh, Carla?! —chilla Dayana con gracia y todas reímos.

—Se nos ha vuelto una abeja recolectando néctar —añade Mary.

—Eso no es verdad. Yo solo velo por nuestra capitana —dice Carla, que se queda atrás.

—Las amigas se cuidan —dice Flor muy risueña y nos adelanta.

—¡Cómo sois! —exclama Lena—. A ver, Ana, el chico me gusta, pero no quiero ser una más en su lista. Ya me ha pasado que he estado con un niñato que luego presumía de andar con una mayor.

—Pero Víctor no es así, pondría las manos en el fuego por él. Entre vosotros hay química y te voy a decir la verdad, él está afectado por la cita que le cancelaste —digo.

—¡Baby! —Observo a Flor abrazando a mi Laurita por detrás y plantándole un beso en la mejilla—. ¡Eres tan mona! ¡Te queremos! —La hace sonreír al pellizcarle los mofletes. Ambas entran en las duchas y Lena y yo también.

—¿Estaba mal de verdad? —pregunta Lena con interés, incluso muestra una ligera sonrisa de orgullo.

—Pues sí. Deberías hablar con él mañana en la feria y conocerlo mejor. Verás que es un buen muchacho y no el embaucador que quiso vender la falsa de Claudia —le aconsejo.

—Está bien. Seré abierta y dejaré que siga fluyendo lo nuestro. —Me alegra haber convencido a Lena porque creo que hace buena pareja con Víctor.

Me apodero de mi chica bajo la ducha. El agua caliente nos empapa en pleno abrazo amoroso. Besuqueo su cuello y ella enjabona mi espalda.

—Las parejas no pierden el tiempo. Miradlas, las tres se dan el lote —dice Diana con humor.

—No os podéis quejar. Todas alcanzáis a tener ducha gracias a que nosotras nos emparejamos y ocupamos una —dice Nerea.

—Todas menos yo y hace frío —dice Carla, que se quedó sin sitio.

—Por lenta. Y mira que hoy funcionan todas las duchas —dice Juana.

—No importa. Me colaré en la de la capitana y se lo agradeceré. —¡Qué pícara es esta Carla! La cara la delata mientras avanza hacia Flor.

—Carla nos salió muy espabilada. Creo que todas aquí intuimos cómo será ese agradecimiento —bromea Dayana y varias asienten.

—¡Qué exageradas sois! ¿Me diréis que dos amigas no se pueden duchar juntas? —dice Flor, pero su sonrisa socarrona habla por sí sola.

—Reforzar la amistad, así le dicen —comenta Mary y reímos.

—Igual que otras han reforzado sus lazos de cuñadas —bromea Carla, pero enseguida se retracta—. Perdón, chicas, no lo dije con mala intención.

—No pasa nada —digo y me beso con mi Laurita.

—Reforzamos nuestros lazos todos los días —dice Laurita con humor.

Las risas continúan junto al ruido del agua que se precipita. Yo soy una de las curiosas que observan de reojo a Flor y a Carla. La rubia es la primera que rompe el hielo untándole jabón a la capitana. Restriega sus hombros, sus brazos, cae por su abdomen, desciende por sus muslos y retoma el ascenso con un atrevido roce entre sus piernas. Las miradas y sonrisas de complicidad entre ellas saltan a la vista.

Flor la toma por la cintura y se la arrima. Carla responde frotando sus pechos y entregándose al beso que surge. El área en la que están se convierte en una sauna porque aumenta el vapor con la subida de temperatura. Las caricias entre ellas se vuelven más insinuantes. Sus manos recorren sus siluetas, apretujan sus nalgas. El besuqueo es más profundo y sensual. Buscan sus cuellos, lamen sus lenguas.

Las otras chicas ríen en silencio y bromean a sus espaldas con una amistosa maldad. Juntan sus dedos, los cruzan, insinúan que aquello acaba de prenderse. Por eso, todas empiezan a irse con el sigilo propio de un gato merodeando por los tejados. Laurita y yo somos las únicas que nos quedamos.

Aquellas dos se estrujan contra la pared cargadas de pasión. Carla alza una pierna hasta la cadera de Flor y esta desliza una mano por su vientre, cuyo destino puedo intuir, sobre todo por la expresión tan placentera que se apodera del rostro de la rubia y su ligero gemido.

—Ani, pervertida —me susurra Laurita—. ¿Te gusta mirar?

Admito que ver a esas dos en acción me está encendiendo y me poseen unas ganas inmensas de devorar a mi chica.

—Tú también estás mirando, pervertida —le susurro y nos tapamos la boca para acallar nuestras risas.

—Así fuimos tú y yo. ¿Quieres jugar? —me propone la diablilla.

—Ya lo hicimos antes de venir. Repetiremos en casa. —La complacería, pero temo que piense que me gusta Flor después de lo que pasó y sé que a ella le duele que me acostara con nuestra amiga—. Vámonos. Necesitan intimidad.

Flor voltea a Carla y la pone de cara a la pared. Una de sus manos se aferra a un pecho de esa piel clara y la otra vuelve a posarse entre sus piernas. Así, la capitana la somete en un ardiente abrazo por detrás y le chupa el cuello. Carla gime y se doblega con gusto mientras permanece con las palmas apoyadas en los azulejos. La morena y la rubia, bonita combinación que provoca que el agua que les cae encima se transforme en vapor. Eso es lo último que contemplamos Laurita y yo antes de dejarlas a solas.

—¡Par de voyeristas! —exclama Dayana con humor cuando nos juntamos con las demás—. Sois peor que Flor.

—Os dije que esto pasaría algún día. ¡Sí, dios! Amo cuando tengo la razón. Van dos en un día, Claudia y Carla —dice Mary animada.

—Carla es más zorrona que todas nosotras. La heterocuriosa se ligó a Flor, o sea, ¡a Flor! —dice Nerea exaltada.

El debate con tono simpático continúa hasta que los gemidos de Carla llegan a nuestros oídos. Todas nos carcajeamos. Ahora sé lo que se siente al estar en los bancos como espectadora de la radio y no ser la vocalista de fondo. No obstante, prefiero estar en la piel de la que disfruta y pasar la vergüenza. Mientras nos vestimos junto a las taquillas, vemos a Flor y a Carla regresando de las duchas con una amplia sonrisa.

—¿Qué? ¿Habéis subido de nivel en la amistad? —bromea Dayana.

—Nivel cien con broche de platino —añade Mary.

—¿Hicisteis muchas cositas de "amigas"? —continúa Dayana.

—¡Qué cotillas! Solo nos enjabonamos. —¡Qué cara tiene Carla!

—Sí, claro, y la pastilla de jabón se te perdió donde yo me sé y Flor te estaba ayudando a recuperarla —dice Dayana sarcástica y todas parecemos patos graznando con nuestras risas.

—¡Ja, ja, ja! Claro que no. Una ya no se puede duchar con una amiga sin que piensen mal —dice Flor envuelta en su toalla.

—A ver, sed sinceras. ¿Esto va en serio o qué? ¿Y tú, Carla, lo de hetero se te fue por el desagüe? —pregunta Mary y ellas sonríen.

—Vale, os callaré la boca. Carla sabe que me gusta, pero estamos bien como amigas. —Otra confirmada para el huerto de Flor.

—Y nuestra capitana sabe que me gusta también, pero sigo siendo su amiga y hetero. —Lo que tú digas, Carla.

—Claro, heteroflexible —bromea Dayana y la sonrisa no le cabe en la boca a Carla.

—Pues hacen una bonita pareja —insinúa Juana y todo queda en risas.

***

Al poco tiempo de salir del polideportivo con mi chica y mis amigas, recibo una llamada. Curiosamente, se trata de Fernando.

—¿Sí? —contesto el teléfono.

—Hola, Ana. ¿Qué tal? ¿Te va bien hablar ahora? —dice Fernando y su tono serio me intriga.

—Sí. ¿Pasa algo?

—Es sobre Eric...

----------------------------------------------------------

NOTAS

¡Hola!

Arranca una nueva semana. Espero que les traiga muchas cosas buenas y que el fin de semana haya sido genial.

Creo que nos veremos otra vez el jueves. Como siempre, avisaré si hay algún cambio. ^^

¡Besos y abrazos! Cuídense.

Continue Reading

You'll Also Like

54.5K 554 6
SEGUNDA PARTE DE LA NOVELA "ELLA" Nueva universidad. Nuevos amigos. Nueva vida...¿Nueva relación problemática? Niki y Kate acaban de llegar a Francia...
208K 14K 30
[SEGUNDO LIBRO] Segundo libro de la Duología [Dominantes] Damon. Él hombre que era frío y calculador. Ese hombre, desapareció. O al menos lo hace cu...
13.3K 1.3K 21
Donde Lee Minho le pide de corazón a Christopher Bang que termine con el. •LeeMinho x Christopher Bang •Stray Kids members •Inspirado en No Manners d...
6.5M 318K 104
El prominente abogado Bastian Davis conocido como "El Lobo de Minnesota" ha decidido casarse con unas de las hijas de Rob Walton y todo para unir fue...