Especial de navidad (2)

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Piers

Nunca pensó que pasaría la víspera de Navidad de aquella manera a lado de la persona que amaba y trabajando ¿por qué no podía tener un día normal en su vida? Jamás comprendía porque el destino se empeñaba a que llevara una vida un poco fuera de lo común.

Suspiro.

Ya no se quejaría de su vida dado que, aún seguía conservándose bien sin ninguna mutilación por algún virus.

Solamente se iba a enfocar en lo que sucedería en su oficina por esta noche debido a que existían maniacos que se le ocurría experimentar con las personas usando un cohete con un gas hacia los hogares.

En fin, se encontraba navegando por internet en búsqueda de entrenamiento ya que, no había trabajo solo tenía que estar al pendiente si había algún caso. Le resultaba como Halloween y el día de los inocentes en donde los adolescentes realizaban falsas llamadas de auxilio. Así era su día aburrido y sin nada un haber más que contemplar la pantalla de la computadora.

Busco en google una página para ver videos —como lo acostumbraba Paige en sus desveladas—, dio clic en donde decía YouTube y por unos segundos se quedó pensando que sería el video adecuado para ver en la oficina. Una sonrisa apareció en su rostro con solo tener claro el video, tecleo en el buscador de la página «Videos de gatos siendo infieles»; al parecer era una estupidez buscar eso, aunque de esa manera daría una buena imagen de él.

Comenzó a ver los videos y reía ante las acciones que hacían los gatos, nunca pensó que los dueños de aquellas mascotas serían capaces de grabar algo así. De pronto, la puerta de la oficina de abre rápidamente y en eso fingió jugar un juego en la computadora llamado solitario.

—Teniente Nivans, traigo un mensaje para usted— dijo un soldado.

Alzó una ceja extrañado por aquel mensaje.

— ¿De qué se trata en esta ocasión? — cuestionó el Teniente.

—Es de su madre, señor. Le llego este paquete desde Boston—replicó el soldado.

Megan Nivans, le había enviado un regalo para esta temporada, además ya estaba acostumbrado a este tipo de situaciones debido a que en el ejército y normalmente no tenía vacaciones.

—Gracias, se puede retirar—dijo Piers.

El soldado asintió.

Observo el paquete que estaba en el escritorio. Unas cuantas lagrimas escaparon de sus ojos, un sentimiento invadió su corazón al recordar los viejos tiempos con sus padres en la víspera de Navidad, aquellos días eran llenos de inocencia y alegrías.

Limpió las lágrimas que derramó para abrir el paquete.

Cogió el paquete con una delicadeza sin romperlo ni nada por el estilo. Poco a poco fue abriendo el papel cartón para encontrase con una caja de tamaño mediano. Una curiosidad lo invadió por completo, comenzó abrir de una manera rápida para encontrarse con un suéter tejido por su madre.

Al parecer su madre seguía preocupada por su salud y las frías temperaturas que había en la ciudad no era sencillo lidiar con estas condiciones climatológicas.

Dejó el suéter en el escritorio para leer la carta que le envió su madre.

Piers,

Entiendo que para ti es difícil pasar estas fiestas lejos de casa porque te gusta convivir con la familia y por supuesto comer toda la comida que traen los familiares, igualito a Paige, que solamente espera noche buena para comer.

Memorias De Un SoldadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora