Perdóname, Amiga

By Finnale2412

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Jennifer Park y Nora Sanders han sido mejores amigas desde el último año de preparatoria, pero Nora no está c... More

Nota de la autora + Sinopsis
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Capítulo Final
Epílogo
Palabras de la autora
Capítulo Extra: El cumpleaños de Jenny
Recomendaciones

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By Finnale2412

—¡Buen trabajo a todos! —Por fin dan el aviso de que se ha acabado la clase hoy.

Mi vida estando en Japón ha sido... toda una experiencia. Es cierto, los primeros tres meses aquí fue difícil y llenos de trabajo. Como fotógrafa personal de Saiko, recorrimos casi todo el país. Sabía que, por parte de la familia de su madre, ella era una socialite, pero no fue hasta que estuve aquí que pude ver lo influyente que es su familia en Japón.

En cierto punto... me asustó un poco. Más cuando un día me llevó a conocer a su abuela y vaya que vive en una impresionante casa tradicional japonesa. También me sorprendió bastante escuchar que conoce perfectamente que su nieta es lesbiana. Pensé que sería más conservadora, pero es una gran mujer. La que no parecía muy contenta es la madre de Saiko, no la llegué a ver bien, pero lo poco que lo hice me di cuenta de ambas eran muy iguales: pelo negro, lacio y mirada fría.

Luego de esos meses de trabajo, octubre fue un mes que Saiko no se me despegaba ni un segundo. Ni tampoco salimos mucho de la cama (y no me quejo). Aunque nuestra luna de miel solo duró un poco hasta que ella tuvo que retomar su trabajo y viajar otra vez, esta vez a China. Me pidió que la acompañara, pero... estaba algo agotada de viajar y le pedí quedarme en Japón. Desde entonces, hablamos por Facebook y correo casi cada noche. Aunque hace un mes perdí mi contraseña de correo y no he podido entrar desde entonces.

El departamento de Saiko está en una zona adinerada de Tokio, cerca de la torre. Así que tengo una impresionante vista desde el amanecer hasta el anochecer. Recuerdo cómo me quedé con la boca abierta al ver el enorme armario que esta mujer tenía: vestidos, blusas, faldas, pantalones y accesorios como bolsas, joyas y sombreros. Además de la cantidad abismal de zapatos. Literalmente, era como si tuviera su propia tienda.

Si bien, el departamento es grande y lujoso, cada vez que llegó y me doy cuenta de solo estoy yo, siento la misma sensación de cuando vivía en Londres, antes de conocer a la Señorita Garner. Soledad y frío. Sé que Saiko vive para su trabajo y ella es muy feliz en un mundo lleno de cámaras y viajes, pero para mí es muy casado. No pude seguirle el ritmo y por eso me quedé, pero...

Sentirme sola de nuevo no era exactamente lo que tenía planeado.

Hay noches en las que tomo sola hasta caer mareada mientras doy vueltas por todo el departamento. Me carcome el sentimiento, había olvidado lo horrible de la soledad. Más cuando la comparo con la época en la que vía con... Nora.

Sí, hay muchas noches en la que vuelvo a pensar en ella. Incluso esos meses viajando con Saiko, no pude evitar pensar en su cabello rubio y sus ojos tan azules. A veces siento el impulso de llamarla o preguntarle a Thomas como está, pero no lo hago.

Me recuerdo que ella está con alguien más.

Y yo también.

Para mi suerte, no he pedido la cordura gracias al centro comunitario que está cerca de aquí y donde vive mucha gente extrajera. Me ofrecí como voluntaria para dar clases de fotografía y me siento contenta de al menos salir para algo útil.

Miro por la ventana, es un día nublado y frío. Claro, pronto se acerca el invierno y la época navideña. De hecho, ya hay muchos adornos y luces en las calles. Aquí es más un evento de parejas que algo familiar. Eso me recuerda el mensaje de Saiko de ayer en la mañana en el teléfono:

Jenny:

Voy a tomar el vuelo más próximo a Tokio y el resto del mes estaremos juntas. No más viajes, ni trabajo. Esta vez, hasta febrero.

Así que te veré en nuestro departamento.

Atte.: Saiko.

Saco mi teléfono y miro el mensaje de nuevo, me hace sentir aliviada. Sin embargo, la batería ya casi se acaba. Maldita sea. Mejor lo apago por ahora.

—Leí en las noticias que hoy será la primera nevada de diciembre. —Giro hacia un lado y me encuentro a la Señora Connor, una viejita que tiene 20 años viviendo en Japón.

—¿En serio? —Me preocupo —Espero que mi pareja llegué antes de que suceda. Los vuelos se retrasan por eso.

—Es cierto que las nevadas son terribles, pero también tienen algo bueno. —Sonríe—. Es bonito ver como empieza a caer la nieve en las calles.

—Eso es cierto, tiene su encanto.

—¿Sabes? Una amiga coreana me dijo una vez una leyenda que tienen por allá. Dicen que si vez la primera nevada junto a tu persona especial, significa que es amor verdadero. Tal vez... puedas verlo esta noche junto a tu pareja.

Eso suena tan romántico.

Me pregunto si eso podría pasar esta noche.

*****

En cuanto salgo del centro comunitario, voy al supermercado. Tenía la intención de comprar algo para preparar esta noche, pero no esperaba que hubiera tanta gente, pocas cosas y largas filas para llegar al cajero. Me está tomando más tiempo del que esperaba. Mientras estoy en la fila, frente al supermercado hay un letrero de una película.

Lo que recuerda a la vez que intenté ver una película de terror con Saiko un día que íbamos en el tren. Ella me dijo que no quería ver nada con gritos y sangre. Ella prefería ver una comedía en ese momento. Yo acepté, pero terminé decepcionada de tener que ver algo que no entendía muy bien. A Nora sí le gustaba ver las películas de terror conmigo.

No. No está bien compararlas.

Sin embargo, no puedo evitarlo.

Saiko cuida mucho lo que come, Nora no tanto. Saiko ama los días fríos, Nora los cálidos. Saiko usa ropas oscuras, Nora ropas claras. Saiko es muy... disciplinada, Nora es torpe. Saiko adora viajar, Nora es más de casa. Saiko odia estar en casa, Nora no.

Es curioso ver la forma en la que me he acostumbrado a vivir con Nora, que... deseo con todas mis ganas tener esa pequeña y simple vida hogareña.

Una vida tranquila... junto a la persona que amo.

*****

Luego de mi viaje al supermercado, el tráfico en la calle está horrible. Estoy en el camión y no siento que no avanza. También hay mucha gente de oficina subiendo para llegar a sus casas luego de un día laboral. Definitivamente, fue un buen momento para salir. (Sarcasmo)

La noche ya casi se hace presente, espero llegar pronto al departamento. Quiero preparar algo especial para Saiko. Quiero ver la nieve caer con ella.

Deseo llegar y tener la casa caliente y alegre. No el frío de siempre.

Me gustaría estar junto a ella...

Ella...

Me siento... tan mal.

Estoy tan sola... que solo quiero ver a alguien de nuevo.

Me gusta su sonrisa, sus ojos... azules... su cabello rubio y su piel tan suave...

Como me gustaría decirle que la amo una vez más...

Solo una vez más.

Aunque sé que es inútil.

Ella... es feliz ahora.

Mientras que yo... me siento tan rota y sola por dentro otra vez.

*****

Cuando finalmente llego a la calle donde está el edificio donde vivo, levanto la mirada hacia la ventana del departamento. Como ya es de noche, lo único que me ilumina al lado es el foco de la calle y para colmo, la temperatura ha bajado mucho. Mierda. Ya está encendida la luz, lo más probable es que Saiko esté ahí. Prendo mi teléfono para llamarle.

¿Qué?

¿Por qué hay tantas llamadas perdidas?

Unas son del teléfono de Saiko, pero... no reconozco el otro número. Por la clave, sé que vienen de Estados Unidos. ¿Serán mis padres? ¿O será...?

La curiosidad me gana y decido marcar el número. Inmediatamente, responde.

—¿Bueno? —pregunto con duda.

—¡Jenny! Gracias a Dios que has respondido mi correo.

Inmediatamente, reconozco esa voz masculina.

—¿Qué pasa, Thomas? —respondo—. Perdí la contraseña del correo hace un mes, así que no he podido responder por ahí.

—¿En serio? Pensé que me llamabas porque le te lo pedí por ahí.

—Como sea, ¿Por qué quieres hablar conmigo?

Hay un pequeño silencio antes de que él responda y su tono de voz cambia a uno mucho más serio.

—Tienes que regresar a Estados Unidos.

Un terrible escalofrío recorre mi cuerpo, no es por el frío que hace ahora.

—¿Por qué? —pregunto con cierto miedo.

Finalmente, Thomas responde.

—Jenny, Nora puede morir.

En cuanto dijo eso, dos cosas pasaron. La primera es que empezó a caer la nieve lentamente sobre mi ropa y cabello, además de la calle; y la segunda es que mi corazón se hundía en el suelo.

*****

No había subido el capitulo antes porque no me había convencido como quedó el primer resultado y volví a escribirlo. 

En fin, gracias por la paciencia una vez más.

Atte.: Finnale2412

P.D.: ¿Ya ha escuchado la playlist oficial? La puede encontrar en mis historias guardadas en Instagram en el apartado "Novelas" o en el link de mi bio aquí en Wattpad.

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