Hermosa Pertinencia (Beautifu...

By AGBriela

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El "primer" amor de Devon, empezó con una aventura, noches de pasión, entrega total y sin compromisos. No ter... More

00.
Adelanto.
Personajes.
Primera Parte: I
II
III
IV
V
Segunda Parte: VI
VII
VIII
IX
X
XI
XII
XIII
XIV
XV
XVI
XVII
XVIII
Tercera Parte : XIX
XX
XXI
XXII
XXIII
XXIV
XXV
XXVI: Parte I
EXTRA: Lo que nunca te diré.
XXVI: Parte II.
XXVII
XVIII
XXIX
XXX
XXXI
XXXII: Parte I
XXXII parte II
XXXIII
XXXIV
EXTRA
XXXVI.
XXXVII
XXXVIII
XXXIX
XL
XLI
EXTRA.
XLII
XLIII
XLIV
XLV
XLVI
XLVII
Extra.
MARATÓN 2/?: XLVIII
XLIX
L
Epílogo.
Agradecimientos.
BEAUTIFUL IMPERFECTION YA ESTÁ DISPONIBLE.
Actualización 2022
LO LAMENTO ¡NECESITO SU ATENCIÓN!

XXXV

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By AGBriela

Capítulo 35.

"Nada te prepara para la muerte. Algo tan inesperado y repentino, más una verdad absoluta y un temor irreconocible que no tiene escapatoria".

21 de Julio, 2019. Buenos Aires, Argentina.

Quien diría que los deseos y los miedos más profundos, están tan presenten en nuestro inconsciente. Mostrando una cara y golpeando a la suerte del "destino", lo que aún no estamos preparados para sobrellevar.

Nadie está preparado para perder; menos si se pierde lo que amas y deseas.

No hay una guía que te indique como apaciguar el dolor, ni cómo dejarlo en el pasado. La vida te lanza al vacío y espera a que descubras con experiencias y consejos, lo más hermoso que te puede dar. Nada es difícil, pero eso es lo hermoso de vivir. Vivir cada experiencia, lanzarte a los retos y vencer tus miedos. Aunque en ese proceso, uno salga lastimado.

A lo largo de mi vida, aprendí con errores; uno tras otro pero me hizo ser el hombre que soy. Incluso estoy orgulloso de quien veo hoy en el espejo.

Siempre pensé que jugar en el Real Madrid era mi pasión, era el motor que aceleraba cada molécula de mi cuerpo. Pero estaba totalmente equivocado. No era jugar, no era estar en uno de los equipos más conocidos alrededor del mundo y tener fama y fortuna. No, era más de eso. No sólo era el hecho de estar en una cancha y enfrentarme a un equipo; rodeado de una multitud, expectantes de cada movimiento que en conjunto, con mi equipo, realizamos.

Pues yo empecé jugando en el Caminito de la Boca, con el mural pintoresco, con sus calles llenas de colores, las guitarras y sus melodías; el tango resonando afuera de cada bar. Pasando la pelota de mi padre a la pared, raspando mis rodillas en el cemento y cayendo en cada intento de mejora. Pero no me rendí y perseveré.

No dejaré de agradecer la oportunidad internacional que me dieron.

Pero no era mi sueño, no era mi propósito.

Tuve que caer una y otra vez. Tuve que perder todo en el camino para encontrarme conmigo mismo. Y encontrar para lo que realmente vine a este mundo.

Vine a enseñar con pasión, vine a mostrar sonrisas y alegrar los días.

Vine hasta mis calles, mi tierra natal; para encontrar el lugar perfecto para hacer lo que más me gusta. Hacer fútbol, transmitir el fútbol, inspirar a dar lo mejor de ti, a poner tu pasión y última energía en los últimos minutos. Una influencia, pero no para que todos vieran que estoy haciendo una obra de caridad, no, para mostrarme que este es mi lugar.

Pero no todo será perfecto. Pues convivir y compartir te hace amar y arraigarte a las cosas más pequeñas, como los recuerdos o las amistades. Y ahí es cuando entra la muerte, interrumpiendo la vida y dejándote solamente con todo aquello que cultivaste.

Mauricio murió, murió porque su cuerpo no daba, murió pensando que haría más en este mundo. Murió porque el tumor se expandía cada día más y no había nada que se podía hacer.

Mauricio desde que tenía tres años fue diagnosticado con un tumor en la cabeza y por mucho tiempo luchó sin rendirse, hasta que la misma enfermedad lo consumió. Me recuerdo cuando jugaba, tenía una pequeña ilusión; incluso me dijo que un día quería ser como yo. Y yo no podía pensar que ese niño representaba lo que era la esperanza. Porque cada día se levantaba de la cama con una sonrisa, pidiendo un milagro y dando su mejor versión.

Pero si aprendí algo, es que todo tiene un propósito; y aun cuando pareciera injusto, toda persona tiene su pequeño infinito de tiempo que nadie tiene predicción de medir, pero mientras viva, vivirá con un propósito. Y si hay una verdad segura, es que la muerte te asecha en cada movimiento.

—Gracias por venir Devon, Mau te amaba, nunca dejaba de soñar en ser como tú—me dijo el padre del pequeño, se miraba más que derrotado, pero yo sabía que él poco a poco, como su madre, se habían resignado a una cura para su hijo. Yo sabía que Mau no tenía mucho tiempo de vida, pero no pensé que le quedaba tan poco. Siempre lo vi luchando, sonriendo y dando esperanza a todo niño que estuviera enfermo.

— Y yo quería ser como él, ver la vida con la luz de la mañana y la felicidad del alba... su sonrisa era una dulce melodía que fácilmente lograba sacarte una sonrisa. Su chispa era el motor del equipo. Agradezco que me dejaran estar con él... y darme la oportunidad de conocerlo. Era un niño maravilloso— susurré.

— Él se ilusionaba cada vez que venías, lo hiciste feliz Devon. Y eso como padre, no tengo en cómo darte las gracias

Pero no sólo la muerte te espera, sino también aquellos viejos miedos que decidimos enterrar en lo más profundo de nuestros corazones.

Golpe tras golpe. Primero, la muerte de Mauricio, después... después vino lo peor. Nada me preparo, ni siquiera me dejo sentir dolor. No llore por su muerte porque mi cabeza estaba en otro lado. Sentía mi corazón lastimado, tenía una impotencia. Estaba sufriendo y lo único que temía, era que explotara.

Estábamos regresando cuando un grupo de policías se nos acercó para entregarnos un carta que pedía la asistencia de Less y Shami en un tribunal. Recuerdo perfectamente cuando las rodillas de mi novia desfallecieron y tuve que tomarla en brazos. Recuerdo como ella se quebró en dos al leer la razón. Porque querían arrebatar lo único que hizo que mi chica no cayera en el proceso, la única persona que le dio vida de nuevo.

Y yo, yo al leerlas se me había partido el corazón.

Matías pidió una prueba de ADN y había denunciado a Less por privarle de su paternidad. Less se descargó, rompió todo a su paso, gritó y casi golpeaba a Matías cuando se presentó en su casa. Yo no sabía que hacer, mi mente había entrado en un limbo, donde no me dejaba reaccionar. Pero tenía una cosa claro, había que ser fuerte para ellas. Tenía que ser su pilar.

Matías tenía una sonrisa maliciosa en su rostro. Disfrutaba verla sufrir, disfrutaba este momento.

Incluso me dijo que me alejara de ellas. Que Less tenía las de perder, que lo mejor era que formaran una familia y alejarme de la situación. Pero él único que no encajaba en esa ecuación era él. Y lo golpeé, y no me arrepiento. Me gusto sentir la adrenalina correr por mis venas y descargarlo en su cara.

Tocó al amor de mi vida, a mi familia. No iba a permitir que les hiciera más daño.

Lo más difícil fue decirle a Shami. Ella no lo tomó bien. Le preguntó a su mamá porque ese señor decía ser su papá. Less no tenía palabras, sus fuerzas se le habían doblegado en frente de sus narices. Pero se hizo la fuerte y le explicó a su hija que fueron muchos errores en el pasado.

Shami no recriminó, simplemente hizo lo más hermoso que pude ver.

— Estamos juntas en esto mami... y si papi del cielo no está. El único papi que él me dejaría tener, es a ti — dijo esta vez viéndome y señalándome. Yo sin palabras, me hinqué y la abracé fuertemente.

—¿Quieres qué yo sea tu papá? —susurré con la voz quebrada y ella asintió entre lágrimas.

—Aun cuando todos digan que él es mi papi... para mí, eres tú —puso su manita en mi corazón y me sonrió con una ternura inigualable. Y yo con lágrimas la besé su frente.

—Te amo mi niña.

—Te amo también —colocó sus dos brazos alrededor de mí, aferrándose a mi camisa y soltando unas lágrimas. Less de lejos nos vio, yo estiré mi mano para invitarla a este momento.

—Ven aquí amor, no seremos el trio dinámico sin ti.

Bastó con un abrazo para recobrar las energías para lo que estaba por venir.

* * *

— ¿Cómo se atreve? Ella es mi hija Devon... es mi hija — sus ojos estaban cubiertos de lágrimas, estaba inconsolable. Temblaba y se acurrucaba en mi pecho. La sentía débil, como si mis brazos fueran a quebrarla. Y no mentiré, lloré con ella. Lloré porque eran mi familia, eran parte de mí. Me dolía saber que aun cuando estoy a su lado, no puedo hacer nada para quitarles la desgracia. No hay nada que pueda hacer, más que mostrarles mi apoyo. Que nunca las voy abandonar.

Porque si las amaba, iba a estar aun cuando el sol pareciera alejarse y dejarnos en la sombra. Como dijo una vez un poeta Walt Whitman "Manten tu cara siempre hacia el sol, y las sombras caerán detrás de ti."

Shami recién se había dormido y Less se desmoronó por completo, no quería que su hija la viera así. Porque podía ser fuerte, pero está bien llorar, está bien frustrarse y enojarse. Pero nunca, pero nunca, rendirse y tirar la toalla.

— Estamos juntos... — susurre, una y otra vez —. Nadie logrará quitarnos a Shami. Ella es nuestra. Sus sonrisas nos pertenece, su alegría es nuestra. Y nadie logrará quitarnos lo que tenemos mi amor — junté sus manos con las mías y las llené de besos. Mis lágrimas iban bajando cada vez más, mi voz estaba rota.

Me sentía desesperado. Desesperado porque de nuevo alguien podía arrebatarme lo que amaba. Y no iba a permitirlo. Lucharía, daría todo de mí. Hasta la última gota de sangre. Exagero, pero se entiende la referencia.

— Mañana... mañana tenemos que ir — asiento.

— Y lo haremos cariño, con la cabeza en alto. No dejaremos de luchar y tú mostrarás que esa niña te pertenece solamente a ti.

— Y a ti — susurró —. Shami también es tuya... es nuestra. Somos familia, tú lo dijiste — dijo viéndome por primera vez a los ojos, acariciando con su mano derecho mi mejilla.

— Te amo... te amo demasiado como la amo a ella.

— Lo sé... por eso agradezco que estés con nosotras en estos momentos. Aunque me siento fatal por no ser tú soporte en tus momentos de duelo.

— ¿Estás loca? Jamás las abandonaría. Te demostré que a donde vaya, las quiero a mi lado y... yo, estoy bien. La muerte y la pérdida es para de la vida. No te preocupes por mí, mi pequeño está allá en algún lugar, jugando su partido final. No hay que llorar por él, ya no está sufriendo — le sonreí a medias con cariño, mintiendo. Porque quería llorar pero no debía mostrarme débil por ellas.

Era golpe tras golpe y tenía que amortiguarlos por tres.

Se fuerte Devon, debes serlo.

—No finjas ser el fuerte conmigo.

—Necesito ser tu soporte, después lloraré. Pero ahora mi misión es hacerte sonreír y quedarme a su lado. Contigo y Shami.

—¿Nunca te irás? —negué.

—Nunca. En las buenas y las malas.

—¿Por más que sea un desastre? —reí un poco y besé cada parte de su rostro.

—Yo soy un desastre y aun así, decidiste amarme. Son errores del pasado y tú pasado no te define. La mujer que veo hoy, y conocí de niño; es de la mujer que me enamoré completamente. La que robó mi corazón. Se fuerte mi Less, porque lo eres.

Ella me miró con un brillo en los ojos, uno profundo, uno que desnudaba su alma.

Iba a besarle de nuevo, cuando oímos un grito de Shami. Yo me levanté rápido del sofá y me dirigí a donde estaba esa pequeña.

Cuando me vio, saltó de su cama hacia mis brazos.

— Me quiere llevar papi... me quieren llevar — susurró llorando.

Y no sé si fue por el poder que conllevó esa palabra o porque ella se sintió segura en mis brazos. Nunca me acostumbraré a que me llame "papi"; se siente tan increíble pero da miedo, miedo porque es una responsabilidad más grande y tienes que llenar la talla.

Iba a ser la mejor figura paterna que tendrá esa niña, la amaré y protegeré de cualquier bestia que esté debajo de su cama. Y si es necesario, alejarla de cualquier persona que intente dañar su corazón tan lindo.

— No te llevarán mi cielo, no te llevarán — la atraje a mi pecho y acaricié su cabello —. Estoy contigo...

— No quiero que nadie sea más mi papá... quiero que seas tú. Tú eres mi papi... porque juegas conmigo y me quieres. Papi no es el que deja la semilla en mami, papi es el que te ama y cuida. Tú lo haces... no dejes que me lleven. No quiero... no quiero papi — su rostro como el de mi amada, estaba repleto de lágrimas. Y si algo odio ver, es a ella verla llorar. Porque era mi pequeña amiga, mi pequeña hija. Ella era ese pedazo de inocencia que saco mi lado protector, amoroso e incluso celoso.

Ese bodoque rubio se ganó cada parte de mí y ahora que la tenía, no quería dejarla ir. Quería ser su papá.

— Si mi amor... soy tú papá. Y prometo no soltarte. No te dejaré, ni a tu mamá. Estamos juntos. ¿Sí? Pero odio verte llorar cariño... solamente fue una pesadilla. No es real. La realidad es que estoy aquí contigo —cogí su rostro entre mis dos manos e hice que me viera. Cuando ella asintió a mis palabras, la cargué en brazos, acomodándola en mi regazo y meciéndola como un bebé. Era mi bebé.

— Pero tú también lloras...

— Porque las veo llorar y odio ver a mis princesas llorar. ¿Lo entiendes no? Entonces a ver... dedícale a papá una sonrisa. Esa sonrisa que me atrapó desde el primer momento — acaricié la curvatura de sus labios, donde una pequeña sonrisa se asomaba.

— ¿Una así? —me sonrió débilmente y negué.

—¡Uy no!... la sonrisa que sé que tienes no es aterradora, es hermosa —dramaticé y la pequeña rió un poco, limpiando sus lágrimas y acomodando su cabeza en mis brazos—¡Esa es la sonrisa! ¿Te he dicho que es muy linda? —negó—. Pues es hermosa. Y quiero que la conserves, porque pase lo que pase, estaré aquí. Cada día después que despiertes, cada desayuno a tu lado y cada actividad de tu colegio; yo estaré apoyándote, gritando tu nombre y abrazándote.

L E S S

Era verlos juntos, acurrucados en esa pequeña cama, inclinaba mis fuerzas a no rendirme.

Quería una familia y Matías no tenía el derecho de reclamarla. No lo tenía.

"Necesitamos hablar. 22:00 En donde todo comenzó. Llega sola. "

Un escalofrío recorrió mi espina dorsal. Y eso me frustraba, porque él no tenía que tener ningún efecto sobre mí o mi cuerpo. Necesitaba ser fuerte, tenía que enfrentarlo cara a cara.

No iba a rendirme.

Sin vacilación, salí de mi casa. Cerrando con llave y con un dolor en el pecho. Era una sensación negativa. Habían dos razones por las cuales no ir, pero esas mismas razones me hacían actuar para poder ir y enfrentarme a mi mayor miedo.

Una parte de mí insistía en que no fuera, en que no podía meterme en la boca del lobo. Pero no podía vivir con miedo toda mi vida.

Yo era libre.

Cuando llegué, faltaban dos minutos para la hora acordada. Había un frío insoportable, la noche me estaba mostrando su peor lado. Un farol me separaba de las penumbras y los misterios de la noche.

Fui policía por mucho tiempo y la oscuridad no es el problema, son lo que te ataca por la espalda.

—Pensé que no ibas atreverte a aparecer —me giré lentamente al escuchar su voz. No me paralicé, no tuve miedo. Tenía coraje.

—Tenía que decirte dos cosas. Primero, aléjate de mi familia o en serio, hablaré. No me mantendré callada, no más. No me das miedo —levanté la mirada, viéndole directamente a los ojos y señalándolo con firmeza.

—¿Quieres apostarlo muñeca? Porque me encantaría ver cómo te defiendes —una de sus manos cogió con fuerza mi brazo, pero me aparté bruscamente, sintiendo escalofríos.

—¡No te atrevas a tocarme! ¡Nunca más! —le miré furiosa, pegándole una cachetada—. Te lo he dicho y te lo diré. No me rendiré, y lucharé. Ella jamás... Escucha esto y que se te quede. ¡Jamás! Será tu hija —le miré furiosa y rabiosa. ¿Quién se creía? Reí con cinismo y picardía. Creía que todo lo tenía resulto, creí que me intimidaría. Pero estaba equivocado. Desde hace tiempo mi alma quedó desahogada, mi corazón con nuevas fueras y mis miedos vencidos. Si me quieren ver caer, antes de rodillas estaré para volverme a levantar.

—Nadie te creerá... eres y serás una mujer débil. No eres nade Less, nadie —cuando le iba a pegar otra cachetada, cogió mi brazo con fuerza, clavando sus dedos en mi piel. Dejándome marcas, pero marcas que con el agua se lavan y los mejores momentos desvanecen.

Soy fuerte.

Soy valiente.

Y no me canso de luchar.

Superé mis miedos.

Volví amar.

Soy Less y no vine a contar la historia en como fui vencida, sino en el proceso que tuve que pasar, para convertirme en la mujer decidida, que vence sus peores demonios.

Esta lucha ya no es sólo por mí. Sino por mi hija y el amor de mi vida.

—Pruébame Matías, porque te aseguro que no saldrás vencedor. Soy mujer, pero la de tus pesadillas. Desearas haberte quedado donde viniste, porque no lograrás nada aquí. No soy la misma mujer, sábelo de una vez imbécil.

N/A: WAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA PERDÓN LA TARDANZA

DE RECOMPENSA... LES DIRÉ ALGO. Cuando BM llegue a los 2M y este capítulo llegue a los 2k de visitas, haré maratón  en esta novela y también subiré un adelanto de la historia de

Opción a: Emma y Secreto.

Opción b: Gabriela y Daniel

Opción c: Sasha y Dimitri.

EN FINNNNNNNNNN ASÍ QUE HURRYYYYYY UPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPP que es muuuuy fácil. (COMENTEN EN LA OPCIÓN QUE MÁS LE GUSTARÍAN, Y QUIEN TENGA MÁS VOTOS, GANA)

ehhhh y como yo siempre cumple; he he,

El capítulo va dedicado a @drammidanny12 porque en el grupo de lectores, adivinó quien iba a morir JEJEJ lastimosamente nadie adivinó el "se la quieren llevar" he he... se viene cosas grandes y tristes.

Yo advierto que compren un paquete de clinex. Los van a necesitar. Si creen que sufrieron en BM... iggg, se vienen grandes cosas compañeros. ¡Les deseo suerte!

Los amo....

Como sé que me aman.

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btw: seaís felices como lo soy.

con amor, Bry.

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