La pervertida de ojos color m...

By alaiaack

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Levi Ackerman es un estudiante de preparatoria bastante popular , las chicas no son un problema pero simpleme... More

I
II
III
Trato con el Diablo I parte.
Trato con el Diablo y algo mas... II parte.
Primera vez
Confidente
Expectadora
La número cinco.
Confusión
La numero dos.
Sincera
La número tres y seis o la diez, la ocho... no, no ¡no! No más lista de mierda.
Soda sabor cereza
Curiosa
¿Quiero saber?
Violento
Vainilla
Algodón de azúcar
Encinta
Poema
Enamorada pero...
Lilium
Ternura
Capturada
Sometido
Desamor
Intrigada
Eres mía
Propuesta
Rencorosa
Petición

BBM Baby

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By alaiaack







El ambiente se tornó tenso, incómodo y hasta vergonzoso para todos los presentes, nadie se atrevía a pronunciar palabra alguna y todos parecían sorprendidos con la escena. Tanto los indiscretos entrometidos, como la pareja que segundos antes se encontraba tan acaramelada como despreocupada, no tenían ni idea de cómo justificarse por sus actos.

Petra permanecía a horcajadas sobre el azabache conmocionada y sin saber que decir o hacer, ante el susto lo único que formulaba eran balbuceos a medida que sus mejillas se coloreaban como evidencia pura de que se moría de vergüenza, mientras que Levi escupía veneno con sus gestos a aquellas ratas fisgonas que a pesar de estar igual o más mudas y consternadas que Petra, no hacían nada por salir del lugar y se les notaba a leguas que deseaban una explicación.

El azabache puso como prioridad a Petra, sacarla del trance sería lo más adecuado ya que no entendía por qué ella estaba tan abrumada. ¿Acaso le disgustaba la idea de que las ratas se dieran cuenta de la relación que ambos mantenían? Levi no podía comprenderlo, a él poco le importaba que todo el jodido mundo lo supiera, pero si la decisión de la peli naranja era mantener lo que tenían en pleno y perpetuo secreto, intentaría actuar como hasta entonces lo había hecho y disimularía como mejor pudiese.

-¡Joder mocosa quítate de encima!- Fue un susurro bastante abrumador y seco, como un relámpago que resonó únicamente en el pecho de Petra, la oji miel rápidamente descongeló a su cerebro y comenzó a reaccionar, sus ojos rápidamente se enfocaron en los orbes azul zafiro de aquel que la sujetaba de la cintura con fuerza, pero que con su ronca voz le pedía que se quitara de encima y mientras trataba de entender lo que eso significaba con más claridad, se dio cuenta de que aquellos hermosos orbes platinados ya no tenían aquel peculiar brillo que minutos antes rebosaba en la mirada de su amado Levi.

Quiso llorar ante la cruda idea de que a Levi le repugnara que lo viesen con ella, creer eso le carcomió el interior de inmediato, la pobre se repetía que acababa de arruinar todo y seguramente el azabache no deseaba que todos supieran sobre su relación, para Levi todo debía mantenerse en secreto y eso desquebrajaba su alma, pues ella sería capaz de gritarle al mundo entero que estaba muy enamorada de él. Pero si era eso lo que su azabache deseaba, ella simplemente se comportaría como que nada ocurría entre ambos y trataría de disfrazar la situación con alguna mentirilla de esas que ella sabía formular sin problema alguno.

En silencio, ignorando a todos los espectadores que comenzaban a susurrar cosas que no entendía y sin despegar la mirada de aquel que la veía en todo segundo, decidió abandonar el cálido cuerpo al cual minutos antes se apresaba con ternura y sin poder evitarlo, sus emociones salieron a flote, iniciando lo que para Levi sería un eterno remolino dramático y enternecedor por parte de su pervertida.

Nadie entendía porque la peli naranja comenzó a llorar tan amargamente mientras se mantenía de rodillas sobre el suelo y cubría sus ojos para que nadie viera como su rostro se desfiguraba ante cada sollozo producto de sus lloriqueos.

-¿Petra estas bien?- La chillona voz de Isabel fue la primera en resonar y mientras la de ojos esmeralda se acercaba a la llorona chica de cabellos naranjas, los demás entraron en confianza y decidieron ignorar que Levi aún seguía dentro del taller y que podía masacrarlos por arruinar el momento y... ¿Por provocar que Petra llorase?

-No te sientas abochornada Petra.- Hanji se acomodó a la par de la oji ámbar y añadió aquellas palabras de manera burlona, mientras observaba al azabache y se aferraba en forma de abrazo a la sollozante Petra. Para la de cabellos castaños, no era nueva la idea de que aquel par de enanos mantenían una especie de relación ultra secreta y misteriosa, ya que ella se encargó de observar muy bien a su alrededor y recolectar pistas clave para llegar a una conclusión. Por lo tanto, encontrarlos a medio beso no era tan alarmante como que Petra estuviese llorando tan desconsoladamente y mientras formulaba un sinfín de teorías, indagaba con la mirada a Levi, quien se veía igual de confundido que todos por el actuar de Petra. Bueno todos a excepción de Isabel, quien conocía a la perfección el tipo de relación que su bruto hermano mantenía con la sensible Petra.

Aquella relación era tan dispareja pero enternecedora, que pensar en el romance que Levi y la presidenta estudiantil sostenían, le parecía muy novelero y de inmediato fantaseaba con aquella historia sacada de un excelente libro de amor y lujuria. Pero por el momento necesitaba enfocarse en Petra, que lloraba como si fuese una nena recién castigada.

-No esta abochornada... llora porque Levi le ordenó que se apartara de él.- La fría voz de Mikasa se escuchó desde lejos, la azabache fue la única que se mantuvo en el marco de la puerta, mientras Hanji, Isabel, Erwin y Eren, entraban como bestias en manada al taller de artes, provocando aquella incómoda situación, esa que obligó a ambos tortolos, a actuar como un par de desconocidos aunque fuese muy tarde, ya que perfectamente observaron como degustaban los labios del otro.

Y la razón por la cual Petra lloraba... ¿Era tan difícil de entender? Para Mikasa estaba claro, que Levi la tratara con tanta indiferencia frente a ellos, fue un rotundo golpe a sus sentimientos y para la azabache quien sabia analizar diferentes situaciones a sangre fría, entender todo lo que ocurría en aquel salón de artes fue muy sencillo.

Levi le envió una mirada amenazante a Mikasa, por suponer que era culpa de él que la peli naranja llorase, pero luego de unos largos minutos analizando todo y ver que Petra no dejaba de llorar, se encargó de hacer desaparecer a todos de aquel taller, el pobre Eren recibió como castigo cien vueltas a la pista de atletismo y al ser Levi el entrenador del equipo de soccer, no pudo quejarse. Mientras que Erwin, por poco se gana un pase directo a la mierda, cuando intentó formular una teoría de por qué Petra lloraba.

La más difícil sin duda fue Hanji, quien se resistió hasta el final, pero con la ayuda de Mikasa e Isabel, quienes a rastras pudieron sacarla del taller, todo quedo en sumo silencio y al fin el azabache sintió la certeza de que no asesinaría a nadie ese día, pero al posar sus ojos en Petra, quien gracias a las chicas logró llegar al sofá en donde se abrazó a sus piernas y escondió su rostro de todos, entendió que debía ir directo al grano con ella y entender de una puta vez, por qué demonios lloraba y de esa manera tan frustrante.

Petra no era nada parecida a la chiquilla caprichosa, mandona y calculadora que conoció meses atrás, ahora ella era un remolino de emociones y eso le parecía muy extraño. ¿Pero que demonios debía hacer o decir en esa situación? Si acaso fue él quien la lastimó... Según las palabras de Mikasa ¿Cómo debía actuar?

-Petra...- La sintió tensarse cuando colocó una de sus manos sobre su hombro, intentó sonar suave pero eso solo provocó que ella se aferrara a un más a sus extremidades, dispuesta a permanecer así aunque él la estuviese llamando cada dos segundos en busca de una respuesta.

-¿Qué ocurre?- En vez de enojarse como normalmente lo haría, Levi decidió llegar a ella de una manera que ni él mismo creía ser capaz de alcanzar. Ser dulce o tierno, con la chica que le gustaba... podría ser quizá el comienzo de la destrucción a cada uno de sus supuestos ideales y de las frías corazas que lo protegían, pero al carajo, la mocosa de ojos ámbar lo valía, al menos por esta vez.

Petra abandonó el escondite e hizo aparecer su mirada amelada, el aprovechando el gesto, con rapidez acunó las húmedas mejillas de la chica entre sus manos y acercó su rostro al de ella, para robarle un beso de inmediato... Simplemente porque detestaba ver a la pervertida de aquella manera tan frágil y se odiaba a si mismo por ser quizá él, el único culpable de que aquella dulce chica se pasara la mayoría del tiempo llorando... por él y su torpeza.

-¿Por qué lloras?- Ella no podía excusarse más, la mirada de Levi era penetrante y exigía una respuesta inmediata. ¿Qué le diría? Acaso se comportaría como toda una bebita y... maldición eso ya lo había hecho y frente a todos sus amigos, mira que formar tremendo drama y todo porque no deseaba tener que mentir sobre su relación con el azabache. Al final terminó empeorando las cosas y tendría que dar explicaciones más detalladas de por qué besaba a Levi tan apasionadamente y también por qué luego de ser descubierta, lloró como si el mundo se fuese a acabar en ese preciso instante.

-Y-yo... yo no quiero mentir.- El azabache enarcó una ceja y entrecerró los ojos intentando verse un poco confundido, necesitaba más detalles y Petra se dio cuenta de inmediato, pero como decirle sin que su voz sonase tan aguda como una de esas ardillas parlanchinas a causa de su extraña y repentina timidez... Que ella no deseaba esconder lo que existía entre ambos.

-No quiero que te avergüence o incomode la idea de decir que yo... soy tu novia y si deseas que esto quede en secreto me quedare callada, yo haré lo que tú quieras. Pero no encuentro la manera de justificar ante los chicos... por qué razón nos besábamos hace un momento.- La peli naranja agachó la mirada, estaba convencida de que no habría más remedio que ingeniar una buena mentira para sus amigos... Tal vez dirían que tropezaron y que no era un beso lo que vieron, tan solo fue producto de la inercia que sus bocas chocaran en el momento en caían al suelo y ellos irrumpían en el salón de arte, simple. ¿Verdad?

Las cálidas manos de Levi soltaron sus mejillas y ella lo supo... el azabache estaría de acuerdo con ella y tal vez era lo mejor, vivir el sueño de amarse únicamente de esa manera parecía divertido y peligroso. Por lo tanto abandonar la idea de que podrían ser una pareja normal era crudo pero era lo mejor... Pues ellos no eran normales para nada, nunca lo fueron y jamás lo serian.

El azabache esta vez entrelazó sus manos con las de Petra, no dijo nada, simplemente le indicó que se levantara del sofá sin deshacer el dulce gesto, ella colocó sus pies en el suelo y lentamente se puso de pie, ambos estaban frente a frente, los ojos del azabache eran tan difíciles de interpretar, aquella mirada compleja solo le intimidaba de maneras que no podía entender, esa jodida manera de verla la desesperaba y le hacía sentir inquieta, pero eso no evitaba que Petra apartara su propia mirada de aquel chico, pasara lo que tuviese que pasar, ella jamás cedería ante la cruda y fría mirada de Levi.

-¿Dime qué es lo que quieres tú?- Vio como aquellos labios se movían con precisión al momento de formular la pregunta, no supo que decir al instante, lo meditó... Se cuestionó claramente que deseaba ella y luego de todo lo ocurrido con Levi, después de todo lo que había pasado hasta ese día. ¿Todavía no estaba claro para él? Luego de semanas enteras y momentos tan sublimes. ¿El azabache aun no tenía una idea clara de que era lo que ella quería?

-Ya te lo dije antes... quiero ser tuya y no solo para follar, quiero todo de ti, con sentimientos incluidos aunque no puedas demostrármelos, aunque se te dificulte comunicarte conmigo, yo sabré entenderte, siempre lo he hecho así, de alguna manera te conozco lo suficiente y se cuando algo no te gusta, me pase todo este tiempo descubriendo esos detalles y me pertenece cada uno de los gestos que haces, antes fui cobarde... Pero anoche te lo dije, estoy enamorada de ti, así que comienza a enamorarte tú también, sea un secreto o no, solo me interesa lo que tu sientas por mí, soy tu novia ahora y me conformo con que toda tu atención sea mía.- El azabache ladeo la cabeza y enfocó su grisácea mirada directamente en la ventana frente a él, mientras Petra se aferraba a su cuerpo y escondía el rostro con profundidad en su cuello, aquel cálido roce, esa delicada respiración, las palabras usadas y la sinceridad con la que la peli naranja se expresaba, le hizo sentir efímeramente en paz, pues el molesto timbre sonó indicando que la jornada de clases había acabado y era hora de volver a casa, era hora de separarse de aquella bonita, caprichosa y posesiva mocosa.

-Eres bastante exigente... Quieres todo de mi Petra Ral y eso me parece justo, te daré todo lo que quieras, pero debes ser consciente de que todo eso implica que me comportaré de la manera más egoísta posible.- La peli naranja ensanchó su mirada y sintió como su corazón se aceleraba con violencia y emoción, las piernas le temblaron cuando sin aviso alguno ya se encontraba siendo guiada hacia la puerta y con su mano aferrada fuertemente a la de Levi, él no la soltaba, incluso ejercía aún más presión en ella pero sin lastimarla.

Él era posesivo pero tierno en el momento, mientras que ella aún no se podía creer que estuviesen bajando las escaleras de esa manera, después de aquellas palabras de las cuales poco o nada pudo entender.

La expresión en el rostro de él, era precisamente la misma de siempre, tan neutral y sin emoción alguna, serio pero sin ápice alguno de enojo, él estaba en verdad sereno y eso se notaba incluso en su caminar, pues mientras atravesaba los pasillos con ella a su lado, manteniendo sus manos entrelazadas y la mirada al frente sin rastro alguno de temor, el azabache demostró que no necesitaba decirle al mundo que Petra era su chica, él solo se los demostraría.

Los estudiantes salían de los salones con toda normalidad, pero los innumerables murmullos se hicieron presentes alertando a todos cuando comenzaron a notar el extraño acontecimiento que ocurría frente a sus ojos, nadie podía creer que en medio de la multitud estudiantil, una pareja caminase con total armonía y totalmente indiferentes ante tanta mirada y balbuceos.

Todos se enfocaron en la acción, todos querían saber por qué el capitán del equipo de soccer sostenía la mano de la presidenta estudiantil mientras caminaban con tanta confianza y cercanía frente a todos, las chicas necesitaban una explicación, con el corazón tambaleándose al ver a su eterno amor imposible en compañía de una chica, comprendieron que alguien se había apoderado de aquel joven. Petra Ral parecía ser la novia del azabache y eso les pareció completamente injusto.

Algunos chicos hicieron mofa de la situación, ver al rudo y rebelde capitán manifestarse de esa manera en los pasillos, parecía ser divertido, ya que nunca se le vio en una situación igual y no podían perder la oportunidad de desquitarse con burlas, una de tantas veces que recibieron un agotador castigo en la cancha por parte de él.

Murmuros, risas, alguno que otro sollozo y la mirada intensa de tantas personas, bastó para que Petra se incomodase, sus mejillas ardían esta vez por la turbada sensación de sentirse observada, criticada y reconociendo el rencor en la mirada de muchas chicas que se cruzaban en el camino de ambos, mientras anonadadas intentaban comprender qué demonios hacia ella con Levi.

Claramente el azabache no prestaba atención a nada ni a nadie, poco le importaba lo que pensaran esas escorias, pero al observar de reojo a su pervertida favorita, logró darse cuenta de que aquello era demasiado para la chica, en su cara se podía notar lo cohibida y abrumada que estaba. Él sabía lo frágil que era la mocosa y se cuestionaba con firmeza. ¿Cómo diablos pudo chantajearlo a él de la manera más baja, sin sentir vergüenza? Y no lidiar con una situación tan sencilla como esta.

Al carajo, ya no importaba nada. Levi soltó el agarre y esta vez colocó su brazo alrededor de los hombros de la oji ámbar sin dejar de caminar, él la abrazaba con ternura mientras le brindaba en ese simple gesto el apoyo que ella tanto necesitaba para mantener su mirada al frente. Aquello fue el tiro de gracia para muchas... Petra Ral efectivamente era la novia de Levi y ellas no se dieron cuenta de cómo, cuándo y dónde se dio este suceso... Tal vez inició en aquel pasillo donde Petra encontró un tierno álbum de fotografías, o en el taller de artes, puede ser que en el baño de chicas, o quizá durante los recreos... Bueno, eso nadie nunca lo sabrá a excepción de ellos dos.

Fueron varios los corredores que tuvieron que atravesar y en cada uno dejaron una marea de jovencitos extrañados y sorprendidos por lo que ocurría con aquella pareja tan impensable y dispareja.

Pero una vez en el área de casilleros, Petra se dio el lujo de respirar con tranquilidad mientras disipaba la sensación tan extraña que se acumulaba en su interior, le dio un último vistazo a Levi y este se encontraba exactamente igual. ¿Para él era tan fácil? Demostrarles a todos que ella era su chica fue lo más sencillo para él así como mantener la calma ante tanta conmoción, mientras ella estaba tan asustada, inquieta y conmovida por sus actos... Jamás imaginó que Levi cedería tan rápido a sus caprichos y que lo haría sin resistencia alguna. ¿Acaso ya había derretido la voluntad de aquel seco azabache?

La oji miel sacaba sus cosas del casillero mientras Levi se apoyaba sobre estos en una posición relajada, con sus brazos cruzados observándola en todo momento sin decir nada. Luego de varios minutos ya no existía aquel agridulce malestar dentro de ella, ahora estaba tan feliz, tan halagada por lo que él hizo que una sonrisa tímida se dibujaba en sus labios mientras intentaba esconder a toda costa sus expresiones de aquel que no decía nada, pero no dejaba de verla.

-Mi madre quiere que nos acompañes a cenar el sábado... ¿Iras?- La oji miel se tensó de inmediato, la voz de Levi tenia escalas para inquietarla y en ese momento le hacía sentir sumamente emocionada que él hablara tan tranquilo para ella y que en el proceso se comunicara como una pareja normal suele hacerlo.

-Isabel me comento algo sobre eso esta mañana... ¿Tú quieres verme ahí?- Sonrió dulcemente mientras él apartaba un mechón de su lacio cabello y lo colocaba detrás de su oreja. Algunas chicas aparecieron en ese preciso momento y se quedaron boquiabiertas ante tal escena, Petra apretó los labios para evitar tartamudear mientras terminaba de hablar... Sus ojos se posaron en las entrometidas que no disimulaban lo irritadas que se encontraban logrando que ella se sintiera demasiado dichosa en el momento.

Hitch y Nifa escucharon rumores de que Levi paseaba y presumía a una chica por todo el instituto y que aquella a la cual todos inmediatamente bautizaron como la dueña del Ackerman, era tan hermosa como inteligente... A ambas se les llenó el interior de curiosidad y envidia, dejaron a la rubia Annie en el baño de señoritas y se encaminaron hacia la importante tarea de averiguar si aquello era verdad y de ser así, querían saber quién demonios era la idiota que se atrevió a poner los ojos en quien a su parecer... les pertenecía.

-Si... ¿A qué horas voy a recogerte?- El azabache tomó de bolso de la oji ámbar y lo coloco en su hombro a la vez que comenzaba a caminar con ella hacia la salida, lo último que Petra hizo antes de contestar con docilidad para él, fue dar una efímera mirada triunfadora, para aquellas que estaban a punto de lanzar veneno para la inmodesta chiquilla que se atrevía a tomar del brazo a Levi mientras contestaba lo que para ellas fue la declaración de guerra.

-Gracias mi amor pero no hace falta que vayas por mí, le diré a Reiner que me lleve a tu casa a la hora que tú me indiques.- Levi observó con detenimiento aquel gesto que mantenía su preciosa pervertida mientras hablaba para él, pero veía hacia un lado enfocada en quien sabe qué.

El azabache decidió dar una ojeada desinteresada a lo que ella veía y se dio cuenta de que aquella chiquilla seguía siendo una celosa sin remedio, pero ahora parecía estar presumiendo de alguna manera lo que había entre ambos, frente aquel par de molestas jovencitas que no perdían detalle alguno de ellos y a pesar de que a él no le importase la opinión de ellas, su oji miel se desquitaba muchas, ella estaba disfrutando por completo el hecho de ser su dueña, principalmente frente a Nifa y nadie le arrebataría el momento, por lo menos así lo veía él.

-Te enviaré un mensaje de texto hoy... Solo no repitas el mismo error de anoche mocosa, o cumpliré mi promesa de dejarte paralitica.- Levi la tomó entre sus brazos para susurrarle aquello al oído con uno tono de voz adusto y casi demandante. Cosa que a Petra le hizo sonreír con picardía mientras se mordía los labios y enarcaba una ceja, sin despegar la mirada de sus enemigas naturales, que morían de celos ante tan demostrativa manera de cariño entre ambos.

Luego de ese sublime momento para Petra, caminar hacia el estacionamiento con Levi sujetando su mano mientras comentaba con fastidio lo idiota que se veían las personas observándolos, le hizo sentir más segura de sí misma. Ya nada importaba, no si a Levi le parecía bien, si el azabache decidió mostrar de esa manera lo que sentía por ella y lo que pensaba de la relación que tenían, ella no debía por qué agobiarse... Simplemente lo dejaría ser y lo disfrutaría lo más que pudiese.

Petra quizá escogió un mal momento para hablar sobre lo divertido que le parecía en ese momento, haber sido descubierta por sus amigos en el salón de artes, pues ignoró por completo que frente a ella se encontraba alguien que se quedó completamente pasmado e indignado al ver a la dueña de sus enfermos y obsesivos sueños, caminar tan dichosa junto al joven que desde ese día, sería considerado el demonio que intentaba arrebatarle la princesa a alguien que nunca perdía la guerra... Ahora no se detendría, no pararía hasta que  Petra fuese suya, quisiese o no y Levi era el único culpable de que aquel insano capricho se volviese una enferma obsesión.

El azabache se encontró de inmediato con aquella furiosa mirada que intentaba intimidarlo, el simio de mierda estaba a unos cuantos metros de él y podía desquitarse lo que le hizo a su chiquilla ese día, le rompería la cara a patadas y después le haría saber que no debía por nada del mundo acercarse siquiera a kilómetros de Petra.

Pero no deseaba arruinar aquella hermosa sonrisa que Petra mantenía, no podía provocar un espectáculo violento frente a ella y mucho menos en la escuela, por el momento tendría que suprimir sus instintos asesinos y hacer algo mucho peor, algo que sin duda le dolería a Zeke.

Petra se detuvo frente a su auto, sabía que Reiner esperaba por ella y cuando lo vio sonrió con complicidad para él, mientras el rubio intentaba comprender porque su señorita era escoltada por aquel pelinegro y de aquella manera tan afectuosa.

Petra estaba a punto de despedirse de Levi, cuando un movimiento brusco y un fuerte agarre en sus caderas, le hizo dar la vuelta de inmediato y chocar contra el pecho del azabache. Las manos de aquel que la volvía loca aprisionaron su cintura a la vez que la apretaban con más desespero a él, solo para robarle un desesperado beso que la hizo perder la razón de inmediato.

Sus cuerpos estaban a punto de estrujarse como muchas veces antes lo habían hecho, solo que esta vez seria a plena mirada de todos, el azabache no soltaría aquella delicada cintura mientras estuviese besando con locura la boquita de aquella chiquilla que apenas lograba seguirle el paso, la pobre Petra incluso sintió sus piernas flaquear cuando la lengua del azabache se introdujo tortuosamente en su boca y si no fuera por tan fuerte agarre, hubiese caído al suelo en instantes con aquel sabor tan ardiente en sus labios.

El guardaespaldas de la joven quedo sumamente anonadado y con la boca abierta, no podía creer lo que ocurría frente a él, dado que aun creía en la errónea esperanza de que Petra pronto se aburriría de Levi y lo desecharía como a todos y cada uno de sus juguetes. Pero en ese momento la veía compartir en público un beso subido de tono y sin recato alguno, que sintió su propio pecho estrujarse dolorosamente.

Ahora Petra con sus brazos alrededor del cuello del azabache, se dio la oportunidad de disfrutar ese beso con mucha más paciencia, ya Levi no estaba siendo violento y más bien se relajaba ante las dulces caricias que la oji miel hacía en su oscuro cabello mientras el beso se transformaba en un gesto más romántico, sereno y hasta tierno. No quería separase de ella, la suavidad de sus labios tenia poderes mágicos, como pudo cambiar el curso de aquel beso y convertirlo en un momento tan sublime como especial... Ella no estaba solo moviendo sus labios. Petra le mostraba amor, él podía sentirlo, vibraba dentro de él con cada latido sosegado que su corazón daba, él había esperado tanto tiempo porque algo así de interesante sucediera... Y fue Petra quien apareció para poner de cabeza su mundo.

Petra se dio la oportunidad de deshacer aquel lento beso dulce beso, cuando sintió que mariposillas traviesas descendían de su estómago a otro lugar, la conexión sexual con Levi era inmensa, la dinamita que se encendía con solo tenerlo cerca era peligrosa, sus hormonas no ayudaban, el amor en su interior tampoco. ¿Qué culpa tenia ella de que sus deseos fueran más profundos que el océano pacifico?

Mientras sus labios temblaban y sus delicadas manos seguían tocando el lacio cabello de su azabache, Petra aparto su mirada de aquellos intensos orbes que sin dificultad alguna le mostraban lo entusiasmado que había dejado a Levi. Pero solo bastó que ella moviese un poco su cabeza para que sus ojos se encontraran con aquella figura masculina que no había apartado sus ojos ni un mísero momento, mientras ella se besaba tan gustosa despreocupadamente frente a él. Petra entendió porque aquel beso tan de repente, Levi la besaba frente a Zeke de aquella manera para marcarla como suya, el azabache resulto ser todo un celoso y posesivo de lo peor... pero eso ella ya lo sabía.

Zeke no dudo en hacer añicos el celular que sostenía en su mano derecha, aquel aparato se quebró como si nada y la oji miel pudo notar con claridad cada uno de los gestos que aquel enfurecido joven le envió únicamente a ella, antes de subir a su camioneta para acelerar de una jodida vez sin despegar sus furiosos ojos de ella y el maldito azabache.

-No sientas miedo de él.- Levi regresó la mirada de Petra únicamente a él, la vio asentir con una semi sonrisa y también temblar en el momento en que lo abrazaba como último gesto de despedida. Su chiquilla se metió en el auto seguida de aquel rubio que lo veía igual o peor que como Zeke lo había hecho... ahora tenía otro maldito con el cual lidiar, eso fue lo que pensó y no estaba muy lejos de ser verdad.

El auto de Petra se alejaba pero aquel bonito rostro se asomaba para la ventana una última vez, para despedirse con un beso al aire acompañado de una expresión tan cándida y esplendida, que no dudó en suspirar entrecortadamente y lo más disimulado posible... pues aun habían babosos observándolo y eso logro cabrearlo demasiado, al punto de hacerlo caminar al casillero por sus cosas y largarse de una jodida vez... Ese último año en aquel instituto sería muy interesante y la primavera apenas terminaba.

-Casi te la tragas enano... La próxima vez guarden todo para una habitación. Las niñas de los grados menores están llorando por ti Levi, les has roto el alma en pedazos.- No podía faltar el comentario de la cuatro ojos, mucho menos la cara de idiota que tenía Erwin mientras intentaba callar y no opinar sobre lo que había visto.

-Yo creo que Petra es la niña más bonita de todo el instituto... Capitán usted sí que es afortunado, no hay nadie tan dulce e inteligente como ella, adem... ¡Auch!- Mikasa tuvo que darle un zape a su amado castaño para hacerlo callar antes de que ella explotara de celos... La jovencita de cabellos negros estaba a punto de arrancarle los ojos a Eren por insinuar indiscretamente que ella no era lo suficientemente bonita e inteligente como Petra, cosa que se arregló de inmediato cuando Eren con palabras sencillas la invito a comer, aparentemente con fines y propósitos inocentes.

-Jamás podre sacar de mi mente la expresión del simio... ¡Joder Levi te lo cargaste de la mejor manera!- Todos detuvieron su caminar y se mostraron sorprendidos ante las eufóricas palabras de Isabel, quien seguía caminando completamente extasiada por él grandioso capitulo que añadiría a la historia que escribía en su diario... O si, la hermana menor de Levi era una escritora de closet que usaba la relación de su hermano como la más sublime novela romántica jamás antes vista.

El azabache no dijo nada. Aun no sabía de donde habían aparecido aquellos tarados y porque todos caminaban hacia sus casa de una manera casual y habitual, charlando de él y su bonita novia, como si fuese lo más interesante del mundo, pero a él que todo lo importaba una severa mierda, reconocía que Petra lograba destacar ante todos, no pasaba desapercibida por ser tan bella, mucho menos por sus cualidades tan dulces y amables, ella era un sol que dominaba con calidez a todos a su alrededor, era una princesa... lo era.

Petra ni siquiera probaba la comida frente a ella... Sostenía su barbilla con sus manos y suspiraba con placidez mientras su mente divagaba con aquellas bellas fantasías vividas en su día, estaba encandilada con todo a su alrededor, aquellas paredes aburridas le parecieron hermosas, el color de la alfombra era precioso, la fina mesa del comedor sin duda era magistral y ni hablar de la cena, aquella comida que ni siquiera había probado estaba sabrosa, ahora todo era maravilloso para ella y de eso se dio cuenta Reiner, quien aún no soportaba la actitud de Petra.

-¿Son novios o algo así?- Petra ladeó la cabeza y se estremeció con emoción ante la pregunta, de ella brotaba un bouquet de sensaciones placidas difíciles de pasar desapercibidas, estaba enamorada y Reiner ya no tenía dudas de ello.

-Anoche él... me pidió que fuera su novia, fue tan dulce ese poema y hoy... Me presentó ante todos como su chica, todo el instituto lo sabe Reiner.- Suspiró mientras cubría sus ambarinos ojos con sus manos, estaba siendo tan melodramática sin querer, que ni siquiera media sus emociones y se estaba comportando de la manera más cursi imaginable y absurda posible, pero no importaba... era feliz en ese instante.

-Ya veo... Hablando de ayer, Petra me parece muy mal que uses a Berthold como cómplice en tus... cosas. Esta mañana le dio un ataque de asma cuando me contaba que dejaste entrar al idiota ese por el jardín trasero y si tu idea era que yo no me enterara, fracasó... No olvides que hay cámaras en cada rincón de esta mansión y que yo reviso cada cinta mientras tú estás en el instituto. La próxima vez dile al idiota de tu novio que entre por la puerta principal a un horario prudente y no como una rata de alcantarilla tal y como el cobarde que es.- La atmosfera romántica en la que Petra se sumergía, se vino abajo de inmediato al escuchar aquellas toxicas palabras ser escupidas con todo la intención de enojarla y hacerla sentir mal.

A Petra poco le importaba si se daban cuenta de sus aventurillas de media noche, ni siquiera le hacía sentir pena el hecho de que su jardinero se hubiese incomodado tanto al momento de traicionarla, lo que si le hacía sentir brutalmente enojada, eran Reiner y la manera en la que se refería a su azabache, eso jamás se lo permitiría, ni aunque él fuese su mejor amigo.

-Se llama Levi Ackerman, no es un idiota y mucho menos una rata cobarde... ¡Te prohíbo que hables así de él y te exijo que te disculpes conmigo por tratar de esa manera a mi novio!- La peli naranja se puso de pie de inmediato y le dio un golpe a la mesa, en verdad estaba furiosa y eso Reiner no pudo soportarlo... ¿Tan poco significaba su opinión para la que por años había sido su mejor amiga?

-Discúlpeme señorita Ral, lamento entrometerme en sus asuntos... No volverá a suceder de ahora en adelante.- Petra relajó la mirada cuando lo vio abandonar la mesa y hacer una reverencia para ella antes de desearle buenas noches, se sintió mal consigo misma y se lamentó mucho por haberlo tratado así, pero Levi era su amor y le hervía la sangre si Reiner referían se refería así de él, ella en verdad detestó aquellos feos adjetivos hacia quien por primera vez le brindaba felicidad en muchos años. Luego de jugar con la comida y darse cuenta de que no tenía caso esperar a que el rubio regresara, decidió abandonar el comedor con su interior hecho un desastre y mientras subía las escaleras directamente a su habitación, sintió el deseo de ir y arreglar las cosas con su mariposo amigo, pero simplemente no pudo.

Luego de despojarse del uniforme y buscar su pijama favorita, se dejó caer sobre la cama con apenas su ropa interior sobre su cuerpo y mientras meditaba por lo ocurrido momentos atrás, un extraño zumbido la atormentaba al punto de hacerla buscar con desesperación aquel aparato tan molesto y apagarlo de ser necesario, pero al ver notificaciones y mensajes de alguien que desesperado no dejaba de preguntar en dónde demonios estaba. Simplemente le hizo dar saltos con locura mientras se acercaba a su cama para meterse en ella y cubrirse con cada una de sus sabanas para poder responder ansiosa aquellos mensajes de texto.

-Estaba cenando Levi.-

El azabache dejó la guitarra a un lado cuando el sonido de una jodida campanita proveniente de su celular, le avisaba que sin duda la mocosa se había dignado en contestar. Frunció el ceño ante algo tan sencillo, no es que se hubiera molestado al no recibir un texto empalagoso y cursi, tal vez unas OXOXO le hubiesen hecho pensar que a Petra le emocionaba la idea de que él le enviara textos tan desesperadamente en busca de que contestara, pero al ser tan simple su respuesta, decidió no darle importancia a algo tan estúpido.

-¿Y ahora qué haces?-

Petra ni siquiera parpadeo mientras esperaba ansiosa el sonido del bendito mensaje entrante y al escucharlo, casi grita de emoción más sin embargo solo pataleo y se acomodó boca abajo y sin esperar más, leyó lo que había enviado su azabache. La pobre parpadeo muchas veces... ¿Qué hacía? Bueno solo estaba metida en la cama en ropa interior mientras se ahogaba de calor bajo las sabanas y se estremecía ante la idea de que él le enviaría otro mensaje. ¿Acaso debía decirle eso? Bueno él fue claro cuando le pidió que fuese sincera en todo momento, así que...

-En mi cama, aun no pongo lo pijama.-

Levi revisaba algunas aplicaciones mientras esperaba por el mensaje de la mocosa, su celular era nuevo debido a que el anterior expiró en sus manos la noche anterior. Su nuevo celular apenas tenía registrado el número de sus padres, su tío, el de Isabel y claro... el de Petra. Sus amigos podían esperar. Pero al no tener fotografías, canciones o algo agradable para entretenerse, sumando que el fondo de pantalla ya lo tenía frustrado, decidió enviar un mensaje antes de que cayera el de su mocosa.

-Envíame una fotografía.-

Petra abrió los ojos como platos y aventó el teléfono lejos de ella. Se cubrió con sus almohadas y comenzó a balbucear y a preguntarse. ¿Qué clase de fotografía quería ese pervertido? Mientras tanto Levi... leía con desinterés el mensaje en el que Petra le comunicaba que estaba lista para dormir.

La oji ámbar salió de su escondite, se mordió las uñas y decidió tomar nuevamente el celular, estaba respirando agitadamente, sin saber si era por la emoción del momento, por lo atrevido que era Levi o lo nada recatada que era ella mientras se fotografiaba a sí misma en una pose muy sensual.

El azabache decidió encender la televisión mientras esperaba, el interesante documental de cómo se inventó la lavadora, fue interrumpido por un mensaje entrante. Levi desbloqueó su celular mientras bostezaba y se encontró con lo que no esperaba, una fotografía... Le pidió una simple fotografía a su mocosa y ella le mandaba una jodida obra de arte, seguida de un mensaje que lo dejo aún más perplejo.

-¡Si se la enseñas a alguien te demando por pervertido!-

Levi frunció el ceño cuando con sumo detalle visualizaba tan hermosa imagen.

Se podía ver únicamente el rostro y los pechos de aquella chiquilla hermosa, esta se encontraba recostada sobre sabanas color durazno, mechones de cabello naranja esparcidos sobre las almohadas y su hermoso rostro cohibido, completamente retratado para la inmortalidad, sus ojos le demostraban la vergüenza que sintió en el momento en que capturo la imagen de ella y el blanco sostén de encajes que oprimían aquellos redondos encantos que al estar tan simétricos y apetecibles, hicieron que el azabache imaginara una y mil maneras de liberarlos para luego atraparlos con su boca.

Levi se preguntaba por qué tan inesperado gesto, pero luego de revisar la conversación completa, se dio cuenta de que todo había sido un mal entendido y que la mocosa solamente hizo lo que él le pidió, inocente y desconociendo que no era esa clase de fotografía la que él quería, ya que aunque quisiera, no podía tener de fondo de pantalla a ella y sus divinos pechos sonrosados, a vista de cualquier abusivo que sintiese el deseo de tocar algo que no le pertenecía.

-Linda, quería una foto tuya para ponerla como fondo de pantalla en mi celular. Pero supongo que puedo morbosear con esta, mientras te tomas una más discreta.-

Levi necesitaba ver la expresión que Petra haría apenas leyera el mensaje, pero desgraciadamente no sería así, por lo tanto solo dejó escapar una ahogada carcajada en la oscuridad de su habitación, mientras Petra se deshacía en rotundo bochorno y sentía el inmenso deseo de que la tierra se la tragara. Pero rápidamente se sintió halagada también. ¿Ella como fondo de pantalla en el celular de su azabache? No era momento de flaquear ante él, por supuesto que no.

-Ya me desnudé por completo Levi ¿Quieres ver?-

El azabache esperaba algo totalmente diferente, quizá un insulto, una queja de ella diciéndole que era un depravado o algo peor, pero en realidad Petra estaba siendo exactamente lo que era, una pervertida. Y eso a él le gustaba... demasiado.

-No, yo no quiero verte a través del celular, eso sería muy injusto... Mejor dime que quieres que pase la noche contigo mocosa provocadora, pídemelo y yo iré.-

Petra pataleó sobre la cama y comenzó a reír descontroladamente. La idea era perfecta, se emocionó y sin pensarlo siquiera comenzó a escribir su respuesta. Pero se detuvo de inmediato al recordar lo ocurrido durante la cena, ya tenía muchos problemas con Reiner como para empeorar la situación, además tenía un compromiso el sábado y no quería que nada le arruinara la oportunidad de hacer las paces con el rubio.

-Lo lamento mi amor, pero no. Reiner está molesto porque te deje entrar anoche, mi jardinero me traicionó.-

Levi chasqueó la lengua con fastidio y cambio el tema de inmediato, ya que en verdad le enojaba pensar en que querían privar a Petra y alejarla de él, cuando perfectamente se notaba que ella solo le pertenecía a su persona y a nadie más.

Se mantuvieron conversando hasta la madrugada, cabe mencionar que Petra tenía interesantes temas que compartir con el azabache, mientras que él no dudaba en imaginar aquellos viles y placenteros detalles. Al parecer a ella no le apetecía nada que no fuese coquetear y hablar sucio con él, al parecer el trabajo de Petra era calentarlo, en ocasiones lo trataba bien y luego se comportaba brusca durante la conversación y él no entendía por qué, pero no le parecía suficiente. Le gustaba. Ella lo estaba volviendo loco y ya era normal a media noche sentir que ella le hacía falta en todo sentido, no podía saciarse. A ambos les gustaba.

-Te quiero Levi OXOXO.-

Su chica firmaba el último mensaje con besos y abrazos y él sabía que era amor porque era su corazón el que se excitaba, él era su chico y nadie cambiaría eso, nadie.

No era incomodo compartir la mesa con aquellos chicos durante el recreo, como normalmente lo hacía desde hace algunas semanas atrás. Lo extraño era capturar tantas miradas sagaces y ver cómo la gente murmuraba sobre ella y el chico de cabellos azabaches que estaba sentado a su lado. ¿Era tan difícil de creer? Petra comenzaba a molestarse por la mirada de las chicas, podía sentir lo que ellas trataban de decirle, algunas en verdad parecían asesinas en serie a la hora masticar su comida sin dejar de verla, pero al carajo. ¿Acaso alguna de ellas era mejor para Levi? Para nada, no se dejaría intimidad por nadie.

Los días pasaron muy rápido, algunas notas patéticas en su casillero o alguna chica en el baño preguntándole sobre su relación con Levi, comenzaban a parecerle algo rutinario, las ignoró y con ligereza se concentró en preparar cada detalle para el encuentro con su suegra, solo faltaba un día para la esperada visita y tanto las Ackerman como Petra, estaban ansiosas por aquella grata reunión, mientras que un amargado azabache solo esperaba que todo terminara de una jodida vez y en su casa dejaran de parlotear sobre la relación que mantenía con la bonita pervertida de ojos color miel.
































SALI DEL HIATUSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS y el bloqueo cañón.... Espero que por hoy esto pueda calmarlas de a poquito. Pronto subiré lo demás... a esta historia ya le quedan los capítulos contados así que.... ñañañaññañañañañaññañaña jejejeje

Estaré subiendo actualizaciones cuando pueda. Me voy de vacaciones y quien sabe lo que me espera hehehehehe pero espero que este capítulo ayude a calmar la abstinencia en la que las eh tenido. PERDONEN mis errores de ortografía, solo puedo escribir como loca y subir pues... en mi casa creen que soy la ama de casa... no les digo... jejejejeje.

Las quiero,,,, gracias por leerme y mándenme un comentario que me quite el frio jajaja

Las quiero OXOXOXOX

BBM baby: significa...  mi chico de BlackBerry Messenger. A las ancianas como yo les encantaba la joda del BBpin y la que tuvo un BlackBerry sabrá que eso fue lo más innovador del siglo... en aquellos tiempos verdad... yo ya estoy bien vieja joder.

El caso es que Lana del Rey tiene una canción que amo y me hace recordar a estos dos y pues... me dije ñeeeeeeeeeeee inspírate ahí mana y así fue hehehehe.

Gracias

Att: Alaiaack

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