Unknow

Mysweettie द्वारा

72K 3.2K 92

Isabella Swan es la capitana de las animadoras de su instituto en Nueva York. Tiene todo lo que desea: unas a... अधिक

Unknow
Capítulo 1. Cuando menos lo esperas
Capítulo 2. Expertos
Capítulo 3. Genial... ¿Se nota el sarcasmo?
Capítulo 4. Inesperado
Capítulo 5. Un golpe de suerte
Capítulo 6. La nueva
Capítulo 7. El rebelde
Capítulo 8. Cambios
Capítulo 9. Pasado y presente
Capítulo 10. Reflexión y sorpresas
Capítulo 11. El momento
Capítulo 12. Impulsos
Capítulo 13. No más, por favor
Capítulo 14. Amigos nada más
Capítulo 15. Nunca digas nunca
Capítulo 16. Cambios
Capítulo 17. Decisiones
Capítulo 18. Recaída
Capítulo 19. Y, finalmente, sucedió
Capítulo 20. Inesperada situación
Capítulo 21. Confesiones
Capítulo 22. La decisión está tomada
Capítulo 23. Apariencias
Capítulo 25. Tú... aquí
Capítulo 26. Somos adultos
Capítulo 27. Cenizas quedan
Capítulo 28. Imbécil y cobarde
Capítulo 29. Encuentros
Capítulo 30. Asuntos del pasado
Capítulo 31. Para siempre
Capítulo 32. Cuentos de hadas
Epílogo

Capítulo 24. Afrontarlo

1.4K 76 2
Mysweettie द्वारा

Bella

-A ver, ¿de qué se trata?-pregunté sonriendo, agachándome hasta su altura.

Abrió las manos y dejó escapar una mariposa blanca y rosada que emprendía el vuelo, buscando alguna escapatoria de mi habitación, aleteó hasta encontrar la rendija de la ventana y salió de allí, la niña me miró haciendo pucheros.

-Jo mamá, has dejado que se vaya…

-Las mariposas vuelan libes, no puedes pretender tenerla encerrada, ¿o es que te gustaría que te encerrase a ti?

Negó con la cabeza y se puso a mi lado en el tocador, observando cómo me maquillaba y recogía mi cabello en un montículo desordenado con horquillas por aquí y por allá. Me sentía muy orgullosa de ella, no solo porque era preciosa, sino porque era tan parecida a mí como mi reflejo. Mi carácter estaba al completo en su pequeño cuerpecillo, y a pesar de tener solo seis años era una niña muy inteligente y muy despierta. Su piel era muy clara, tanto como la mía a causa de la sangre albina de mi madre. Sus cabellos caían largos y castaños con algún que otro reflejo rojizo, también igual que el mío, pero al contrario que yo, que tenía ojos color chocolate, ella los tenía tan verdes como esmeraldas, cristalinos y brillantes.

Si los ojos son el reflejo del alma, ella tenía el alma más pura que había visto nunca. Aun recordaba aquella mañana cuando me levanté de la cama, mi madre entró a mi dormitorio y me preguntó si no podía haber esperado llegar al baño. Había roto aguas, así que me llevaron al hospital, y cuando la noche ya estaba cayendo, nació ella, mi hija, mi preciosa niña. Desde que la sentí dar la primera patadita cuando cumplí los cinco meses de embarazo me di cuenta de que esto no era un sueño, de que era la vida real y de que iba a tener una hija, y luego cuando la tuve entre mis brazos por primera vez supe que era la personita más importante de mi vida.

Chloé sonrió y me pidió un poco de brillo de labios, le puse y luego bajamos al salón, donde la típica música de cocteles sonaba de fondo y la gente hablaba muy entretenida. Divisé un poco más allá a Cédric, él me sonrió y se me acercó para coger mi mano, hacer que girase sobre mis talones trescientos sesenta grados y parase frente a él, luego se la llevó a la boca y le dio un suave beso.

-Cada día me sorprendes más, Bella, tu es belle.

-Gracias-sonreí.

Él era… Bueno, comencemos desde el principio. Cédric Morel era el hijo de uno de los socios de mi madre, el conocí en una fiestecilla intima que hizo Renee después del nacimiento de su nieta, no le hacía mucha gracia que la llamasen abuela, así que entrenó desde el año a Chloé para que la llamase por su nombre. Ese día Cédric se me acercó y entablamos una conversación muy larga y entretenida, la verdad es que cuando le vi me quedé sin habla porque era un francés la mar de agraciado. Su pelo era corto y rubio, no sé cómo lo hacía, pero él conseguía que llevar siempre el mismo peinado no fuera aburrido. Sus ojos eran azul oscuro, enigmáticos y atrayentes cuando te observaban.

No le oculté en ningún momento que había tenido una hija, y él hizo todo lo contrario a mis expectativas… en vez de irse y pasar de mí, se hizo amigo de mi hija, estuvo con ella desde poco después de nacer y varias veces llegó a creer que él era su padre. Yo le decía que no, que era un amigo de mamá, y es que era la verdad. Cédric demostraba cierto afecto especial por mí, pero yo no me sentí preparada para corresponderle hasta hacía unos meses. Ahora era mi novio, era lo menos que podía hacer por todo lo que él había hecho por mí.

La fiesta continuó su curso, los fotógrafos nos hicieron unas cuantas fotos y luego desaparecieron tan rápido como habían llegado. Chloé se encontraba jugando con unas niñas, la gente era muy amable. Mi madre me sorprendió al darme una oportunidad en su empresa como relaciones públicas, todo iba sobre ruedas. Eso me gustaba de Francia, que nadie te juzgaba, nadie te reprendía porque saben que eres humano y puedes fallar, pero si ese fallo consistía en tener a Cholé, yo correría el riesgo sin dudarlo.

*****

-Bella-me llamó mi madre, bajé las escaleras para verla al lado del teléfono de casa. -Tienes una llamada-me dijo tendiéndomelo. Me lo llevé a la oreja.

-¿Diga?

-Hola, Bells-era la voz de... no podía creerlo.

-¡Jake! Qué alegría escucharte... la última vez que hablamos fue en Navidad.

-Ya, la verdad es que te echaba de menos... ¿Cómo está Chloé?

-Muy bien, está echando la siesta.

-Me alegro, pero hay otra razón por la cual te he llamado.

-¿De qué se trata?

-¿Recuerdas a Sue?

-¿Sue Clearwater?

-Sí, la misma.

Sue había enviudado hacía dos años, a Harry le había dado un infarto, los médicos no pudieron hacer nada y al final falleció. Mi padre se prestó a ayudar a Sue con la casa y sus hijos, que en esos momentos Leah tenía mi misma edad y Seth diecisiete años.

-¿Qué ha pasado? ¿Va todo bien en casa de los Clearwater?

-De eso quería hablarte… Bells, ¿sería posible que vinieras a pasar unos días a Forks?

Sus palabras me cayeron como un balde de agua fría cuando apenas estás saliendo de la cama. La verdad era que no había vuelto a Forks en esos seis años, Jake y los demás me mantenían al día de todo lo que pasaba, más de una vez chateé con Alice Cullen, ella intentaba entablar alguna conversación sobre Él, pero yo no quería escuchar nada en referencia a su vida. No le guardaba rencor, pues él era el que debía guardármelo a mí, simplemente,… No quería pensarlo. Y ahora pensar en la sola idea de volver a ese pueblo y pasar unos días allí por un motivo que desconocía se me antojaba algo… peligroso.

-No lo sé-dije apesadumbrada-, ¿por qué?

-Es que esto no tendría que decírtelo yo, pero está claro que a él se le va a ir la olla con los preparativos y…

-¡Jacob Black, suéltalo ya!

-Tu padre va a casarse con Sue, y aunque él no me lo haya dicho, sé que te quiere aquí para la boda. Pero está tan liado que no ha dicho nada, entonces yo…

Él siguió hablándome de mi padre, de que iban a casarse en un mes y de que quería que yo volviera a Forks. Mi padre había hecho un viaje de menos de una semana aquí para conocer a Cholé, pero de eso hacían ya tres años y la niña había cambiado muchísimo, después de eso ya no lo había vuelto a ver. Jake me contaba que él y Sue pasaban mucho tiempo juntos, y si el roce hace el cariño, en su caso el roce había provocado una boda. No era que no me alegrase por mi padre, al fin compartía su vida con alguien más que la televisión de pantalla plana y la caña de pescar, pero… ¿De verdad tenía que volver a Forks?

-No sé si ir-confesé a mi amigo.

-¿Por qué?

-¿Hace falta que te lo explique de nuevo?-bufé. Me vino su imagen a la cabeza, vi cómo rodaba los ojos.

-Bells, ya ha pasado mucho tiempo, no es justo que no quieras volver solo por eso. Tu misma me has dicho que no tienes miedo de verle.

-Mentí-admití-, no sé porqué, pero aun tengo miedo de volverle a ver aunque hayan pasado seis años…-me paré a pensar unos segundos y decidí, después de todo si me lo pensaba más nunca daría el paso-, pero quizás sea hora de afrontar mi miedo.

-Esas es mi Bella-no me hizo falta verle, el tono de su voz era suficiente para adivinar que sonreía ampliamente.

Edward

De repente se escucharon unos golpeteos insistentes en la puerta de mi ático. Maldije en mi interior, a ver a quién se le ocurría molestar…Por Dios, los domingos la gente duerme. En fin, descalzo me dirigí a la puerta, la luz me deslumbró en cuanto la abrí.

-Al fin abres…-refunfuñó una voz conocida.

-Si vinieras a horas razonables…

-Si las doce del mediodía no te lo parece, yo no sé qué concepto de “razonable” tienes tú.

-¿Ya son las doce?

-Sí, ¿hasta qué hora te quedaste ayer en el club?

-No lo sé… ¿hasta las seis o algo así?

-Ay Edward… Tú no cambias, ¡ni porque estés al mando de tu propia empresa automovilística cambias!

-¿Desde cuándo te ha parecido mal que salga o que me divierta?

- Desde que has dejado de hacerlo por entretenimiento.

-¿Y según tú, por qué lo hago?

-Por despecho.

Me senté en el sofá, ella recorrió lo que alcanzaba a ver de la casa con los ojos entornados. No sabía a qué venía todo esto ahora, yo no hacía nada por despecho.

-Te equivocas.

-No me equivoco, ¿crees que no sé lo que te pasa por la mente? Te conozco desde que éramos unos críos.

-Pues que sepas que yo solo quiero vivir la vida mientras aun me queden ganas, y eso es lo que estoy haciendo, no lo hago por ninguna estúpida razón de despecho.

-Lo más gracioso es que cuando estás en el trabajo nadie podría decir que una vez sales de ese edificio te acuestas con cualquier tipa, sales de fiesta hasta que estás tan borracho como para no acordarte de tu nombre, y luego vienes aquí y te encierras… Eso no es propio de ti.

-Sí lo es, llevo siendo así desde que era un adolescente.

-No, tu cambiaste… cambiaste por ella-me recordó, sus palabras fueron como una puñalada en el pecho.

-No quiero hablar de esto, Tanya-repliqué.- Seguro mi hermana ha hablado contigo…

-Sí, y toda tu familia piensa lo mismo, que algo va mal en tu vida. Yo sé qué es lo que pasa.

-Todo está bien, tengo la vida que siempre quise y he cumplido mis sueños. No pasa nada más aparte.

Ella negó con la cabeza, incrédula de mis palabras. Encendí un cigarrillo, los nervios me carcomían.

-No puedes seguir así, no puedes pretender ser alguien que no eres desde hace casi siete años, no puedes aparentar que todo va bien cuando sabes que cada vez las cosas van a peor. Te conozco, Edward... sabes que no me equivoco.

-A mi no me pasa nada-repliqué con una calada del cigarro aun en la boca.

-Niégalo, niégalo todo lo que quieras, pero que sepas que no engañas a nadie.

Giró sobre sus talones y cerró la puerta de un portazo, dejándome con la realidad ante mis narices.

Bella

-Así que ¿vas a volver a Forks?-inquirió mi madre, bastante asombrada por la noticia.

Renee… no sabía cuánto tenía que agradecerle a mi madre. Cuando el conté que estaba embarazada se asombró bastante, pero no me reprendió por que cuando ella me tuvo a mi tenía sólo un año más que yo. Aun así me echó la típica charla de las madres, que si has echado a perder tu vida, que si ahora las cosas van a cambiar… Pero no me abandonó, me ayudó en todo y el nacimiento de Chloé la llenó de alegría. Aun recuerdo la enorme sonrisa en el rostro de mi madre, y el asombro de Charlie cuando nos hizo esa visita, sin duda adoraban a su nieta.

-Pero sólo unos días. Ya te dije que papá va a casarse y quiero estar a su lado.

-¿Te llevarás a Chloé?

-Por supuesto, Charlie tiene que ver a su nieta-sonreí.

-¿Y ya se lo has contado a Cédric?-alzó una ceja.

-No, en cuanto le vea se lo diré… Pero no creo que le agrade la idea.

-Él no sabe lo que pasó, no tiene porqué molestarse.

-Quizás vaya siendo hora de que se lo cuentes, Bella.

-Mamá, he tratado de olvidarlo todo y creo que lo estoy consiguiendo, no me hace falta que nadie más sepa que me quedé embarazada, que no sabía quién era el padre y que por eso y por ser tan cobarde de no afrontar las críticas de todo el pueblo, huí a Francia. Sé que no te gusta mucho la idea, pero es necesario-le dije con tono suplicante.

-Si eso te hace feliz-suspiró mi madre-, entonces te apoyaré en todo.

Renee no insistió más en que se lo contase a Cédric. Al día siguiente él vino a visitarme cuando estaba leyéndole un libro a Chloé.

-Hola pequeña-se acercó a ella y le dio dos besos en las mejillas, la niña sonrió contenta.

-Hola Cédric-le saludó ella.

El rubio se acercó a mí y me dio un suave beso en los labios. No sabía cómo contárselo…

-Chloé, ¿puedes ir a jugar con Renee? Mamá y Cédric tienen cosas de qué hablar.

-Vale mamá-me dijo, y se fue corriendo escaleras arriba a donde mi madre.

-¿Cosas de qué hablar?-inquirió él con una ceja alzada una vez la niña hubo desaparecido por las escaleras.

-Sí, recibí una llamada de Estados Unidos.

-¿De tu padre?

-no precisamente de él, sino de mi amigo Jacob, ¿le recuerdas?-varias veces se lo había mencionado. Cédric asintió lentamente con la cabeza.-Pues resulta que mi padre va a casarse en un mes y quiere que yo esté ahí para la boda.

-Entonces… ¿vas a volver a Washington?

-Voy a pasar unos días allí, sólo para acompañar a mi padre en la boda y los preparativos y… quiero que tú vengas conmigo y con Chloé.

Sus ojos se abrieron desmesuradamente.

-¿Estás segura? No sé si pueda desenvolverme en América hablando inglés perfectamente.

-Hablas muy bien inglés, te aseguro que sabrás manejarte.

-En ese caso… ¿cuándo nos vamos?-dijo emocionado.

Con una sonrisa en los labios procedí a contarle mis planes, el día de ida y las dos semanas que pasaríamos en Forks. Quería llevarme a Cédric para presentarle oficialmente como mi novio, ya llevábamos juntos casi la edad de mi hija y era algo oficial. Mientras buscábamos en Internet los pasajes para los próximos vuelos y el hospedaje me di cuenta de algo, de algo que llevaba años intentando escapar. A pesar de que mi vida era idílica, de que tenía una hija perfecta, una madre comprensiva, lujos y comodidades, un novio de en sueño y hasta un trabajo que siempre me había gustado, pero sentía que algo me faltaba entre tanta perfección.

Edward

Un gemido brotó de su garganta a la vez que un gruñido salía de la mía, su cuerpo sudoroso y curvilíneo se apartó hacia un lado con la respiración entrecortada. Un rato después, Nadine ya se había vestido, yo iba con un pantalón vaquero y sin camiseta. Últimamente iba al gimnasio casi todos los días y mi cuerpo se estaba torneando y musculándose, mi aspecto apenas había cambiado desde mi adolescencia. Me encontraba en el balcón del ático, observando las luces de la Seattle nocturna resplandecer como luciérnagas en la oscuridad. La rubia llegó a mi lado y se apoyó en la barandilla, observando el cielo estrellado.

-Qué bonito…-murmuró.

-Sí, es muy bonito-corroboré.

-Vamos, no te pongas ñoño-se burló.

-Has empezado tu-la acusé.

-Puede…-se encogió de hombros.

Entramos en un silencio algo incómodo, y tuve que decírselo.

- Nadine, esto es sólo por pasar el rato, ¿no?

-Dime la verdad-me contestó-, ¿con cuantas de las mujeres que te acuestas repites más de una vez?-me tomó unos minutos pensarlo.

-La verdad es que sólo contigo.

-Ahí está-apuntó con el dedo-, podrías liarte con la mismísima Kim Kardashian que volverías a hacértelo conmigo de nuevo aunque ella estuviera dispuesta a hacerte toda clase de guarradas.

-Sí, es cierto, pero no sé a dónde quieres llegar con todo esto.

-Lo diré de forma más simple.

-Te escucho.

Después de una pausa finalmente habló.

-¿Te has parado a pensar en la posibilidad de que permita que me hagas lo que te dé la gana por alguna razón más aparte de porque quiera divertirme?

-¿De qué me hablas?

-Todo el mundo piensa que soy la típica rubia de ojos azules y cuerpo diez americana, que le gusta divertirse y no le importa nada más, ¿pero sabes qué? Todo cambia cuando te das cuenta de que también tienes sentimientos.

-¿Qué clase de… sentimientos?

-Vamos Edward, somos adultos, no te hagas el estúpido. Me gustas, y no sólo para echar un polvo de vez en cuando. Y sé que muy en el fondo yo también te gusto a ti.

___________

Espero que os haya gustado el giro que ha dado la historia ^^   XOXO

पढ़ना जारी रखें

आपको ये भी पसंदे आएँगी

LA CHICA PERFECTA Vhdz3 द्वारा

किशोर उपन्यास

71.7K 3.9K 149
Valentina una chica con una vida normal hasta que el divorcio de sus padres cambiaría su vida por completo volvería los próximos años en los peores d...
828K 50.2K 42
Paris Smith siempre ha sido una chica soñadora, talentosa, amante de todo lo que tuviera que ver con la astronomía: las estrellas, los planetas, las...
277K 15K 40
Ayla Walker pasó de ser una simple fan de la formula 1, que sólo fue a una carrera gracias a un concurso, a ser la nueva novia de Charles Leclerc, pi...
Eres Mia (Completa) STEFI.LM द्वारा

किशोर उपन्यास

205K 9.8K 48
Una historia que promete atraparte desde el principio hasta el final. Camila es una chica humilded, Ignacio Besnier es el heredero de un imperio empr...