Tragaste saliva al escuchar las palabras que el hombre rubio pronunció, mordiste la tapa de tu pluma con nerviosismo mientras respirabas profundo y hondo para intentar tranquilizarte.
Desde que Rengoku y tú eran pareja, cambiaste tu lugar al que estaba frente al escritorio sólo en sus clases. Para poder hablar con él, no sólo eso si no verlo de cerca apreciando como luce su rostro cuando está concentrado. Sin embargo ahora querías morir, tus nervios se notaban a lo lejos, intentabas pensar en otra cosa pero la noticia que había dado te impactó. Tenías diez en su materia, no hacia falta que entregaras más trabajos o hicieras examen, incluso... ¿Eso no haría sospechar a tus compañeros? Era obvio que tenías que hacer tonterías para entregar, Kyojuro sólo te guiñaba el ojo disimuladamente y tú sonreías.
Había algunas veces donde en el lugar de tus palabras habían simples palabras, que por ser demasiado atrevidas y riesgosas hacían sonrojar a Rengoku.
"Lo quiero mucho, profesor. <3
¿Puedo ir hoy a tu casa, Kyojuro?"
Por esa misma razón habías comenzando a entregar los trabajos al último pero ahora... Con la noticia que dio, un infarto casi te mata.
Examen, harían examen.
—¿V-va a ser difícil profesor? —preguntaste mientras levantabas tu mano.
Cuando te vio una sonrisa apareció en su rostro calmado, un tono energético y un aura amigable se sintió en todo el lugar, no fue lo mismo para ti.
—¡No lo será, _____-chan!
Era obvio que se refería a lo contrario, habías estado suficiente tiempo con Kyojuro para entender sus expresiones, si no es difícil para él, lo será para los demás. Desde que te puso ese diez te confiaste, si antes no estudiabas y usabas los conocimientos que tenías, ahora mucho menos. Te la pasabas mirándolo toda la clase, pensando en que querías ir a su casa para que te diera un montón de besos y abrazos, así que dejaste de poner atención a sus clases sólo por observarlo, no estudias y aunque ya tienes diez; la pena que te daría al ver tu examen súper mal respondido sería de diez mil millones.
—Yay... —dijiste fingiendo entusiasmo.
—Otro punto que hay que tomar en cuenta, cambiando de tema —dijo mientras miraba sus papeles —prontó será la feria de la convivencia y tenemos que realizar una actividad para presentarla al resto de la escuela. ~
Ahí fue cuando todos se emocionaron, la campana le quitó la alegría a todos, seguía biología y pese a ser una materia buena querías ver más tiempo a Kyojuro.
• • •
Al terminar el día suspiraste con cansancio, no querías seguir más en la escuela y por culpa de Rengoku te había entrado esa mala costumbre de ir a su casa (casi a diario) después de la escuela. No le molestaba para nada, Kyojuro muy feliz de que estés con él pero aún así le preocupa la relación que llevas con tu familia desde aquella ocasión.
Viste como todos salían, seguías aún sentada guardando tus cosas querías hacerlo lo más lento posible para quedarte a solas con Kyojuro.
Fue toda una alegría cuando salió el último de tus compañeros, apenas estabas cerrando tu mochila, cuando no hubo presencia alguna o ruido de tus compañeros, dejaste la mochila, acercándote al escritorio. Kyojuro terminaba de guardar unos papeles y ya estaba apunto de irse, te miró expectante, analizando cada una de tus acciones aún así, te alejaste rápido, tomándolo por sorpresa cuando cerraste la puerta del salón en un movimiento rápido pero silencioso.
—Si alguien nos ve aquí, estaremos en problemas _____-chan ~ —dijo él con una sonrisa en la cara.
—Haré que toda la culpa sea mía —respondiste acercándote de nuevo al escritorio. —¿Si puedo ir a tu casa, Kyojuro?
El tono que usaste para esa pregunta hizo que no se pudiera negar, ¡demonios! Sonaste tan tierna.
—Claro que... Mmmph —cuando estaba respondiendo se vio interrumpido por tus labios.
Te tomó de las manos con cariño, y delicadamente te alejó de él.
—No aquí, _____-chan —dijo con una sonrisa juguetona —Si Kanae, Sanemi o alguien más nos ve estaremos en demasiados problemas.
Hiciste un puchero mientras te alejabas e ibas por tus cosas.
—Lo espero en el estacionamiento, sensei. ~
Le dijiste para después colgarte la mochila en los hombros y salir del aula. Rengoku suspiró mientras negaba con una sonrisa, esperó un poco más; luego también tomó sus cosas y salió como tú.
Lo estabas esperando en el estacionamiento, dando vueltas, jugando con los charquitos de agua; la temporada de lluvias aún seguía por lo cual es muy reconfortante ir a casa de Kyojuro, que él haga chocolate caliente, comer un pan mientras lo toman hablando al mismo tiempo sobre sus días, para después tranquilamente ir al cuarto de Rengoku y acostarse viendo algo en la tele mientras él te abraza.
Cuando te vio una sonrisa apareció en su rostro; te veías tan tierna e infantil... De inmediato se dio cuenta que estabas aburrida.
El carro de Rengoku era el único que quedaba, los demás profesores se habían ido y los que quedaban se iban caminando, ventajas de vivir cerca.
Se subieron a su coche para tomar camino a casa.
Cuando llegaron a casa de Kyojuro de inmediato dejaste tus cosas para ir a su cuarto y cambiarte, él te había comprado ropa, definitivamente te amaba con todo el corazón; por tus constantes visitas optó por que tuvieras algo de ropa en su hogar y así no anduvieras con tu uniforme por ahí aunque también le has quitado algunas playeras para quedartelas, bueno... Él te las dio después de ver que tanto te gustaban.
—¿Hoy que haremos? —preguntaste saliendo de la habitación mientras lo veías, sonrió.
—Te ves muy linda —su cumplido te hizo sonrojar, desviaste la mirada. —¿Qué quieres hacer?
Preguntó acercándose a ti, una vez cerca tomó tu mano llevándote a la cocina, antes que nada te dio un beso en la mejilla pero tú besaste sus labios, eso le causó una pequeña risita.
—Primero, comeremos. —Te sentó en una silla.
—Oh ~ dejame ayudarte, para que pueda aprender a cocinar también y no sólo lo hagas tú, si sólo sabes cocinar tú yo terminaré muriendo —le dijiste recostandote sobre la mesa.
—Huh... —pensó por un momento, de su cara nunca desapareció su sonrisa. —Por ahora preferiría que te quedaras ahí, un fin de semana puedes venir y te enseñaré, seguro.
—¡Ah, Kyojuro! ~ —tapaste tu cara.
Te hizo sonrojar, tu corazón se emocionó tanto que se aceleró.
—¿Sí, mi amor?
Dios, eso también te hizo emocionar. Suspiraste, respirando hondo; inhalando y exhalando.
—¿Deberas que te tomaste en serio lo de ser mi esposo? —se escuchaba el nerviosismo en tu voz.
Moviste tus pies, jugando con algo intentando ignorar las dulces y tiernas palabras de Kyojuro pero te fue imposible. Sus palabras resonaban en tu mente haciendo eco.
—¡Claro! Ese ha sido mi objetivo desde que lo supe —respondió energéticamente.
Diablos, una sonrisa tonta se formó en tu cara sin que supieras como, simplemente ese hombre te ponía feliz siempre.
• • •
La comida había estado deliciosa, se encontraban en la habitación de Kyojuro. Tú acostada en sus piernas tapada con una cobija calentita mientras él te acariciaba el cabello.
Estaban viendo la tele, la ventana estaba abierta pero con las cortinas cerradas, pese a eso aún podían sentir la leve brisa de aire frío que entraba por ella.
—¿Tienes algún problema con que haya un examen de historia? —preguntó de repente al recordar tu expresión y voz en clase.
—¡Ah! —te agarró por sorpresa, pensaste por unos momentos si decir la verdad o no. —Es que... Que pena.
Murmuraste lo último pero te escuchó, te levantaste para acomodarte y sentarte en la cama, él hizo lo mismo.
—¿Qué sucede? —sonó preocupado por el tono que utilizaste al decirle eso.
—¡Es que no he puesto atención en clase! —soltaste haciendo que el riera.
—Perdón —se disculpó. —Lo sé, te he visto, no dejas de verme. ¿Es por eso? No te preocupes por ello, después de todo ya es el último semestre, estás a nada de graduarte.
—Ah sí... —recordaste. —Pero aún así lo hubi-, no, no habría tenido que responderlo, ¿verdad?
Él negó, querías darte una cachetada por lo tonta que te viste.
—No importa de cualquier forma, si necesitas estudiar, ¡estoy aquí para ti! Todos tenemos errores así que nunca diré nada por los tuyos ~
—¡Te amo Kyojuro! —le dijiste lanzándote sobre él haciendo que cayeran a la cama.
Aún estando encima suyo no dudaste en besarlo. Sip, una muy buena pareja. ♡
(No me gusta molestar pero de aquí en adelante habrá lemon, así que ALERTA, WIU WIU WIU, ALERTA.)
Correspondió a tu beso gustoso, como quedaste sentada encima de él llevó sus manos a tu cintura sin dejar de concentrarse en el beso.
Cuando te separaste jadeando por lo largo que había sido, él sonrió.
—Te ves muy bien de esa forma, eres muy hermosa cuando te avergüenzas —soltó las palabras con tanta tranquilidad lejos de ese tono energético, te hizo no solo avergonzar si no también sonrojar.
—Profesor —lo llamaste, pese a que ya tenía toda tu atención. —Ha pasado un mes, soy mayor de edad y ya hay mucha confianza entre nosotros... ~ ¿Podemos? Por favor.
De inmediato entendió tus palabras, los ojos de Kyojuro se alejaron de los tuyos pensando en las posibilidades, no estaría mal hacerlo e incluso tenía condones por si acaso pero... No, no había peros, ya que tú misma se lo pediste significa que estabas totalmente segura de que quieres hacerlo con él y sólo con él.
También sería algo muy importante, Dios... La primera vez, ¿cómo no será importante?
—¡Bien! —respondió haciendo que se te iluminaran los ojos —será algo lindo, tenemos que disfrutar los dos, ¿no?
Lo notaste, hiciste que se sonrojara e intentó ocultarlo volviendo a esa energética personalidad, no sirvió porque se notó que estaba como tú hace unos momentos; nervioso.
Te quitó de encima de él, se puso encima tuyo, tu respiración empezó a agitarse sólo de pensar en lo que harían.
—Seré muy cuidadoso, por favor dime si quieres parar o...
—Claro, lo haré. No te preocupes por eso, tú solo haz lo tuyo Kyojuro ~
Con tu aprobación fue que comenzó, empezó a desabotonar tu pijama, no tenías nada abajo y te dio algo de pena que te viera pero no desviaste la mirada, en cambio lo veías a los ojos.
Sus besos fueron bajando de tu cuello a tu clavícula; eran húmedos pero la delicadeza con que lo hacía era máxima y lo mejor el mundo.
Te quitó la pijama, tu sujetador quedó expuesto suspiraste tratando de calmarte, tú corazón latía extremadamente rápido.
—¿Estás bien? —preguntó Kyojuro al verte.
—Estoy algo emocionada ~ —respondiste mientras tomabas su cara para acercarte y besarlo.
Mientras lo besabas ibas levantando con lentitud la camisa azul oscuro que estaba usando, cuando se separaron del beso fue que se la quitaste. Una sonrisa apareció en su cara.
—Me siento alegre de que pudiera arreglar mis sentimientos en cuanto a ti —dijo mientras seguía besándote.
—Siento lo mismo...
Respondiste, notó tus palabras llenas de picardía, mientras te besaba tus manos se encontraban en diferentes lugares; una estaba en su espalda mientras que con la otra jugabas con su cabello.
No querías tener tus manos tan cerca, no aún pero no aguantabas, ¿quién podría aguantar teniendo a tremendo hombre en frente?
Te detuviste cuando sentiste su lengua jugar con uno de tus pechos, sacandote un gemido de la boca. Cuando te escuchó fue suficiente para él, sabía que lo estaba haciendo correctamente. Eso lo motivó a seguir.
Te levantaste con cuidado para que Kyojuro te quitara el pantalón, lo hizo. Quedar expuesta de esa forma frente a él normalmente daría pena pero no, después de un poco comenzaste a sentirte cómoda.
—No te preocupes mucho, tengo preservativos en el cajón de al lado —murmuró en tu oído soltando una pequeña risita.
La razón de tu risa fue el sonido de tu queja.
—Aún no somos esposos y aún estás estudiando, cariño —te dijo haciéndote sonrojar pero aceptaste de inmediato sus palabras.
Los dos se quitaron el resto de ropa que les quedaba, la cara de los dos estaba realmente rojas. Después de poner el preservativo encima de su miembro, lo acomodó en tu entrada.
Te aferraste a él, Kyojuro se movió muy lento entrenado en ti. Aunque no dolía mucho, si te aferraste a su espalda para su suerte no tenías las uñas largas.
—¿Está bien así?, ¿te sientes bien? —dijo soltando un gruñido.
—S-sí... —tu voz sonaba entrecortada. —Está bien, no duele mucho.
Empezó a moverse más, cerraste los ojos arqueando la espalda.
• • •
Cuando llegaste a tu casa, te despediste de Kyojuro con un beso. Era de noche ya que los dos se habían quedado dormidos, cuando entraste a la casa tu madre estaba en la sala esperándote.
—Nos iremos mañana, no quiero quejas ni objeciones, nos iremos y punto.
—¿Qué?... ¿Y mi escuela?
—Irás a otra, después recogemos tus papeles, nos vamos mañana he dicho.
Dejaste tu mochila en el piso, el ruido que hizo fue fuerte, tu madre frunció el ceño.
—No me iré, yo no me iré —dijiste decidida. —Puedes irte tú, yo me quedaré con mi prometido.
La cara de tu madre era todo un poema en ese momento.
KSKFKDKFUSIF NO AGUANTABA, NECESITABA HACER ESTOOOO
SI SE ME OCURRE ALGO MÁS HAGO CUARTA PARTEEEE AHHHH
¿tienen alguna materia favorita?
De la escuela, eso; a mi me gusta mucho matemáticas, es que mi profe es chido, me regala panes xD y aparte le sé a la materia, su no supiera resolver los ejercicios no me gustaría seguramente.
Mañana es viernes, después de una siestita me pongo a hacer sus pedidos, deberas!