Pov. Natalia
Veo a Tita meditar, Tsunade y Mei estuvieron de acuerdo en que la llevara conmigo y ahora me encuentro espiando su nuevo entrenamiento con el capitán Yamato.
— Es muy difícil... — el sudor recorre su frente y toda su concentración se va cuando se desparrama.
Hace unos días Yugito Nii fue capturada, junto con Isobu trate de convencer a Matatabi pero fue demasiado orgulloso para aceptar mi ayuda, como cualquier gato.
— Es todo Misaki, Tsunade-sama me ha informado de tu nueva misión .
—¿Misión? .
— Conmigo así que levanta el trasero y sígueme— me ve con sorpresa pero hace lo que le digo.
— Hasta luego Yamato-sensei— el mencionado desaparece— Un clon de sombra... No me sorprende.
— Se ve más tétrico en persona.
— Ni que lo digas...En fin ¿Qué te traes ahora entre manos?.
Le entrego el pergamino con todos los detalles y el color de su rostro va y viene con rapidez.
— Cada día estás más loca ¿lo sabías?.
— Gracias por el cumplido linda.
Guiño un ojo y en lo que ella se prepara yo voy a buscar algo de comer. En Kirigakure pase lo más que pude en compañía de Rima y Takuma, se han hecho fuertes pero siento que entre más progresamos más nos separamos.
Paso por varios locales y voy a dar con la florería Yamanaka, entro observando la gran variedad de plantas que poseen . Todo está muy bien cuidado y en sí emite una energía positiva.
— Es bueno tenerte por la Aldea más seguido— Ino se recarga en el mostrador— Por cierto Hinata te ha estado buscando.
— ¿A mí? .
— No a otra Kikyo Uzumaki, pues claro que a ti.
— ¿Por qué? .
— No lo sé pero parecía muy interesada en hablar contigo.
—¿Está en la Aldea?.
— Sí.
— Gracias por avisarme Ino, iré a buscarla— me fijo en su vestimenta — ¿Sales a una misión?.
— Saldremos en unas horas.
— Cuidate, nos vemos— me despido con la mano y corro al complejo del Clan Hyūga.
Me muevo con sigilo, si Hiashi Hyūga me llega a ver por aquí seguro que me despelleja viva. Soy fuerte nunca he tenido la duda de eso pero tengo los pies sobre la tierra, hay personas que aún así van a estar a otro nivel.
Me asomó por uno de los portones abiertos, Neji y Hinata están entrenando en un combate cuerpo a cuerpo. Me recargo en la pared esperando que terminen, el ciego voltea sorprendido de verme y eso le cuesta ser lanzado varios metros por Hinata.
—¡Neji-niisan!— ambas corremos a socorrerlo.
Cayó encima de unos barriles de madera rompiéndolos en el impacto, no se levanta y llevan una mano a su columna. Lo retengo en su lugar y curo la inflamación de la zona.
—¿Qué haces aquí? — Hinata y yo lo ayudamos a levantarse.
— También me desagrada verte.
— Kikyo...— Hinata me ve con sorpresa y el ciego voltea a verla.
— ¿Usted la invitó Hinata-sama?.
— S-sí, perdón Neji-niisan— ella me arrastra a la salida— Volveré en una hora.
— Todavía no termina su entrenamiento, puedes quedarte a ver pero no interrumpas.
— ¡Oh que amable! Tal vez me siente aquí para complacer a mi amo y sólo cuándo él lo decida haré ruido— frunce el ceño, pongo mi índice entre sus cejas y lo empujo— Salgo de misión a la de ya, no tengo mucho tiempo y dudo que regrese a la Aldea en un buen rato, si Hinata me quiere ver tiene que ser ahorita.
— ¿Una misión? — se sorprende— ¿¡Estás loca!? Los Akatsuki te buscan y tú te pones en bandeja de plata.
— Soy una cazadora y hacer misiones es mi trabajo, además no soy tan estúpida para caer en una trampa.
— Pero si lo suficiente para enfrentarlos sola— se acerca furioso.
— Si quisiera suicidarme lo haría de una manera menos dolorosa y más sofisticada, y por si no lo sabes no voy sola, Misaki me acompaña .
— Son muy poderosos, ustedes no serán capaces de vencerlos, no irás.
— No me digas... Es una pena que eso no lo decidas tú —pongo un dedo acusador en su pecho, estamos muy cerca y en cualquier momento se podría iniciar una pelea.
— ¡Ya basta!.
— Hinata...
— No sigan— agarra mi muñeca— Ahorita regreso Neji-niisan .
Salimos antes de que el ciego diga algo, aunque a decir verdad creo que está igual de shockeado que yo por la explosión de temperamento que tuvo Hinata.
Llegamos al mismo restaurante de té al que fui con Neji ya hace un par de años. Nos sentamos y pedimos la comida, ahora ya con la cabeza fría veo como Hinata tiene la cabeza baja y el rostro completamente rojo, no puedo evitar reírme.
— Perdón, debimos haberte incomodado mucho— me sigo riendo y me llevo un dango a la boca.
— Es que se estaban gritando — juega con sus dedos nerviosa— ¿Siempre se pelean?.
— Según Misaki apenas nos vemos empezamos a gruñir, yo no tengo muy bonito carácter que digamos y tú primo no es de los que se guardan sus opiniones — con todo el dolor de mi alma le doy un sorbo al té— Así que cuando nos juntas es inevitable que saquemos de sus casillas el uno al otro.
— Pe-pero Neji-niisan es muy amable, educado y caballeroso, sólo tienes que darle una oportunidad — por fin me ve a los ojos— Él es de las mejores personas que conozco.
— ¿Por eso me querías ver? ¿Para arreglar nuestra relación? — ella se sonroja aún más si es posible, yo me río y estiro mi brazo tocando su cabeza— Creo que le atiné, eres demasiado buena Hinata, si te hace sentir mejor procuraré no enojarme con tanta facilidad la próxima vez que nos encontremos.
— Ustedes se podrían llevar muy bien...— me río con más ganas.
— Me gustaría ver eso...— desvío mi mirada a la calle y veo a Naruto pasar—¡Naruto!.
— Hola Kikyo— se acerca hasta nuestra mesa y aprovechando el momento lo invito a sentarse— Hola Hinata.
— Ho-hola.
Su voz sale aguda y mientras alimento a Naruto poco a poco los animo a conversar entre ellos. "Ah el amor..." "Estamos muy ancianas para eso" me quedo fascinada viendo cómo Hinata logra hablar sin tartamudear y al poco tiempo incluso habla directamente con Naruto.
— Aquí estabas, te he estado buscando— Tita saluda y me mira suspicaz —¿Nos vamos?.
—¿Tienen otra misión chicas?—pregunta la piña.
— Sí, nos vemos chicos— me levanto de la mesa— Por cierto...¿Naruto podrías acompañar a Hinata hasta su casa? Se supone que lo haría yo pero me debo de ir.
— Claro no te preocupes, yo la cuidaré-ttebayo.
— Gracias .
Nos alejamos con una Hinata más roja que mi cabello. Salimos de la Aldea y sólo entonces Tita se ríe y niega con la cabeza.
— No me quiero ni imaginar todo lo que hiciste para que esos dos estuvieran juntos.
— Pues no lo hagas porque de verdad fue una coincidencia, se supone que sólo iba a comer con Hinata.
— ¿Y eso?.
— No sé, quería arreglar mi relación con Neji de una manera muy extraña.
—¿Te gusta?.
— Dios no, es un arrogante.
— ¿Te das cuenta de que te la pasas peleando con un chico de 17 años?.
—¿Y qué querías? Espiritualmente tengo 46, físicamente 16 y mentalmente 5.
— Eres caso perdido...
🌊
No nos hemos movido desde hace media hora, escondidas entre los árboles no le quitamos la mirada de encima a la oficina de recolección.
Adentro se encuentran Hidan y Kakuzu, nuestro objetivo es ayudar a Shikamaru para salvar a Asuma.
Sentimos un temblor en la tierra, nos volteamos a ver y a lo lejos se alcanza a observar una fumarola. Nuestra distracción nos cuesta caro, los árboles en los que estamos son destruidos.
Caemos estrepitosamente al suelo, ya levantadas esquivamos ambos brazos de Kakuzu, en lugar de seguir con el ataque vuelve a coser sus extremidades y nos mira hasta cierto punto aburrido.
— Se sobre estiman demasiado si creen que con ustedes bastaría para derrotarme.
Intenta atraparnos pero lo esquivamos con facilidad, Hidan sigue adentro y por primera vez me pregunto por qué no sale, es un hombre impulsivo y desde luego no dejaría pasar la oportunidad de rendir un sacrificio a su señor Jashin.
Tita lanza oportunamente unas barras de madera, probablemente una de las cosas que ha desarrollado con Yamato, me quito la parte superior de mi kimono para dejar salir a mis huesos. Kakuzu se sorprende pero empieza a reír.
— Tienen habilidades muy extrañas debo reconocerlo— se quita su bata— Pero yo soy mejor y será un placer acabar con sus vidas.
Saca solamente dos de sus corazones, el de fuego y el de rayo. Otra sacudida nos desequilibra y el oponente aprovecha para lanzar una gran cantidad de fuego.
— Suiton: Suijinheki— Tita logra contraatacar con un enorme muro de agua.
No sólo logra acabar con la técnica de Kakuzu si no que además el agua es suficiente para que él se vea en un apriento, ni siquiera necesitó una fuente cercana de agua para producir tal cantidad, al igual que Tobirama.
Hago fluir el chakra a través de mis extremidades, también cubro los huesos de mis brazos y los lanzo. Uno es el que atraviesa un corazón.
El corazón con naturaleza de rayo parece derretirse, Kakuzu está visiblemente molesto. Empieza a atacarme cuerpo a cuerpo mientras Tita lidia con el otro corazón.
—¡Kakuzu-senpai!— el grito me hiela la sangre.
Nos separamos y todos volteamos a la entrada del edificio, Tobi corre hacia Kakuzu sin prestarnos atención. Tita me ve pálida de la impresión, observo al enmascarado gritar con voz aguda 'empieza la extracción'.
— No me gusta dejar el trabajo a medias— Se retiran del lugar.
No reaccionamos de inmediato pero cuando lo hacemos corremos como nunca, busco el chakra de Ino.
Comienza a llover y la desesperación nos embarga a Tita y a mí.
Debemos encontrar a Asuma.
🌊
Un cambio de parejas, un maldito cambio de parejas.
Deidara y Hidan fueron los que atacaron al equipo Asuma, no llegamos a tiempo. El clima nublado entristece aún más el ambiente, Kurenai pasa a dejar un ramo de flores en la tumba de Asuma Sarutobi.
Me he quedado para el funeral, entregamos nuestro reporte a Tsunade y ahora parecemos almas en pena transitando por las calles de Konoha.
No voy a mentir, me duele lo que pasó. Puedo parecer fría en algunas decisiones pero es porque me preparo psicológicamente para lo que viene, esta vez no fue así, quise salvarlo y no pude. Le falle a él, le falle a Tita y me falle a mí misma, todo por ése estúpido sentimiento de seguridad y grandeza que me han otorgado las misiones completadas con éxito.
> Estás siendo demasiado dura contigo<.
Isobu percibe mi autocrítica y tal vez si pudiera me golpearía con una de sus colas para hacerme entrar en razón.
> Me confíe de más, debí haber estado más atenta y tal vez hubiera pensado mejor las cosas<.
>Eres buena estratega pero sin cometer errores es difícil progresar<.
Respiro profundo para no dejarme llevar por pensamientos negativos, cinco respiraciones, cuatro cosas que ver, tres que oír, dos que tocar y una que oler. Me tranquilizo y volteo a ver a Tita.
— Ánimo, lo haremos mejor para la próxima .
—¿Cómo puedes decir eso? Un hombre murió Natalia.
— Él se fue, nosotras no, seguiremos intentándolo todas las veces que sea necesario .
Resopla y se va con los hombros caídos, intento seguirla pero levanta su mano.
— Quiero estar sola.
La veo marcharse, me siento en una banca cercana sin olvidar la satisfacción que sentí de parte de Tobi. No logro sacar de mi mente la sensación de que caí en su trampa, "Tal vez el ciego tenía razón después de todo".