Capítulo 33

907 107 13
                                    

Capítulo 33

Hace tiempo no sentía pánico o ansiedad de lo que iba a venir, pero hoy había llegado el día y todos esos horribles sentimientos con fuerza resurgieron. Con tantos problemas todavía no creía que podían aumentar, pero sí.

—Tranquila, estarás bien—Ammy me mira con ternura mientras me hace cariño en mi pelo para relajarme pero no se lograba nada.

No, no estaba bien. Siento como mi estómago se revuelve y las náuseas no cesan. Ya no sabía que pensar.

—No sé...tengo tanto miedo—susurro mientras algunas lágrimas brotan de mi cara.— Ya no sé qué hacer.

Ammy y mi abuela al ver mis repetidas náuseas y vómitos me empezaron a convencerme de hacerme exámenes y uno de ellos es de maternidad. Al principio me negué rotundamente, prácticamente era imposible que pasara, pero con el pasar de los días surgieron muchas dudas.

Y también surgió el miedo.

Por tal motivo ayer me dispuse a pedir una hora para ver que rayos me estaba pasando y terminar una vez por todas todos esos rumores y miedos.

Hoy era el examen de maternidad y mi miedo me mataba.

Ammy se ofreció a acompañarme y animarme. Agredecia eternamente tener amigas como ella

—¿Estas nerviosa?— me pregunta después de un rato mi amiga viéndome preocupada.

—No, absolutamente no es posible. – Miento mientras trato de leer una revista— Debo pensar eso.

—No tengo comentarios respecto a eso.—responde ella— Pero podemos ver el lado bueno, ahora podemos ver si los espermatozoides de Cupido son buenos y obviamente si son fértiles.

—Gracias por recordarme eso. No quiero pensar eso.—la veo estrechando mis ojos— ¿Recuerdas el día que murió mi abuelo y me dijiste que probablemente esté en una fiesta? Lo mismo me estás diciendo pero en otro contexto.

—Solamente te estoy dando mi apoyo moral y tú ni me lo agradeces. —reclama

—Ammy, me gustaría que tu apoyo moral fuera no sé....¡APOYO MORAL!

—Bueno ya, ya termino—dice molesta — pero lo disfrutaste ese día absolutamente bien. Debes admitir eso.

Niego con la cabeza buscando paciencia, menuda amiga loca que tengo yo.

—Emilie Jones —Una joven rubia aparece y me llama, Amy y yo levantamos la mirada. La curiosidad se acabará, pero el miedo a lo desconocido volvió.

Me paro lentamente, reconfirmo tengo miedo. Mis piernas llegan tiritar de el nerviosismo.

—Tranquila, estamos tu abuela y yo para todo. Te apoyaremos en todo.—Mi amiga me da un pequeño abrazo con una sonrisa. En respuesta de eso trato de sonreír agradeciéndole, pero solamente sale una especie de mueca rara..

Avanzo donde la mujer que me está esperando.

—Soy yo.

Ella al parecer analiza el miedo y me da una sincera sonrisa.

—Tranquila, haremos lo más rápido para que tengas todo los resultados.

Sonrío por cortesía, o hago una mueca.

—Gracias.

Ella ‎asienta y me hace entrar a una pequeña sala. En las paredes habían distintas fotos de bebes lo que más me hace entrar en pánico.

—El examen en fácil y sencillo solamente tienes que ingresar tu orina— Me indica un pequeño frasco de tapa roja.

No puedo evitar de abrir los ojos cuando notos lo pequeño que es el frasco.

¿Saben? Me gustaría ser hombre en estos momentos para no tener problemas en este examen. Porque incluir el contenido ahí será horrible.

—Tranquila, lo lograrás. Muchas lo hicieron y no serás la única.—me apoya la mujer— Tienes que ir al baño del rincón y hacerlo, después lo llevaremos al laboratorio.

¿Acaso estas niñas tenían la vejiga enana o cómo?

Asiento sin muchas ganas. Siento miedo, ansiedad y con esto del frasco....es un día bastante loco.

.

—Suerte—me dice la chica antes de cerrar la puerta.

(...)

Salgo de la sala con el alma en mis manos. Miro a Ammy que me sonríe suavemente dándome confianza, pero ambas tenemos dudas sobre esto.

Tengo miedo, tengo miedo de ser mamá, es un desafío gigante y más aun cuando no tengo a mi madre viva para ayudarme y aconsejarme. No sé cómo ser madre, ni tampoco sé cómo llegare a ser tan buena madre como mi abuela o mi misma mamá. Son muchos desafíos que vienen con la llegada de un bebé.

Lo único que sé que si llegaba a dar si, lo quería tener. Ya lo había decidido.

La espera es eterna, cada minuto que pasa es un sufrimiento para mis nervios. Tanto así que comienzo a sacarme pelo y llego a rezar para seguir teniendo y para que hablar de mi colón porque ya había muerto hace 5 minutos.

—Amiga, tranquila. Ya saldrán.

—Tranquila mi abuela, estoy que me muero.

En ese instante sale la misma mujer que me atendiendo junto a una hoja. Supongo que esa hoja definirá mi futuro.

—Aquí están los resultados de test de maternidad.—la chica avanza hacia mi y con una pequeña sonrisa me entrega la hoja doblada.

—¿Cuando hay de margen de error?—pregunto con esperanza.

—Es casi imposible que haya un margen de error. Porque se trabaja es un tes de laboratorio y es muy distinto que por ejemplo al test común. Aquí no hay errores, el test común si.

Miro el sobre y mis piernas tiemblan, tengo miedo de pronto.

Abro la carta.

—No puede ser.

En verdad, había ocurrido lo peor. Estaba embrazada.

Estaba embarazada de cupido.

—¿Qué sucede?—Ammy me mira con preocupación.

Ella sin pensarlo abre sus brazos hacia mí y me da un abrazo en el que empiezo a llorar. Lloraba de miedo, de rabia, de felicidad.

Tenía tanto que aprender. En estos últimos meses. Y no sé como.

—¿Cómo seré mamá? Si no sé nada—sollozo mientras lloro— Quiero tenerlo pero tengo terror.

—Nadie nace sabiendo ser mamá o papá. Absolutamente nadie— mi amiga dice con una sonrisa— Y mírate, mírame nuestros padres hicieron un gran trabajo con nosotras criándonos y salimos adelante. Eso indica mucho que serás una madre perfecta para este saltamontes.

—¿Y si me equivoco?

—Todos nos equivocamos, es la ciencia del ser humano. Pero de todos los errores se aprende. Tu hijo estará por un buen camino. Ten confianza en ti.

Sonrío. Pensándolo Ammy tiene mucha razón. Tengo que batallar y seguir luchando. Se me vienen muchas cosas, pero podré salir adelante. Por mí, por Kal, por ese bebe que está dentro de mí, tenía que luchar hasta lo último para asacar este pequeño adelante.

Instantemente toco mi vientre hasta que el momento era plano.

—Saldremos adelante pequeño.—susurro mientras mi amiga me mira orgullosa.

Camino lentamente a mi apartamento, absorta en mis pensamientos. Al momento que llego y abro la puerta me encuentro de la misma forma alguien que encontré a Cupido.

—Afrodita—digo sorprendida.


........................

¡Quiero escuchar (leer) sus reacciones!

Cupido, estás despedido #Wattys2019Where stories live. Discover now