He llegado al límite de capítulos permitidos en un libro así que para seguir abriré otro que será la segunda parte de este proyecto denominado "mil y un poemas en silencio"
Les dejo el último capítulo que es una carta.
A ti , mujer .
Te escribo con la esperanza de que algún día, me leas los ojos, los labios, el alma y también esta carta.
Quiero decirte que aunque tenga un pasado considerable, quizá la vida me preparó para que cuando te conozca o te vuelva a ver, sepa: "cómo hacer feliz a una sola mujer por el resto de mis días"
Despertarte con un beso o contemplarte mientras duermes y disfrutar de tu suave respiro, tu cabello desgreñado y tu aliento algo soñoliento. No pretendo que madrugues para prepararme el desayuno, sino, sueño con levantarme con el alma en puntillas para traerte un humeante café a la cama, endulzado con un beso mío. De vez en cuando quiero fingir estar enfermo y faltar al trabajo para quedarme contigo en la cama, jugar a las cosquillas y alimentarme de tus besos, escribirte versos en la espalda y disfrutar tus caricias en mi pecho...
Quererte sin maquillaje, despeinada, con un vestido elegante o en pijama, saludable o enferma, sonriente o enojada, riendo o en llanto, risueña o llorosa, seria, rara o callada.
Aunque llegue cansado del trabajo, disimular mis bostezos y escuchar tus historias, aunque sean repetidas, con interés y admiración.
Abrazarte con cualquier excusa y cuando te enojes, guardar silencio y si te da por gritarme, callarte y cerrar tu boca con un beso.
Si hay algo que engordó en mí es mi paciencia para tolerar tus cambios de humor tan repentinos, sé que son efímeros pero mi comprensión será eterna, porque eres mujer.
Respetar tu silencio y tu libertad, sostener tu decaimiento, ahuyentar tus temores, bailar con tus demonios y aceptar tus defectos.
Quiero enamorarte todos los días como si tuviera miedo de perderte, besarte como si fuera el último beso de mi vida.
Quiero jugar con tus lunares, acariciar tus pecas, besar tus estrías, tus arrugas y tus kilos demás.
Alguna tarde de otoño, tomar tu mano y salir a cualquier lugar, sin planearlo, descansar bajo el regazo de un árbol y mientras contemplas el cielo y te acaricia el viento; leerte un libro de versos, quizá míos , quizá tuyos.
Mientras me preparas algo de comer en la cocina quizá no pueda refrenar mis deseos y te sorprenda por detrás, te bese el cuello y te haga el amor locamente como un adolescente ansioso por su primera vez. Procura ponerte ese vestido que sabes que me enloquece...
Sueño también con sorprenderte con detalles sencillos y tan cursis como dejarte una nota en la cama, unos versos en tu bolso y una poesía en el espejo del baño, para que sientas que contigo soy poeta todo el tiempo y no solo cuando estoy frente al papel.
Quizá una canción con mi guitarra, una rosa, chocolates o tu libro preferido, cualquier día es propicio para demostrarte mi amor.
Quiero escribirte versos entre tu cuello y tus oídos hasta que mi poesía y mi voz provoquen tu orgasmo.
Que aunque tengamos 10 hijos nunca te olvides que eres mujer porque mis manos te lo recordarán todas las noches pese a que pasen los años.
Que no te sorprenda si me escabullo para ducharme contigo, para empañar las lunas de la cabina con nuestros jadeos.
Pasear contigo de noche y si llueve protegerte a ti con el paraguas o mojarnos juntos mientras nos besamos y bailamos como locos enamorados.
Prometo ser tu amigo y cómplice, para escucharte, ser tu padre para protegerte, ser tu amante para desearte, tu compañero para respetarte, puedo ser contigo , un caballero romántico y detallista o un pervertido apasionado y loco; solo contigo.
No sé si algún día te conozca o te vuelva a encontrar ; aunque a veces siento aún no te visto, presiento que ya te amo, que ya estoy listo para ti pero seguiré esperando el tiempo perfecto.
Quizá estés leyendo esta carta, quizá suceda en años o nos veamos muy pronto, pero estos deseos y sueños los escribo porque solo son para ti, mujer y amada mía.