♠Cenicienta y los Cuatro Caba...

By AzraelBlake

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Midoriya Izuku a sus 17 años ha tenido una vida difícil desde la muerte de su madre, con la nueva pareja de s... More

Prologo
† Capitulo 1 † El Encuentro †
Capítulo 2: Decisiones
Capitulo 3: La cena, una Decisión, la Misión.
Capitulo 4: Reacciones, La mansión, Futuros problemas.
Capitulo 5: Preparativos. ¿Conociéndonos mejor? Parte 1
Capítulo 5.1: ¿Conociendonos mejor? Parte 2
Capitulo 6: ¡De compras! ¿Mentiras Piadosas? ¿Genuino Interés?
Capítulo 7: ¿La cena familiar? Conteo antes de la fiesta.
Capitulo 8: Sentimientos encontrados, Primer conteo antes de la fiesta...
Capítulo 9: Segundo Conteo antes de la fiesta. ¿Pensando en acercarme a tu lado?
Capitulo 10: Tercer conteo antes de la fiesta. ¡Las preparaciones!
Capitulo 11: De gala! ¿Problemas en la fiesta? -Primera parte-
Capitulo 12: De gala! ¿Problemas en la fiesta? -Segunda Parte-
Capitulo 14: Atisbo de problemas, ¿Confesiónes de por medio?
Capitulo 15: Visitas inesperadas, ¿El comienzo de los Planes?
Capitulo 16: Recordando el pasado. El nacimiento de un cálido sentimiento.
Capitulo 17: Fatídico Momento, ¿El comienzo de mas Problemas?
Especial Fragmentos Del Pasado.
Capitulo 18: Dolor, Recuerdo de un Pasado, El comienzo de los latidos.
Capitulo 19: Mentiras, ¿Un sentimiento renacido? El enfrentamiento.
Capitulo 20: La honestidad a veces duele más que una mentira
Capitulo 21: Los errores siempre dejan secuelas.
Capitulo 22: ¿Un nuevo comienzo? Recuerdos rezagados, Dolor Inesperado.
Capitulo 23: Mejores decisiones. El doloroso olvidó. ¿Un error fatal?
Esto No Es Un Capítulo XD
Capitulo 24: ¿El príncipe olvidado? Convivencia esperada. Regreso a mis raíces.
Capitulo 25: Momentos de convivencia. Decisiones futuras.
Capitulo 26: Remordimientos, Sentimientos Revividos.
Capitulo 27: Un Amor Con Espinas. El Comienzo De Conflictos
Capitulo 28: El Pasado De Shoto. Ideas De Un Paradero.
Capitulo 29: Una dolorosa verdad escondida.
Capitulo 30: La verdad siempre sale a la luz
Capitulo 31: Celos, Renuencia, ¿Decisión tomada?
Capitulo 32: Discusión. La Confesión.
Capitulo 33: Inicios Y Despedidas

Capítulo 13: Duras Decisiones, Verdades reveladas.

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By AzraelBlake

Sus manos se movieron con delicadeza sobre sus delgados brazos, Shinzou se sentía tan contento que no podía dejar de sonreír como un idiota enamorado al tener a su ángel en brazos. Izuku se había dormido en su regazo.

El calor que le proporcionaba su cuerpo era uno de los anhelos internos que mas deseaba. Y el pasar todo el resto de la noche abrazados era una de sus grandes fantasías hechas realidad, aunque no por el motivo que el quería, pero algo es algo.

Él deseaba proteger y cuidar al pequeño pecoso que se le había metido bajo la piel. Incluso cuando el no tenia nada al principio de su relación.

Todavía recordaba ese momento como si fuera ayer. Ese cálido momento que marco el comienzo de su enamoramiento por el peliverde cuando el tenia veinte años.

Flash Back
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Asistir a la preparatoria era un jodido dolor de cabeza. Las clases, los exámenes así como las notas todas debían de ser perfectas según su padre. Como lo odiaba a veces.

El viejo podía ser un dolor en el culo cuando se lo proponía. Era algo que para su desgracia también tenia como código genético en su aburrida personalidad. Era algo que no podía cambiar del todo.

Sus pasos lo llevaron detrás del gimnasio, ya que era el mejor lugar para leer sus llamativos libros. Quería ser un gran diseñador de modas, o un sastre especializado en ropa fina de la alta alcurnia. Habían tantas telas de diversos colores que se emocionaba internamente de solo pensar en poner sus manos sobre ellas y diseñar todo lo que se le viniera a la cabeza.

Incluso si estas no se vendían, el arte era algo que consideraba como propio, cada quien tenia su propio estilo. Y aun cuando el no vendiera nada, sus piezas las apreciaría pues fueron parte de su imaginación.

Siguió buscando un lugar donde sentarse hasta que escucho quejidos, parecían leves pero reconocía el dolor cuando lo escuchaba. Con su curiosidad nata avanzó hasta los sonidos y encontró una escena bastante mala ante sus ojos.

Tres chicos que al parecer eran de grados mayores golpeaban a un joven de cabello verdoso que gemía de dolor en el suelo hecho un ovillo. Las patadas, puñetazos así como palabras soeces que salían de la boca de sus agresores junto con burlas de por medio solo sacaban el llanto del pobre chico que estaba moreteado por todas partes.

Shinzuo nunca se considero un héroe, y tampoco quería empezar a serlo ahora. Ya que no era su problema iba a retirarse a buscar otro lugar hasta que la voz de uno de los abusivos soltó esas palabras.

— ¡Eres un puto marica! ¡Deberías estar muerto Midoriya!— le gritó mientras le pisaba la mano con su pie derecho, haciendo que el chico chillará de dolor tratando de zafar su mano. Aunque no lo lograba.

Hitoshi se quedo estático un momento. Ya había escuchado y leído sobre personas que tenían gustos peculiares y no por eso había notado que fueran diferentes, o debían de ser tratadas mal por sus gustos. Esos tres idiotas se estaban pasando.

Con molestia al pensar en meterse y defender al chico se acerco a los cuatro y carraspeo para llamar su atención.

Los tres agresores voltearon y lo vieron de mala manera.

—¿Que quieres ojeroso? — pregunto de forma mordaz uno de ellos, pero sin dejar de pisar la espalda del chico peliverde que se quejo al instante por el dolor.

—No te metas donde no te llaman — le dijo el otro a su lado, viéndolo amenazadoramente.

Dando advertencia de que si se metía también recibiría una paliza.

Shinzou noto como el ultimo de ellos no mencionaba nada al respecto. Solo lo observaba detenidamente. Así que pensó en que ese era el líder de los otros dos idiotas.

Con paso decidido y ya mandando a volar su hora para leer, se acercó lo suficiente y los miro serio. Su violeta mirada matándolos con ese aire característico de "te pateare el culo" .

— Escuchen no se que pasa aquí ni porque están golpeando a ese niño pero las reglas dicen que los abusos están prohibidos en la escuela, así que sino quieren tener problemas les recomiendo que se vayan ahora — exigió sin vacilar mostrando la seguridad característica de su persona.

Los tres lo quedaron viendo como si le hubiera salido una segunda cabeza  y sin previo aviso se tiraron una carcajada de burla.

— Escucha ojeroso, si te quieres hacer el héroe vete de paseo que no nos vamos a ir y dejar a nuestro juguete sólo — respondió uno de ellos con tono altanero.

—Si tanto te molesta voltea la vista y busca que hacer, sino atente a las consecuencias...— mencionó el segundo con tono de advertencia.

Shinzuo suspiro.

¿Porque siempre lo tenían que hacer a la mala?

Quería evitar pelear pero al parecer la suerte no estaba de su lado. Así que soltando el aire de frustración acumulado en sus pulmones se posiciono para defenderse y de paso darles una paliza.

Reviso sus suelas y noto que estaban en el mismo nivel que el suyo. No sería mucho problema entonces.

Dos de ellos se lanzaron hacia él buscando como derribarlo. Pero el pelimorado fue mas rápido y agarro al primero del brazo y se lo doblo en una llave experta para luego tirarlo al piso y dejarlo sin aire.

El chico se quejo y aprovechó a que el otro se había parado por la impresión y le dio un puñetazo de lleno en la nariz quebrándole el tabique, y este soltando una maldición. La sangre salia por las fosas nasales del rubio que con los ojos llorosos no lo pensó dos veces antes de salir corriendo a la enfermería a atenderse.

Shinzou agito la muñeca de su brazo tratando de que el leve dolor se fuera. Quebrar una nariz no era una buena señal para su nota de conducta, pero bueno era un pequeño precio a pagar por salvar a un kuohai que estaba en aprietos.

El ultimo de los tres ni siquiera se molesto en ponerse en guardia. Paso a su lado y con una sonrisa maliciosa se fue del lugar dejándolo solo con el chico que aun seguía en el piso adolorido.

Hitoshi se acercó hasta quedar en cuclillas y revisar las heridas del chico. Sus ojos estaban cerrados y los apretaba fuertemente, al parecer no se había dado cuenta que sus agresores ya se habían ido dejándolo.

Le dio lastima ver como su blanca piel ahora portaba diversos morados unos mas oscuros que otros, así como en tonos azules y verdosos. Con delicadeza le toco el hombro y el chico salto asustado en su lugar.

—Oye esos idiotas ya se fueron — le dijo con la voz mas calmada y serena que pudo emitir.

El peliverde abrió los ojos que aún se le escapaban las lágrimas y lo miro con esas hermosas joyas verdosas que Shinzou sintió como su respiración se atascaba y su corazón empezaba a bombear con mas rapidez en su pecho.

¡Por un carajo sus ojos eran hermosos!

Trató de no pensar en tonterías y ayudar al chico a que se levantara, pero cuando lo intento las piernas le fallaron e iba a caer de lleno al piso, pero Hitoshi fue mas rápido y lo atrapo de la cintura antes de que cayera lastimándose mas en el proceso.

—¿Te duele mucho? ¿Puedes caminar?— indagó revisándolo de arriba abajo buscando posibles torceduras.

El peliverde negó levemente mientras la timidez se apoderaba de su rostro poniéndoselo rojo en el acto, el pelimorado suspiro. Ok eso no lo hacia siempre pero ya que era una emergencia no tuvo mas opción.

Lo tomo en brazos estilo princesa y lo cargo como si no pesara nada. El chico chillo asustado pero esté lo calmo diciéndole que solo lo llevaría a la enfermería. El peliverde asintió, aún asustado en sus brazos mientras temblaba como un pequeño animal herido.

Shinzou quiso matar a esos imbéciles. ¿Porque se ensañaban con el joven si era adorable?

Aun no podía quitarse de la cabeza esos hermosos orbes que lo miraron asustado pero con la clara intención de pedirle ayuda. Cosa que no le negó.

Sus pasos lo llevaron hasta la enfermería. Gracias a dios que todos estaban en sus salones de clases y no había nadie en los pasillos. Al llegar una ancianita salio de entre las cortinas y los miro sorprendida.

Se acercó a ambos mientras Shinzou depositaba su pequeña carga en una camilla vacía con mucho cuidado.

La anciana diviso al joven y se asustó de ver su estado tan golpeado. Pidiendo explicaciones, Shinzou no tuvo mas opción que decirle lo que paso, a lo que ella contestó que hablaría con el director para que los responsables fueran castigados a como se debía.

Con su mente mas tranquila y ya el joven en la camilla decidió irse. No había podido leer su libro, pero una buena acción nunca mató a nadie.

Cuando ya se iba el peliverde lo detuvo jalando su camisa y viéndolo con esos bellos ojos llenos de lágrimas. ¿Algo andaba mal?

—¿Sucede algo?—preguntó dudoso al ver el fuerte agarre del peliverde en su prenda.

El joven no supo que decir. Así que abrió la boca y dijo lo primero que se le vino a la mente.

—Yo...no me presente...gracias... Soy Midoriya Izuku... Otra vez gracias por salvarme...— musitó baja mente y con las mejillas rojas por la vergüenza.

Shinzou sonrió levemente. *Así que también puede sonreír de esa manera...* pensó con algo de diversión y curiosidad.

Le tendió la mano en gesto amistoso e Izuku acepto dándole la suya.

—Hitoshi Shinzou, un placer también Izuku, — apretó su agarre pero sin lastimarlo, dándole ánimos y fuerzas —Espero te mejores, cuidate — le dijo soltándose y despidiéndose mientras caminaba hasta la puerta para salir.

Izuku sintió pánico. Era la primera vez que alguien se preocupaba genuinamente por él y se sintió realmente feliz de que Hitoshi lo ayudará.

*¡No dejes que se vaya!* le grito su mente desesperada.

Trato de levantarse pero su cuerpo estaba anestesiado de cierta forma así que no tenia tanta movilidad.

Así que opto por lo único que le quedaba, su voz.

—Hitoshi-san... ¿podemos vernos de nuevo?— le preguntó antes de que el pelimorado saliera por la puerta, logrando que se volteara para verlo directamente.

Le sonrió de forma cálida y asintió.

—En otro momento cuando te recuperes ven a verme si quieres, siempre estoy en los lugares solitarios y tranquilos... Cuidate Izuku...— dijo antes de irse y cerrar nuevamente la puerta.

Izuku sonrió. Su sonrisa tan brillante ilumino su rostro por la alegría de saber que alguien no lo despreciaba por lo que era. Ya que estaba seguro de que Hitoshi sabia de los rumores que circulaban alrededor de él. Se deprimió levemente pero no dejo que eso lo doblegara.

Había encontrado un amigo. Debía de esforzarse por mantenerlo.

Por primera vez en su vida estudiantil se sintió contento y apreciado.

Fin del Flash Back
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Se removió en su lugar tratando de buscar una nueva posición para dormir, pero la conciencia poco a poco lo alejaba de ese hermoso lugar donde podía escapar de sus pesadillas y sentir que era libre, demostrar todo lo que sentía sin que nadie lo juzgara y de paso lograr todas sus metas en la vida.

Abrió lentamente los ojos tratando de acostumbrarse a la luz y cuando ya pudo ver perfectamente subió la cabeza y noto la posición en la que se encontraba.

La vergüenza comenzó a colarse en su cuerpo y la manera mas obvia de demostrarlo fue su rostro, poco a poco el rojo apareció en toda su cara y se tapó con las manos completamente avergonzado.

¿Porque siempre tenia que pasarle alguna cagada?

Parece que la vida lo odiaba porque realmente se sentía como un aprovechado en ese momento. No quería ser así, lo intentaba siempre tratando de ser una buena persona y haciendo buenas acciones, su madre siempre le decía que las buenas acciones traían mas buenas acciones, que te hacían sentir feliz y realizado, ella no se equivocaba, pero últimamente tenia una racha de mala suerte que pensó que realmente algo conspiraba con el universo para hacerlo infeliz.

La mirada comprensiva de Shinzou y su cálido tacto le dieron la bienvenida a como siempre hacia cuando él se encontraba mal. Su único mejor amigo y confidente del cual le debía sus mejores sonrisas y divertidos momentos.

Paso sus delgados brazos por la espalda de Hitoshi y lo abrazo con algo de fuerza.

—¿Que sucedió esta vez Izuku? Te mirabas bastante mal, me asuste al encontrarte con esa expresión tan vacía en el rostro, ¿podrías contarme?— le pidió subiéndole el mentón para demostrarle cuan preocupado se encontraba. Sus violáceos ojos demostrando un sin fin de dudas.

Las ultimas horas habian sido las mejores de su vida, pero no lo diría en voz alta ya que seria algo penoso. Pero también admitía que se moría por saber porque su amado ángel apareció llorando bajo la lluvia y con esos ánimos por los suelos. Y solo él y nada mas que él podían darle la respuesta.

Se centro en Izuku que aparto levemente su rostro del tacto de esté, tenía miedo de decirle todo lo que había pasado, ¿que pensaría de él al contarle sobre todos esos sucesos?

¿Se molestaría, seguirían siendo amigos luego de que le confesara todo lo que paso, le perdonaría por haber ido a su casa en medio de la noche pues no tenia a donde ir?

Esas y mas preguntas se agaloparon en su mente mandandole claras señales de advertencia y peligro. Pero al ver la devota mirada de Hitoshi no pudo negarse.

El hombre era su mejor amigo. Ya habían pasado por cosas como estas, y si él no hablaba tarde o temprano el pelimorado se daría cuenta, aunque no sabia como, pero lo hacia.

Suspiro cansado y un poco triste. Recordar lo que paso la noche anterior no era algo agradable.

—Fui a la fiesta de UA Corp. Y pasaron muchas cosas buenas y malas, yo no se si deba volver a la mansión Yuuei, — le miro asustado y nervioso mientras mordía su labio inferior por lo que pensaba era la mejor solución.

—¿Que piensas que debo hacer Shin? Tengo miedo...— le confesó pegándose mas a su torso y esté moviendo su mano acariciando nuevamente su brazo, dándole ese apoyo que necesitaba en ese momento.

Shinzou lo pensó detenidamente.
¿Que debería de decirle?

Desde que Izuku comenzo a trabajar en esa mansión solo cosas malas le habían pasado, el peliverde le había comentado la extraña aficción de Aizawa Eijirou por él, además de que el cantante Shoto ahora hablaba mas con Izuku, de paso que el tal Aizawa Katsuki le despreciaba de cierta forma porque pensaba que tenia una relación amorosa con el pelirrojo.

Todas y cada una de esas cosas habían estado pasando en esa dichosa mansión, lo cual le daban mala espina, ¿A que estaba jugando el presidente de UA Corp?

¿Que queria de Izuku exactamente?

Las dudas comenzando a aparecer y un mal presentimiento asentándose en su corazón.

—¿Shin pasa algo malo?—preguntó el chico que lo miraba atentamente esperando la respuesta a su pregunta.

Esos ojos verdes tan puros que le hacían perderse en un mar de sensaciones.

*Centrate Shinzou, deja de pensar en otras cosas, no es el momento...* se recrimino rápidamente.

Era casi inevitable no notar lo hermoso que era Izuku. Tenia que hacer un esfuerzo sobrehumano para no abalanzarse sobre él y besarlo hasta cansarse.

Los años de entrenamiento de su auto control por lo menos le estaban dando frutos.

—Creo que el que trabajes en esa mansión no es tan buena idea, — respondió con tono serio y pensativo — Tienes mas problemas que ventajas, no quiero que te sigan molestando ese tipo de comentarios que mencionaste la otra vez que hablamos, no soportaría que te lastimaran y no poder estar a tu lado para ayudarte...— finalizo diciendo mientras apartaba su cara a otro lado para que Izuku no viera el sonrojo que trataba de ocultar.

¡Joder casi se le estaba confesando con esas palabras! Debía de tener mas cuidado al dar su sincera opinión.

Izuku le miro algo apenado. No quería ser una molestia para Shinzou, pero ya no sabia que mas hacer. ¿Deberia volver y seguir lidiando con el acoso de Eijirou, las palabras soeces de Katsuki y la misión que le dieron? Ahora lo veía como algo casi imposible de realizar.

Era mas probable que Shoto aceptara comer con él, pero dudaba de que los otros dos se soportaran lo suficiente como para hacer ese cometido.

Exhalo el aire que estaba conteniendo.

Ya no debía de preocupar más a su amigo. Debería de estar agradecido de tenerlo cerca y de que lo apoyara. Shin era como su ángel guardián, siempre cuidándolo desde las sombras.

Sonrió levemente a lo que Hitoshi inclino la cabeza tratando de adivinar que pensaba el pecoso.

—Ya tome mi decisión, — le dijo mas seguro de si mismo — Volveré y cumpliré la misión, di mi palabra y soy alguien que siempre trata de cumplir lo que promete, así como prometí estar a tu lado cuando me necesites también — afirmó sonriendole.

La clara respuesta de Izuku le saco una leve sonrisa sincera. El chico no dejaba de sorprenderlo, pues ¿De donde sacaba esa enorme fuerza de voluntad y responsabilidad?

No podía creer que en su pequeño cuerpo formara tanta fuerza para poder usarla en el mundo exterior. Midoriya Izuku en realidad era alguien increíble, eso es lo que pensó.

—Si eso quieres esta bien Izuku — movió su mano hasta su mejilla y le acaricio con ternura, amaba poder tocarlo aunque sea levemente, era lo mas lejos que iría.

—Tienes mi apoyo incondicional, si algo pasa luego entonces solo me llamas y dejas todo botado, yo siempre te recibire, mi casa es tu casa también...— agregó sonriendole.

Midoriya no cabía en la felicidad. Le abrazo con fuerza agradeciendo su total apoyo. Se levanto luego para poder cambiarse e irse a la mansión, pues todavía estaba en horas labores, aunque ya fueran dando las diez de la mañana del día siguiente.

Había olvidado su celular y no recordó encenderlo, así que lo busco y lo encontró encima de la mesilla de la sala donde ambos habían compartido mas de alguna comida. Al encenderlo de inmediato le llegaron los mensajes de muchas llamadas pérdidas, la gran mayoría de Iida-san.

Una de Shinzou y otra de... No no podía ser...

—Monoma me llamo...— dijo algo asustado de lo que su hermano podría decirle. No le había mencionado nada de ese pequeño asunto a Shinzou, ya que no quería que el pelimorado se enfadara.

Era capaz de cualquier cosa cuando salia el Hitoshi molesto. Ya lo había comprobado.

— ¿Tu hermanastro? — se acerco lo suficiente para ver la pantalla y noto que tenia dos llamadas pérdidas, él no lo conocía, pero según Izuku y lo que le había contado de Monoma Neito, es que era un imbécil de primera y de paso un completo pendejo.

Esa fue la resolución a la que llego.

—Debo irme Shin, —le dijo tomando su saco que había quedado en una silla secándose. Se lo puso rápidamente y abrazo a Hitoshi a lo que este le correspondió, luego beso su mejilla derecha y se fue diciéndole un adiós.

—Llamame cuando llegues...— le pidió, a lo que Midoriya aceptó con un gesto alegre cerrando la puerta tras de si.

El pelimorado expulso el aire que estaba conteniendo, sacando sus mas grandes frustraciones. Algo malo es lo que presentía, debía de estar listo para cuando eso pasara. El futuro de Izuku estaba en juego, de eso estaba completamente seguro...

Con ese pensamiento se dirigió a bañarse, tenia que trabajar y ese día seria ajetreado, con la pereza que se cargaba y un leve dolor de espalda entro al baño a asearse.

Lo único que no podía hacer era quejarse. Había sido una buena noche...

Una noche especial que guardaría en su baúl mental de momentos con Izuku. Algo que jamas olvidaba y apreciaba de todo corazón.

Ese era su único consuelo.

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Tenya había ido a la casa de Izuku a primera hora de la mañana. La sorpresa de saber que el peliverde tenia familia por lo menos la mitad de ella lo dejo algo confundido y pensante.

¿Que le pasaba a su madrastra y hermanastro?

Al haber pisado esa casa pudo notar de primera mano que el pobre chico había tenido una vida sumamente dura desde que averiguó que su verdadera madre falleció joven y que su padre nunca estaba en casa. De paso la persona que se debería encargar de cuidarlo no lo hacía y mas bien lo maltrataba.

Lo había escuchado de los vecinos que gustosos contaron verdades sobre lo que pasaba en esas cuatro paredes.

Era una verdadera lastima. Ya que él no se enojaba fácilmente, pero al haber escuchado todo lo ocurrido así como el mismo trato de parte de los inquilinos supo que había hecho bien en contactar con el peliverde. Se merecía mas que esa dura vida que le había tocado vivir.

Cuando llego a la casa y ordeno a la mujer que le diera las cosas de Midoriya, esta se envalento de que llamaría a la policía. Tuvo que presentar su identificación y solo así lo dejo entrar, eso realmente no era un buen comienzo, luego tuvo la desdicha de encontrarse al joven rubio que había visto de lejos en la fiesta y que había golpeado a Midoriya en la mejilla.

Si Shoto no lo hubiera detenido, ese incidente hubiera pasado a algo mucho peor. Internamente se lo agradecía al bicolor.

—Me llevare todas las cosas de Midoriya Izuku, son ordenes del presidente de UA Corp— menciono con tono frío y algo indiferente.

No quería permanecer mucho tiempo en esa casa, el ambiente era algo asfixiante.

La mujer lo guió hasta la parte trasera donde estaba el cuarto de lavabo. Le enseño unas bolsas en el suelo y le dijo que eran todas las pertenencias del peliverde.

Tenya solo asintió y las tomo revisando brevemente el contenido. Aun con la dura mirada de la mujer en su espalda.

Cuando recogió todo lo mas rápido que pudo se levanto y con una reverencia salio del cuarto dirigiéndose a la puerta.

La mujer con mirada altanera y una lengua afilada le preguntó que tenia que ver con Izuku el presidente de UA Corp.

Tenya no sabia que la madrastra no supiera nada del asunto. Así que opto solo por darle una breve información sobre ello.

—Midoriya Izuku trabaja con nosotros en la mansión Yuuei, de ahí no puedo contarle mas detalles ya que es parte del contrato, y la confidencialidad con el cliente, si me disculpa me retiró, gracias por su cooperación...—

Kaede chillo con enojo por escuchar que su estúpido hijastro se encontraba en Yuuei, la famosa mansión que era inalcanzable para cualquier que deseara visitarla. Era como una tierra santa para los de estatus social medio.

No entendía como era que el mocoso había llegado a entrar. Pero algo que si sabia es que seguro fue por alguna mentira de por medio, el maldito mocoso era experto en mentir. Eso lo sabia de primera mano.

—¡Neito ven aquí!— le gritó a su hijo, a lo que el rubio apareció tras la puerta con una mascarilla verde en su rostro y un gorro que mantenía su cabello en un solo lugar.

—¡Que pasa mama!— respondió molesto de ser llamado, no le gustaba que lo interrumpieran cuando estaba en su momento de belleza.

Kaede rodó los ojos sin darle importancia a la rabieta de su hijo.

—¿Sabías que Izuku vive en la mansión Yuuei?— fue directa con su pregunta.

El vaso que contenía la mascarilla cayo al suelo estrepitosamente rompiéndose en diversos pedazos y la desencajada boca de Neito le respondió su pregunta.

—Hace unos minutos vino el secretario del presidente de UA Corp a traer las ropas harapientas de Izuku y se las llevo, el mocoso vive en la mansión con los sobrinos del presidente, — se mordió el labio hasta que se sacó sangre levemente, — No entiendo como llego hasta ahí, pero lo averiguare, ¡esto su padre lo tendrá que saber!— dijo con malicia.

Si Izuku pensaba que se salvaría por estar lejos de ellos, estaba muy equivocado. Ella se encargaría de que ambos, padre e hijo se reunieran, conocía el deseo del peliverde en que su padre le prestara atención, y aunque su plan de acrecentar las dudas de su marido en que Izuku no era su hijo había salido a la perfección, era solo otra pieza que usar.

—¿Que planeas mamá?— indagó el rubio mientras recogía los trozos del vaso quebrado y el enojo se mostraba en sus violacios ojos. Se sentía como un estúpido, mientras que el peliverde se daba la gran vida en la mansión ellos tenían que trabajar duramente para poder comer.

¡Eso no se iba a quedar así!

—Creo que es hora de que Yagi se encuentre con su amado hijo, ¿no te parece?— le dijo con un rostro de malicia mezclado con cierto asco.

Recordar como Yagi defendía a su hijo cuando la conoció le daban arcadas, luego de un tiempo pudo poner de su lado al rubio mayor sin que este se diera cuenta. Todo era el poder de la persuasión.

Los años se encargaron de eso, hasta que Toshinori poco a poco fue negándole su ansiado cariño a su hijo, que en realidad si compartían sangre, pero que gracias a su ingenio y un contacto en particular pudo sacar el examen de ADN falso y mostrárselo a Yagi.

Desde entonces todo fue viento en popa. El desprecio, la amargura y el desamor del padre para con su hijo. Nunca pensó que su marido fuera tan estúpido, a veces lo agradecía.

—Le haremos una visita a Izuku en la mansión, —respondio segura de su decisión —De todas formas yo soy su madre ahora, no me negaran la entrada, ¿cierto?—

—Muy cierto madre, muy cierto...— fue la respuesta cómplice cuando ambos rieron por su malvado plan.

Solo era cuestión de tiempo para que Izuku se quebrara. ¿Y que mejor instrumento que su amado padre?

Oh si... Kaede ya tenia todo un plan en mente.

Ella iba a hacer lo que debía de hacer...

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Hola hola mis niños bellos! Como están?

Aquí la continuación de este fic exótico, y mas dramático que ninguno! XD aclaró que Hitoshi tiene 23 añitos en este fic, si así como lo leen xD es mas mayorcito que bebe Izuku pero ya saben porque lo cuida tanto, tienen una historia juntos y por eso lo protege, aunque claro sus sentimientos también tienen parte en ello :D

No lo había puesto antes pues quería que fuera una sorpresa. Y creanlo hay muchas mas que ustedes diran: ¡Esa no me la vi venir! Jajaja

Y me disculpó por la espera, es que mi cel murió y ya no tengo como publicar pues el que tengo ahora solo me sirve para llamar xD entiendan mi pobreza, lamento la tardanza, no me maten onegai...!!!

Ahora las preguntas pendejas!

¿Les gusto ver un poco del pasado de nuestro cuarto príncipe Hitoshi Shinzou, con nuestro lindo peliverde?

¿Creen que el plan de los dos locos, Kaede y Neito funcione? :P

¿Podra aguantar Izuku todos los problemas venideros en la mansión, en los próximos capítulos?

¿Creen que Neito también merece ser feliz en algún momento de la historia?

Bueno con esto me despido. Si tienen preguntas, dudas o alguna cosa sea buena o mala me la pueden dejar en mi tablero o por mensaje, siempre leo todo lo que publican, ya que los amo no puedo dejar de hacerlo xD

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Avances del próximo capítulo:

—Izuku me tenias preocupado, ¿donde estabas?— pregunto con tono acusatorio el pelirrojo que estaba mas que alterado al no encontrar a su conejito en la mansión cuando regreso de la fiesta.

El solo hecho de que lo haya dejado plantado cuando fue a buscar su auto le enojo, pero no sabia porque no había regresado, estuvo toda la noche en vela.

Casi le daba un paro cardiaco por la sorpresa.
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—¡Bueno aquí estamos!— le dijo Kaede a su hijo al ver la enorme mansión frente a ellos. Suspiraron emocionados al ver los lujos de esta y la hermosa vista que daba desde la colina en la que se encontraban.

—¡Madre es hora de que el plan comience!— le dijo su hijo agarrándole la mano y llevándola hasta la entrada donde los guardias cuidaban la puerta.

Unos pasos acercándose se escucharon y una voz conocida les hablo llamando su atención.

—¿Que hacen ustedes aquí?— preguntó con tono serio y acusatorio. Nadie podría entrar en Yuuei sin invitación o el permiso del presidente o suyo, ya que era el encargado.

Y al ver a ambos parados ahí campantemente se molesto porque se tomaran esas libertades.

Le debían una explicación antes de sacarlos a ambos de ahí , a rastras de ser necesario...

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Bueno me despido besos y abrazos!
Los amodoro!

★Azrael Fuera★


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