♠Cenicienta y los Cuatro Caba...

By AzraelBlake

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Midoriya Izuku a sus 17 años ha tenido una vida difícil desde la muerte de su madre, con la nueva pareja de s... More

Prologo
† Capitulo 1 † El Encuentro †
Capítulo 2: Decisiones
Capitulo 3: La cena, una Decisión, la Misión.
Capitulo 4: Reacciones, La mansión, Futuros problemas.
Capitulo 5: Preparativos. ¿Conociéndonos mejor? Parte 1
Capítulo 5.1: ¿Conociendonos mejor? Parte 2
Capitulo 6: ¡De compras! ¿Mentiras Piadosas? ¿Genuino Interés?
Capítulo 7: ¿La cena familiar? Conteo antes de la fiesta.
Capitulo 8: Sentimientos encontrados, Primer conteo antes de la fiesta...
Capítulo 9: Segundo Conteo antes de la fiesta. ¿Pensando en acercarme a tu lado?
Capitulo 10: Tercer conteo antes de la fiesta. ¡Las preparaciones!
Capitulo 11: De gala! ¿Problemas en la fiesta? -Primera parte-
Capitulo 12: De gala! ¿Problemas en la fiesta? -Segunda Parte-
Capítulo 13: Duras Decisiones, Verdades reveladas.
Capitulo 14: Atisbo de problemas, ¿Confesiónes de por medio?
Capitulo 15: Visitas inesperadas, ¿El comienzo de los Planes?
Capitulo 16: Recordando el pasado. El nacimiento de un cálido sentimiento.
Capitulo 17: Fatídico Momento, ¿El comienzo de mas Problemas?
Especial Fragmentos Del Pasado.
Capitulo 18: Dolor, Recuerdo de un Pasado, El comienzo de los latidos.
Capitulo 19: Mentiras, ¿Un sentimiento renacido? El enfrentamiento.
Capitulo 20: La honestidad a veces duele más que una mentira
Capitulo 21: Los errores siempre dejan secuelas.
Capitulo 22: ¿Un nuevo comienzo? Recuerdos rezagados, Dolor Inesperado.
Capitulo 23: Mejores decisiones. El doloroso olvidó. ¿Un error fatal?
Esto No Es Un Capítulo XD
Capitulo 24: ¿El príncipe olvidado? Convivencia esperada. Regreso a mis raíces.
Capitulo 25: Momentos de convivencia. Decisiones futuras.
Capitulo 26: Remordimientos, Sentimientos Revividos.
Capitulo 27: Un Amor Con Espinas. El Comienzo De Conflictos
Capitulo 28: El Pasado De Shoto. Ideas De Un Paradero.
Capitulo 29: Una dolorosa verdad escondida.
Capitulo 30: La verdad siempre sale a la luz
Capitulo 31: Celos, Renuencia, ¿Decisión tomada?
Capitulo 33: Inicios Y Despedidas

Capitulo 32: Discusión. La Confesión.

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By AzraelBlake

El viaje no fue demasiado largo pero Aizawa sintió como si el tiempo conspiraba en su contra para hacerle ver su error.

Al llegar a la mansión las puertas principales se abren y los guardias saludan con reverencia acostumbrada a su señor y jefe, el auto sigue el camino de siempre hacia el aparcamiento interno de la mansión y luego la puerta se abre por parte del chófer dejando que Aizawa salga del vehículo con un rostro serio, casi perdido o desorientado.

Esos minutos que había tenido para meditar no le ayudaron en nada para saber como enfrentar a su hijo, y eso le remuerde la conciencia, le llena de cierta angustia interna y de paso de una creciente ansiedad que no había sentido en años.

Sus pasos le llevan hasta las gradas que conectan el centro del aparcamiento con la parte interna de la mansión, sube lentamente tratando de buscar el tiempo que no tiene, pero sabiendo que una vez dentro de la sala, donde le esperan, no tendrá más opción que decir lo que sucedió sin pelos en la lengua.

Aún piensa que es una mala idea. Pues sabe y siente que Shinsou no le perdonará en esta vida, ni en ninguna otra, si es que hay otra.

— Señor buena suerte con ese asunto — le dice el chófer haciendo una reverencia acostumbrada y tratando de mostrar algo de apoyo emocional. Conoce muy bien a su jefe y sabe que de cierta forma el líder de la corporación está inquieto e inseguro.

Aizawa sólo asiente de forma tácita al apoyo pues no sabe que más decir.

Sube uno a uno los escalones y en poco menos de tres minutos ya está entrando en la sala.

Su vista rápidamente se posa en su sobrino Shoto que está de frente sentado con una tasa de té en mano y con una mirada algo pellizcada.

— Buenas tardes— dice de forma pausada, su lengua sintiéndose pesada y sus ojos buscando a las personas que le buscan.

No puede evitar notar a los dos inquilinos que están sentados frente al bicolor, y siente una puñalada enorme al ver a Histoshi a los ojos, siendo que posee rasgos demasiado similares con su difunto primer amor.

Cómo si su cuerpo estuviera en trance camina hasta donde Shoto esta sentado y toma su lugar al lado del mismo.

— Escuche que deseabas verme Histoshi, — empieza diciendo, sus ojos se fijan en el susudicho mientras una mirada aguda y casi letal le atraviesa por parte del peli morado. Mientras que Izuku le ve con algo de asombro pero le muestra una sonrisa pequeña, casi compasiva.

— Supongo que todavía puede tomarse el tiempo de venir a saludar a un molesto visitante — dice Shinsou con una mueca burlona — Es un honor conocerte "padre"— menciona con un deje casi toxico al decir la palabra padre.

Aizawa no puede culparlo, pues conoce la vida de su hijo como si estuviera leyendo un diario, cada cosa hecha por su heredero nunca pasaba desapercibido a sus ojos.

Suspirando le devuelve la mirada aburrida que acostumbra a usar con todo lo que le rodea. Incluso cuando se encuentra nervioso.

— Parece que tienes muchas dudas sobre mi y tu nacimiento, déjame... —

No termina de hablar cuando el peli morado le tira la carpeta que contiene toda la información en la mesa. Los documentos se desparraman en un montón de desorden y principalmente mostrando una foto donde Histoshi esta en un cierto ángulo saliendo de su casa. Obviamente tomada por un detective.

— Si quisiera saber algo de ti lo hubiera investigado hace mucho tiempo, —menciona cortante como si cada palabra dicha contuvieran un poco del resentimiento y enojo que le estruja el corazón — Pero no es a eso a lo que he venido señor Aizawa.—

Su mirada vuelve a Izuku y este le sonríe como solo el sabe hacerlo, mandando una pequeña paz que se cuela en los ojos agudos del más alto.

— Lo único que quiero saber es porque quieres tenerme cerca ahora, cuando por veintitrés años te has perdido de mi vida y ahora quieres jugar el papel del padre responsable, —

Aizawa guarda silencio no sabiendo que decir, ¿que excusa podría dar?

— Shinsou yo—

— Llamame por mi apellido, yo no soy nadie cercano a ti para que me llames con tanta familiaridad —espetó de forma cortante.

El peli negro siente una vena de renuencia y algo sombrío se cruza en su negra mirada.

— Como quieras — le dice de forma seca — Ahora para que lo sepas, yo no envié esos documentos, fue una persona bastante molesta, de la que me encargaré después, la que quiso jugárselas de lista para hacerme daño, se supone que tu jamas sabrías que perteneces a la familia Aizawa — respondió.

Shinsou le mira con disgusto, ya era muy tarde para ocultar la verdad y no es como si realmente le importara pertenecer a esa familia, estaría loco si pensaba en querer ser parte de esas horribles personas que le hicieron daño a Izuku.

— Pará qué lo sepas no me importa una mierda tu familia, lo único que quiero es que no me molestes porque llevo una buena vida ahora, no necesito que aparezcas milagrosamente después de tanto tiempo a jugar un papel que no te va —

Shoto guardo silencio mientras observaba como esa batalla de miradas similares se tiraban palabras duras como si escupieran veneno. Lo único que realmente quería hacer era irse de ahí y descansar en su habitación, pero al ver a su tío tan alterado pensó que sería mala educación dejar la habitación de la nada.

Se trago su molestia y siguió bebiendo de su té. Aunque no negaría que de cierta forma sus ojos seguía buscando a Izuku mientras el pequeño peliverde mantenía la tasa del mismo líquido en una mano y se dedicaba a comer las galletas traídas por Ochako de forma silenciosa.

Shoto no podía evitar pensar que aunque no le recordara del todo, el pequeño chico siempre se vería adorable a sus ojos.

Era una lastima que tendría que dejar de verlo cuando se fuera de gira, su viaje ya estaba previsto y demasiado cerca, aunque igual sabía que era una nueva oportunidad para crecer y seguir adelante.

Con una leve sonrisa se dijo internamente, que sí el destino quería unirlos otra vez en algún momento, seguramente se encontraría con él peliverde.

— ¡No me jodas! — se oyó decir al de ojos violeta mientras estampaba la mano en la mesa haciendo que Izuku pegara un saltito sorprendido por la acción.

— Ya te lo dije fue para protegerte, no hubieras durado ni un mes vivo con mis hermanos buscando como tener la herencia —

— Entonces por eso decidiste abandonarme y jugar a que no existía, — sonrió de forma irónica — Creo que lo jugaste tan bien que se te olvido que tenías un hijo, aunque ahora te lo agradezco, no quiero formar parte de tu jodida familia jamás —

— Sino puedes ver que hice eso para que siguieras vivo eres más tonto de lo que pensé — dijo Aizawa con cierto arrepentimiento en su voz.

— Si te hubiera importado tanto como dices me hubieras buscado cuando tus hermanos murieron, ¿donde estuviste todo ese tiempo eh? Nunca supe nada de ti hasta ahora, creo que dejaste más que claro que no quería nada que ver conmigo — sonrió mostrando cierto dolor en sus ojos vidriosos que cada vez se oscurecían más por el enojo — Tal vez nunca amaste tanto a mi difunta madre como para pensar en que valía la pena luchar por mi— musito bajamente con desdén en cada palabra.

— Ya deja de ser tan terco y entiende de una ves que...–

—¡Deja de dar excusas maldita sea! — gritó exasperado.

— ¡Shin no grites! — le dijo con ceño molesto el peliverde, dejó la tasa en la mesa y se levantó del sofá e hizo una disculpa.

— Disculpelo señor Aizawa a veces el pierde sus modales, — le miró de mal modo en forma de regaño — Si vas a conversar que sea de forma amable y civilizada Shin, no tienes porque alzarle la voz a tu padre — le sugirió.

— El no es mi padre — respondió mordiéndose la lengua y casi sangrando en el intento.

Shinsou quería protestar y gritar, pero al ver el rostro serio de Izuku no le quedó de otra que tratar de calmarse, no podía evitarlo, ver el rostro de ese hombre —que se hacía llamar su padre — provocaba que se le subiera la sangre a la cabeza.

¿Que demonios le pasaba?

— Creo que estas demasiado alterado para hablar ahora, sugiero que vengas en otro momento — dijo Aizawa lo más sereno que pudo.

Hitoshi chasqueo la lengua de forma obvia.

— No tengo todo el tiempo del mundo para venir a este lugar, — miró a Shoto de soslayo y volvió su dura mirada a su padre — Está conversación se terminó, no quiero que ninguno de tus amados sobrinos se acerquen a Izuku o sabrán de primera mano que yo no tengo tanta paciencia cuando se trata de él — dijo como una advertencia.

— Midoriya lamento que te veas envuelto en este Problema y también por el accidente, —respondió Aizawa como si estuviera mandando al diablo lo que anteriormente dijo su hijo.

Luego hizo una leve reverencia y miró de forma amable al menor — Solo te hemos causado conflicto desde que llegaste aquí, déjame decirte que el contrato que firmaste ya no será válido pues no lo recuerdas, será como si nunca pasó, aunque obtendrás el dinero que se te prometió por el tiempo trabajado, espero que no volvamos a cruzar nuestro camino para evitar futuros problemas — al decir lo último miro a Hitoshi y luego a Shoto.

—¿Tienes algo que agregar Shoto? — le preguntó.

Shoto negó con la cabeza y se levantó del sillón. Con una sonrisa semi forzada se despidio y camino hasta su habitación dejando a los tres en la sala con un tenso silencio y una atmósfera pesada.

— Si no hay nada más que decir nosotros nos retiramos — dijo Izuku levantándose también y jalando del brazo a Shinsou, este se dejó llevar por el menor hasta la salida.

Aizawa suspiro cansado y se sentó en el sillón con la cabeza reposando hacia atrás, le dolía el cerebro no lo iba a negar, pero más era ese extraño dolor en el corazón que sintió al ver como su hijo le miraba con desdén y resentimiento contenido.

Era mejor así, sino se cruzaban Hitoshi no tendría nada que ver con la familia Aizawa, el se encargaría de eso, puesto que aunque fue un bastardo y cobarde por dejar a su hijo, fue con las mejores intenciones. No se arrepentía de ello.

Solo esperaba que algún día su hijo lo entendiera.


Por supuesto que Denki había llamado a Katsuki tantas veces como podía llamar en el día a una persona, si tener cincuenta llamadas en el día era poco podría considerarse un acosador de primera, pero dado que el rubio malhumorado era su amigo y casi hermano no lo tomaba desde ese punto de vista.

La preocupación había estado desde el momento en que Bakugou desapareció sin dejar rastro y mucho menos dejando una nota tras su partida repentina.

Denki se sintió perdido y algo abandonado. Pero siendo un luchador de primera y un llorón la otra mayor parte de las veces, se había secado las lágrimas y puesto los pañuelos a secar cuando se dio cuenta que Katsuki no iba a volver.

Por lo menos eso entendió cuando no recibió ni un mensaje, llamada o algún otro avistamiento del rubio que siempre había estado para él en sus mejores y peores momentos.

<< Mi hermano ya le hubiera dado un golpe en su cara de idiota por hacer este tipo de cosas sin decir nada >>

El pensamiento no lo tranquilizó del todo, pero había aprendido con la soledad de esos días y noches que de una forma u otra él estaba bien.

Aunque Katsuki no estuviera a su lado el no lloraría por compañía, aunque Eijirou no lo amara como él lo amaba no iba a seguir mendigando, y como sabía que podía tener un futuro prometedor en Francia con la oportunidad que Pier le había dado, ya no había nada que dudar, suficiente había dudado en su vida y lo estaba lamentando muchas veces.

Así que con la resolución que encontró en sí mismo y en el interior duro que no pensó que tendría, estaba de nuevo en ese lugar blanco como la nieve, las paredes dándole de nuevo una bienvenida fría y el pitido de la máquina que acompañaba al hombre acostado en la cama resonaba en el silencio de dicha habitación.

Y aún así Denki al verlo ya no sintió el remordimiento de no ser amado, ya no sintió el vacío que le comía noche tras noche al buscar en su interior que es lo que le faltaba para gustarle, o el hecho de que siempre había sido muy sociable pero en esos días había decidido acudir a la soledad para pensar sus siguientes pasos de forma cuidadosa.

Y le había servido, eso era lo mejor de todo.

Divisó a Eijirou acostado y con cierto temple recuperado, se alegro por el y pasó su mano por el borde de los labios del chico, suavemente le tocó de forma íntima llevándose en el alma y el corazón ese momento que sólo el podría recordar.

No sintió pesar.

No sintió dolor agudo.

Solo un vago desapego que era como un murmullo bajo que poco a poco se iría apagando. O eso esperaba con el tiempo.

La puerta se abrió y Jeanist apareció con su típica bata blanca y una tabla en mano. Al divisarlo cabeceó como saludo y Denki devolvió el gesto.

— Ya no vienes tan seguido, ¿te sientes mejor? — indagó con cierta curiosidad al ver que el rubio menor miraba de forma pacífica a Eijirou, casi como una despedida eterna.

— Si estoy mejor, desde que Katsuki se fue y Eijirou esta aquí creo que me fortaleci de forma natural, no sabia que estar solo me ayudaría a mejorar y pensar en lo que realmente quiero hacer—

— La soledad tiende a ayudarnos a pensar de forma profunda — admitió el mayor, se recostó en la pared cercana y divisó a Eijirou de forma amable — Creo que él se arrepentíra en algún momento de su vida por dejarte ir de esa forma, eso es un hecho — dijo con un gesto parecido a una risa burlona.

Denki sonrió de forma suave entendiendo el punto, pero sabía que eso no pasaría.

— Es dudable, Eijirou tendrá una fila de amantes esperándolo cuando se recupere, no tendrá tiempo de pensar en el pobre tonto que siempre estuvo enamorado de él, — suspiro y apartó la mirada hacia la ventana, observando el vasto cielo que se mostraba despejado, — De cierta forma es refrescante pensar así... —

Jeanist le observó en silencio y entendió que Kaminari había intentado pasar página, sonrió contento por el chico, era bueno que siguiera adelante con su vida. Tal vez en el futuro habría alguien más que pudiera amarlo como el lo necesitaba.

— Serás feliz Kaminari, eres un buen chico, céntrate en amarte a ti mismo y luego busca el amor en otra persona, nunca olvides que siempre debes velar por ti primero — le aconsejo

— Lo tendré en cuenta — respondió.

— Escuche que te vas pasado mañana, espero tengas un buen viaje —

Denki pensó en su viaje y no pensó en ello como una huida repentina o una mala decisión, tal vez ya había aceptado el curso del destino y de que era hora que encontrará su propia felicidad y realización.

— Gracias a un amigo se me dio la oportunidad de irme, creo que aprender a pulir mis habilidades como diseñador me llevara a escalar en el mundo de la moda, espero encontrar más agallas en el camino que he elegido — junto ambas manos en su espalda y se movió un poco nervioso.

— Estoy dispuesto a tomar esta oportunidad para probarme a mi mismo, y a dejar atrás todo lo que me dañe o me haga tropezar... — musito bajito.

Jeanist asintió.

El silencio que quedó entre ellos no fue incomodo ni tampoco pesado, era un silencio agradable, y confortante.

— Es hora de irme — le dijo acercándose a la puerta para irse — Gracias por cuidar de Eijirou todo este tiempo, eres una médico fantástico — mencionó con una sonrisa brillante mostrando sus blancos dientes.

— Es mi trabajo, espero tengas un viaje agradable —

Con eso dicho Denki salió de la habitación dejando al mayor con el paciente.

<<Descuida pequeño, yo me encargaré de que el joven Aizawa siempre se acuerde de ti... >> con ese pensamiento terminó su ronda y salió del cuarto. Solo sus pisadas se escuchaban en el vacio pasillo de ese enorme hospital.

— ¿Tenias que alterarte tanto? — pregunta el peliverde mientras baja de la moto y se quita el casco devolviéndolo a su dueño.

Shinsou le mira de forma pausada, sopesando en que contestar.

<<Fue porque dejé que mis emociones nublaran mis palabras>>

<< Es porque sentí una ira enorme al verlo tan frío como siempre >>

<<Es porque esa familia te daño, y malditamente también soy parte de ellos>>

Los tres pensamientos que le llegaron como una respuesta en ese momento no salieron de su boca.

— Solo me deje llevar, olvidemos lo que pasó, no volveremos a encontrarnos con ellos de todos modos —

Con eso dicho se bajó de la moto y busco las llaves de su casa, respiro tranquilo al entrar en su propio espacio y dejó los cascos en una de las mesas destinadas para ello.

Quito su chaqueta y se llevó las manos al cabello pasando los dedos entre sus hebras tratando de calmar su alterado enojo y su decepción por sentir que no había ganado en la conversación con su supuesto padre.

<<No puedes negar que tienes ciertos rasgos de él, eso hace que me sienta más molesto al respecto >>

Izuku le miró pensativo, tratando de discernir que pasaba por la mente de Shin.

Lo conocía lo suficiente para saber que seguíria con ese malhumor sino hacia algo al respecto.

Así que jalandolo de la mano le condujo hasta el sofa e hizo que se sentará mientras se ponía tras él y empezaba a poner sus manos en los hombros del más alto. Shin se tenso por el contacto.

—¿Angel que haces? — preguntó nervioso, solo mostrando su confusion en sus violetas ojos.

Izuku sonrió de forma divertida y traviesa.

— Te daré un masaje obviamente, estas estresado y necesitas dejar de pensar — respondió poniendo sus dedos de forma suave tratando de amasar la piel del mayor.

Shinsou trató de levantarse. El podía tener mucho auto control pero en ese momento estaba inestable y molesto emociónalmente. Si Izuku se le acercaba demasiado estába casi seguro que podría decir o hacer algo que se arrepentirá luego.

Trató de levantarse pero Izuku no cesó en su toque. Sus manos siguieron tocando sus hombros de forma suave, solo pulsando más en su carne que empezaba a hormiguear.

— Izu détente estoy bien, no necesitas hacer eso— dijo tratando de safarce de su agarre pero el menor no cedió.

— Deja de quejarte y quedate quieto, no lograrás nada estando estresado, — respondió con seriedad.

Shinsou siguió en su intento de levantarse hasta que Izuku se harto de ello y dio la vuelta al sofá molesto, se posó enfrente del peli morado y se subió encima de él paralizandolo en donde estaba.

¡Qué demonios estaba haciendo!

— Détente en este instante — le musito con la voz gruesa y algo pesada, su tono empezaba a profundizarce de forma peligrosa.

El peliverde le miró sonriendo de forma inocente sus muslos encima de las piernas del mayor, no se sintió intimidado o fuera del lugar, Shin siempre le daba esa sanción de seguridad y compañerismo que el necesitaba. Confiaba en él.

— Quedate quieto de una vez quieres, no puedo hacer el masaje si te levantas — dijo con un puchero mientras sus labios temblaban de forma graciosa.

Hitoshi quiso besarlo.

Verlo encima suyo de forma inocente y de paso que estuviera rozando su miembro no estaba ayudando a que se controlará, lo único que quería hacer en ese momento era estampar a su ángel en el sofa y comerse a besos esa deliciosa boca que había estado deseando desde hace años.

<<Controlate Shinsou, eres un hombre adulto y no te dejas llevar por tu cuerpo, asustaras a Izuku >> se dijo como un mantra, uno que no estaba ayudando mucho.

Izuku le quito un mechón de la cara del mayor y su mirada se posó en sus labios.

Sentía un extraño sentimiento encontrado, algo al fondo de su mente que deseaba recordar pero que aunque quisiera no podía encontrar que era.

Una situación similar o tal vez un momento que imitaba la situación actual, pero de cierta forma no podía dejar de ver los labios de Shin y no desear besarlos.

¿Que estaba mal con él?

Él y Shin habían sido amigos desde hace muchos años y nunca había pensado de esa manera, ¿estaba enfermo o la amnesia le dio un extraño fetiche con su amigo?

No lo sabía.

Pero como si un imán estuviera jalandolo hacia el mayor no quiso levantarse de sus piernas, cuando se dio cuenta de que hacía había juntado sus labios con los de Shinsou y este estaba en estado de shock, sus ojos abiertos de par en par por la impresión.

Antes de saber que decir una casi disculpa salió de los labios de Izuku.

— Shin lo siento yo... — no terminó la frase cuando sintió las manos de Hitoshi en su cuello atrayendolo hasta su boca y metiendo su lengua en su húmeda cavidad mientras lo besaba como si se le fuera la vida en ello.

Izuku se sorprendió por el acto, pero no se apartó.

Se sentía bien, se sentía tan cálido y apreciado que dejó que su lengua jugará con la de Hitoshi de forma inocente, solo
profundizando más el beso cuando el más alto exigía que moviera sus labios y acompasara su ritmo. Su piel hormigueaba por el toque, se sentía nervioso pero aún sintiendo el aliento del mayor no quería dejar de besarlo, era casi intoxicante.

Las manos de Hitoshi se movieron hasta el rostro de Izuku y lentamente se apartó observando maravillado el rostro del menor y sus preciosas facciones, sus ojos dilatados por las confusas emociones, sus labios hinchados por su beso y una respiración forzosa por llevar aire a sus pulmones luego de habérselo casi comido.

En ese momento Hitoshi no pensó en nada mas que Izuku y en lo hermoso que se veía entre sus brazos.

Y las palabra que no planeaba decir nunca salieron de su boca.

— Me gustas mi ángel, siempre me has gustado... — dijo con una mirada tierna y con la voz ronca por el deseo contenido.

Izuku se quedó sin habla.

Bueno después de mil años aparezco con el capitulo. Espero les haya gustado, como notarán la pelea entre Aizawa y su hijo fue algo intensa pero no quería que quedara como si se odiaran por ello, aunque más adelante tal vez puedan hablar sobre el asunto.

Denki aprendió a seguir adelante con mucha fuerza de voluntad. De cierta forma que Katsuki no lo cuidara lo forzó a ser más fuerte y pensar en sí mismo, el seguirá madurando y proto lo veremos risueño y feliz.

Con Hitoshi e Izuku pues no se porque me salió así, creo que si bébé Izuku tuvo su momento con Katsuki también se merecía su momento con Shinsou que siempre ha estado a su lado, y pues la confesión se llevo a cabo no de la manera esperada, solo falta ver la reacción de nuestro pecoso.

Gracias a todos los que leen esta historia en verdad se los agradezco. Un beso enorme y un abrazo.

Qué tengan un excelente fin de semana.

§Azrael Blake§

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