Este si lo escribí con ganas, lo juro.
Continuación de la parte anterior.
—¡P-ponte a hacer algo que no se vea sospechoso! —le murmuraste mientras colgabas la llamada con tu madre. —Y te amo mucho pero no lo digas por el resto del día.
—Entiendo.
Muichiro te siguió, los dos salieron de tu habitación. Caminaste hacia la entrada de tu departamento y abriste la puerta con cuidado, lentamente... Encontraste la silueta de tu madre y una niña que no conocías, ladeaste la cabeza, confundida al verla tu mirada fue hacia tu madre quien se encontraba sonriendo molesta. Soltaste una risita nerviosa mientras te hacias a un lado para dejarlas pasar, la chica que se encontraba con ella no era muy pequeña, le calculabas unos 15 años aproximadamente por lo cual se te hizo raro que estuviera con tu madre.
—¿Ya me vas a decir quién es Muichiro? —tu madre se cruzó de brazos.
—C-creo que primero deberíamos de presentarnos... ¿quién es ella? —le preguntaste murmurando.
—Ella es tu hermanastra —frunciste el ceño al escucharla, suspiraste.
Recuerdo porque me mudé. Pensaste mientras negabas y volteabas a ver a la chica, le diste la mano para que las estrecharan pero ella sólo desvió la mirada. Tragaste saliva haciendo una sonrisa falsa, no querías molestarte pero ya te encontrabas enojada debido a que te interrumpieron a ti y a Muichiro y llegaron sin avisar, ahora tu pequeña hermanastra siendo maleducada, realmente no podías.
—Se llama Hana, es algo tímida... Trata de compren- —tu madre escuchó un ruido que Muichiro hizo.
Te hizo a un lado y empezó a caminar hacia el comedor, vio a Muichiro recogiendo un par de cosas que había tirado, caminaste en frente de tu mamá para pararla mientras te inclinabas haciendo una reverencia, Mui imitó tu acción. Sin embargo la risa de tu madre los desconcertó. Se pusieron derechos de nuevo, acomodaron su postura y casi te mueres por el comentario que hizo tu mamá.
—¡Oh, chico! Eres tú —rió. —¿Aún sigues cuidando a mi hija?, ¿por qué no me dijiste que era él, _______? —te miró.
Muichiro también te miró.
Estabas a punto de morirte de nervios, todos tenían su mirada puesta sobre ti.
—Bueno... Es él —respondiste tragando saliva mientras le seguías el juego.
—Que fría eres _______. —Miró al de orbes menta. —¿Aún son novios?... Dejame recordar tu nombre-
—Mamá.
—Tú nombre era... ¿Yuichiro, no?
—Mamá, por favor.
Muichiro volteó a verte con una sonrisita, quizás era lo que aparentaba, se encontraba algo molesto en el fondo y sólo tú te diste cuenta de ello. Tus manos empezaron a temblar de puro nervio tus piernas también, Tokito regresó la mirada a tu progenitora con esa sonrisa aparentando ser dulce, mientras cerraba los ojos antes de que te dejara hablar, se inclinó haciendo una reverencia.
—No mamá, él no es-...
—Sí señora, un gusto verla de nuevo... Sí, yo soy Yuichiro. —Hizo énfasis en el nombre.
—¿Qué haces Muichiro? —le preguntaste murmurando. —No le creas, madre. Él no es Yuichiro, es Muichiro su hermano gemelo.
El de puntas menta se echó a reír al ver tu cara, se disculpó con tu madre y se presentó de forma correcta.
—Oh por Dios... —tu madre se sorprendió. —¿Sales con los dos?, ¡Hija eso no se debe de hacer!
Cerraste los ojos mientras suspirabas, debe de ser una broma. Mui te abrazó dando palmaditas sobre tu cabeza intentando tranquilizarte. Estabas tan sumida en la incómoda situación que te encuentras viviendo que no te percataste de que a Hana se le iluminaron los ojos cuando vio a tu amigovio abrazándote y consolandote a la vez.
En la tarde Muichiro se despidió después de que pasó la lluvia, tomó sus cosas, debido a tu suerte había guardado su anterior ropa en su mochila por lo cual cuando se fue no se vio extraño que se fuera con más ropa por lo menos tu madre no vio nada. Ahora estabas junto a las dos, sentada en la sala mirándose a los ojos mientras juegan uno. Hana por primera vez habló, propuso el juego y a quien perdiera le harían una pregunta, entendiste rápido su estrategia y el complot que armaron hacia ti. Obviamente estaban aliadas formando un equipo, que una te ponía +4 cartas y la otra cambiaba el turno para que siguieran con su plan, toda una molestia total.
Terminaste perdiendo tú por una sola carta.
—¡Bien! Si querían saber algo simplemente pudieron haber preguntado —les dijiste soltando la carta en la alfombra.
—No habrías respondido —te contestó Hana.
—Ni siquiera me conoces, ¿por qué dices eso? —preguntaste confundida ladeando la cabeza.
Tu madre te hizo una mirada, te disculpaste mientras fruncías el ceño.
—Porque quiero saber sobre Muichiro... —dijo de forma tímida mientras bajaba la mirada, al a
parecer jugando con sus manos.
—Dejaré que convivan, iré a hacer la cena —tu madre se levantó dejándolas solas a las dos.
¡Perfecto! No, para nada perfecto esto se volvió un infierno.
¿No les pasa que sólo conocen a una persona y les empieza a caer mal? Quizás esta es una de esas situaciones, la incomodidad aumentó aún más cuando tu mamá se fue. Respiraste hondo, Hana te vio ladeando la cabeza de pura confusión, la expresión en tu cara cambió por una sonrisa (medio fingida).
—¿Qué quieres saber? —preguntaste mientras echándote para atrás.
—¿Es algo tuyo?, ¿de verdad son novios?
Sí, creo que este es ese caso.
—¿Te interesa? —preguntaste devuelta. En realidad aunque se confesaron no quedaron en nada por lo cual no podrías decir algo.
—Es lindo... —respondió con pena mientras jugaba con sus dedos. —Me gustaría conocerlo mejor.
—¡Pues Muichiro es mi!... Amigo —suspiraste, les faltó esa parte. —No, no somos novios.
—¿P-podrías traerlo más veces? En el tiempo que nos vamos a quedar... —se inclinó hacia ti tomando tus manos. —¡En verdad deseo conocerlo más!
Sonrisa, mantén la sonrisa, mantén la sonrisa. Te alejaste un poco de ella, parecía tímida pero tenía mucha energía de por medio. Pensaste en una buena excusa, una buena excusa. Cuando se te ocurrió te soltaste de su agarre y acariciaste su cabeza, ella te miró con un leve sonrojo. Soltante un suspiro mientras dejabas de sonreír. Deberías decirle la verdad sin embargo no, no podías, aunque lo intentaras las palabras no saldrían de tu boca.
—A Muichi le gustan las chicas lindas que dan insinuaciones cada 5 minutos y son sus amigas —reíste y te paraste. —No es broma, él lo dijo. ~
Lo dijo pero de broma.
—¿Insinuaciones?... —Murmuró en voz baja.
—¿Mamá?, ¡Te ayudo! —te levantaste y fuiste con tu madre para ayudarle a cocinar.
Dejaste tu celular en la alfombra, se te olvidó tomarlo antes de pararte. Te llegó una notificación y Hana se percató de esto, se acercó para ver que era...
• • •
Caminabas acomodando la bufanda sobre tu rostro para cubrir tu boca y nariz, debido a las lluvias había empezado a hacer un montón de frío y esta no es la excepción, al ser temprano se siente aún más la brisa gélida. Quizás exagerabas pero amas que haga frío de esta forma, si Muichiro viviera cerca tal vez irían juntos al colegio o algo por el estilo pese a que estudian juntos desde la preparatoria, nunca fueron juntos a la escuela. Él empezó a llevarte de regreso (algunas veces) a casa cuando se volvieron amigos, por lo cual terminaste acostumbradote a su presencia y eventualmente empezaron a estar más y más tiempo juntos.
—Debería apresurarme —corriste y lo encontraste en la entrada de la universidad.
Ibas a saludarlo de mano, te diste cuenta que estaba junto a su hermano y cuando Yuichiro volteó para saludarte e ibas a hablar, Muichiro también se dio la vuelta y te tomó entre sus brazos para besarte. Quedaste sorprendida pero aún así le correspondiste, su gemelo quería alejarse por lo incómodo que estaba siendo.
—Deberías mantener tus manos calientes —te murmuró al separarse mientras las tomaba. —Hay partes de cuerpo que son sensibles al frío...
Tragaste saliva, no, no, ¡no!, No malpensaste.
—T-trataré de que estén cálidas —respondiste tartamudeando mientras metías tus manos en tu suéter.
—Si me tocas con las manos frías, yo podría... —su rostro se sonrojo.
—¡Ya callate! —te tapaste el rostro. —Yuichiro, hola ¿cómo estás? Je, je, je...
Yuichiro tenía el ceño fruncido, ¿cómo no? Después de escuchar su plática rara quién diablos no estaría de esa forma. Tomaste las manos de los gemelos mientras caminaban los tres a la entrada, te quedaste callada al escuchar cada pregunta o comentario que te hacían. Por lo menos hasta que dejara de ser tan incómodo debido a tu plática con Muichi.
Cuando terminaron las clases el cielo estaba gris, suspiraste mientras recordabas las palabras de tu hermanastra.
—¿Hoy irán a casa juntos? —preguntaste mirándolos con una sonrisa.
—¡Lo dudo! —respondió Yuichiro. —Él de seguro irá a dejarte.
—Correcto.
—Nos vemos en casa entonces —respondió Yuichiro mientras se iba caminando.
Reíste, ni siquiera tuviste tiempo de decirle que se esperara. Miraste a Muichiro quien tomó tu mano para que empezaran a caminar, desviaste la mirada debido a que un rubor aparecio en tu cara. También durante todo el día calentaste tus manos, ya no estaban tan frías como al principio, pero cuando tocaste la mano de el de orbes menta sentiste otro tipo de calidez. Quizás fueron tus dudas pero seguían siendo sólo amigos y con la tonta pregunta de Hana tu preocupación y tus celos aumentaron mucho más.
—¿Qué te sucede? —preguntó el de puntas menta mientras te miraba.
—Mi hermanastra con complejo de posible acosadora desarrollo algún tipo de sentimientos hacia ti —respondiste mientras reías. —Parece que le gustas y eso me molesta.
—¿Estás celosa? —preguntó Mui con una sonrisa. —Me alegra tanto escuchar eso...
Ladeaste la cabeza.
—¿Te alegra que esté celosa?
—Sí, después de lo de ayer se siente tan bien estar a tu lado. Mis sentimientos hacia ti son verdaderos y después de todo este tiempo eres la única chica para la que tengo ojos.
—Oh... No digas eso —te cubriste el rostro con tu bufanda. —Me darán ganas de ser más celosa contigo y eso está mal.
Muichiro rió.
—Entonces —se detuvo y te detuvo a ti. —Si también me dejas serlo, no habrá problemas... ¿Cómo que novia de mi hermano?
—Larga historia —respondiste desviando la mirada.
Muichiro te tomó del mentón, acercó su cara a la tuya y te besó. Sus labios estaban fríos debido al clima pero aún así se sentía espectacular, era una nueva sensación.
• • •
—
Bueno, hace un tiempo invité a Yuichiro aquí pero mi mamá estaba en casa —dijiste sacando las llaves para abrir. —Ella nos vio y pensó que eramos pareja, intenté explicarle pero no me hizo caso.
Suspiraste mientras metías las llaves a la cerradura para abrir, las giraste un poco y antes de abrir por completo Muichiro te tomó del rostro para darte otro beso. Empujaste la puerta medio abierta con tu mano debido a su acción pero en cuanto escuchaste una voz se separaste rápido. Los dos entraron fingiendo que no pasaba nada. El de puntas menta sacó una lazo para amarrarse el cabello y mientras se lo recogía no podías dejar de verlo.
Hana llegó acercándose a ustedes y casi se desmaya al ver la belleza de Muichiro.
—Senpai —le habló mientras hacía una reverencia. —¿Podríamos ser amigos?
—No.
Respondió tu amigovio al terminar de amarrarse el cabello, quedaste sorprendida por su respuesta, una risita casi sale de tu boca.
—Te amo _______ —te miró.
Sonreíste.
—Yo te amo más, Mui-kun. ~
Hana ya te habría asesinado 20 mil veces si las miradas mataran.
Los cosplays de Muichiro no suelen ser buenos, pero encontré el de arriba y me enamoré más :'u
Este si lo escribí con ganas, el de ayer fue más forzado porque a fuerzas quería publicar sobre Tokito bb, pero juro que este lo hice súper emocionada. 🤠👌🏻 Si quieren lemon, pos me esperan, ahora si pienso que sigue el de Muzan y Tanjiro... Va a ver un drama que supera los de Televisa.
Alguna sugerencia, duda, comentario, pregunta... Sin pena la respondo.