Pov. Natalia
Kimimaro no ha parado de sonreír desde la mañana, al principio pensé que había adivinado la sorpresa que le tenía, pero luego me di cuenta de que reía cada vez que veía el anillo.
—¿Desde cuándo te ríes despreocupadamente? ¿Cuándo adquiriste ésa habilidad?—.
No cae en mi provocación y al contrario, mi comentario era lo último que necesitaba para echarse a reír a todo volumen.
—No sabes cuánto dinero le hiciste perder a Temari-sama—.
Niega con la cabeza feliz, Kimimaro es muy respetuoso y aunque Temari sea menor, utiliza honoríficos de acuerdo al nivel que ella posee en Sunagakure.
—¡¿Dinero?! No puede ser... ¿Quién y qué apostaron?—.
—Kankuro-sama, Temari-sama, Chiyo-baasama y Kazekage-sama apostaron cuánto tiempo tardarías en admitir que te gusta el Hyūga—.
—¿Gaara también? No puedo creerlo, él es demasiado serio para eso—.
—Sus hermanos lo convencieron de apostar y fue el que ganó—.
—Cuando ésto termine les patearé el trasero a todos, por muy Kazekage que puedan llegar a ser—.
Seguimos nuestro camino, casi es medio día pero tardamos, bueno no, tardé en despedirme de la Segunda División. ¿Qué quieren que haga? El principio siempre es bello.
La protección de Neji la había asegurado desde hace tiempo, Chiyo estuvo trabajando en algunas marionetas y ha jurado en protegerlo, la abuela puede ser muchas cosas pero siempre cumple sus promesas.
—¿A dónde vamos?—.
Kimimaro nota el camino hacia la Cuarta División, no le he dicho nada, hasta dónde él sabe Orochimaru y Jūgo están muertos.
—Por el momento con Gaara, después a Konohagakure—.
—¿Me dirás la razón?—.
—No—.
Suspira resignado, no es como que se esperara otro tipo de respuesta. Un chakra conocido me detiene, Kimimaro tarda en notar mi parada pero se acerca.
—Kikyo...—.
—Esperame aquí, ahorita vuelvo—.
Él hace caso y yo me alejo, no es tan fácil avanzar cargando la espada de Zabuza pero indirectamente me beneficia por la sobre precaución que tengo para realizar movimientos.
Cuándo encuentro a la persona lanzo varios kunai a su alrededor y un sello se dibuja encerrándolo, él no puede salir y Kabuto no puede saber nada de lo que se vea o escuche.
—Sabía que eran tuyos—
—De otra forma te hubieras movido—.
Itachi se limita a mirarme, está sólo y parece enfadado por no poder disfrutar de la paz que le brindaba la muerte.
—¿Necesitas algo?—.
—En realidad sí—.
De mi bolsillo extraigo el botín, cuando se da cuenta de lo que es parece que se queda congelado con la mirada fija en el mismo punto.
—¿Cómo lo obtuviste?—
—¿Pues de qué otra forma?...Peleando, aunque en realidad fue Misaki la que lo consiguió—.
Podría apostar mi comida y la de Kimimaro a que está haciendo cálculos, Tita todavía siente resentimiento por su 'abandono' pero si lo viera ahorita, preocupado y nervioso yo creo que le tocaría a ella disculparse.
—Todo salió bien, pero necesito saber como pasar su habilidad a otro, de la misma manera que pasaste el Amaterasu a Sasuke la primera vez—.
—El sello de transcripción—.
Asiento y sin hacer más preguntas comienza con su explicación, es un procedimiento sencillo en lo que cabe.
—¿Cómo está ella?—.
Me detengo antes de quitar el sello que tenía sobre él, dejo sólo una parte que Itachi podrá quitar cuando quiera.
—Muy bien, algo resentida pero se le pasará, yo me encargaré de que así sea—.
—No quería que acabará así—.
—Te creo, si te alivia un poco haré de abogado del diablo aquí—.
Parece sacado de contexto con mi expresión pero entiende a qué me refiero. Antes de irme volteo a tiempo pues no ha levantado el sello.
—Fue una niña y un niño—.
—¿Dos?—.
Luce sorprendido y creo que vuelve a hacer cálculos mentales.
—Están bien, muy saludables, nacieron el 2 de Octubre, son Seijun y Usami—.
—¿Usami?—.
—Oh vamos ¿Te parece normal Seijun?—.
—Gracias—.
Sonríe "Ay Dios es tan hermoso" "Olvidalo, ya tienes un compromiso con alguien más, no puedes fijarte en otras personas y menos si son de tus amigas ¿Quién eres? ¿Karla Panini?".
Me voy antes de cometer alguna locura.
🌊
Nos hemos encontrado con varios Zetsu intentando engañarnos, hay muchos pero por lo que he sentido la Alianza no ha tenido el menor problema para detectarlos.
Ya casi llegamos y alcanzo a percibir el chakra de Takuma, sabía que Kouga-sensei estaba en la Primera División pero de Junko no sabía nada. Es un rastro débil pero su arma tiene la extraña capacidad de aumentar su cantidad de energía, lo suficiente para que yo lo sienta, pero bueno por algo las siete espadas de Kirigakure son preciadas.
Sabía que su entrenamiento con Ao era duro y estricto, pero nunca esperé que lo convirtieran en un espadachín. Lo siento junto con Mei y Chōjūrō luchando con el que supongo es Zetsu negro.
Los revividos por Edo Tensei tienen una esencia muy extraña, como si fueran dos personas dentro de un cuerpo. Sin embargo debo reconocer que Kabuto hizo un buen trabajo para fortalecer el ejército de Obito, ha revivido a muchísima más gente y utiliza a algunos para afectar psicológicamente a la Alianza.
Los recuerdos de viejos camaradas vuelve a despertar el resentimiento entre las Aldeas, a falta de ninjas de élite utiliza los que despiertan sentimientos en las personas, maldito.
—Están peleando contra alguien fuerte—.
La voz de Kimimaro es tan baja que al principio creí escuchar mal, nos agazapamos y entre las rocas avanzamos lentamente, están luchando contra el Segundo Mizukage, vamos para donde se encuentra el verdadero y por la cantidad de chakra presiento que no va a ser tan fácil acabar con la almeja.
— Vamos a tener que combinar nuestro ataque—.
Obedezco a Kimimaro, me posiciono a su lado y guío nuestros huesos hasta la ubicación exacta de la almeja. Muy a duras penas rompemos su caparazón y el Mizukage se hace visible a nuestros ojos.
Parece complacido porque al fin descubrieran su posición, nos ve y al fijarse en mi armadura sonríe.
— Sabía que debía de ser alguien de Kirigakure, los felicito— se queda prendado de mi cabello y se emociona— No me digas, eres Uzumaki, ¡Claro que debes serlo! No me extraña que me hayas encontrado, ¿Eres algo de Suzuë?—.
Nunca pensé que tendría una personalidad tan...extravagante. Me quedo callada pues no conozco de quien me habla.
— ¿Quién de sus hijos formó una familia? ¿Fue Anju o Haru?—.
— Anju fue mi abuela—.
— Oh, así que ya murió, era una niña prometedora, pero veo que sus descendientes no se quedaron atrás — baja de la desecha almeja— Me gustaría ver si eres igual de fuerte que Suzuë, físicamente eres idéntica, incluso eres tan alta como era ella—.
— No me detendré Mizukage-sama—.
— No quiero que lo hagan—.
Nos movemos rápido y por primera vez es el único oponente que no se sorprende con nuestro Kekkei Genkai, parece conocer como funciona pues nos esquiva con facilidad, tanto a mi como a Kimimaro.
De los laterales comienzan a salir burbujas pero el Mizukage las contrarresta con las suyas propias, Utakata se pone a nuestro lado, lleva puesta la armadura de Kiri y la banda de la Alianza.
— Hace tiempo que no te veía, me dijeron lo que pasó —.
— Estoy bien ahora —.
Me sonríe y a lo lejos veo a Hotaru, intenta dar un paso hacia nosotros pero Utakata la fulmina con la mirada haciéndola retroceder.
— Necesitamos emboscarlo— dice y nos susurra al oído su plan.
Nos dispersamos formando un triángulo, Gengetsu se da cuenta de que tramamos algo e intenta romper la formación.
Antes de intentar nada utilizo mis cadenas de diamantina para mantenerlo en su lugar, me voltea a ver escéptico.
— ¿Sabías que hay unas cadenas más poderosas que éstas? Suzuë utilizaba un Kekkei Genkai raro incluso dentro del Clan Uzumaki, las cadenas de platino— .
Agarra el extremo de una y acumulando energía logra romperla y safarse.
— Su energía era tan fuerte que absorbía la de los demás, si te llegaba a tocar tu única defensa sería el taijutsu, aunque según lo que sé la cantidad de chakra era tan potente que abrasaba la piel—.
Viene dispuesto a atacarme y acumulando chakra en mi pierna lanzo una patada que logra impactarle a pesar de no haberlo tocado, el elemento aire es muy útil para cuando no quieres al enemigo cerca.
El Mizukage no toca el suelo pues una burbuja estalla mandándolo directo hacia Kimimaro, que lo atraviesa con varios huesos dejándolo restringido. Gengetsu se ríe.
— ¿Lo de las cadenas era distracción eh?— nos ve reunidos— Me gusta que Kirigakure siga teniendo shinobis de gran nivel, pero aún les falta—.
Su cuerpo se deshace frente a nosotros y me doy un zape mental, se me olvido que viene del mismo Clan que Suigetsu, varias gotas de agua salen disparadas y por muy poco nos libramos de ellas.
Atraviesan gruesas capas de roca y creo que hablo por todos cuando digo que estuvimos a nada de morir. Varias burbujas ya nos estaban esperando pero antes de que exploten una barrera de arena nos protege.
— Gaara—.
Digo aliviada, él viene acompañado de Ōnoki. Me relajo y miro a Utakata.
— Será mejor que tomes a Hotaru y te alejes de aquí—.
— Me quedaré con la Alianza pero a ella la pondré a salvo, fue un error traerla para acá, aún no estaba lista—.
Aprovechando que Gengetsu está distraído con Gaara nos dispersamos, recorro el campo de batalla y curo a los heridos, ocasionalmente alguna que otra explosión sacude el área.
Veo a Temari llegar junto a Naruto, ambos lucen exhaustos pero la piña sonríe y corre más rápido que antes. Casi que me atropella pero por obra divina logra detenerse a unos centímetros de mí.
— Kikyo pensé que seguías en la isla-dattebayo— se emociona y hace puños con sus manos— Si peleamos juntos estoy seguro de que esto terminará pronto—.
— Listo, no te preocupes quedo como nueva—.
— Gracias —.
Un ninja de Kumogakure se levanta y corre junto a sus compañeros, me pongo de pie y cuando lo hago alcanzo a ver la sonrisa de Temari.
— Estoy segura de que así será Naruto, además he visto tu entrenamiento, te has hecho muy fuerte— se sonroja.
— Bueno es normal siempre fui alguien con mucho potencial-ttebayo—.
— Naruto yo quería... Quiero pedirte un favor—.
—¿Uh? ¿Cuál es?—.
— Dile a Isobu que lo lamento y que lo extraño mucho—.
—¿Isobu?—.
— Prometemelo, es algo muy importante para mí —.
— Por supuesto, pero estoy seguro de que no conozco a alguien con ése nombre-dattebayo—.
Se queda pensando y Temari me saluda haciéndolo a un lado.
— Llegué a pensar que no vendrías, supongo que Misaki también está aquí, Konohagakure se puso nerviosa cuando pediste protección para ella—.
— Pero Misaki sigue en...—.
—Naruto—digo entre dientes.
La piña se asusta por mi tono de voz y entiende que esa información debe quedar en secreto. Temari pasea la mirada entre los dos pero deja el tema por la paz.
— Naruto ¿podrías ir a ayudar a Gaara? —.
— Claro—.
Corre entusiasmado, ambas negamos con la cabeza antes de que una explosión sacuda la tierra.
— Nunca imaginé que serían así de fuertes—.
Dice ella mientras sacudo una ventisca de arena.
— Todavía falta lo peor—.
—¿Qué es lo que sabes?—.
— Viene alguien muy poderoso Temari y necesito que ninguno intente atacarlo sólo los más fuertes—.
— Esta bien, puedo contener a la Alianza— se fija en mi mano— Me alegro por ustedes—.
— Espero que funcione, ¿cuánto perdiste?—.
Se sonroja súbitamente y empieza a balbucear excusas o a decir que no sabe de lo que hablo, le dejo de poner atención cuando una monstruosa cantidad de chakra de hace presente.
Temari calla al ver mi miedo y voltea a donde estoy viendo, Gaara, Ōnoki y Naruto ya terminaron con Gengetsu y se han reunido con nosotras. Mū es el primero en dejarse ver pero una melena azabache no tarda en unirse.
—¿Quién es él? —.
— Es Uchiha Madara—.