Narra Emilia
—¡Vamos, tu puedes Nia!—le grito Clara, llevaban una hora jugando a luchas, Nia estaba sobre la espalda de Santiago tratando de ganarle a Eva que estaba sobre la espalda de Dani.
—¡Ganamos!—grito emocionada Eva mientras saltaba de nuevo a la piscina.
—¿Cómo ese cuerpo tan pequeño tiene tanta fuerza?—pregunte confundida viendo a Nia salir de la piscina, paso la toalla por su cuerpo para poder secarlo mientras reía al ver a Eva emocionada, mire hacia Selene que no le quitaba la mirada de encima a Nia mientras se secaba.
—Ahora vuelvo—hablo metiéndose a la casa siendo perseguida por Selene, sentí a Clara ponerse de pie y la detuve.
—¿Adónde crees que vas?—pregunte poniéndome frente a ella.
—Es obvio que Selene va detrás de ella, tenemos que hacer algo—suspire mirando hacia los chicos para que no sospecharan.
—Si, vamos hacer algo—ella asintió pasando por un lado mío para ir detrás de ellas pero la volví a detener y me miró confundida— lo que vamos hacer es esperar aquí para que después Nia nos cuente que pasó.
—Pero Emilia—la interrumpí tomándola de la mano y haciéndola caminar de nuevo a nuestro lugar.
Narra Nia
Tomé el último trago del jugo para después dejar el vaso en la mesa de la cocina.
—Hola—gire hacia la voz que llenaba el silencio de la cocina, mire a Selene que sonreía mientras estaba recargada en el desayunador.
—Hola—le respondí simple, pase por a lado de ella para ir hacia la piscina, pero me detuvo tomando mi brazo y girando me para estar entre ella y la mesa.
—¿Te vas tan rápido?—pregunto sonriendo coqueta, suspiré mirando detrás de ella.
—Si, mi novio me espera—ella sonrió de lado al escucharme.
—Golpe bajo—la mire confundida al escucharla, acercó sus dedos a mi mejilla y empezó a acariciarla— eres muy hermosa—cerre los ojos al sentir su toque tan delicado, sentí su respiración cerca de mi rostro y fue cuando salí del trance, abrí los ojos y la aleje de mi.
—¿Que crees que haces?—le pregunté enojada, pero estaba enojada conmigo por sentir lo que sentía.
—¿Cómo que, que hago?—me pregunto con una sonrisa de arrogancia— ¿No es obvio? Quiero besarte—negue al escucharla.
—Si crees que jugarás conmigo estás equivocada—ella empezó a negar cuando me escucho— yo no voy a caer en tu juego.
—No, estás confundida—me detuvo de nuevo cuando intenté irme— yo no quiero jugar contigo, me gustas, en serio me gustas—me reí con ironía.
—¿No has visto que tengo novio?—ella suspiro mirando al suelo— me gusta desde que tengo catorce años, he esperado dos años para ser su novia, ¿crees que lo dejaría por ti?—levanto la mirada y pude ver qué estaba dolida.
—Una cosa es gustar y otra muy distinta es estar enamorada—me empezó a explicar y volví a reír con ironía.
—¿Y que te crees? ¿Que estoy enamorada de ti?—ella negó ante mis palabras— ¿Entonces que?
—Lo digo porque estoy segura que no lo amas—la interrumpí de nuevo.
—¿Que eres? ¿Adivina?—me cruce de brazos— llevas una semana de conocernos y ya te crees que nos conoces de hace años.
—No es que los conozca, es lo que veo—pase mis manos por mi rostro cansada de discutir con ella.
—¿Y que es lo que ves?—le pregunté recargando me en la mesa— iluminame.
—Veo que no lo amas, si lo amarás tanto como dices hacerlo—se acercó más a mí quedando a centímetros— no reaccionarias a mi, cuando amas a una persona, las demás no existen para ti.
—¿Y quién te ha dicho que tú existes para mí?—fue el turno de ella para reír.
—Te he visto, y se que no paso desapercibida para ti, reaccionas a mis insinuaciones, te encanta que te vea—se acercó para poder rozar sus labios con los míos— y ahora mismo escucho tu corazón latir muy rápido—iba a responder pero un carraspeo de garganta nos hizo separarnos, mire hacia Emilia que entraba a la cocina.
—Perdón, pero los chicos vienen para acá—empuje a Selene lejos de mi y suspiré para tratar de verme bien en cuanto los chicos entraron.
—Le pediré a la cocinera que nos prepare algo, ahora vuelvo—dijo Daniel salieron de la cocina para ir por la empleada, Santiago me sonrió y se acercó a mí abrazándome por la cintura.
—Tardaste mucho, amor—mire hacia Selene que rodeo los ojos al escuchar a Santiago.
—Perdón, fui al baño y después vine a la cocina para buscar algo—le expliqué pasando mis manos por sus mejillas cuando me di la vuelta para quedar frente a él.
—Esta bien—se acercó y dejo un pequeño beso en mis labios.
—La cena estará en unos minutos, vayamos a la mesa del jardín—nos indico mientras él salía y los demás lo seguíamos, nos sentamos en una mesa que estaba cerca de la sala que había, la mesa contaba con diez sillas, una en cada punta y cuatro en cada lado, nos acomodamos. Daniel se sentó en una punta mientras Eva lo hacía en la otra, Clara y Emilia se sentaron juntas y a lado de ellas lo hizo Selene, Santiago se sentó a lado mío y Dani a lado de él mientras yo quedé frente a Selene que sonrió al verme— bueno, sabemos a lo que se dedican las mamás de Clara—hablo apuntando la— ¿a qué se dedican sus padres?—nos pregunto a todos.
—Bueno pues, mi mamá Lucy es licenciada en Relaciones Internacionales y mi mamá Vero es abogada especializada en todo tipo—él abrió los ojos sorprendido al escuchar a Emilia.
—Vaya, no sabía que también tenías dos mamás—hablo confundido.
—Te lo había comentado, te dije que ella al igual que Nia tenían también dos mamás—le respondió Selene y él sonrió.
—Por supuesto, ya lo recordé—me miró sonriendo— ¿tus mamás a qué se decidan?
—Mi mamá Dinah está en el mundo del Marketing y mi mamá Normani es dueña y administradora de la empresa de trajes de baño Kordei—él volvió a sorprenderse y Selene se rio solamente.
—Mi hermano ama esos trajes de baño—hablo viendo la reacción de él.
—Amo el trabajo de tu mamá, necesito conocerla realmente—me reí ante su cara.
—Y yo también—deje de reír al escuchar a Selene decirlo.
—Bien, en algún momento te la presentaré—él sonrió emocionado para después cambiar de tema y mirar hacia Santiago.
—¿Y tú?—él levanto los hombros.
—Mi mamá es solo una ama de casa y mi papá es cirujano—él asintió y mire hacia Selene que no decía nada.
—¿Por qué tu no haces ningún gesto?—le pregunto Dani a Selene confundido.
—¿No he mencionado que soy fan de la mamá de Clara?—pregunto confundida— sé todo acerca de su vida.
—Ya, ¿y eso también aplica en saber lo que hacen nuestros padres?—le pregunto Emilia sorprendida.
—Por supuesto, mira—giro hacia Dani que la miraba con la ceja alzada— tú eres hijo adoptivo de Zayn Malik y Gigi Hadid, él forma una banda junto con los tíos de Clara que son Harry y Louis que aparte son esposos, pero también están ahí Liam y Niall, papá de Eva—ella sonrió asintiendo— Gigi, tu mamá, es modelo obviamente, la mamá de Eva es licenciada en Negocios Internacionales, todos ustedes se consideran primos porque crecieron juntos gracias a sus padres.
—Vaya, si que sabes de la vida de mi mamá—hablo Clara sorprendida.
—Por supuesto—ella dijo sonriendo orgullosa— me olvidaba, tienen otros primos que son Jack, el hijo adoptivo de Harry y Louis y están también Diego y Andrés que son hijos de Austin y Liam—todos aplaudieron ante el conocimiento de Selene, menos yo que solo la veía— y si ponemos a tu hermana Mila y tú hermano Cameron junto con la hermana de Emilia, Deisy.
—Esta bien, entendimos—la interrumpió Dani riendo— sabes todo acerca de nuestra tía Camila, ya entendimos—todos asintieron dándole las gracias por hacerla callar.
—Yo solo decía—levanto los hombros despreocupada y me hizo sonreír, en eso las empleadas llegaron sirviendo la cena mientras reíamos por Selene. Empezamos a cenar la deliciosa comida que habían preparado para nosotros, sacamos varios temas de conversación que pronto se convirtió en debate. La música sonaba baja mientras reíamos sobre una anécdota que Daniel contaba acerca de su vida en New York, una canción empezo a sonar y Selene cerró los ojos.
—Aqui vamos de nuevo—su hermano dijo negando mientras sonreía.
—¿Que pasa?—pregunto Santiago confundido.
—Es su canción favorita—termino de decir para después escuchar a Selene cantar.
—Hola, quiero saber tu nombre quizás, tal vez, algo podríamos tener, no se—mire hacia otro lado cuando la mire cantandome a mi— si me pensaste como yo te pensé fue que yo me acordé, que ayer, tú.
—Dejaste en mi cama está tu ropa interior—le siguió su hermano mientras que los que no entendíamos el español los mirábamos confundidos— y hoy te estoy buscando pa' pasarla cabron, no sé lo que tiene, está dura la shorty, modela en su story—canto mientras se ponía de pie al igual que su hermana.
—Ayer en la noche empezamos y la disco encendida y tú prendida—empezaron a cantar los dos mientras bailaban al ritmo de la música— anoche lo hicimos en el carro, y ay, ni me conocías, que rico lo hacías, bebé. Ayer en la noche empezamos y la disco prendida y tú encendida, anoche lo hicimos en el carro, y ay, ni me conocías, que rico lo hacías bebé—volvieron a cantar el mismo pedazo mientras se acercaban a nosotros y nos hacían ponernos de pie para que bailaramos con ellos. Cada quien agarraba su pareja y se dejaba llevar con el ritmo de la música, la mayoría de nosotros no entendía lo que la canción decía pero aún así la bailabamos porque estaba muy pegajosa la música. Sentí los brazos de Santiago alejarse de mí para después sentir a Selene acercarse y cantarme al oído moviéndome— yo tengo una gata que me gusta es medio masoquista y le gusta por detrás, conmigo siempre bebe pero de vez en cuando a ella le gusta fumar, cuando le meto, se nos forma el capsulón hasta el techo, yo la quiero porque es un booty nuevo, no necesito a otra más, baby, por eso—me giro haciendo que quedáramos de frente y tomo mis manos alejándose un poco para que bailará a mi ritmo, mire detrás de su hombro y Santiago bailaba feliz con Eva y los demás, la mire de nuevo y me deje llevar, empecé a seguir su ritmo acercándome a ella cuando empezó a cantar de nuevo— ayer en la noche empezamos y la disco prendida y tú encendida, anoche lo hicimos en el carro, y ay, ni me conocías, que rico lo hacías. Eran las doce y entre caricias y roces, yo hice lo que querías solo para que tú goces, soy tu esclava, dime qué hago—me canto al oído mientras seguía moviéndose conmigo— porque fue mágico, comer tu cuerpo exótico, yo estaba enferma de amor y tu fuiste mi antibiótico, te mordía los labios, tú decías dame que te llevará al cielo y que el momento no acabe—me giro haciendo que mi espalda tocará su pecho y volvió a cantarme al oído mientras hacía que nuestras caderas se movieran al ritmo— shorty, ¿Como te va? El perfume de tu cuerpo no se me va, los cristales empañados por la humedad, y los condones en la gaveta por si se da, si se da, tu eres adicta al perreo, pero más al bellaqueo, sesenta y nuevo posiciones y nos vamos, tenemos un vicio que siempre los dos queremos—cerre los ojos al sentirla tan cerca de mi sin dejar de bailar y escucharla cantar en español, moví mis caderas provocandola y ella pasaba sus labios por mi cuello poniendo sus manos en mis caderas para que me moviera como ella quería. Me separé cuando la música cambio y todos estaban sonriendo por el momento divertido que había pasado, le di una mirada a Selene que sonreía, negué suspirando para después entrar a la casa.
Hice este capítulo basado más en Nia y Selene, espero y les guste.
En el próximo capítulo voy aclarar algunas cosas que no puse aquí.
Perdón si hay errores.