— Los símbolos pertenecen al peor de todos los vampiros. Al más viejo, al más poderoso, al más puro y desalmado vampiro de nuestro linaje...
— Y él es... —Insistió Zoe.
— Vladimir de Gogh. Él, es el rey de reyes, la máxima autoridad de los vampiros, así como su peor pesadilla. No es alguien con quien puedas razonar, a menos que tengas algo que él quiere.
— O sea que, tú dices, ¿que este ser, autoridad suprema de los vampiros, fue quien se llevó a los Hunt?
— Si, y que hayan puesto una barrera es un indicador de peligro para nosotros.
— ¿Por qué? —Preguntamos todos sin comprenderle.
— Porque aun siguen aquí, al asecho, buscando a alguien más. Tal vez no seamos nosotros, pero ya sabemos que sucede cuando una autoridad vampírica nos encuentra.
— No, pero, Fred, no creo que...
— ¿Que nos vayan a encontrar, Vanessa? Eso creyeron mamá y papá por años, hasta que nos descubrieron y tuvimos que huir. Lo sabes, por eso estamos aquí.
— Pero Fred, ¿A dónde iremos ahora?
— No lo sé, pero lo primordial ahora es irnos. —Contesto Fred levantándose rápidamente.
— Entonces en definitivo. Se irán.
— Si Zoe. Me equivoque al creer que este sería un lugar seguro.
— Bueno, entonces, es hora de que les entregue algo. —Fred frunció el ceño y ladeo levemente su cabeza con confucion— Vengan, síganme. —Dijo Zoe comenzando a subir las escaleras rápidamente. Sin cuestionar le obedecimos cuando Fred comenzó a subir las escaleras a su lado— Hace unos meses—Comenzó ella— vino una tal Luna, acompañada de dos chicos, una tal Zarina y un Lucas. Me entregaron dos cofres, y me indicaron que se los entregara a ustedes. —Soltó una carcajada y abrió la primera puerta— Les tome por locos, cuando me dijeron que venían del futuro, pero como pagaron bien, acepte guardar los cofres y entregárselos. —Comento ella mientras abría uno de los cajones en la cómoda y sacaba de el fondo de este, dos cofres de plata, exactamente iguales, con dibujos en relieve de míticas criaturas. Cerro el cajón, y rápidamente le entrego los cofres a Fred— No me entregaron ningún tipo de llave, pero dijeron que tú podrías abrirlos sin ningún problema.
— Si, así es. —Afirmo Fred lanzando un pequeño hechizo a los cofres, haciendo que uno de estos se abriera automáticamente. Fred me entrego uno de ellos y rápidamente reviso el que tenia aun en sus manos.
— Y ¿se puede saber que contienen?
— Si, claro. En este hay, una carta, un pequeño espejo de plata, unas llaves, y... No puede ser.
— ¿Qué? ¿Qué sucede?
— hay cinco sortijas grabadas con uno de los símbolos que aparecen en las antiguas escrituras.
— ¿Qué? No puedes estar hablando en serio... —me asome a ver el cofre y efectivamente, allí estaban las cinco sortijas de oro, con el mismo antiguo símbolo grabado en ellas— Fred, ese no es...
— Si, uno de los símbolos pertenecientes al Clan Commodum. Es el mismo símbolo que se dice portaran todos los híbridos del clan de la reencarnación.
— No puede ser...
— ¿Se puede saber de qué están hablando? —Preguntaron Zoe y Alex al unísono.
— ¿Qué hay en ese cofre? —Pregunto Fred rápidamente haciendo caso omiso a la pregunta de los chicos.
— No lo sé, aún está cerrado. —Tomo el cofre en mis manos y me entrego el que tenía. Intento abrirlo, pero después de ver el tercer intento fallido decidí hacer algo más productivo.
Saqué la carta del cofre y la abrí mientras Fred aun intentaba abrir el otro cofre. Me senté en la cama a mis espaldas y comencé a leer la primera de las tres hojas que contenía la carta.
"A Vanessa, Frederick y Matteo Fulop Chadwick.
"Me Presento, soy la reencarnación de Lucem, la creadora, pero para más comodidad, llámenme simplemente Luna. Yo he sido quien les ha dejado estos dos cofres con la pura intención de ayudarles, e invitarles a ser parte de mi clan. Ustedes, por supuesto, acepten o no estarán siempre bajo mi protección, al igual que su descendencia. Como de seguro les ha comentado Zoe, yo viaje desde el futuro para poder entregarles esto, puesto que su tiempo actual, yo apenas soy una niña y desconozco todo esto aún.
"Me he tomado el tiempo de hablar con el rey de Quebec, claro esta que no me ha escuchado, por ello están leyendo esto. Es por eso que mañana, iré personalmente por su cabeza y aprovechare de eliminar el reino vampírico en Quebec, que, en la actualidad, es un área pacífica y civilizada, como lo es el lugar en el que están ahora.
"Quizás esto no les agrade mucho, pero les enviare a Quebec, a una manada de lobos aliada del clan. Yo ya he visitado el lugar antes y me he asegurado de que su estadía allí sea completamente segura, instalando una barrera a la que solo se puede ingresar con un auténtico símbolo del clan. Allí la utilidad en los anillos. En la manada les esperan con ansias, y serán bienvenidos con mucho amor, como me ha dicho la luna de la manada.
"Para cuando ustedes lean esto, yo ya habré comenzado el exterminio de los vampiros en Quebec, empezando por el pez más gordo. No tenia la certeza de cuando llegarían ustedes con Zoe, por eso quizás ella haya mantenido estos cofres por meses en su dominio, pero quiero que sepan que esta carta esta escrita es mismo día en que fui yo a entregarla con zoe, que fue el día en que ustedes dejaron de ir a clases en el instituto, ya que aquella fue la única fecha certera que pude encontrar. Explico esto para dar a entender que, al siguiente día, será que yo este en Quebec realizando mi labor ya dicha.
"Me disculpo desde ya por Camile, pero aquella vil rata logro escabullirse junto a un pequeño grupo de vampiros, antes de que creara la barrera en Quebec, que impide que más vampiros salgan del estado. Esto siempre lo hago para asegurarme de que nadie se salve y lograr un exterminio total, usualmente lo hago una semana antes de siquiera ir a dialogar, pero esta vez hubieron algunas complicaciones y termine creando la barrera algo tarde.
"Y para concluir, explicare el contenido del cofre que no han logrado abrir. Ire directo al punto. Este cofre contiene algo muy poderoso, que libera todo el poder de cualquier ser inmortal puro, al desencadenar su alma y deshacer la magia sobre ellos. Este cofre, solo se abrirá cuando sea el momento indicado. Y él se activará solo con quien elija, y nadie más. Deben respetar esto, y jamás tocarlo, pues es extremadamente peligroso para quienes no son el o la elegida. Una ves lo vean en acción, entenderán por qué.
"Aun hay muchas cosas que ustedes desconocen, pero lo más importante, y lo único que yo puedo decirles ahora, es que ese pequeño que aun no nace, es muy especial, e importante para este mundo. Quizás no entiendan ahora, pero créame, es así.
"A continuación esta la ubicación de la manada y una dirección a la que deberán ir, para recibir algunas otras cosas que por más que quisiera no podía confiar a Zoe. Me despido atentamente y les deseo un buen viaje.
Cambie de hoja y observe el pequeño y detallado mapa acompañado de las coordenadas he indicaciones a un costado. Aquí, se nos explica con sumo detalle como llegar a la manada y bajo el mapa se encuentra la dirección a la cual debemos acudir, que debemos hacer estando una vez allí, y como llegar también, junto con un pequeño y menos detallado dibujo en función de guía.
— Fred. —Le llame alzando las hojas en mi mano.
— ¿Qué? —Pregunto calmadamente girando a verme.
— Ya ríndete, el cofre no se abrirá. —Me levante y avance rápidamente hasta él— Lee esto, por favor. —Le entregue las hojas y con extrañeza me miro y luego leyó rápidamente la carta.
— Vaya, esto lo explica...
— ¿Qué? ¿Qué dice? — Pregunto Alex con curiosidad.
— Básicamente, que tenemos la ayuda de la versión futura de la reencarnación; Luna. —Contesto Fred con una sonrisa en su rostro.
— Oh, guau... Pero, ¿Qué significa eso? ¿Nos quedaremos o nos iremos a otra parte? No comprendiendo muy bien que es lo que sucederá ahora.
— Bueno pues, lo que sucederá ahora, será que iremos de vuelta a casa.
— ¿O sea que volveremos a la manada?
— No. Iremos a una manada, pero no a esa.
— ¿Entonces porque dices que iremos de vuelta a casa?
— Porque la manada está en Quebec, Canadá.
— ¿Pero no huyeron ya de allí?
— Ahg. —Fred rodo los ojos y le entregó la carta a Alex— Lee esto y ponte esto.—Le ordenó Fred sacado los anillo del cofre entregandole uno inmediatamente.