ᴋɪᴍᴇᴛꜱᴜ ɴᴏ ʏᴀɪʙᴀ ᔕⓞⓝⒺ ⓢⓗⓞⓣⓢᔕ TERMINADO.

Inocente

—Kyojuro —llamaste al niño que se encontraba sentado al lado tuyo. —¿Cómo es que aún sigues aquí viéndome, si eres un príncipe? Me encanta ser amiga de un príncipe...

—¡_______! —Dijo el levantándose. —Cuando crezca tú serás mi princesa, te trataré como reina... Te regalaré vestidos de colores lindos e iremos a pasear por ahí en carruaje, a donde sea que tú quieras.

Tus ojos se iluminaron al escuchar palabras tan lindas.

—Aparte no sólo yo te quiero mucho, mi hermano también quisiera conocerte así que si me lo permites... Ojalá se dé la ocasión.

Una tonta promesa de niños que NUNCA se cumplió, por lo menos no hasta ese día.

Por causa de la pobreza de tu familia, tuvieron que viajar a un reino cercano para ahorrar un poco de dinero y después volver, sin embargo en el lugar al que se fueron les hizo la vida imposible. Tus padres quedaron endeudados, creciste, enfermaron y al morir te dejaron sus deudas. Querías un simple regalo de cumpleaños; "quiero volver a ver a Kyo..." Por tu tonta petición les fue peor, parecía ser la ley de murphy.¹

Con el tiempo lo olvidaste, no sólo por culpa del tiempo si no que también las heridas, no únicamente físicas que se encontraban en ti.

Una deuda se puede pagar con cualquier cosa.

Cuando por fin tomaste el valor de escapar de las garras de las personas quienes se encontraban cobrando la deuda de tus padres contigo, tu primera opción fue el reino de la familia Rengoku. Quizás si al final... Tú le hubieses permitido a Kyojuro hablar de su amistad, todo habría sido diferente, ¡pero no! Eso suena muy interesado y... Al final tu plan terminó siendo peor que el anterior pensamiento.

Trataste de hacer memoria una vez volviste al reino de los Rengoku, ¿cuándo era el cumpleaños de Kyojuro? O de su hermano quizás, volver a acercarte a él e intentar enamorarlo es tu actual plan, formar directamente una vida nueva desde cero pero con las comodidades ya incluidas que te ofrece estar con alguien de la nobleza, ¿y por qué no? Un príncipe heredero del reino es un súper extra. Sin embargo no recuerdas muy bien como es que se comportaba Kyojuro, lo olvidaste en su totalidad, sólo había un distorsionado recuerdo de su cara sonriente siendo él.

—El castillo sigue igual que antes... —tragaste saliva al ver de lejos la majestuosa construcción.

Tu corazón comenzó a golpear fuerte contra tu pecho, te sentiste nerviosa. Comenzaba a invadirte un sentimiento de miedo al pensar que tu plan podría ser una tontería y que quizás salga mal, las probabilidades eran casi de 4 en 10. Casi la mitad pero aún así puede llegar a haber algún margen de error. Cuando ibas caminando por ahí escuchaste a un par de chicas hablar, justamente sobre lo que pensabas.

—Están solicitando nuevas sirvientas, es una buena familia y por los príncipes hay un montón de candidatas... Mou, ¿debería intentarlo?

Deberías encargarte de buscar más información.

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C

ostó pero conseguiste la información, la hora, el lugar y la fecha. Curiosamente fue en ese jardín donde solían verse, tus recuerdos sobre él eran muy borrosos pero hubo uno que nunca olvidaste, para nada. Estabas formada detrás de otras chicas un poco más altas que tú, te inclinaste a la derecha y viste como Kyojuro iba bajando las pequeñas escaleras para después pisar el cesped del paso e ir a sentarse a la mesa que se había preparado para la "competencia". Los rayos de sol pegaban en su cabello, los hilos dorados de este brillaban como si fueran oro puro, sus ojos en cambio, no se quedaban atrás igual de hermosos y con ese brillo de confianza.