Mine

hopelanzani द्वारा

150K 8.9K 2.3K

Un trato. Eso era todo lo que se suponía que era. Un acuerdo entre dos personas. Sólo eso. अधिक

Sinopsis "Always Mine"
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Sinopsis "Never Mine"
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26

Capítulo 26

2.4K 192 81
hopelanzani द्वारा

¡Hey! Un poco corto el capítulo, pero es uno de mis favoritos... Esto está a punto de terminar ya, faltan pocos capítulos para que acabe el primer libro y me estoy muriendo muerta lentamente... Espero que les guste, ¡disfruten!


Su mirada de sorpresa me deja saber que no se esperaba en absoluto esa declaración. Se pasa una mano por el pelo, y titubea, dejándome saber todo lo que necesitaba. Paso por su lado, con la intención de irme, pero su mano agarra mi muñeca en seguida.

No dice nada, pero tampoco me suelta, simplemente permanece ahí. —Déjame ir, Peter —le digo, un poco más alto de lo que pretendía.

—Mírame, nena —me susurra. No obedezco. Sé que, si lo miro, estaré perdida, y no puedo dejar que me afecten sus palabras. Necesito más de él. Necesito sentir que no me dejará. Que estará ahí por mí. Conmigo. Esta vez necesito hechos—. Dímelo otra vez —pide, mientras me rodea con sus brazos fuertes, atrayéndome hacia su pecho.

Levanto mis ojos para mirarlo, sorprendida. Sus ojos verdes me miran profundamente, y a la luz de la luna resplandece el color en ellos de manera significativa. Me tienen cautivada por completo. Podría pasarme toda la vida mirándolo y no me cansaría en lo más absoluto. Sus ojos pueden decir tanto y tan poco a la vez. Es como un rayo, es hermoso pero destructivo. Te cautiva con su forma de ser, su delicadeza, pero arrasa con todo lo que esté en su camino. Y no sé si yo estoy en ese camino o no.

—Lali... —espera él, pero no soy capaz de articular palabra—. Venga, vamos.

Me suelto de su agarre. —No voy a ir contigo, Peter —me planto firme.

Frunce el ceño, preocupado. —¿Por qué no?

—No puedo seguir haciendo como si nada. No quiero seguir así. Ya me duele —le confieso, mientras miro hacia el suelo, demasiado nerviosa para su atente mirada—. No sé qué quieres de mí. Peter, por favor...

—¿Quieres saber que siento yo por ti? —dice, mientras me rodea nuevamente con sus brazos. Asiento, incapaz de pronunciar palabra. Necesito saberlo, es algo que me atormenta día y noche. No sé dónde estoy con él—. Entonces, ven conmigo —susurra cerca de mi oído, mientras me deja un beso en la mejilla, tan suave que apenas lo noto, pero el escalofrío dentro de mí está presente. Respiro profundamente, y asiento otra vez.

Peter no pierde tiempo, y rápidamente, agarra mi mano para guiarme hasta su coche.

El viaje es silencioso, pero no dura mucho, en apenas unos minutos, detiene el coche delante del hotel. Este era el último lugar que esperaba que me llevara.

Sale del coche, y se dirige hacia mi lado, abriéndome la puerta, y sacándome en brazos del asiento. Protesto, pero ignora mis demandas de bajarme, y se dirige hacia su apartamento. En el ascensor me baja, y antes de que pueda sentir mis pies en el suelo, me besa. Su beso es demandante, desesperado. Me busca, y yo le entrego. Todo.

Es un beso que me deja sin palabras. Un beso que necesitaba. Hace a penas una semana que no lo veo, pero se siente como si fueran años. Y ese hecho me aterroriza. Me agarro fuertemente a él, sin querer soltarlo. Tiemblo por todo mi interior, y siento algo dentro de mí que me hace dudar, de todo. Dudar de él. Dudar de mí. Dudar de que algo así exista. A veces me pregunto si hay una explicación para todo. Dicen que la mejor pregunta es esa que no se puede contestar, pero, ¿realmente no tiene respuesta? ¿O la solución que pensamos no es lo suficientemente válida para creérsela? ¿Por qué este sentimiento sólo lo siento con él? ¿Por qué él me produce esta sensación?

Las puertas se abren, y me separo de golpe, lejos de él, mientras respiro pesadamente.

Espera a que salga yo primero, para después hacerlo él detrás de mí. Abre la puerta, y entro silenciosamente hasta detenerme en el comedor, Peter siguiéndome a casa paso que doy. —¿Qué hago aquí, Peter?

—Este es tu lugar, Lali.

Miro alrededor, todo está exactamente igual que cuando me fui. Intacto. —¿Tu apartamento es mi lugar?

—No —se ríe—. Conmigo es tu lugar —me sonríe, mientras baja su cabeza para besarme nuevamente. Su lengua juega contra mi boca, mientras sube y baja sus manos, tocando todo lo que haya en su camino. Gimo cuando siento sus manos en mí, haciéndome perder todo uso de razón, pero sigue habiendo una vocecilla en mi interior que me está pidiendo a gritos que no me deje influenciar por sus caricias, y logro hacerle caso, aunque me cueste en exceso.

Me aparto de golpe. —No puedes siempre solucionar todo a base de sexo, Peter —suspiro.

—Es la única forma que sé para demostrarte lo que siento por ti —roza su pelvis contra la mía, y exclamo un grito ahogado. Me besa la comisura de los labios, mientras sigue atormentándome con sus caderas—. No sé hacerlo con palabras. Lo hago así —vuelve a chocar su pelvis contra la mía—. Solo por ti. Es mi manera de decirte lo que siento.

—¿Y qué sientes? —soy capaz de susurrar, mientras soy yo ahora, que busca esa fricción.

—Necesitas palabras —declara.

Niego. —Necesito hechos —respondo.

Me ataca la boca con un beso apasionado, y me agarra para después dejarme encima de su cama. Se toma su tiempo desvistiéndome, besando cada centímetro de mi cuerpo, y lo dejo hacer. Anhelo su tacto. Lo necesito a él.

Cuando estoy completamente desnuda, él se quita la ropa apresuradamente, y después lo siento encima de mí, su dureza palpitando contra mi necesitada humedad.

No soy lo suficientemente fuerte para detenerlo. Lo quiero dentro de mí. Ahora. Y no se hace rogar. Entra en mí de una sola estocada, y me embiste con fuerza. A dentro, a fuera. Grito de placer.

—¿Quién es mi chica? —gruñe él, mientras se retira, y vuelve a hundir toda su profundidad en mí.

—¡Peter! —ruego.

Se retira lentamente de mi interior, y lo agarro para que no se vaya. —Contéstame, Lali —respira pesadamente—. ¿Quién es mi chica? —vuelve a repetir, mientras embiste hacia dentro, fuerte, otra vez.

—¡Yo! —exclamo en un quejido.

—¿Tú qué, Lali?

Me atormenta con sus caderas, mientras lloriqueo de deleite. —Yo soy tú chica —me muevo contra él—. Y tú eres mi chico —gimo en su boca, mientras lo beso con dulzura.

—Así es.

Mueve sus caderas en círculo, sin salir de mí. —¿A quién necesitas? —pregunta, con voz ronca.

—A ti —suspiro.

—¿A ti qué, Lali? —respira contra mi cuello, y se entretiene lamiendo mis gotas de sudor de ahí.

—Yo te necesito —jadeo—. ¿Y tú me necesitas a mí? —pregunto, con timidez.

—Así es —gruñe él, mientras se retira.

Me muevo en busca de su miembro, y lo siento palpitar dentro de mí cuando se hunde rápidamente en mi interior. Su estocada fuerte y firme, y lo siento rozar todo mi clítoris. En cualquier momento voy a estallar. Y sé que él también está a punto.

—¿A quién quieres?

Su pelvis choca una y otra vez con la mía, y estoy a punto de perderlo. Cierro los ojos, por la sensación de placer que estoy sintiendo. No puedo soportarlo más. Necesito soltarlo ya. Estoy a punto de estallar locamente, pero se detiene de golpe, parando consigo mi intenso orgasmo. Protesto en un quejido, mientras abro los ojos. Me mira intensamente, y lo sigo sintiendo latir en mi interior.

—¿A quién quieres? —repite, mientras empieza a moverse nuevamente.

—¡Ah! —gimo.

—¡¿A quién quieres?! —grita, mientras entra y sale de mí—. Mierda, contéstame, Lali —suspira pesadamente. —¿A quién quieres? —ruge.

—A ti. ¡A ti te quiero! ¡Te quiero! —chillo cuando me vengo, estallando en mil pedazos. El gruñe, y lo siento vaciarse en mi interior, mientras respira con dificultad, al igual que yo, que sigo intentando volver a respirar con normalidad.

Junta su frente con la mía, sin salirse de mí, aún encima de mí. —Ahora pregúntamelo a mí —pide.

Busco sus ojos, el verde en ellos resplandecientes. —¿A quién quieres? —pregunto en un susurro inseguro.

—Te quiero a ti, Lali —me besa con ternura. Sonrío contra su boca.—. No sabes lo perdidamente enamorado que estoy de ti.

पढ़ना जारी रखें

आपको ये भी पसंदे आएँगी

1M 88.5K 44
Emma Brown es una chica que desde niña supo que todos los hombres eran iguales. Cuando creció se permitió salir con ellos pero dejando los sentimient...
1M 53.2K 45
Desde el momento que subí al tren del expreso de Hogwarts y choque con Draco y Blaise mi vida no volvió a ser la misma. Más cuando el sombrero selecc...
85.5K 10.9K 148
Entra para obtener más información de la historia 💗
1M 28.3K 32
Cuando las personas que más amas, te rompen, es difícil volver a unir esos pedazos. Victoria Brown, creía que cuando amas, la brecha para perderte a...