Pacífica todavía tenía entre manos a su odioso pretendiente, más que eso tenía que verlo todos los días lo cual odiaba.
Casi como si fuera el dueño de todo comenzó a dar ordenes a los mayordomos y mucamas.
La chica no se sentía de humor, era un lindo día tan sólo ver a ese niño sería arruinar un día tan especial.
-Querida primita cómo te sientes - dijo León entre bostezos el se había despertado después de Pacífica.
- me siento mal, mis padres no están y eso me da un descanso pero ahora tenemos que soportar a ese idiota.
- Apenas lleva un día aquí y ya está mandando a todo el mundo.
Mientras los dos chicos platicaban no se percataron que aquel muchacho los escuchaba.
-Ustedes inútiles -gritó Marcuz de manera muy desagradable. Vengan aquí ahora.
Pacífica no tubo palabras no quería ser grosera más de lo necesario pero la forma en cómo se comportaba.
-Pacífica quiero que te prepares, hoy habrá una Sena será mejor que te veas presentable.
- Tú me estás escuchando - está vez se dirigió al primo de pacífica.
- Lo siento no te estoy escuchando -respondió León sin mucho interés.
- ¿que es eso que tienes en la mejilla?
Marcuz se refería el vendaje que León siempre traía puesto cubriendo gran parte de su mejilla derecha.
León no prestaba mucha atención todavía se encontraba medio dormido pero en el momento en que Marcus invadió su espacio personar y le quitó su vendaje todo cambio.
En el rostro de León se dibujo una cara de miedo cuando se dio cuenta de lo ocurrido, ya no quería ver la cara de satisfacción de Marcuz.
Sin dar aviso golpeó a Marcuz dejándolo en el suelo. Marcus al levantarse su nariz sangraba acto seguido comenzó a maldecir a tanto a Pacífica como a León.
Pacífica también estaba sorprendida perpleja y sin palabras, su mano fue tomada fuerte mente por su primo quien se dirigía hacia la puerta de salida con la intención de abandonar la mansion.
Marcuz no los detuvo su nariz sangrante se encargó de ocupar toda su atención.
Pacífica detuvo a León antes de salir por la puerta principal solo para darce cuenta de su expresión.
Era la primera vez que se enojaba su rostro mostraba mucha rabia pero al mismo tiempo unas lágrimas corrían por sus mejillas.
Que pasaría ahora, acaso abandonarían la mansion y ahora a donde podrían ir.