Dedicado a croxmopolitan
Nota: no voy a hacerlo "malo".
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*después de que el rey T'Chaka haya asesinado a su hermano, se te dio la orden de vigilar los pasos del joven huérfano. A pesar de tu corta edad, tenías muy en claro que todo era por el bien de Wakanda, y que aquel joven conocido como Erik era una posible amenaza si no se mantenía bajo control. Con el pasar de los años, te ganaste la confianza del chico, convirtiéndose en muy buenos amigos. Todo iba de maravillas, Erik no buscaba venganza ni mucho menos conocer sus verdaderos orígenes. O al menos, eso era lo que creías*
—Hey, ____.—miré sonriente a Erik, quien me alcanzaba una carpeta—. Este tipo será mi pase a una mejor vida.—lo miré confundida.
—¿a qué te refieres?—
El chico se sentó frente a mi sumamente emocionado.
—Debo confesarte algo... soy wakandiano.—
En ese momento, mi corazón se detuvo.
Tantos años segura de que Erik desconocía su origen, que ahora no sabía cómo díablos reaccionar.
Intenté poner mi mejor cara, pues no debía levantar sospechas.
—¿Wakanda? ¿te refieres a ese pequeño país de África? ¿el de escasos recursos?—el chico rió.
—De escaso no tiene nada, créeme. Por lo que tengo entendido, este sujeto es un criminal muy buscado por mi gente, si lo llevo frente a ellos, me recibirán con los brazos abiertos.—
Diablos, diablos ¡diablos! Esto no podía estar pasando.
—No lo sé, Erik ¿y si no te quieren ahí?—
—Mi padre era el príncipe, eso me convierte en heredero al trono. Ahora que sabes que soy un rey... ¿te gustaría salir conmigo?—
Su típico coqueteo que tanta gracia me hacía ahora no hacía más que llenarme de nervios.
—Necesito... necesito ir al baño.—me puse de pie rápidamente y me dirigí al baño del lugar.
Tomé el pequeño transmisor que Zuri me había enviado hace algunas semanas y escribí.
Erik lo sabe, ¿qué haremos, tío?
Tras esperar unos minutos, respondió.
Detenlo lo más que puedas, ____. Debo decirle la verdad al rey.
El hecho de que solo Zuri y yo sepamos de la existencia de Erik complicaba mucho las cosas. No solo porque no teníamos apoyo de nadie, sino porque podíamos ser acusados de traición en cualquier momento.
Pero realmente no me importaba mucho, conozco a Erik y no es una persona mala en lo absoluto.
Salí del baño y volví con el chico, quien hablaba por telefono con alguien, pero al verme se apuró en cortar la llamada.
—¿quién era?—
—Nadie importante... entonces ¿qué dices? ¿quieres venir conmigo?—
—No lo sé, Erik... tú eres wakandiano, yo no. Podrían negarme la entrada.—
—Eres la compañera del príncipe, no se atreverán a ignorarte.—sonreí.
Bueno, si las cosas se complican, al menos estaré cerca de él.
—Esta bien, iré contigo.—Erik sonrió ampliamente.
Cuando el hombre dijo que Klaw sería su pase a una mejor vida, no imaginé que iba a matarlo. No me sorprendía, ya que no era la primera vez que lo hacía, pero esperaba que esta vez no hubiese ningún muerto de por medio.
•○•
Mientras volábamos rumbo a Wakanda, el tío Zuri me mandó un mensaje, diciéndome que todos estaban al tanto de la situación y que esperarían a Erik en la frontera. Y así fue.
—¡alto ahí!—exclamó un hombre al vernos llegar—. Identifíquense.—
—Soy Erik Stevens, hijo de N'Jobu. Y ella.—me señaló—. Es-
—Sé muy bien quien es ella.—El hombre se acercó a mi y aunque parecía reconocerme, yo no tenía idea de quién era él—. Ha pasado tiempo, ____.—
Casi de inmediato lo recordé, era W'Kabi, mi viejo amigo.
Sin pensarlo dos veces, lo abracé.
—Te extrañé, amigo.—el hombre sonrió.
—Alguien podría explicarme ¿¡qué demonios pasa aquí!?—suspiré mientras me acercaba a Erik.
—Erik, yo... soy wakandiana, como tú.—
—Eso puedo verlo... pero ¿por qué-
—Promete que no te enojarás.—
—No, no lo haré.—miré al chico algo indecisa, lo conocía bien, se enojaría mucho.
—Ella es tu guardiana, te mantuvo a salvo todo este tiempo.—W'Kabi intercedió—. Zuri nos lo contó.—
—Asi que Zuri esta aquí...—Erik me miró inexpresivo—. Me mentiste, todo este tiempo.—
—¡no! Te mantuve lejos de todo esto. Si Wakanda se hubiese enterado de que tu padre...—
—¿qué? ¿traicionó a su gente? Él sólo quería lo mejor para todos.—
Esta vez no dije nada, pues si decía algo todo empeoraría.
W'kabi nos llevó frente a los ancianos, quienes decidieron tomarnos como parte de la tribu nuevamente.
Como Erik no quería hablar conmigo, decidí ir a caminar un poco.
•○•
Recorría el mercado central, cuando me encontré con el joven.
—No me sigas, no voy a hablar contigo.—soltó sin voltear a verme.
—No te sigo.—
—Sí, claro.—rodeé los ojos.
Zuri apareció en el lugar, abrazándome con fuerza.
—Cuanto tiempo a pasado, pequeña.—
—Te he extrañado, tío.—le dediqué una sonrisa.
—Hiciste un gran trabajo, estoy orgulloso... Y tus padres también lo estarían.—
—Gracias.—
Zuri se retiró, diciendo que estaban organizando algunas cosas en cuanto al nuevo rey, así que decidí visitar la tumba de mis padres.
—¿puedo?—Erik apareció a mi lado.
—Claro.—
Un silencio agradable inundó el lugar.
—¿qué les pasó?—
—Cuando ese tal Klaw robó el vibranium, asesinó a todo el que se cruzó en su camino... mis padres fueron dos de esos cuantos.—
—Lo siento.—
—Esta bien.—le dediqué una sonrisa—. De saber que ese idiota que mataste era Klaw, lo hubiese matado con mis propias manos. Pero bueno, al menos esa plaga dejó de existir.—
—Debes odiar a mi padre, debes... odiarme a mi.—negué.
—Nunca podría odiarte, ni a tu padre. Después de todo, él sólo quería lo mejor para la gente. Klaw se aprovechó de eso, fue él quien causó tanto dolor.—sacudí levemente la cabeza mientras me ponía de pie—. Pero lo mejor es olvidar todo eso, lo importante es que estamos bien, que TÚ estás bien. Agradece que el gran rey T'Challa perdonó tu vida.—
—Pff, rey podrá ser, pero de grande no tiene nada. Yo sería mejor.—sonreí.
—Eso no lo sabremos nunca, por el momento sólo eres un triste príncipe.—
—¿Y puede este triste príncipe invitarte a dar un paseo?—
—Sería un placer, "casi majestad"—
—¡que cruel eres!—ambos reímos.
Erik me ofreció su brazo, el cual tomé con gusto.
Podría decirse que la mayor parte de nuestra relación se basó en mentiras, pero el cariño que nos teníamos era más que real.