Capítulo 35.
*POV Lauren*.
Sam: De acuerdo. Recuerda que quedarás descalificada si la golpeas en la garganta o en..
-Lo sé, lo sé.
Rodé los ojos, y es que ya quería salir allí, para poder sentir la adrenalina de dar el primer golpe.
Solté una bocanada de aire cuando me subí al cuadrilátero y pude ver a la que era mi contrincante.
La chica era pequeña, pero de igual manera estaba muy nerviosa, porque no había tocado ni una pizca de droga, y mi respiración tan acelerada me provocaba ansiedad.
Cuando el réferi dio comienzo al asalto, noté cuándo rápida era, y lo torpe que yo estaba reaccionando ante eso. Tal vez era por la necesidad de consumo que estaba teniendo.
La chica me golpeó una y otra vez. Tan rápido que yo ni siquiera pude detenerla, y acabé en el suelo.
-Maldición.
Miré a Lucy quien estaba parada a unos metros del cuadrilátero, moviendo sus labios articulando la palabra "Respira".
Asentí y volví a levantarme, esperando la señal del referí. Pero resultó conmigo nuevamente en el suelo por la rápida patada en el tobillo que la chica me dio.
La impotencia era tanta, y no por estar perdiendo. Sino por la verdadera necesidad y dependencia que tenía en estos momentos en cuanto a las drogas. Las necesitaba para esto.
Ya me sentía insuficiente e incapaz sin ellas.
El enojo fue tanto, que cuando el referí dio inicio al tercer round simplemente le di la patada más fuerte que pude justo en la cara. Derribándola, y logrando que la chica sangrara de la nariz, manchando sus manos. No, ella no me iba a volver a tocar con esas manos, que asco.
En el siguiente round volví a repetir la patada. Sin embargo, ella no cayó, pero quedó tambaleante. Por lo que pude derribarla sólo golpeando su mejilla.
Lucía agotada cuando volvió a levantarse, y yo totalmente agobiada por la ansiedad que estaba teniendo.
Lo daría todo por un poco de drogas en este momento.
Mis manos temblaban, y sólo por la necesidad de huir de ese lugar, golpeé a la chica una infinidad de veces, aún cuando cayó. La golpeé hasta que el referí y mi entrenador me alejaron de ella.
Bajé del cuadrilátero notando que me encontraba cojeando, y realmente no me importó. Corrí hasta el camarín y fui a mi bolso, sacando rápidamente una de mis pastillas. Tragándola como si mi vida dependiera de ello. Tristemente, era lo que estaba sucediendo en realidad.
Lucy: ¿Estás bien?
Dijo preocupada, entrando al camarín y acercándose con cuidado. Yo pudiendo guardar mis cosas sin que ella lo notara.
Asentí, ya más calmada y con la ansiedad abandonando mi cuerpo.
-Sólo.. me duele el tobillo.
Lucy: Ven aquí, te vendaré.
Se sentó luego de coger una venda del botiquín que estaba a un lado.
Me senté a su lado y le permití que me vendara.
Lucy: ¿Qué pasó allí arriba?
-Sé que lo hice mal. No estaba concentrada, es todo.
Ella iba a hablar nuevamente, pero mi entrenador entró al camarín también. Entregándome una botella de agua.
Sam: Descansa un poco. La siguiente pelea que viene es algo dura.
Lucy: Es Alexa.
-¿Qué? -alcé la voz, alejándome un poco de mi mejor amiga que ya había acabado de vendarme.- ¿Por qué la dejan volver a competir?
Sam: Tal vez no sepa perder, pero es buena.
-Es capaz de matarme.
Sam: Eres mejor que ella. Estarás bien, sólo recuerda lo fuerte y rápida que es. -me sonrió ligeramente.- Ya ganaste la primera. Tranquila.
Cuando Alexa subió al cuadrilátero supe que esto no iba a salir bien.
Yo ya me encontraba agotada, y ella demostraba cuántas ganas tenía de partirme la cara.
Tenía que hacer esto rápido y no permitirle que me tocara. Si lo hacía, acabaría conmigo en un pestañeo.
Cuando la pelea comenzó ambas nos tardamos en dar el primer golpe.
Ahí fue cuando sentí como los efectos de las drogas comenzaban a tomar mi cuerpo. Excelente.
A puño cerrado golpeé su cara, y di una fuerte patada a su abdomen, quitándole el equilibrio.
Me acerqué a ella y golpeé su rostro una infinidad de veces, mientras ella intentaba golpear mi abdomen, cosa que yo ni siquiera sentía.
El referí me dio el punto a mí, y eso la enfureció. A lo que yo sólo pude sonreí con suficiencia. Error.
Cuando el segundo round comenzó, ella fue tan rápida en darme una patada directo al pecho, haciéndome caer de espaldas y quitándome la respiración.
Ella ya había ganado con eso, pero volvió a darme una patada directo a mi garganta.
Me encontré mirando al techo del lugar, desesperada por un poco de aire entrara a mis pulmones.
Mi mejor amiga llegó a mi lado, sujetando mi rostro para que la mirara.
Lucy: Respira. -me levantó ligeramente entre sus brazos.- Respira.
Un ligero mareo me obligó a toser, y pude volver a respirar. Tomando conciencia de lo que estaba pasando.
Alexa había sido descalificada, y al parecer ni siquiera le importó.
Lucy: Eso es. -suspiró, al parecer igual o más aterrada que yo.- Estás toda sudada que asco.
Se alejó de mí tratando de sonreí, pero sin dejar lo afligida que estaba.
Al parecer Alexa sí era capaz de matarme.
*POV Camila*.
Alejandro: ¿Camila? -tocó la puerta de mi habitación, entrando con el teléfono de casa en su mano.- Es tu novia. Quiere hablar contigo. Me lo entregas en la mañana.
Me lo entregó, y me miró con sus ojos entrecerrados, yéndose de mi habitación.
Me acomodé mejor en mi cama y dejé mis cuadernos de la escuela a un lado.
-¿Hola?
Lauren: Hola, guapa.
-Hey.. -reí, sintiendo mi estómago revolverse con su voz.- Estoy castigada, amor.
Lauren: Lo sé. Tu padre me lo dijo cuando llamé. -rió.- Te quitaron tu celular.
-Sí, supongo que es mi merecido por una mala calificación. -rodé mis ojos.- ¿Cómo lograste que te dejara hablar conmigo?
Lauren: Vamos.. soy la mejor nuera del mundo, ¿Cómo iba a decirme que no?
Sonreí, y cubrí mi rostro con mi mano.
La extrañaba tanto, y eran tan raro, porque ella me hacía bien, y al mismo tiempo tan mal tenerla en mi vida. Pero no podía dejar de amarla.
Lauren: ¿Está todo bien?
-Sí. Te amo. -suspiré ya con un poco de melancolía.- Hablé con Lucy, respecto a lo que pasó hoy...
Lauren: No contaba con que te dijera lo que pasó con Alexa hoy.
-El punto es que tenía unas enormes ganas fe ir a Nueva York a abofetearte, porque sabes que no estoy para nada de acuerdo con esto. Pero estás haciendo algo que te gusta, y no puedo criticar eso. Sólo estoy asustada.
Lauren: No es malo estar asustada, yo lo estoy todo el tiempo.
-Pero tú eres la persona más fuerte que conozco. Sabes vivir con las cosas que han sucedido, dejaste las drogas, vives sola...
Lauren: Yo... -guardó silencio unos momentos.- No deberías estar asustada. Estoy bien.
-Lo sé, pero me aterra la idea de que pueda pasarte algo malo. Meterte en alguna pelea, que me digan que ya no estás, y es que todo te ocurre a ti, ¡Atraes los problemas, Lauren!
*POV Lauren*.
Camila: ¿Has pensado en tener sexo por teléfono o por video llamada?
Tosí con fuerza al escucharla decir eso de golpe, puesto que llevábamos horas hablando normalmente, y en ningún momento pensé íbamos a terminar hablando de esto.
-Vamos, Camz. -reí.- No es buena idea hablar de esto.
Camila: Pero que excitante.
Estaba sonrojada, y agradecí que no pudiera verme. No podía controlar lo nerviosa que me colocaba cada vez que se le diera la gana.
-Veremos qué hacer, ¿De acuerdo? -reí nuevamente cuando la escuché quejarse.- Ahora deberías ir a dormir.
Camila: Deberíamos ir a dormir. También vas a la escuela, Lauren. Bueno, al menos estás en una, a la que vas dos veces al año.
-No me regañes. Buenas noches, Camz.
Camila: Te amo. Adiós.
-Adiós...
Le sonreí al teléfono y lo dejé en mi mesa de noche. Tomando la bolsita que me acompañaba en cada momento últimamente.
Dejé lo que me quedaba de anfetaminas sobre la esquina de la mesa, y lo aspiré ya sin darme cuenta. Se había vuelto tan rutinario, que me aterraba.
Y me encantaba.