Yo quiero más || Aiteda

By xaitedax

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Ya era demasiado tarde para negar nuestros sentimientos. Y quizás ninguno de los dos queríamos hacerlo. More

Prólogo
1. Mi musa
2. La verdad
3. No lo sé
4. Felicidad
5. Principios
6. Ya no
7. Sorpresas
8. Promesas
9. Primeras veces
10. Sueños
¡De vuelta!
11. Amargo y dulce
12. Marquitos
13. Lo siento
14. Siempre
15. Anochece
16. Recuerdos
17. Ahora no
18. Luz
19. Armonía
20. Menos mal
21. Sol
22. Evaporación
23. Pez
24. Lluvia
25. Juegos
26. Amagos
27. Correr
28. Campanas
29. Universo
NUEVA NOVELA YA DISPONIBLE

30. Finales

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Cepeda

- Quiero agradecer este premio a cada uno de vosotros porque sin vuestra ayuda, yo no estaría aquí. – Aitana brillaba en el centro del escenario mientras sostenía el premio en sus manos. – A mi familia y mis amigos, a mi familia de Operación Triunfo, por nunca dejarme caer.

Los ojos de Aitana brillaban de emoción y los míos iban a explotar de orgullo. Ver a Aitana, con sus recién cumplidos 21 años, tan pequeña y a la vez tan grande en la gala de los GRAMMYs latinos, ganando un premio a la mejor artista española era lo más parecido a tocar el cielo.

- Pero en especial, tengo que agradecer a Luis, mi marido. – su mirada conectó con la mía y una gran sonrisa iluminó su cara. – Jo, que raro decir eso en voz alta.

Todos los presentes rieron ante la inocencia y dulzura de ella, que contrastaba con la madurez y responsabilidad que llevaba en su interior, oculta entre las sombras.

- Gracias por quererme tanto y tan bien, gracias por nuestra familia. – tomó aire, intentando contener las lágrimas. – Y gracias por Pedro, por ser mi hogar y por haberme hecho entender el significado íntegro de la palabra amor.

Aitana levantó el premio ante el público y entre vítores, se sentó en el asiento continuo al mío. Sus labios se posaron en mi mejilla sutilmente; un tímido gesto acompañado de miles de miradas puestas sobre nosotros.

- Eres tan jodidamente blandita que moriría por ti. – susurré en su oído, besando su frente y despeinando su flequillo.

Los ojos de Aitana me sonrieron aún más que su sonrisa, demostrándome a la perfección que la burbuja de felicidad que nos inundaba era real. Llevábamos seis meses rodeados de desajustes, de descontrol, de caos. Pero ojalá quedarme a vivir en ellos porque habían sido los seis meses más felices de mi jodida vida.

Hace seis meses había apretado la mano de Aitana con todas mis fuerzas en una habitación de hospital, besando su flequillo lleno de sudor cada vez que me lo permitían. Queriendo borrar de su rostro cualquier indicio de sufrimiento o dolor.

Todo valió la pena al ver la cara de nuestro bebé, de Pedro. En una milésima de segundo comprendí que el amor puede nacer tan rápido como despega un cohete, tan fugaz como un parpadeo. Cualquier barrera, cualquier límite anterior, quedó reducido a cenizas al ver a Aitana sosteniendo en brazos por primera vez a Pedro. Ya no había rastro de miedos si los tenía a mi lado.

- Eh, ¡Luis! – Aitana me despertó de mis ensoñaciones dándome un leve golpe en el hombro. – Que está acabando ya.

Asentí, levantándome rápidamente y cogiendo su mano, aferrándome a ella como si de un salvavidas se tratara. Al fin y al cabo, seguía siendo Cepeda y no me gustaban estas galas, donde los focos apuntaban y mis nervios aumentaban.

- Cogemos la maleta y nos vamos volando al aeropuerto. ¡Qué ganas tengo de ver a Pedrito! – Aitana corría por los pasillos, su cola ondeando en el aire.

- ¿No te vas a cambiar? – la miré de arriba abajo. – Vas un poquito elegante para coger un vuelo.

- ¿Quieres quitármelo tú? – una pícara Aitana me acorraló contra la pared del baño, buscando mis labios desesperadamente.

- Pero ¿no nos íbamos volando al aeropuerto? – mis manos ya se encontraban en el cierre de la cremallera, ahogadas por la necesidad de tocar su cuerpo, de sentirla mía.

- Hazme volar tú, Luis. – gimió en mi oído, pegándose aún más a mi cuerpo. – Alto.

Y volamos alto.

Tan alto que naufragué con el aire de su boca.

Aitana

- ¡Pedro! – salí corriendo con las maletas al ver a Ana sostenerlo en sus brazos, abriendo sus brazos hacia mí.

Siempre me habían encantado los reencuentros, tan esperados e inolvidables. Volver a casa, en cualquiera de los sentidos posibles. Dentro de mí, sentí que finalmente encajaba la tercera pieza de un pequeño puzle.

Pedro abandonó mis brazos rápidamente al ver a Luis, queriendo sentir su calor y no pude hacer más que sonreír. Mi corazón cargado de éxtasis al ver el hilo rojo que los unía y que toda la vida los perseguiría, uniéndolos.

- ¡Valeria! – volví a gritar al ver a Amaia con su hija en brazos. - ¡Qué sorpresa!

Besé su pequeña manita, acariciando su mejilla y abrazando también a todos mis amigos. No había mejor bienvenida que Roi, Amaia, Miriam, Alfred y Ana apareciendo de sorpresa en el aeropuerto, esperándonos con sendas sonrisas.

- ¿Por qué no vamos a casa a comer todos? – Luis me miró tras hablar, buscando mi aprobación.

- Si, porfi. – le sonreí, y junté mis manos en un gesto de súplica. – Vamos.

Pedimos pizza a domicilio mientras nos peleábamos con la silla para bebés del coche. Luis repetía entre dientes que no podía ser tan difícil mientras yo sostenía a Pedro.

Cuando llegamos por fin a casa, Pedro se había quedado dormido. Parecía un ángel en su cuna; paz y tranquilidad. No pude evitar quedarme unos minutos admirando el gran parecido que tenía con Luis.

Las manos frías de Luis en mi cintura disiparon mis pensamientos. Desde la cocina provenía el ruido de platos y vasos moviéndose, sustituyendo el silencio de la habitación.

- Ese jodido jersey siempre te quedará mejor a ti que a mí. – las palabras de Luis hicieron cosquillas en mis oídos.

- Y yo siempre te lo robaré. – acaricié su mano lentamente, dándome la vuelta y enfrentándome a sus ojos. – Hasta el final de mis días.

- Hasta el final, pequeñaja. Hasta que el sol se apague.

De la mano y con los ojos brillando, salimos de la habitación. La pizza había llegado y estaban todos sentados, esperándonos.

- ¿Ya le vais a dar un hermanito a Pedro o qué? – la sinceridad aplastante de Amaia impactó en el salón, haciéndonos reír a carcajadas.

- Que se calle la del rollo surfero a ver si va a ser ella la que tenga otro pronto. – Roi sacó la lengua, levantando sus cejas repetidamente.

- ¿Qué tal con Pablo, Miri? – Ana cambió de tema, sonriendo ante el desastre de risas y bromas que juntos formábamos.

Miriam por fin había admitido sus sentimientos por Pablo López y ambos llevaban unos meses saliendo juntos.

- Genial, la verdad. – la sonrisa de Miriam se ensanchó. – Todo está muy bien ahora mismo.

Todo era demasiado bonito para ser verdad.

Y lo mejor de todo era que lo era.

Era verdad.

Cepeda

Miré a mi alrededor sobrecogido ante la cantidad de luz y armonía que podían abarcar unos metros cuadrados. Centenares de recuerdos llenaban mi mente al observar a todos mis amigos reunidos en nuestro pisito, jugando con Pedro y Valeria. Peleando por su atención, llenando de arrumacos y mimos a ambos.

Los principios son complicados. Cada uno de ellos significa un cambio y una lucha pertinente contigo mismo. Este principio fue cumplir un sueño, fue una ráfaga de aire fresco tras muchos años ahogándome. Fue correr por fin en la dirección adecuada después de demasiadas desorientaciones.

Y en el camino había llovido mucho, pero la lluvia había llegado a mi vida para enseñarme que también se puede llorar de alegría. Que se puede traspasar las líneas establecidas, que lo más importante es sentir.

Y yo sentía plenitud al mirar la escena que reinaba mi salón.

Mi reino por fin estaba lleno.

Y mientras besaba la frente de Aitana y la oía quejarse porque había despeinado su flequillo, comprendí que el pez siempre viviría libre y feliz en el mar.

Y que yo ya no quería más.

Porque lo tenía todo.

————————-

Último capítulo.

ÚLTIMO CAPÍTULO.

Tengo las emociones a flor de piel y me va a explotar el corazón de orgullo y felicidad.

Miles de gracias por no dejar caer esta historia, por vuestro apoyo incondicional. Tenéis lo que merecéis y aquí tenéis el desenlace de esta historia.

Por si no os habéis dado cuenta, las palabras en negrita son los títulos de algunos capítulos importantes 😍

Espero que os guste y ojalá vernos pronto en otra novela. Mi idea es crear otra dentro de muuy poquito 🥰

A más votos y comentarios, más ganas de escribir más.

Darle mucho amor a este último capítulo!!! ❤️❤️❤️❤️❤️

Hasta siempre y GRACIAS

💙💛

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