En toda su joven e inexperta vida no hubo nada que deseara en ese momento más que tener alas o una velocidad sobrehumana para poder acelerar su paso, internamente lo pidió a los dioses como un gesto inocente y lleno de emoción. Consigo traía el mayor mensaje y el más importante que daría en toda su existencia que, de poder hacerlo lo antes posible no le importaría morir después de informarlo.
—Han llegado noticias del frente de batalla —La voz de uno de los guardias del recinto anunció la presencia de un joven mensajero, bajo la atenta mirada de Lan Qiren postrado en un trono ajeno a su posición y tomándola sólo temporalmente. El guardia escuchó la orden y pronto abrió las puertas a su mensajero.
—¡Mil años!* —A su llegada y con falta de aire el hombre se arrodilló frente a su emperador, rindió sus respetos conforme tomaba algo de aire por su carrera. —Este súbdito trae noticias del primer príncipe heredero a su alteza imperial
—Habla —Con una clara orden, Lan Qiren acarició su larga barba, la impaciencia no se mostró en su rostro, nada más que un solemne temple.
—Nuestro ejército junto con el primer príncipe liderando logramos vencer a las tropas que intentaban ingresar al reino desde la entrada sur, sus tropas quedaron reducidas a nada y solo una cuarta parte de las nuestras perecieron
Las buenas noticias fueron bien recibidas en el palacio, tanto guardias como eunucos presentes guardaron sus exclamaciones de alegría por respeto al emperador quien solo mostró una amplia sonrisa de orgullo hacia su sobrino mayor.
La región de Gusu no seria fácilmente invadida por ningún otro reino, incluso si atacaban en todas direcciones no caerían contra un imperio tan bárbaro como QishanWen.
—¡Mil años! ¡Mil años! —Inesperadamente la llegada de otro mensajero trajo sorpresa al emperador en turno, con una imagen menos presentable para su alteza y con una mayor prisa para hablar. El hombre dio algunos pasos al frente del salón arrodillándose a lado de su compañero exhaló una gran cantidad de aire y expulsó en el proceso en medio de una tos un manchón de sangre. No hubo tiempo para tratar sus heridas, la vida de aquel soldado no valdría más que para trasmitir su mensaje.
—Este humilde soldado trae noticias de su alteza, el segundo príncipe —Con el tiempo jugando en su contra no esperó las palabras de su majestad para proseguir—. Su alteza logró detener a las tropas del lado oeste lideradas por el propio emperador de Yunmeng, este súbdito asegura que nadie quedó con vida más que el segundo príncipe y lejos de todo pronóstico el fuego cesó entre ellos... Lo que más anhelaba su alteza imperial se está cumpliendo ahora, el cese a la masacre y el rompimiento del pacto entre Yunmeng y QishanWen
—¿Donde esta el segundo príncipe ahora? —Lan Qiren por primera vez expresó consternación.
—Este súbdito solo pudo verlo ingresar en el territorio de Yunmeng antes de recibir la orden de mensajero, también se me dio la información que se negociaría por una noche y medio dia, después de la tercera noche sin haber noticias de su majestad significaría que las negociaciones no dieron frutos... —No necesitó terminar su discurso, el emperador sabría que después del tiempo estimado sin noticias de su sobrino solo podía significar la muerte de este en manos del reino Yunmeng. Su acción fue extremadamente peligrosa al convertirse en alguna clase de mediador cuando su tarea principal fue solo derrotar a una parte de las tropas enemigas. Sin embargo, nadie previno la aparición de Jiang Cheng para complicarlo todo.
Dejando de lado cualquier tipo de sentimentalismo, aquel movimiento fue necesario. Con Qishan atacando desde el lado sur no podrían seguir dividiendo sus fuerzas en dos y defender el lado oeste por mucho tiempo. El único inconveniente fue el resentimiento del segundo príncipe ante aquel reino, un rencor de una guerra pasada en manos de quien se convertiría en su enemiga jurada. Lan Qiren temió que en el instante en el que su sobrino viera aquella mujer dejaría cualquier intención de paz entre ambos reinos solo para matarla.
Y no estuvo lejos de equivocarse.
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Notas finales: Mil años* es el equivalente a "Larga vida al rey" pero en chino y más cool (?)
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