Estruendos, se escuchaba como si alguien apropósito azotase las puertas de cada salón que se encontraba en el edifico C de aquel instituto y así era... cada aula y laboratorio, fue minuciosamente inspeccionado hasta que ese alguien estuviese seguro de que lo que buscaba, no estuviese escondido ahí.
Furioso y con la única misión de encontrar a cierta presa que con desespero rastreaba desde que ingresó a la institución muy temprano por la mañana, estaba aterrorizando a cada estudiante frente a él, pues se notaba a leguas que quería respuestas y sobre todo... Quería encontrar inmediatamente a la escurridiza ratilla. Algunos alumnos sentían el terror en su estado más natural cuando veían a aquel abominable ser frente a ellos, cuestionando con autoridad y furia... Si alguien había visto a la jodida presidenta estudiantil a lo largo de aquel soleado viernes.
Levi Ackerman no dudó en hacer notar lo cabreado que se sentía al respecto, pues fue precisamente unas tres o cuatro horas atrás, que de lejos vio a la dulce dueña de una única y sedosa cabellera naranja, corriendo desesperadamente hacia la entrada del instituto. El azabache no pudo hacer nada para alcanzarla, pues se encontraba a una distancia considerable de aquella chiquilla que mientras corría dejaba caer sus lápices y también con desespero la vio recogerlos, mientras sin detenerse a ver hacia atrás, siguió su apresurado andar.
El azabache se sentía ansioso, no encontraba alguna explicación razonable para tan excéntrico actuar por parte de su chiquilla pervertida, y se concentraba en eliminar la idea de que el maldito de Zeke tenía que ver con ello.
En cada salón escuchaba la misma porquería que en el anterior, según los profesores... La señorita Ral no había asistido a clases ese día, y todos llegaban a la conclusión de que quizá no acudió al colegio, porque quizá estaba enferma, tal vez ella no se sentía bien o quizá simplemente Petra Ral no asistió y ya. Pero que se jodan los profesores, todos son unos ineptos... Así los describió el malhumorado peli negro en la profundidad de su alterada y desconcertada mente, pues estaban equivocados completamente, Petra Ral si estaba en ese instituto, él la vio, y él mismo se haría cargo de encontrarla.
El recreo fue un martirio para él, ya que ni siquiera se acercó a la cafetería y esa mañana tampoco había desayunado muy bien que se diga... La taza de té negro que bebió en su hogar, no era un alimento completo, y no es que él necesitase comer tanto después de todo, ya que no era un jodido goloso de mierda, pero había gastado más energías de lo normal buscando a la jodida niña de ojos miel y ahora... Todo le estaba pasando factura.
Irritado y completamente en guerra con el mundo a su alrededor, decidió que actuar impulsivamente y obligar a medio instituto a buscar a como diera lugar a su jodida pervertida, no era la idea más coherente de las muchas que se le ocurrieron. Levi incluso pensó en reportar el desaparecimiento de la alumna Ral, le diría al director Zackly lo ocurrido, le comentaría que ella no asistió a la clase de matemática, mucho menos a filosofía o a biología, tampoco se le vio por los pasillos si es que acaso se dirigía al laboratorio de química y mucho menos la vio en el salón de artes... Mierda.
Antes de que se decidiera a golpear su propio rostro, se dio cuenta de que había olvidado por completo que aquel jodido rincón existía ¿Cómo pudo ser tan imbécil? Levi se estaba insultando en voz baja al darse cuenta de que el salón de artes era el único lugar en el cual podría encontrar Petra si es que ella se sentía mal o si acaso huía de alguien.
Subió las escaleras con suma lentitud, estaba ordenando sus pensamientos mientras equilibraba sus nervios de acero y claro, intentaba poner en frio sus emociones para poder sobrellevar cualquier cosa que estuviese afectándole a su delicada novia.
Ya estaba frente a la puerta, quería tirarla a patadas pero... eso asustaría a la oji ámbar, así que simplemente asomó su gélida mitrada por el vidrio rectangular que trazaba el largo de aquella puerta y entonces, la vio... Pero no de la manera en que la había visualizado en su mente durante casi todo el día.
Ella divertida parecía bailar frente al caballete, no estaba vestida con su uniforme, bueno al menos solo la faldita plisada se mantenía cubriendo sus piernas, y sus pechos... joder. Petra solo llevaba puesto un maldito corpiño de encaje rosa que le llegaba centímetros arriba de su estrecha cintura sin rozar siquiera la pretina de su falda, estaba medio desnuda según Levi, y también bailaba como una loca.
-Boom clap, el sonido de mi corazón, el ritmo sigue y sigue y sigue y na, nanana, na... boom clap, tú me haces sentir bien, ven a mí, ven a mi.- El azabache no movió musculo alguno, ni siquiera respiró por un par de minutos, simplemente se quedó observándola prudentemente un poco más... solo un poco.
La oji miel sincronizaba sus caderas al ritmo de la divertida canción que sonaba en su móvil, estaba concentrada según ella en la pintura que tenía frente a ella, ignorando aún más que atrás de la pintura se encontraba su tan adorado azabache, viéndola siempre desde afuera, completamente concentrado en ella que por momentos aplaudía de una manera tan sensual, palmeando sus caderas cada vez que escuchaba aquel rítmico boom que cantaba con emoción mientras mantenía un pincel en su mano derecha y sin darse cuenta se llenaba de pintura negra el uniforme.
Petra se veía tan alegre, tan espontánea y sexy mientras daba vueltas y su cinturita se mantenía acorde a la melodía, ella era simplemente más que hermosa haciendo lo suyo frente al caballete de aquella manera tan irrisoria, pero seguía desnuda, y eso a Levi le hizo sentir celos... Ya que si alguien veía de aquella manera tan sublime a Petra, también tendría un problema similar al que tenía él en ese momento, también sentiría aquel sofocante calor en su interior y también se enamoraría de ella y pensaría únicamente en entrar ahí y tomarla con todo el salvajismo necesario, así como él imaginaba que podría hacerlo en ese preciso momento de solo querer intentarlo, cualquier idiota podría caer rendido a los pies de tan bonita chiquilla, cualquiera podría quitársela por qué... ¡Que se jodan! Petra le pertenecía solo a él y una vez más lo demostraría a quien fuera, empezando con ella.
El azabache tomó el pomo con fuerza, quería entrar, sorprenderla y no darle tiempo de entender que sucedía, simplemente la llevaría hasta el sofá y haría que ella moviera sus caderas estando encima de él, siempre al ritmo de aquella canción y también la haría cantar, era más que claro que de su garganta saldrían melodías solo para él, por supuesto que sería así, pero... La jodida puerta estaba asegurada, la mocosa estaba encerrada y solo ella podría abrirle, tan efímero como todo, aquel detalle arruinó su sucia fantasía y aún más que fastidiado, decidió dar un par de sonoros golpes a la puerta, esperando que ella se diera prisa y se acercara para poder reanudar la inquietante y placentera ficción de hacerla suya de manera salvaje, propia de su indomable y bruta manera de ser.
Petra claramente escuchó el llamado, y se paralizó de inmediato... era la primera vez tal vez, que alguien que no fuese Levi podría llegar al taller de artes en busca de ella, si era follar lo quería, cosa que no ocurría desde que él estuvo en su casa y ya que prometieron nunca más hacerlo en la escuela, le resultaba completamente irracional que fuera él, pues aun mantenía sus ojos en la pintura y tenía temor de apartar su amelada mirada de ella. Entendía que estaba semi desnuda y que había faltado a clases, pero en verdad no esperaba que alguien notase su ausencia, semanas atrás nadie incluso prestaba atención a si ella estaba o no en el instituto... pero en ese momento, en verdad se sintió insidiada.
Levi se percató de que Petra permanecía completamente inmóvil y que no se preocupaba porque él estuviese a punto de romper a patadas la puerta, una vez más respiro hondo y contuvo el aire en sus pulmones para encontrar la manera adecuada de actuar, pero al diablo, quería entrar al jodido taller y ella estaba haciendo todo extraño y difícil.
-¡Abre la jodida puerta mocosa de mierda!- Elevó la voz considerablemente para que ella por fin le prestara la atención que pedía, teniendo como resultado una sonrisa que se asomaba pícaramente por detrás del caballete, unos ojos ámbares con color de exquisita miel, y una Petra completamente alegre de verlo mientras cándidamente se acercaba a la puerta, sin intención alguna de querer abrir.
-Ábreme...- La vio estremecerse mientras mordía juguetonamente su lengua y negaba una infinidad de veces. El azabache interpretó aquello como una clara señal de que Petra era infantil y traviesa, sinceramente no le importaba, pero en ese momento en verdad necesitaba estrecharla entre sus brazos y ella insistía en permanecer terca ante su petición y completamente quieta, siendo vista únicamente a través del cristal de aquella puerta.
-Te veré mañana... en este momento estoy muy ocupada, vete Levi.- El azabache frunció el entrecejo y apretó aún más el pomo queriendo abrir de una jodida vez la puerta, aquellas palabras lo dejaron completamente perplejo pues ¿Qué demonios era tan importante para que ella lo mandara a la mierda? ¿Acaso eso era todo? ¿Él se iría de ahí como si nada? ¿Acaso Petra no le extrañaba en lo absoluto y pintar era más entretenido que estar con él? El pobre Levi sintió algo parecido a la desilusión inundar su pecho, pero se mantuvo firme y con la esperanza de que ella se retractara, pero únicamente la vio acercarse a la puerta y rozar su boquita color coral en el vidrio, simulando que esperaba un beso... y él sin pensarlo, la imitó.
En verdad deseaba que aquel casto beso no hubiese sido para el cristal y si para los carnosos labios de la peli naranja, pero a pesar de todo ella se veía tan bonita sonriendo dulcemente para él, que simplemente se dejó llevar y actuó como un completo imbécil, un verdadero descuidado que anda por el mundo saboreando vidrios mugrientos y mientras caminaba al baño con la idea de lavarse la boca de inmediato, Petra se dedicaba a soltar risitas mientras llenaba de pintura su fino pincel y se decía a si misma... Cuanto ansiaba que fuese de una vez por todas, el día de mañana.
Reiner no podía soportarlo más, el estrés lo estaba calcinando y se encontraba al borde de un colapso nervioso ante todo lo ocurrido y mientras ordenaba las compras que la señorita Ral había dejado en el auto, ya que ella en ese momento se encontraba en el salón de belleza, se preguntó ¿Cómo carajos es que todo llegó tan lejos? Un día tiene a su pequeña, inocente y dulce chiquilla hablando de las fantasías que le gustaría cumplir, luego se entera de que fue brutalmente desvirgada en la escuela, le cuesta imaginar que ella fue capaz incluso de follar en su propio hogar con el mocoso ese y que también estuvo en la cárcel por hacer que sabe que con él, la pequeña Petra también intimidó al jardinero y burlo a todos sus empleados noches atrás, para terminar diciéndole... que tenía una cena muy importante ese día con la madre de su novio, en su casa, con toda su familia, precisamente en el lugar donde semanas atrás también uso para tener relaciones clandestinas con el descarado de Ackerman. Sin contar también que dentro de unas semanas, los padres de la señorita se tomarían unos días para visitarla y si se llegaban a enterar de un minúsculo error en su trabajo... ser despedido no era nada comparado con lo que le esperaría al regresar a la estricta agencia a la que debía dar explicaciones por su falta de capacidad ante la sencilla misión de cuidar a toda costa y de cualquier mal, a una de las niñas más importantes del país.
Petra era tan terca, no escuchaba razones y mucho menos se interesaba en prestar atención cuando él le recalcaba lo peligroso que era actuar de manera tan descabellada siendo ella quien era. La peli naranja argumentaba que ella tenía derecho de enamorarse como cualquier chica de su edad, pero Reiner le repetía que no estaba mal enamorarse, pero si exhibirse de manera irresponsable, teniendo en cuenta que un mínimo error de su parte, podría ser la caída de todo el imperio Ral. Aburrida del drama de su mariposo amigo, Petra simplemente rodaba los ojos y bostezaba ante tanta palabra sin sentido, pues nadie podría nunca interesarse en lo que ella hacia y mucho menos enterarse de que la hija de tan aclamado candidato político y quizá futuro presidente de tan importante país, era una desvergonzada descuidada que manchaba el nombre de tan prestigiosa y honorable familia, con sus arrebatos pervertidos o al menos eso creía ella.
Reiner se detuvo un momento a secar el sudor en su frente, inhaló y exhaló varias veces... se decía que en pocas horas llevaría a Petra a conocer la familia de un chico y solo eso, no había nada de malo, ella podía tener amiguitos por así decirlo, seguramente el señor Ral no se enojaría, no sospecharía, no castigarían a nadie solo porque la niña Ral estuviese sociabilizando tan armónicamente ¿O sí? Reiner necesitaba un trago una botella inmediatamente... ¿Cómo demonios pudo dejar a Petra en esa misma casa semanas atrás para que follara a gusto y en ese momento no podía llevarla con tranquilidad a una simple cena? Él era en verdad un maldito cobarde, alcahuete, consentidor y contaminador de chiquillas inocentes. Aunque tal vez, sus verdaderos motivos para estar tan desesperado, quizá se debieran a que en el interior, le dolió demasiado darse cuenta de que la peli naranja fortalecía día a día la relación con el intruso ese, mientras que con él se mostraba disimulada y distante por lo ocurrido días atrás. Reiner decidió subir al auto y conducir de inmediato hacia el salón de belleza, deteniéndose por momentos en la carretera para preguntarse ¿Qué tan confundido o enamorado estaba de ella?
Mientras tanto la chiquilla que le causaba tantos problemas a cualquiera que osara poner sus ojos en ella, se mantenía disfrutando un helado de vainilla mientras la pedicurista hacia lo suyo y la estilista le mostraba ansiosa una infinidad de peinados que quedarían perfectos para tan importante ocasión, pues Petra no pudo evitarlo, emocionada y casi chillando les comento discretamente a todas las mujeres dentro de aquel local, que ese día conocería a la familia de su novio y que quería verse completamente esplendida.
Todas comenzaron a hablar de sus diferentes anécdotas sobre aquel tema tan importante para cualquier mujer, y todas en verdad lograron poner nerviosa a Petra, pues lo único que la peli naranja escuchaba... eran fatalidades.
-No le caí nada bien a la madre de mi primer novio... La conocí durante la boda de una de sus sobrinas e inmediatamente vi el gesto que hizo apenas me presentaron como la novia de su hijito, ella me odio apenas me vio, no me importo que ella me odiara, en poco meses le di un nieto al cual ella adora, pero simplemente yo no le caigo para nada bien.- Petra quedo con la boca abierta al enterarse de que la suegra de aquella joven maquillista no fue del agrado de su suegra únicamente por no ser ella de una alta posición social, pero rápidamente se llevó a la boca una dona glaseada y se mostraba absorta ante el relato de la chica que ponía un hermoso barniz rosa pastel en las uñas de sus pies.
-Conocí a mi suegra accidentalmente... ella era una cliente muy frecuente aquí, yo solía atenderle regularmente y un día sin querer mache su vestido con barniz, ella se molestó tanto que comenzó a insultarme ye incluso a humillarme por ser yo tan torpe... nunca la volví a ver hasta que Eric decidió presentarme a su madre en un café que queda a pocas cuadras de aquí, pero apenas me vio... le dijo a su hijo que alguien como yo no era adecuada para él, dijo que era fea e inepta, después de ese día sentí tanta vergüenza que no me atreví a ver a Eric de nuevo, a pesar de que teníamos planes de casarnos algún día.- El rostro de la joven se adornó con una sonrisa nostálgica y llena de tristeza, mientras que Petra luchaba por no dejar escapar lagrima alguna ante tan triste recuerdo. La oji miel incluso se imaginó un escenario completamente atroz para ella también, en donde la madre de Levi le hacía un gesto desaprobatorio o en donde le decía que ella no era la indicada para su hijo, tal vez porque Petra se sintió de alguna manera torpe, sintiéndose completamente triste y mientras saboreaba unos bombones y le arreglaban el cabello con suma delicadeza, una de las clientes del local se dio cuenta de que la oji miel mantenía una severa preocupación en su interior, pues lo reflejaba en su rostro y luego de insultar mentalmente a todas las presentes por arruinarle el día a la adolescente que emocionada les contó sobre su vida, decidió animarla para que de ella dependiera si el encuentro con su suegra era algo que en verdad valiera la pena experimentar.
-Si yo fuera la suegra de alguien... me preocuparía más por lo que mi hijo quiere que por mis propios deseos egoístas, entiendo que existan señoras que siempre se escudan bajo el pretexto de que quieren lo mejor para sus hijos, pero son ellos quienes eligen a quien amar y no ellas. Linda, no te preocupes por lo que tu suegra piense de ti hoy, simplemente procura que sea tu novio quien no pueda dejar de verte esta noche, has que él se sienta orgulloso de tenerte a su lado mientras estas con toda su familia, si tú haces feliz al chico que amas, su madre lo notará de inmediato, y supongo que eso bastara para que ella te ame también.- Petra sonrió y su cara se iluminó completamente luego de escuchar a la hermosa y elegante mujer de cabellos rojos que le brindaba aquel importante consejo, y es que la bella pelirroja tenía razón, si Levi la amaba, todos debían aprender a vivir con ello, incluyendo a su madre, pero eso no significaba que ella no intentaría ser perfecta para el azabache y daría su mejor versión ante la mirada de Kushel.
Reiner entró al local e inmediatamente las mujeres se paralizaron, aquel rubio fornido y delirante era simplemente un hombre muy atractivo, y mientras terminaban de colocar un poco de brillo labial en los labios de la sonriente Petra que se mofaba de él cada vez que veía a las mujeres coquetearle sin decoro alguno, este llegó a sentirse demasiado incómodo y de nuevo se preguntó... ¿Qué tan gay era en verdad?
Saliendo del salón de belleza, Reiner recibió una pequeña tarjeta color gris, que contenía el nombre y número telefónico de una preciosa pelirroja que luego de guiñarle el ojo y alejarse de él, subió a su BMW x5, y desapareció de inmediato, dejando a Petra embobada por tanta elegancia y a Reiner... un poco sonrojado.
-Irinna Delaney... Psicóloga y terapeuta sexual. Esto si es extraño Reiner, seguramente esta es su tarjeta de presentación pero... ¿Por qué tu necesitarías un terapeuta? Bueno olvídalo, seguramente solo quiere salir contigo e ignora que eres más gay que Miguel Ángel... el pintor.- La peli naranja hizo un gesto gracioso al pronunciar la última palabra, frunció sus labios y los movió a un lento compas con su naricita y decidió entrar al auto lista para marcharse y poder terminar de prepararse para su esperado compromiso, dejando a Reiner anonadado y con la ligera sensación de que... tal vez si necesitaría la ayuda de la terapeuta, tal vez ella podría decirle si era o no gay, porque inmediatamente sintió un escalofrió extraño en su cuerpo ante la mueca graciosa que Petra hizo después de tan picaresco comentario.
Mientras Isabel se encargaba de poner la mesa de manera elegante... pues según su madre la ocasión ameritaba usar la fina vajilla francesa de porcelana que pertenecía a la abuela Ackerman y quizá también las copas de cristal que no usaban desde el bautizo de Isabel, pero al diablo, los chicos no tenían edad para beber y el único adulto alcohólico que asistiría a la cena por pura petición de Levi, seria Kenny... algo que aun nadie podía entender si ambos parecían odiarse.
Levi permanecía expectante, su madre casi le jala las orejas cuando le pidió más información sobre Petra y él se negó rotundamente a decir palabra alguna... ya que ignoraba si Petra sufría alergias a algunas comidas como las nueces, las fresas o quizá la crema blanca contenía algún ingrediente que ella no tolerara, además le pregunto si los padres de Petra también asistirían o si alguien acompañaría a la señorita Ral, pero Levi simplemente se quedó mudo, pues no sabía absolutamente nada de los padres de Petra... en realidad no conocía nada sobre la mocosa, a excepción de lo que pasaba por su mente, o lo que sentía su cuerpo y la grandiosa conexión que lograba obtener de ella cuando estaban en la cama, algo muy incómodo en verdad, pues él deseaba saber absolutamente todo sobre la peli naranja y ahora entendía que debía hablar más con ella sobre una gran variedad de temas que no incluyeran lencería, posiciones o berrinches.
Esplendida, así describían las mucamas a Petra cuando terminaban de vestirla, aquel bonito vestido rosa lilium sin duda era sencillo pero en ella se veía demasiado bien, llegaba justamente a la rodilla y el escote era bastante reservado, más unas sandalias de tacón grueso, color carmín que darían el toque final al atuendo de niña educada y que fueron escogidas principalmente por Reiner, quien no escatimaba en buen gusto si de vestir a Petra se trataba, logrando siempre que ella se viera impecable y en ese momento, ella era una verdadera una muñequita con su cabello suelto adornado con una simple trenza, mientras su maquillaje tan natural y de colores suaves como un bouquet de frambuesas melocotones y cerezas, que únicamente resaltaban el fino delineado y la belleza de sus ojos con sus pestañas únicamente encrespadas más de lo normal, aumentando aún más ese toque femenino y romántico, que ella naturalmente solía irradiar día con día.
-Estoy nerviosa...- Petra comenzó a respirar entrecortadamente cuando por fin llegó la hora de cero, su auto estaba perfectamente estacionado frente a la casa de su azabache, pero ella no hacia ni el minúsculo intento de bajar de este, ella debía salir de una jodida vez, no podía llegar tarde ni mucho menos parecer exaltada y nerviosa frente a todos, Petra se repetía que debía mostrarse natural y como era y tenía que tranquilizarse a como diese lugar de eso... inmediatamente se hizo cargo su fiel Reiner.
-T-tengo, tengo, tengo... tú no t-tienes nada, tengo tres ovejas en una ca-cabaña, una me da leche, otra me da lana, y otra me mantiene, t-toda la semana... Caballito blanco, sácame de aquí... llévame a mi pueblo donde yo nací... ¡NO FUNCIONA COÑO!- Perdió el control cuando cantaba y copiaba las mímicas que Reiner hacía para ella, pues al parecer aquella canción infantil que antes solía ayudar a calamar sus nervios, esta vez logró estresarla a un más, al punto de hacer que Petra hiperventilara y se sintiera asfixiada y notablemente desesperada ¿Acaso sufriría una crisis? Reiner no tenía ni idea de que Petra fuese tan cobarde y mucho menos si de visitar a alguien se trataba... la niña estaba acostumbrada a hablar en público, en competir y en asistir a importantes reuniones familiares e incluso formaba parte de comités en su escuela y se involucraba en algunos eventos propios de su status social, pero jamás creyó que visitar a su suegra le haría colapsar.
Petra mantenía la cordura mientras Reiner buscaba una canción en la radio que lograra tranquilizar a Petra, pero cuando el móvil de la peli naranja comenzó a sonar alertándolos a ambos, simplemente el tiempo se detuvo en aquel auto y como si de arte de magia se tratase, los ojos de Petra se iluminaron y sin esperar siquiera, contesto la llamada.
-Tengo un jodido cronometro en las manos... y tienes aproximadamente cuarenta y cinco minutos de estar afuera de mi casa, conozco la numeración de las placas de tu auto, así que dime porque demonios sigues ahí... Petra no me agrada la idea de llevar a mi boca comida fría. Así que... o sales de una jodida vez o voy por ti, decide.- Era completamente absurdo lo que acaba de decirle, a él poco le importaba si la cena estaba congelándose o no, Levi solo necesitaba saber por qué carajos la pervertida de ojos color miel mantenía su trasero en ese auto y no dentro de su casa como se supone debía haber ocurrido desde que llego.
Petra cortó de inmediato, suspiró hondo y le envió una mirada decisiva al rubio que se encontraba en el asiento delantero observándola por el retrovisor, la oji miel se llenó de valor apenas se dio cuenta de lo que estaba provocando... se sintió tonta por estar arruinando la comida que su suegra preparo para ella, por lo tanto dejó la paranoia a un lado y salió del auto sin pensarlo más.
Reiner como fiel sombra, comenzó a seguirla mientras ella se abría paso hasta la entrada de aquella hermosa casa, recordó que esa era la segunda vez frente a la inmensa puerta a la cual dio unos cuantos golpecitos tímidos, esperando que fuese Levi o Isabel quienes la recibieran para amortiguar de alguna manera el impacto de que en poco minutos se mostraría ante la señora Ackerman siendo ella, y nada más que ella.
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Hola pequeñas coitas bonitas de mami Alaia, rivetrianas de mi alma.
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Lamento tener que hacerlas esperar tanto y por venir luego de tres meses en hiatus y darles... relleno, relleno!!! Esta historia me la disfruto tanto, que no quería darles más por el momento, sé que esperan ansiosas el momento mágico de esta cena y todo el drama y la comedia que le meteré porque si y ya... Me gusta tanto Petra, que dibujada por mis manos me parece una blasfemia y una falta de respeto para todo el fandom, pero quería que se hicieran una idea del vestido que la niña decidió usar para ver a su suegra.... Si ella es toda una florecilla en este momento.
Tienen preguntas.......... Puedo sentirlo muy dentro de mi..... Déjenme un comentario con su opinión y gustosa y feliz de la vida me dedico a leerlas y a contestarles porque simplemente las AMO y me hacen muy feliz cuando me leen.
Las LILIUMS significan: Bueno normalmente estas flores son conocidas también como lirios, o incluso "lirios verdaderos". Existen en una gran parte de Europa y parte del Norte de América, y entre sus curiosidades encontramos que su aroma es mucho más agradable cuando están próximas a morir. TRANQUILAS QUE NADIE VA A MORIR!!! Relacionen a que Petra está muerta de nervios.... El significado de éstas flores va desde corazón y espíritu inocente hasta pudor, elegancia y majestuosidad, Pero mi verdadero motivo 'para utilizar esta flor en específico... fue esta: Las azucenas o liriums, son además símbolo de la virginidad. La azucena es pudorosa y casta y es símbolo de pureza, inocencia, majestad y gloria. Me pareció irónico que Petra use esta flor como referencia para conocer a su suegra, pues aceptémoslo... la niña es todo menos virgen!!! Pero recordemos que ella quiere dar una buena impresión ante su suegra y que mejor que parecer la chiquilla más casta de todo el continente. A Levi le agrada mucho que Petra sea así... lo demás lo dejo a imaginación de ustedes... besos.
Pd: Perdón que sea tan corto pero agradeceré mucho que comenten nenas.
PD2: Que mame con Irinna el mío???????? Pero tranquilas que ella sera de ayuda... de mucha ayuda....