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James
"Los niños en ciertas ocasiones pueden ser un verdadero monstruo"
4 de agosto 2012
— ¿Crees que Jill tarde mucho? — cuestione.
Chris cogió oxigeno antes de responder a mi pregunta.
El motivo de haber preguntado eso consista en que llevaba alrededor de dos horas esperando a la rubia porque mi misión del día era llevarla al aeropuerto de la ciudad como hace tiempo atrás lo hice.
—No lo creo, posiblemente debe de estar haciendo unas llamadas— replicó Chris con una tranquilidad.
Asentí a sus palabras.
No haría una escena por la rubia o mejor dicho por la BOW, debía de mantenerme al margen de la situación y evitar más dramas. Por esa misma razón recargue mi cabeza sobre el asiento del copiloto, mientras esperaba a las afueras de la casa. No tenía ni la menor idea de cuanta paciencia me quedaba, pero de una cosa estaba seguro en cualquier momento se podía acabar.
De pronto, escuchó el sonido de unas maletas arrastrándose por el pavimento, mientras una mujer rubia hablaba por el celular. Chris supo exactamente lo que estaría haciendo su exmujer, él solía acertar en este tipo de posibilidad.
—Tenía razón— mascullé.
Chris me guiño el ojo ante mis palabras.
—Obviamente, porque soy clarividente— bromeó Chris.
Solté una carcajada ante esa broma.
Jill... digo la BOW tuvo la decencia de tocar la ventana del coche de Chris. Aparentemente se veía enfurecida y desconocía por completo el motivo de su enojo, caray la rubia parecía tener diferentes tipos de humor un día podías verla sonreír y al otro día apuntándote con una pistola para saber quién era el amante de Chris. Por lo contrario, Redfield bajo el vidrio para atender a su exmujer.
—Chris, al menos ten la decencia de ayudarme con el equipaje ya que, no lo haces con tu hijo— argumento Jill.
Ella, lucía enfadaba por su manera de expresarse ¿Qué le habrá sucedido? Normalmente he escuchado entre los soldados de la BSAA que Jill, era una mujer seria cuando se trataba de asunto de vida o muerte, y solía expresar un poco sus emociones. Esto me extrañaba casi nadie la veía enojada y al parecer estaba molesta con Chris por su actitud.
La reacción de Chris ante la situación fue poner los ojos en blanco y solamente se limitó a abrir la cajuela del coche desde un pequeño botón que había en volante ¿en serio, Chris? Nunca pensé que haría eso, creía que él la ayudaría como acostumbraba hacerlo antes, sin embargo, no resulto ser así.
—Vale, lo tomaré en cuenta, Chris— menciono Jill cabreada.
Esto me olía a problemas matrimoniales, aunque existía la probabilidad de equivocarme dado que Redfield era divorciado es decir, ellos no tenían un vínculo sentimental ni mucho legal, lo único que los mantenía unidos era su hijo. Puede que Jill siga teniendo sentimientos hacia Chris, y eso motive estos conflictos entre ellos dos.
—Capitán, no debería tomar esa actitud— comenté.
Lo único que me importaba era no levantar ningún tipo de sospecha hacia Jill que diera a demostrar mi relación con el Capitán Redfield, ya tenía suficiente con Max jodiendome por mensaje de texto a pesar de ser despedido.
—Estoy de acuerdo con el Teniente Nivans— dijo Jill, mientras cerraba la cajuela del coche—. Deberías de educarte más y ser un buen padre para James.
Me quedo congelado cuando Jill hace mención del pequeño Redfield ¿acaso Chris no lo visita? Creía que lo frecuentaba debido a que se desaparecía los fines de semanas para convivir con su hijo, y ahora me percato que ha estado mintiendo todo este tiempo.
— ¿No te vas a defender como sueles hacerlo? — cuestionó Jill un poco sorprendida por la actitud de Chris—, Ya veo, tu actitud se debe a que está tu mejor amigo. Veamos si él sabe sobre tu amante.
Trago saliva.
Realmente estaba nervioso por el cuestionamiento de Jill, ¿Qué debía decirle? Vale, ni modo que le dijera la verdad detrás el otro monstruo que cargo en mi interior, esto de mi relación con Chris era oculta como antes lo era mantener mi sexualidad escondida, quisiera que en un futuro nuestra relación progresaba positivamente hasta el punto de hacerla oficial con nuestros amigos y familiares.
—Venga, Jill no tienes que hacerle esa pregunta a Piers aún es un niño —intervino Chris.
Jill apretó los dientes.
— ¿Es mujerzuela o hombrezuelo? —Volvió a cuestionar Jill—. Yo le doy más a que se trata de un hombre, ¿tú qué dices, Piers?
Trataba de evitar demostrar mi verdadera reacción ante la pregunta de Jill ¿Qué le diré? Ni modo, que diga Chris, sale conmigo desde hace casi dos años eso no podía decirle en estos momentos, ya que, desataría una posible batalla con la rubia. Simplemente me limitaré a darle una mentira piadosa y le echaré la culpa a Sheva.
—Es mujerzuela— confesé.
— ¡PIERS!— gritó Chris decepcionado por mi respuesta.
¿Qué esperaba que le dijera la verdad? Ni, loco lo haría enfrente de la rubia porque no quería morir siendo joven, mi meta era llegar hasta los cincuenta años y morir probamente como mi tío Nathaniel cumpliendo una misión.
Jill se burló de lo sucedido.
—Al parecer tu mejor amigo te está traicionando—dijo Jill.
Cabizbajo sin mirar a ninguno de los dos. No quería ser el motivo de una pelea entre ellos en aquel momento, además estaba James a lado de nosotros, no deberían pelear enfrente de ese niño porque lo único que harán era generar más problemas de los que ya contaban.
— ¿De casualidad, es Sheva?— insistió Jill.
Cuando iba a pronunciar mi respuesta, la reacción de Chris fue agarrarme bruscamente y taparme todo el rostro impidiendo que hablara más con su exmujer. Esto hizo que Jill creyera que acertó en su pregunta, sé que le dolía mucho en su corazón saber la realidad de su exesposo y era que encontró a alguien más en su vida.
—Me dueles, Chris— replicó Jill—. ¿Cómo puedes hacerle esto a James?, también me afecta a mí, pero más a James eres su ejemplo a seguir y ahora solamente será una réplica tuya.
Jill comenzó a sollozar sin parar enfrente de todos. Ella lucía frágil y con el corazón hecho pesados por Chris, era como si fuera el final para ambos, en parte me alegraba mucho ese hecho ya no sería una molestia más en mi noviazgo con Chris, podre ser feliz sabiendo que ella estaría ocupada en otros asuntos importantes que seguir levantando sospechas.
No existía una respuesta por parte del Capitán Redfield, ¿Qué le sucedida? ¿Por qué no hacía nada? Me asombraba mucho su actitud a la trágica situación vivida en estos minutos. Esto ameritaba una intervención y la persona que lo haría era yo, sí ayudaría a la rubia a salir esa decepción porque no me agradaba la idea de verla sufrir de esa manera, nadie merecía pasar por esto y no se lo deseaba.
Cogí aire.
Baje del coche para abrazar a la rubia, una verdadera locura lo que estaba haciendo. Pude observar a Chris sorprendido por mi actitud en esto, realmente lo hacía para no tener una carga de conciencia, la cual haría que no durmiera hasta hablar con Jill de lo sucedido.
—Jill, debes de ser fuerte para James— susurré—. Tu hijo te necesita, y al no contar con un padre su único apoyo eres tú. Haz que ese niño sea feliz y sepa que te tiene a su lado apoyándolo porque después te sacará de tu vida porque sentirá rencor en su corazón por el daño causado.
Lentamente la rubia fue limpiando sus lágrimas de sus ojos. Ella bajo la mirada hacia el suelo, entiendo que no quería ser vista por Chris, así que me ofrecería como voluntario a llevarla al aeropuerto dado que, ya íbamos retrasados en el tiempo por el melodrama formado aquí.
—Chris, no merece tus lágrimas porque no vale la pena— argumente—. Él se pierde de una mujer maravillosa y compañía.
—G-gracias— tartamudeo Jill.
Pude notar un sonrojo en el rostro de la rubia.
Genial, tuve que sentir empatía por aquella mujer que solamente jode mi vida, y ahora resulto ser una persona magnifica por la acción que he hice para no tener ningún problema durante el tiempo que este lejos, sin embargo si tendré problemas con Chris por todo esto, por lo que, debía de tener en mente una estrategia para evitar su irá hacia mí, no deseaba ser una víctima de su maldición.
Le dedico una sonrisa a Jill.
El momento fue interrumpido por Chris, quien no dejaba de tocar el claxon como un maniático del coche, mientras señalaba su reloj dando a entender que íbamos tarde hacia el aeropuerto en eso, Jill hizo una seña obscena dirigida hacia el Capitán.
—Lindos modales para nuestro hijo— mascullo Chris.
Jill rió sarcásticamente.
— ¿En serio? Y ¿Dónde están los tuyos?— cuestionó Jill—. Creo que debemos de hacer este viaje nosotros dos solos, y que Piers se haga cargo de James.
Eso me agradaba quedarme con el pequeño Redfield, mientras este par solucionaba el conflicto. Mi interés era verlos contentos por el bienestar el niño, dado que no tenía la culpa de sus problemas de divorciados.
—En esta ocasión, estoy a lado de Jill, Capitán— dije—. Lo siento.
Chris sólo movía la cabeza hacia los lados por mi posición en el problema. Debía hacer lo conveniente para seguir a su lado a pesar de que representaba un riesgo por su divorcio, además no quería ser la persona que arruine la relación que existía entre James y él era lo que deseaba evitar.
—Cuando regrese tendremos una larga conversación, Teniente Nivans— dijo Chris cabreado.
Yo mismo me ate la soga al cuello ¿Qué más daba? No le cogía importancia porque una sesión de sexo lo calmaría después del todo, aunque eso se escuchaba un poco morboso, sin embargo la única manera en que Chris olvidaba sus problemas era bebiendo hasta perder la memoria o teniendo relaciones sexuales conmigo.
—Vale, lo estaré esperando— dije.
***
Tras los minutos incomodos vividos hace rato Jill y Chris terminaron yéndose hacia el objetivo de la misión dejándome completamente solo con James Redfield, aquel niño que no dejaba de estar deprimido por ser testigo de aquella pequeña discusión de sus padres esto me hacía revivir una parte de mi pasado y dolorosa, la cual no hablaré porque era abrir viejas heridas ya sanadas.
Al verlo sollozar esa manera me hacía sentir culpable por ser la nueva pareja de su padre, joder ese niño terminará odiándome como nunca. Intente charlar con él, y me era imposible tenía la puerta bloqueada con un cesto de juguetes, así que no haré otro esfuerza hasta que el pequeño tuviera la valentía de charlar conmigo.
Por mientras, aproveche en darme un tour por la casa de Redfield, no entendía el por qué me entrego un juego de llaves, sí aún la propiedad le pertenencia a su exmujer, okey posiblemente sea por un asunto de seguridad. Aún me encontraba en el segundo piso en búsqueda de la habitación en donde supuestamente dormía antes Chris con Jill, tenía la ligera curiosidad de conocer un poco más de la antigua vida del Capitán.
Encontré la habitación de Jill, y me lleve la gran sorpresa que estaba cerrada con llave. Era como si, ella no quisiera que Chris trajera mujerzuelas a la casa en su ausencia, ya me lo imaginaba la rubia le tenía una gran desconfianza a su exesposo.
—Piers, ¿puedes abrazarme?— preguntó James tratando de dejar de sollozar.
¿Qué acababa de decir el monstruo? Nunca esperé venir esto, y mucho menos que James saliera de la habitación. Sin embargo, no tenía otra alternativa que hacer caso a su petición, ya que, era el primer paso para llevarme bien con el niño.
Cargue en mis brazos al pequeño Redfield, pude recordar aquella ocasión cuando necesitaba el apoyo de una tercera persona por un suceso en mi pasado, sé que debía hablar de esto porque lo había superado, pero me costaba mucho trabajo por el daño que recibí.
Para James será difícil crecer con padres divorciados dado que, suelen necesitar de ambos durante su desarrollo y especialmente emocional, es cuando va ir definiendo su personalidad a lo que ese niño puede resultar ser un verdadero desastre.
—Gracias, Piers— susurro James.
— ¿Quieres comer algo? — pregunté—. Mi hermana, suele decir que es bueno comer cuando estas triste, claro de una manera adecuada y saludable.
James asintió.
—Quiero una paleta de nieve— respondió James.
—Lo siento, no traje mi coche— comente.
—N-no, congelador tener nieves.
Asentí.
Baje las escaleras de la casa, mientras cargaba a James en mis brazos. Al parecer el pequeño estaba cómodo en mis brazos, vaya así se sentía un poco tener un hijo, lo cual no me desagradaba ni un poco esto me hace generar una teoría ¿Por qué Paige no desea tener hijos? Aparentemente se veían adorables, aunque pudiera darse casos en que cierto momento se transformaban en monstruos.
Llegue a la cocina, y en mi opinión lucía como un verdadero desastre estaba descuidada por la falta de tiempo y requería una limpieza. En verdad, Jill si tenía un difícil momento debido a Chris.
Una culpa comenzó a invadir por ver toda esta problemática, creo que tendré una seria charla con Redfield sobre lo sucedido con su hijo, todo este tiempo creía que él pasaba tiempo con su familia, bueno se entendía que ser divorciado debías de convivir solamente con los hijos, pero al ser menor de edad y tener una orden de un juez familiar solicitando la compañía de otro adulto, es decir ese adulto era Jill.
Abrí la nevera del refrigerador para sacar una paleta de hielo, y dársela al niño. De pronto, escuché el sonido de mi móvil haciendo que le entregará la paleta a James y lo bajara de mis brazos para atender dicho mensaje. Saque mi celular del bolsillo de mis jeans y justamente era un mensaje de Redfield.
De Chris a Piers
Llegaré dentro de dos horas más, el vuelo de Jill tuvo un retraso por condiciones climatologías.
¿Cómo se atreve hablarme después de esa actitud que tuvo? Ash, Chris un día de estos terminará haciéndome enloquecer por sus cambios de humor y nuevamente el Chris de antes regresaba poco a poco.
Solté una gran suspiró.
De Piers a Chris
Vale, lo estaré esperando para tener una conversación seria con usted.
DI enviar mi mensaje.
Quisiera creerme aquella mentira de Redfield por más que trataba no lograba hacerlo, será por todas mentiras que han existido en esta relación desde un principio y ahora todo me resulta tan falso ya no sé qué creer probamente mis celos estaban presente en estos minutos.
Dejé el móvil sobre la mesa de la cocina, mientras tiraba la basura que dejó caer el pequeño monstruo, en mi descuidado el mocoso... digo James cogió mi celular y comenzó a revisarlo como si se tratará de un policía. Mi corazón latía sin parar por temor a que encontrara contenido inapropiado, y justamente de reojo pude percatarme que estaba en la galería de fotos.
Adiós, vida y autoestima.
James dio clic en el video de mi cumpleaños. Mis manos sudaban de nervios porque no recordaba si era justamente donde había un beso o no, ¿Qué haré? Tendré que darle bastantes explicaciones y no me encontraba preparado mentalmente para enfrentar otra realidad.
El mocoso... digo James comenzó a sollozar por ver el video. Posiblemente sentimientos encontrados con su padre.
—Papi, no vine a mi cumpleaños— sollozó James.
¿Qué demonios? Increíble, Chris era un mal padre con su hijo, ningún niño merece sufrir tal daño y más en las fiestas de cumpleaños era algo valioso para alguien de su edad a pesar de que tendrá vagos recuerdos de la celebración.
— ¿No lo hace? — cuestioné.
—Él trabaja mucho— respondió James—. Eso nos dice a mami y a mí.
Ya veo, le sigue mintiendo a la rubia para estar a mi lado. No me gustaba como estaba pintando las palabras del niño, James merecía tener a su padre. Creo que en estos meses aprovecharé en pasar tiempo con el mocoso después del todo, no estaría para nada mal.
—Entiendo— dije.
—Papi y mami pelean noche— continuo diciendo James.
—O sea, pelean todo el tiempo ¿eh?
James asintió.
—Seguramente, Jill... digo tu mamá piensa que tu papá tiene otra pareja, es decir. Una posible nueva mamá— dije
—N-no— dijo James.
— ¿Nuevo papá?
—Shi.
Maldita sea, esto cada vez hacia que la piel se me pusiera de gallina por temor a lo que podía sucederme un día de estos ya que, podría ser la primera víctima de la BOW por ser la nueva pareja de Chris. Lo que me sorprendía bastante era saber que Chris posiblemente llevaba una doble vida en mi opinión, quisiera no comenzar la verdad de la teoría de Meyer porque sería un caos total.
— ¿Siguen trayendo anillo los dos?— volví a preguntar.
Cuando James iba a hablar, la puerta principal se abrió de golpe por el Capitán Redfield, ¿Qué hacía aquí? Se suponía que le daban horas en el aeropuerto a lado de la rubia o simplemente era una mentira para distraerme como lo hizo en Europa hace tiempo atrás. Por otro lado, James se levantó de la silla para correr hacia su padre y abrazarlo fuertemente.
— ¡Papi!— exclamo James emocionado.
Observo que Chris lo abrazó. Esto me deja dudando bastante, de hecho ya no sé qué creer al respecto de todo esto, dejaré que mi corazón me guie hacia mi destino amoroso sin tener ninguna preocupación en lo absoluto.
—James, pasaremos un largo tiempo con Piers — comentó Chris.
El mocoso sonreía sin parar por la noticia y esto haría que mis días libres este ocupado con este par, al menos salió algo positivo de esto, ya no sentiré más la carga de conciencia por la ausencia que padecía James.
Okey, disfrutare de las salidas para no representar ser una verdadera amenaza para el niño en un futuro.