La mirada que habían ellos dos eran duras, llegan de odio y de mucho rencor. Tanto así que la niña decide desaparecer sin antes desperdirse de mi con la malo y gesticulando un "lo siento".
Miro directamente a Kal, su espalda recta y derecha daba de entender que estaba listo para atacar si era necesario.
—No sabía que volviste a hablar con Dafne.—estima con desdén— Creo que hacen una buena pareja.
—No somos nada y lo sabes. Tú mismo te encargaste de eso—dice con rabia Kal, su mano estaba fuertemente apretada tanto así que vi un hilo de sangre recorrer.
—Ay, cariño sé perfectamente que te líes con una mortal. Me sorprende que todavía sean idiota esa raza— Su voz con sarcasmo me pone los pelo en punta. Es algo que no sé cómo describirlo pero me llega a dar terror.
Siempre pensé que los dioses eran seres normales, con algunos poderes pero buenos. Ahora viendo este ser en frente mío, supe automáticamente que estaba equivocada.
Levanto suavemente la mirada para observarlo directamente a los ojos, pero noto que una fuerza me lo impide. Solamente puedo mirar hacia abajo. Kal al ver mi reacción, frunce más el ceño y mira aún más duro a Apolo.
—Déjala, no ocupes ninguna magia con ella.—
—Tú sabes que ningún mortal debe mirar a los ojos a los dioses, nosotros somos superiores. Nosotros sabemos todo, muy pocas veces erramos. Por eso no nos deben ni siquiera mirar a los ojos. Ellos son nada sin nosotros
Al escuchar eso no puedo evitar en entrar en cólera y repulsión por este ser ¿Por qué se cree superior siendo que es cuerpo de carne y hueso como nosotros? ¿Qué tiene en su cabeza para decir eso?
Con una fuerza sobrenatural, logro romper lo que él me ha puesto y finalmente alzos mis ojos hacia donde de está él y lo miro. Lo miro con desprecio, no entiendo como tiene ese pensamiento tan desagradable y horrible. El me sonríe con grandeza mi acto, al parecer ya sabe lo que diré.
—Yo puedo mirar a todos lomo quiera y cuando yo quiera.Tú ni nada me dirás que hacer.
—Una mortal bella y valiente—contra ataca él sorprendido— Es raro verte una por aquí. Bueno no sé si inteligente porque desgraciadamente estás en el lado aquivocado.
—Equvocado
Siento queApolo viene hacia mi con fuerza, creo que seria con esta la tercera vez que me quiera matar alguien durante el dia. Cierro los ojos pero KAl con un rapido movimiento lo impide.
—Tú y yo— espeta con rabia esta noche— Tú y yo sin mortales. Como dioses y seres divinos.
—Nuestras armas
—Nuestros ejercitos.
Anbos asistieron mirandose.
—Mañana será la lucha.
KAl me tomaa con fuerza y me aleja.
—Tienes que protegerte
—No, estaré contigo. Estamos juntos en esto.
—Esto es pelea de muerte. No quiero que mueras, aquí prácticamente puede pasar lo que sea.—Kal me mira fijamente a los ojos y noto la determinación en su voz— Pequeña sé que eres valiente y eso me encanta de ti. Pero en este minuto no puede estar aquí, es muy peligroso porque aquí te matarán por el simple hecho que eres mortal.—toma mi mano y la enlaza con la suya— Solamente te pido que estés en el apartamento, en un lugar seguro pero no aquí.
Me quedo callada en algunos momentos y veo que él finalmente tenía la razón. Podría arriesgar mi vida, la de mi familia.
—¿Entonces que hago?—
—Tendrás que esperarme. No será un tiempo largo ni corto. Pero en estos momentos solo queda eso. Esperar.—dice eso mientras abre portal hacia un nuevo un lugar— Tienes que estar tranquila.
(...)
Llegamos apartamento en absoluto silencio, supongo que estamos resignados a lo que viene ahora.
—Hoy será mi última noche, en este lugar. –susurra mientras ve la sala de estar— Quizá soltar esto va a ser difícil, porque no creí que lo haría.— rie por debajo— No pensé que en este lugar encontraría a una persona como tú. Que me enamorara de esta forma en la que la pasión llena mis pulmones.
Me giro a verlo a los ojos, sus ojos, dicen que la perdición en otro ser humano están en sus ojos, ni siquiera puedo saber cuándo siento las lágrimas aproximarse, cuando siento que el corazón va a estallar en mil pedazos, no quiero que se vaya.
—Hey mundanita, no llores—Suavemente mirándome como si fuera una obra esculpida, me quita las lágrimas que caen, una por una.— No te darás cuenta y estaré contigo. Lo prometo.
Las palabras que te dedica otra persona en un adiós, son importantes, al principio no creí que lo fueran a este punto, pero eso aumenta mi sensibilidad. Él se acerca a mí para rodearme con sus brazos, conteniéndome como si estuviera diciéndome que todo está bien, que todo siempre lo estará.
—Te prometo, que desde que empezamos a vivir juntos, aprendí a querer esas manías tuyas...locuras,...sueños...y miedos. Esa noche, cuando me contaste sobre su vida, me di cuenta que quería estar a tu lado, y probablemente suene cliché, pero haré todo lo que esté a mi alcance para estar a tu lado en cuanto antes, preciosa. —me dice como un susurro contra mi pelo, haciéndome cosquillas.
Me separo un poco de él, viendo como un brillo se ha instaurado en sus ojos, ni siquiera puedo hablar cuando ya nos estamos besando, sus labios contra los míos, chocando de manera lenta en un principio. Nuestras respiraciones mezcladas como si fueran una sonata.
En menos de lo que espero, nuestros cuerpos comienzan a moverse solos, yo camino de espalda hasta que llego a la pared, el me acorrala contra esta, giramos y el camina hacia atrás por el pasillo hasta llegar a la habitación. Mis manos se mueven desesperadas a su pelo, así como las de él se mueven a mi cadera, sujetándola con fuerza hasta que llegamos a la cama.
Ambos caemos, yo sobre el de manera en que está entre mis piernas. La desesperación pica bajo mis manos. Sus manos viajan ahora a mi trasero, sin pudor, como si me hubiera recorrido por completo mil y una veces.
—No tienes idea de lo mucho que me encantas. —declara con la voz completamente ronca.
—Mhm. —digo sobre sus labios y comenzando a mover mis caderas, haciendo así el roce de nuestros cuerpos evidente.
El sube sus manos de manera lenta y tortuosa por mi cuerpo, llegando a mi blusa, él la levanta acariciando mi abdomen con suavidad. Entonces, lo ayudo a sacármela, quedando en sujetador lo único que hago desde mi postura es ver sus ojos, que se tornan lujuriosos.
Pasa sus manos por mi cuerpo hasta llegar a mi cadera y sostenerme mientras me muevo. Yo bajo mis manos y saco su camiseta con rapidez haciendo que el en menos de cinco segundos vuelva a tener las manos sobre mí. Su mano se mueve peligrosamente hasta mi brazier y tal como un experto en ello lo tira lejos, dejándome al descubierto.
Él me toma con fuerza y me deja debajo de él cuando sus manos van a mis senos y comienza a dejar besos hasta llegar a mi vientre. Una de sus manos baja y yo me retuerzo cuando siento como está pasa por mi sexo y luego desabrochando el pantalón.
—Eres hermosa. Tienes que estar consciente de ello.—me dice separándose de mi para bajar y tirar mis pantalones al suelo. Él me recorre con la mirada y pasa una mano por mi mejilla apartando así un mechón que cae rebelde.
Su otra mano baja a jugar con el bordillo de mis bragas y el une nuestros labios en un beso cálido y desesperando. En esto siento como se despega su mano de mí y escucho el cierre de su pantalón, sintiendo como mi intimidad ruega por sentirlo.
El roza su miembro contra mí aún con la tela separando nuestras pieles y me estremezco con esto de una manera inhumana.
—por los dioses griegos.—digo en un susurro al sentirlo de esta manera.
—Shh. —dice calmándome mientras pone uno de sus dedos contra mi boca y la otra mano saca su bóxer mientras lo veo de reojo. Él juega con su miembro sobre mi entrada. Automáticamente me arqueo cerrando mis ojos y el se introduce en mi de apoco. Inevitablemente suelto un gemido y el pone su boca contra mi lóbulo mientras comienza a moverse.— Eso, bonita.
Sus palabras retumban en mi oído como música a la cual me encantaría escuchar el resto de mi vida.
Sus caderas se mueven aún más y esto me hace soltar un gemido en lo alto, que se escucha y retumba por toda la habitación. Llevo mis manos hasta su espalda y la rasguño con agresividad cuando una de sus manos va a acariciar mi clítoris de manera lenta, haciendo que mi vientre se contraiga.
Comienzo a mover mis caderas para que esté tenga más profundidad mientras que abro más mis piernas haciendo que él tenga más espacio.
—Kal...—susurro relamiendo mis labios, mientras que se comienza a escuchar el roce de nuestras pieles retumbar por toda la pieza. Sus labios van a mi cuello a succionar y a morder, haciéndome abrir los ojos de sobre manera.
Su pelvis se mueve de manera perfecta, en sincronía con mis caderas, que cada vez desean más, y antes de que pueda decir algo el acelera el ritmo mientras que una de sus manos falta en mi clitoris haciéndome soltar un quejido de necesidad, pero esta viaja directamente hasta uno de mis pezones y lo presiona y acaricia haciendo que mi interior se contraiga.
—Estás tan mojada.—susurra contra mi piel en un ronroneo mientras que el conecta mis ojos con los suyos.—Me estás volviendo loco.—aclara con la voz ronca y uniendo mis labios con los de él.
Yo incrusto mis uñas en modo de respuesta cuando saca su miembro de mí y vuelve a embestirme con fuerza, siento como si estuviera tocando el cielo mientras que el me embiste con fuerza, marcando mi cuerpo esta noche.
Me hace gemir una y otra vez con sus manos sobre mi cuerpo, mientras me penetra con fuerza. Mis uñas se clavan aún más sobre su piel, seguramente dejando roja su espalda.
Ambos nos movemos y en un movimiento quedo sobre él, moviéndome de arriba a abajo en círculos. Veo una sonrisa traviesa de su parte mientras que el presiona mi espalda para que mí, pecho quede contra el de él y unamos nuestros labios, mientras siento como comienzo a apretar su falo dentro de mi poco apoco, y al mismo tiempo sintiendo como el líquido caliente me cubre por completo ayudando a las oleadas de placer que llegan con más fuerza haciéndonos gemir a ambos, piel contra piel, sonido contra sonido, y creando arte hasta que caigo junto a él y el me acurruca contra su pecho dándome un beso en la frente.
Por todo los días y semanas que no actualicé, hice este capítulo con ayuda de una chica que es Varsjofn pásense en su novela que es realmente buena!
Gracias por su apoyo en verdad lo atesoro y me encanta.