Capítulo 18

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¡Feliz día de SAN VALENTÍN!


Estamos en Birmingham. Y cuando dijo que tenía una carrera, es porque tiene que concursar si o si, si no se quiere quedar fuera del campeonato.

Estoy detrás de la grada, junto a él, Liam y Nathan, ya que son los únicos que saben que Peter es Torment.

—Recuerda —empieza a explicarle Nathan—. Lo llaman Grasiento por una razón.

Peter choca los puños contra su coche, listo para salir. —No me gusta esto —le susurro a Liam, que está a mi lado.

—¿Qué no te gusta, Lali?

—Esto —señalo toda la pista, y después a Peter dentro del coche—. ¿Qué hay de divertido en ver quién puede destruir tu coche primero? —frunzo el ceño cuando oigo a Peter reír sobre algo que le ha dicho Nathan. ¿Cómo puede estar bromeando como si nada cuando está a punto de salir ahí?

—Torment sabe lo que hace —dice Liam, con voz segura—. Lleva muchos años corriendo. No te preocupes.

—¿Qué no me preocupe? —exclamo, un poco más fuerte de lo que pretendía, ganándome miradas del resto de corredores ahí presentes—. ¿Qué no me preocupe? —susurro más bajito, acercándome a Liam—. Está a punto de salir a matarse prácticamente, ¿y tú pretendes que no me preocupe?

—Lali, cálmate —me susurra él.

—Estoy calmada —le espeto, lejos de estar calmada, dirigiéndome hacia donde está Peter en el coche.

Me cruzo de brazos delante de él, mientras se baja del coche. —¿Qué te pasa, Lali? —dice él, pasándose una mano por la cara.

—¿A mí? A mí nada. ¿Tú? ¿Cómo vas? ¿Todo bien? —pregunto.

—Suéltalo —bufa él, preparándose para la carrera.

—Primero de todo no entiendo porque lo haces. Segundo, ¿por qué mierda me traes aquí cuando sabes que lo detesto? Tercero... —los labios de Peter están en los míos antes de que pueda siquiera terminar lo que estaba diciendo.

—No, Peter —lo empujo lejos de mí, y me dirijo a mi asiento en las gradas. Enfadada con la situación de querer besarlo, y no poder hacerlo a la vez. No puedo dejar que lo que siento por él remplace mi coherencia, porque lo único que voy a lograr con ello es terminar mal.

El móvil me vibra en el bolsillo, y lo saco rápidamente, queriendo distraerme con cualquier otra cosa.

"¿Disfrutando del juego?"

Me encojo de hombros, mientras un escalofrío recorre todo mi cuerpo. He estado recibiendo textos así desde la primera vez que volvió a ocurrir en Kent. Normalmente suelo recibir dos al día, pero a veces llegan sin parar.

Ignoro el mensaje lo mejor que puedo, no queriendo pensar en ellos. Si lo hago, va a suceder todo otra vez. No puedo dejar que se repita.

Liam se sienta a mi lado, mientras señala a la pista. El coche negro de Peter sale echando humo, sin esperar al otro, mientras da unas cuantas vueltas alrededor de la pista. —Está calculando el área —me explica Liam—. Cada pista es diferente, y necesita conocer su territorio, algo que muchos otros corredores se equivocan con, a la hora de correr. Es gracioso porque muchos se piensan que solo lo hace por chulería, y seamos honestos, se aprovecha mucho de eso el cabrón —se ríe profundamente.

Observo su coche parar al lado del otro coche, que esta vez, éste también es negro, y no ha sonado el tercer silbido que los dos coches ya han salido de la línea de meta. Peter choca contra el otro coche, pero sorprendentemente es él el que se empotra contra las ruedas alrededor de la pista.

MineWhere stories live. Discover now