Le estoy tomando gusto a escribir sobre Douma uwu
Douma
Las palabras de uno de sus seguidores lo dejaron confundido. Dio un suspito mientras echaba su cabeza para atrás pensando que debería hacer. Confió en su instinto, la mujer que se acababa de comer era hermosa pero el hecho de tuviera una hija lo dejó confundido, es más la niña ya tenía 3 años y cuando vio a aquella mujer no tenía ninguna niña en brazos.
—¿Qué hacemos con ella, mi señor? —preguntó un hombre sin soltar la mano de la ella.
—Dejala —ordenó Douma. —Traela aquí.
Aquel hombre obedeció, dejó a la niña a un lado del hombre rubio.
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Ocho años y eras toda una diablilla, quizás culpa de Douma pero le era imposible no cumplir cada uno de los caprichos que tenías. ¿Ropa de seda? Ropa de seda, ¿ropa de algodón? Ropa de algodón. Juguetes nuevos e incluso educación, el chico rubio se encargó de educarte de la mejor forma, luchando contra su propio instinto de demonio.
El que pareciera tu padre no, cada que alguno de los seguidores de su culto hacía un comentario de esa forma no sólo tú, si no que él también lo negaban. Lo que más solías decir era que el de ojos arcoiris era más como un "mejor amigo" a un padre; llegando a compararlo de esta forma: "a un padre no le tendría la confianza de contarle lo que le cuento a Douma, él es mi amigo y sé que puedo confiar en él. ¡Sé que no me regañará si hice algo mal o rompí algo." Y se podían excusar tus palabras ya que lo que hizo fue consentirte hasta más no poder.
—Quiero una pareja igual de linda que Douma-kun —le dijiste mientras levantabas tus pequeños brazos para agarrar sus mejillas.
—¿Por qué no yo? —preguntó el demonio con una sonrisa.
¿Qué es este sentimiento raro? No podía mantenerse bien cerca de ti porque su casi inexistente corazón empezaba a latir de una forma a la que no estaba acostumbrado. Te cargó entre sus brazos para después sentarte en sus piernas, tú seguías sonriendo mientras te abrazaba y acariciaba tu cabello.
—Taiki, ¿recuerdas quién es? Dijo que hablaría contigo para que pudiera ser su prometida cuando creciera.
Douma frunció el ceño sin quitar esa sonrisa falsa de su cara, le había molestado mucho tu comentario.
—______-chan, recuerdame quienes son los padres de Taiki por favor ~
Todos aquí sabemos que es lo que haría Douma con esa información.
Un par de días después del comentario no volviste a ver ni a Taiki, ni a sus padres. Este demonio parece algo yandere, ¿no es así? ¿Cómo no lo sería contigo? El hecho de que siendo tan pequeña pudieras hacer que experimente sensaciones las cuales nunca habrían pasado por su cabeza es como un tesoro, un diamante en bruto.
Todo se volvió más difícil cuando creciste, convirtiéndote en un adolescente.
17 años, toda una señorita.
A Douma comenzaba a preocuparle que no dejaras de crecer, si no te volvías un demonio tarde o temprano morirás y él NO quiere eso. Aunque sus sospechas se volvieron verdaderas, no sólo por los cuidados del rubio si no que quizá era la genética; no podía negar que tu madre transmitió su belleza hacia ti, era algo bueno. Un punto medio que no era exagerado, lo suficiente como para gustar y no causar asco o alguna otra cosa pero... Eso le daba envidia a las demás. Douma no sólo era popular por su culto, había algunas mujeres que lo deseaban a más no poder hasta por sus mentes había pasado que te hicieran una maldad, no se atrevían al ver a Douma contigo.
Eras más o menos "inmortal" para los demás humanos. La protección de Douma se volvió más valiosa que el oro.
—_____-chan, ¿puedo preguntarte algo? —quiste el mochi de tu boca para tragarlo mientras asentías. —¿Tú me... Quieres?
La pregunta de el de ojos arcoiris te dejó confundida, cuando pasaste tu comida asentiste nuevamente hubo un pequeño silencio y después empezaste a hablar.
—¿Porqué la pregunta? —cuestionaste.
¿Un Douma inseguro? Imposible.
Dio un suspiro para después adornar su cara con una sonrisa, falsa pero de cualquier forma era una sonrisa.
Dejaste el mochi a un lado tuyo, sujetaste al rubio de las mejillas mientras lo jalabas un poco.
—¿Es porque eres un demonio? —preguntaste en voz baja, murmurando.
—Oh... Lo sabes —rió.
—Vamos, abre la boca. Esos comillos no eran normales para nada, ni mucho menos las manchas de sangre que a veces solía ver —le dijiste dejando un beso en su mejilla. —No me importa, después de todo me cuidaste.
—Oh... Mi corazón ______-chan, ¿por qué me haces esto?
—¿Hacerte qué tontito?
—Seguir siendo tan tierna después de vivir 14 años conmigo —reiste y revolviste su cabello.
—¿Me puedes besar? Uh... La otra vez te vi y-
Sin dejarte acabar, te tomó de la nuca atrayendote hacía él, pegando sus labios con los tuyos en un primer beso "lindo" en lo que cabe después de todo era Douma. Agradecías el hecho de que él fuera quien dirigía el beso, tu para nada existente experiencia no serviría en nada pero... Demonios, se sentía a leguas lo rico que se estaba volviendo ese beso.
Cuando se separaron te abrazó para poder murmurarte.
—Deberías dejar de espiar o tendré que castigarte por primera vez, ______-chan ~
Asentiste nada más.
SE VIO MUY FLOJO PERO NECESITBA ESCEIBIR ALGO DE ÉL
U Y UY Estaba viendo Love alarm y pum! Quería escribir algo así pero nop, NO, SE ME OCURRIÓ ALGO MEJOR Y ES CON LOS HERMANOS RENGOKUUUU ah y también algo con Muzan ewe
Aprovechando que en estás partes hablamos de spoilerss, ¿algun seiyuu con el que se imagenen a Douma? Siento aue Miyano Mamoru le quedaría más o menos si hace el tono de Yogi de Karneval :0 o como la de Dazai más o menos por ahí ksfisiif