El día de Sol no había arrancado bien. Cuando estaba camino a su departamento empezó a llover y llegó mojada y con frío.
Pensó en ordenar los papeles pero estaba agotada, sabía que iba enfermarse. Durmió un rato y cuando se desperto eran las cinco de la tarde y tenía fiebre. Fue a bañarse y cuando salió se abrigo bien, quería tirarse a dormir. Pero no quería cancelar sus planes.
Por suerte iba a pasar a buscarla. Porque si tenía que ir en bici probablemente se iba a caer de la poca capacidad que tenía para coordinar sus movimientos.
Se sentó a esperar, cuando golpearon buscó sus cosas y abrió la puerta. No pudo saludar porque empezó a estornudar.
-Genial- murmuró. Miró al chico que estaba frente a ella, parecía preocupado.
-¿Te sentís bien?- preguntó mirandola con desconfianza.
-Sí, Hola... No te preocupes- él la frenó. Sintió que le puso la mano en la frente.
-Tenes fiebre ¿Tomaste algo? - Sol negó- me parece que no vamos a salir nada. Voy a ir a una farmacia, ahora vuelvo- Ella no pudo responder porque se fue antes de escucharla. Sol entró y cerró la puerta. Se tiró en el sillón tratando de no dormirse.
No podía creer la suerte que tenía, pensó si debía ordenar un poco antes de que él volviera.
Se puso de pie y juntó todos los papeles. Estaba mucho más decente que antes. Dejó la pila de libros y apuntes en la mesa, cuando estaba por sentarse otra vez, escuchó que golpearon.
Él entró con una bolsa en la mano y estaba mojado, al parecer seguía lloviendo.
-Traje unos cuantos, la farmacéutica me dijo que este es el mejor, pero por las dudas traje varios- ella lo dejó pasar. Le mostró las pastillas y ella tomó una.
-Muchísimas gracias, de verdad. La tomo y salimos- Sintió que la tomó de la mano.
-Creo que va a ser mejor que lo dejemos para otro día. Tenes que descansar- Sol por primera vez pudo ver con claridad sus ojos, eran hermosos. No sabía como describirlos.
-Perdón por esto... Pero si queres podes quedarte y hacemos algo acá. Para que no hayas venido al pedo- le sonrió.
-Te aseguro que no vine al pedo... Si no te molesta me quedo un rato- Sol miró a otro lado para no perderse en sus ojos.
-No me molesta, sentate. Te diría para tomar mate pero no te aconsejo compartir conmigo. Veni, a ver que hay en la heladera para tomar- la siguió en silencio, miró un poco el lugar.
-Lindo departamento- ella abrió la heladera y giró a verlo.
-Gracias, no hubieras dicho eso hace unos minutos si veías el desastre... Saca lo que quieras, sentite libre- sacó una lata de gaseosa. Sol se sirvió agua para tomar la pastilla y después se sentó, le hizo señas para que haga lo mismo.
- ¿Lo del desastre es por todos los papeles que había antes? Creeme que lo vi, ni te hubieras molestado en acomodar. Yo en tu lugar estaría tirado en la cama- Sol sonrió.
-Alta vergüenza, primero que me veas así, soy un desastre. Y después que veas así mi departamento. Ya era mucho- Valentín movió los hombros, dando a entender que no le importaba.
-¿Por qué no me dijiste que estabas enferma? Lo dejabamos para otro día, no me molesta estar acá, pero si te sentís mal deberías descansar- lo miró unos segundos.
-Porque no sabía si me ibas a creer, no quería que pienses que no tenía ganas de salir con vos- lo vio sonreír.
-Que linda! Igual te iba a creer, podía llegar a dudar si me cancelabas dos o tres veces seguidas- los dos rieron.
-¿Esto es muy raro?- quiso saber ella, él la miró sin entender- honestamente no soy de hacer estas cosas. Primero lo del boliche, ahora estás acá, en lugar de salir a conocernos estamos encerrados porque mi sistema inmune es débil- lo escuchó reír.
-Si es bastante raro, empezando porque siempre que conozco a alguien, a cualquier persona hay una pregunta que no falta y vos todavía no la hiciste...- quiso seguir hablando pero ella lo frenó.
-¿Qué pregunta?- sonrió.
-¿Te digo Valentín o Wos?- cambió el tono de voz para decir eso, Sol se empezó a reír.
-Tenes razón... Perdón, ¿Cómo te tengo que decir?- lo vio girar sus ojos.
-Para mi es lo mismo, algunos me dicen Wos, otros Valentín. Es igual- no parecía importarle mucho.
-Yo ni siquiera te agende porque no sabía si poner Wos o Valentín- él pensó que lo estaba jodiendo, pero se dio cuenta de que no.
-¿Posta? - asintió.
-Te lo juro, tenía miedo de que lo veas y digas: uh esta loca flasheo confianza- quiso imitar su voz pero fracasó, su estado de salud no ayudaba. Valentín no dejaba de reír.
-Yo no hablo así... Igual no me jode, podes decirme como quieras- Sol le sonrió- Yo te tengo agendada como pequitas- le mostró la pantalla del celular para que lo confirme.
-¿Pequitas? Pero si en mi quedan horribles ¿Ya viste mi cara?- Valentín la miró a la cara y sonrió.
-Me re gustan! Encima algunas veces resaltan más, te juro que me dan ganas de contarlas- él no dejaba de verle la cara.
-Ahora sí que esto me parece raro- los dos se estaban riendo.
-Sol, si nos estamos conociendo... Bueno por lo menos ahora estoy viendo tu versión enferma... ¿cómo te enfermaste así?- Sol se sonó los mocos delante de él, ya estaba perdiendo la poca dignidad que le quedaba.
-Anoche me quedé a dormir de una amiga y hoy volví y me agarró la lluvia en el camino- lo vio hacer una mueca.
-¿Estabas caminando?- negó.
-En bici, en estos momentos es cuando me arrepiento de no saber manejar. Siempre me quisieron enseñar pero lo odio, mis papás me regalaron un auto hace meses y está ocupando estacionamiento desde que lo tengo- Sol de verdad tenía pánico a manejar, y era algo de lo que no estaba orgullosa.
-¿Por qué te da miedo? Es algo normal, pero se pasa después. Además esta es la ciudad menos indicada para andar en bici todo el tiempo- todos le repetían lo mismo.
-Hace unos meses intenté aprender, pero digamos que la persona que me quería ayudar no tenía mucha paciencia- Alejo se había enojado bastante esa vez y aseguró que era una perdida de tiempo querer ayudarla.
-Ya vas a aprender... ¿Qué estudias?- le cambió completamente de tema.
-Diseño gráfico- la miró sorprendido.
-¿De verdad? Que bueno, entonces por ejemplo, si quiero hacer algo para promocionar mis shows, ¿Podrías ayudarme?- asintió algo confundida.
-Sí, pero no soy muy buena, seguro podes conseguir mejores diseñadores- pensó en si debía mostrarle o no algunos de sus trabajos.
-Me huele a mucha humildad, voy a tener que ver algo antes de confirmarlo- Sol se paró y le hizo señas para que la siga.
-¿No es muy rápido para que me hagas propuestas indecentes?- ella sintió como su cara ardía. Él se dio cuenta y se reía- era joda, te pones roja por todo- trató de ignorarlo y buscó su carpeta. Valentín se sentó en la cama y esperó tranquilo.
Notó que en las paredes había unos cuantos dibujos y se puso de pie. Se acercó a verlos en silencio. Cuando Sol encontró la carpeta giró a verlo, estaba viendo sus dibujos, quiso morir de la vergüenza.
-¿Los hiciste vos?- Sol se paró junto a él y asintió- son muy buenos... ¿Quién es ella?- había un dibujo de una nena, estaba en blanco y negro, lo que resaltaban eran sus ojos, eran verdes.
-Mi sobrina, se llama Uma- a Valentín le alcanzó con verla dos segundos para darse cuenta del cariño que le tenía a su sobrina.
-Los ojos, son muy llamativos- la vio sonreír.
- Era la intención. Es que además de ser hermosos transmiten tanto. Es muy chiquitita pero cuando le ves los ojos se le nota la inocencia, o lo mucho que disfruta de algo. No se cómo explicarlo, también es difícil demostrar lo que quise retrarar- Sol le dio su carpeta, ella se sentó en la silla que estaba junto a su escritorio y él en la cama.
Miró todas las hojas y sonrió.
-Son muy buenos- ella movió sus hombros.
-No tanto, igual esas son cosas que hago para mi. No son nada profesional así que ninguno lo presente en la facultad- la miró sin entender- son poco serias, en cambio los que presento son más formales, se podría decir-
-En pocas palabras, haces cosas que no te gustan para que a los demás les guste- Sol lo miró sorprendida.
-Nunca lo pensé así...- sonaba muy lógico.
-Yo no entiendo mucho de esto, pero creo que si veo alguna publicidad, definitivamente estas llamarían mi atención. ¿eso no es importante para ustedes?- Sol asintió-Si vas a hacer mis diseños sin dudas tienen que ser como estos- se los sacó de la mano.
-Bueno ya hablamos mucho de mi, a ver te toca- Se sentó frente a él y espero a que hablara.
-¿Qué queres saber?- la miró con atención, Sol pensó que podía preguntar.
-No sé... Cumpleaños, algo que te guste hacer, algo que odies- enumeró con sus dedos, mientras seguía analizando qué más podía preguntar.
- Cumplo años el 23 de enero... Me gusta estar con la gente que quiero, disfruto mucho pasando tiempo con mis amigos. Me gusta freestylear, aunque deje de competir me gusta hacerlo en los shows... Algo que odio... Que la gente no sea sincera- Sol se sentía chiquita cada vez que él hablaba y la miraba a los ojos.
-¿Puedo saber por qué lo dejaste?- no estaba segura de que él fuera a responder aquello.
-Llevaba mucho tiempo compitiendo. Llaga un momento en el que te pones a pensar en lo que estas haciendo y en las cosas que te gustarian. Mira, tengo veintiún años, no es como si hubiera vivido taaaanto. Pero la realidad es que con todo esto estuve fuera de casa por mucho, vi de todo, hice de todo. Y además competir te desgasta, había muchas cosas que ya no estaban buenas... Igual todavía tengo que ir a la final internacional- Sol no sabía absolutamente nada de rap y le daba vergüenza tener que preguntar.
- ¿Qué es la final internacional? Perdón pero no se nada de esto... Si me queres contar yo te escucho- apoyó su cuerpo en la cama, palmeo a su lado y Valentín también se acostó.
Entonces él empezó a contarle cómo había empezado, le contó los momentos más importantes para él, de los que más se acordaba. Le contó sobre las competencias, de lo que sintió cada vez que ganó y de algunas que perdió.
Valentín pensó que ella iba a aburrise, pero no fue así. Lo escuchó desde el primer segundo, le sonrió. Algunas veces se distraía por sus gestos, o por las pequitas que estaban en su cara.
Por otra parte Sol estaba sorprendida. Ella sabía que él hacía freestyle, que cantaba. No sabía nada más que eso, si había escuchado alguna de sus canciones, pero no sabía nada del resto de su carrera.
Ver a alguien emocionado, contando cosas de su vida, de lo que le gustaba hacer era algo que ella amaba.
Le recordó a las veces que hablaba con su sobrina y veía un brillo en sus ojos, cada vez que le contaba que aprendía algo nuevo. O cuando le decía que le dieron un regalo. Era el estado más puro y honesto de una persona. Para ella los ojos no mentían.
-Es increíble, ahora hasta me dieron ganas de ver alguna de tus batallas. Te juro que voy a ver una- él le sonrió.
-Después me comentas que te pareció- él sacó su celular- son las Díez... Me parece que va a ser mejor que me vaya y que vos duermas- le tocó la frente- por lo menos no tenes fiebre- él se paró y Sol también.
-Me siento mejor... ¿No queres que pida algo y comemos juntos? - sin pensarlo mucho él aceptó, la estaba pasando bien.
Volvieron a la sala y Sol pidió la comida, además pidieron helado. Después de eso pusieron música y siguieron hablando.
Hasta que el celular de Sol sonó. Vio la pantalla y contestó.
-Hola Juli linda- Vio que su acompañante bajó el volumen de la música.
-Hola Solchis! Quería saber si al final venis a la previa, dice Alejo que si queres pasa a buscarte-
-No, ya había dicho que no iba a la previa. Tampoco voy a salir, estuve con fiebre y me quedé en casa todo el día- Valen la miró con atención.
-¿No pudiste hacer lo que tenías aue hacer?- supuso que hablaba así porque no estaba sola.
-Si, pero como te dije me quedé en casa. Así que acá estamos- se rasco la nuca y lo vio sonreír.
-Me estás diciendo que... Bancame un segundo.... Me aleje para que no escuché nadie. ¿Estás en tu departamento con Wos? ¿Es posta o es una excusa para no salir? - Movió sus ojos algo fastidiada.
-Valen, ¿Podes decir Hola?- él se rió nervioso.
-Holaaa- ella levantó su pulgar en forma de agradecimiento.
-¿Feliz Julieta? No te estoy mintiendo amiga- la escuchó gritar desde el otro lado.
-Mierda, le decís Valen encima, pasenla lindo. Te amoo- no le dio tiempo a responder y colgó.
-Perdón por eso- se disculpó.
-Ah no es nada- la comida llegó y los dos se sentaron en el piso a comer y hablar.
Así pasaron las horas, los dos contaban cosas de ellos. Reían, cuestionaban sus gustos.
Ninguno era consciente de lo rápido que pasaba la hora. Y a pesar de que los dos empezaban a tener sueño, seguían hablando sin parar.
Casi a las dos de la mañana Valentín la ayudó a juntar todo antes de irse.
-Yo la pase bien-le dijo él antes de irse.
-Yo también, gracias por quedarte conmigo hoy, te debo una- le dio un beso en la mejilla y Valen le sonrió.
-¿Lo puedo cobrar invitandote a comer al medio día? ¿Soy muy pesado? Sino otro día- parecía muy nervioso.
-Si fueras pesado creeme que te hubiera sacado de mi departamento de una forma u otra. Acepto la invitación- él le tocó la nariz como si fuera una nena.
-Te paso a buscar eso de las doce- le dejo un beso en la frente y después se fue.
Sol estaba camino a su cama cuando escuchó que golpearon. Pensó que Valentín se había olvidado algo.
Miró para ver quién era y abrió.
-¿Qué haces acá?- preguntó muy seria.
-Te extraño mucho Solcito, perdóname por favor-