Mahiru volvió a destapar su boca y dar un gran respiro cuando el aire era menos denso a su alrededor. Lawless fue un imprudente al lanzar otra bomba de humo que incluso le picaban los ojos por el ardor, y sólo para confundir a un par de guardias en la entrada.
Habían logrado salir luego de ese alboroto. Aun corrían, bueno, Hyde corría con él a cuestas. Y no le sorprendería si habían llamado la atención de todo el personal del Cuartel, y más de algunos en las calles.
Su plan de querer pasar lo más desapercibido posible se esfumó tan pronto Lawless quiso guiar el camino.
Y Mahiru vagamente recordó algo de suma importancia.
— ¡Lawless detente! ¡Olvidamos a Hugh!
— ¡Ah!¡Maldición, el enano!
Sintió a Lawless detenerse con brusquedad y pensó que quizás sería imposible el tratar de entrar de nuevo. La llamativa forma de salir despertó a todos, y seguramente serían arrestados sin derecho a opinar.
— Tks... ¿qué demonios haces aquí?— Mahiru parpadeó confundido al cambio de voz de Lawless. Y trato de girar su cuerpo para ver la causa.
Un hombre estaba frente a ellos. Parecía imponente, malhumorado y escalofriante. Mirada de un oscuro azul marino y cabellos plateados. Hacia un ruido extraño mientras masticaba algo con la boca casi abierta. Mahiru no lograba descifrar qué era, pero tal vez era un dulce...
— Adentro. Los dos.
Lawless chistó e iba a negarse cuando a ambos los tomaron por sorpresa. Mahiru gritó cuando pensó que lo tirarían al suelo al ser levantado nuevamente junto a Hyde. Sintió al rubio tirar patadas y maldiciones antes que a ambos los arrojaran dentro de un automóvil y se cerraran las puertas.
¿Acababa de ser secuestrado junto a Lawless ahora?
— ¡Arranca ya!
Mahiru estaba lo bastante confundido cómo para no preocuparse que tenía a Lawless encima suyo en uno de los asientos del auto, y llevar la mirada a las personas a su alrededor y tratar de comprender qué sucedía.
El auto arrancó rechinando los neumáticos, pero se calmó cuando se encontró con la mirada curiosa de Hugh en su persona, y él estaba mirándolo como un idiota asustado que hizo sonreír con arrogancia al pequeño. Hasta que una brusca frenada casi los hizo quedar a todos pegados en los asientos delanteros.
— ¡¿Por qué te detienes?! ¡No hay siquiera un semáforo en rojo!
— Lo siento, pisé el freno por equivocación... me pongo nervioso cuando... bueno, ella...
Shirota llevó su mirada al frente. El mismo sujeto de cabellos plateados ahora discutía con el conductor, un tipo mayor de cabellos rubios. No lograba verle el rostro, pero por su voz lograba entender que sí estaba bastante nervioso, y al parecer por la presencia de una chica en el asiento del copiloto.
— ¡Agh! ¡Quítate! ¡Conduciré yo!
Mahiru los vio discutir por el volante. Antes que el chico rubio se cambiara a los asientos traseros con una pequeña sonrisa nerviosa, y el auto una vez más arrancó con más velocidad y brusquedad de la que esperaban.
...
Habían pasado poco más de diez minutos cuando lograron salir de las cercanías del Cuartel General, pero eso no decía que el alboroto que causaron haya cesado. Iban por una de las calles concurridas de la ciudad para pasar más o menos desapercibidos, y Mahiru llevaba una cuenta mental de cinco carros policíacos que cruzaban la calle contraria.
El aire se sentía tenso. No lo negaba. Las calles a pesar que había su buena cantidad de gente, se sentía extraño y casi paranoico al desconfiar de todos.
No podía culparlos. Personas mirando casi con desconfianza a su alrededor, y dar unas falsas sonrisas a otras. Los nervios estaban en cada uno de ellos por la guerra que inicio hace poco menos de unos días...
— Mahiru Shirota-kun, ¿verdad?— habían tomado su mano y dejó de ver por la ventanilla del automóvil, a su lado estaba el joven rubio desconocido dándole una agradable sonrisa — Snow Lily. Pero puedes llamarme simplemente Lily. Es un honor ver a la persona por la cual nuestro hermano se esforzó tanto por rescatar.
Mahiru balbuceo cuando no encontró qué decir. Ya sabían su nombre, así que optó por sonreír a esa extraña mueca de bienvenida. Ya tenía sospechas que eran los hermanos de Kuro esas personas.
— Es un placer conoce...— Shirota se alejó lo más posible cuando Lily comenzó a desabotonarse la camisa de una manera casi sensual.
— En realidad está haciendo un poco de calor aquí, ¿no creen?
— ¡De-Deja de quitarte la ropa!— cuando logró decir algo coherente, Mahiru le gritó. Porque ahora Lily tenía claras intensiones de ir por los cinturones de sus pantalones. Pero se detuvo cuando Lawless, desde el asiento trasero, golpeó el de su hermano de una patada.
— Eso puede ser acoso. No querrás que nuestro hermano se enfade si comienzas a ligar con su novio.
Mahiru pasó en cosa de segundos al rojo sofocante en su rostro. No dijo nada, ni para negarlo o aceptarlo porque no comprendió si era broma o no. Solo se dedico a ver a Lawless que se encontraba al final del vehículo con el ceño fruncido. Parecía enfadado y confundido.
No lo entendía del todo, pero quizás Lawless estaba mostrando ese berrinche por la decisión de Kuro. O quizás por la presencia de sus hermanos.
— Soy Freya, y él es World — Mahiru dejó su estupor cuando la voz femenina desde el asiento del copiloto llamó su atención, y apuntaba al conductor— Escuchamos la pequeña conversación que tuviste con Lawless, Mahiru Shirota.
Mahiru sintió a Lawless chistar disgustado, pero lo ignoró.
— En realidad no sabemos cómo puedes arreglar esto— Lily esta vez le habló. No estaba enfadado, pero se veía arrepentido de algo.
— No se trata de sólo detener la decisión de una persona — La chica le siguió— se trata de todo un mundo corrupto que se mueve en las sombras.
Mahiru sabía que esas palabras iban dirigidas tanto a él como a Lawless. Porque ellos dos parecían ser los únicos que se apegaban a un plan B para detener a Kuro. También comenzaba a comprender lo que sucedía y lo que lo rodeaba; las indecisiones de la gente, la desconfianza de todos con todo. Y por supuesto que las palabras de ella haciendo alusión a la guerra.
"Pero... " Mahiru bajó su mirada, y sin darse cuenta, su boca dijo aquello que pensaba.
- Si es todo un mundo... ¿Por qué dejaron que él fuera sólo a enfrentarlo?
Y dejó un silencio. Habían llegado a la zona central de la ciudad. La calle estaba abarrotada de vehículos, no le sorprendía. Siempre al final de la semana, los viernes por la noche, el centro de la ciudad era más animado.
Pero toda esa felicidad no parecía estar ni cerca dentro del automóvil en donde estaba.
— Comprendo la necesidad de detener esto, pero también entiendo que no está bien dejar ese peso a sólo una persona. Por eso quiero ir con él, porque sé que me arrepentiré de saber que tuve la opción de detenerlo y no lo hice... sólo no quiero que Ash cargue con mas culpas. Quiero que logre encontrar una mejor vida sin arrepentimientos. Quiero guiarlo a ella...
Mahiru se sintió extraño cuando pronunció por primera vez el verdadero nombre de Kuro. Lo dijo en un murmullo que encontró cariñoso. Demasiado sentimental. Y se sintió bien, tanto que sacó una pequeña sonrisa sin levantar su rostro.
— Mahiru Shirota— el suave toque de una mano bajo su mentón le hizo hacer contacto con los ojos claros de Freya — Estás enamorado de Ash.
Ni siquiera fue una pregunta, y la sola declaración de esas palabras lograron paralizarlo y dejarlo más avergonzado que cuando le dijeron que era el novio de Kuro. Sólo se dedicó a tartamudear para la gracia de los hermanos. Hasta Lawless había olvidado el enfado y ahora se mantenía con medio cuerpo reclinado en el asiento de Lily mirándolo con la boca abierta.
— Yo... no — La chica sonrió con tranquilidad antes de volver a acomodarse en su asiento, y dejar a Mahiru balbuceando incoherencias.
— Esta será la primera vez que iremos en contra de las decisiones de los adultos que nos criaron — Freya habló con la atención de todos en ella — Los Servamps estamos en tus manos, Mahiru Shirota.
Se tocó el pecho cuando ella le dedicó una mirada de total reconocimiento. ¿Acababa de ser aceptado? ¿Por los hermanos de Kuro? Casi suelta una carcajada por la inmensa alegría que era el pensarlo. Con el apoyo de todos ellos definitivamente lograría alcanzar a Kuro.
— Ash se detuvo. Lleva detenido más de cinco minutos en el mismo lugar.
Tanto Lily como Lawless se acercaron cuando Hugh habló. Desde que salieron de las cercanías del Cuartel habían estado siguiendo el rastro de Kuro por un rastreador que tenía puesto en su arma. Por supuesto que Kuro era consciente de ello, era gracias a ese rastreador que Hugh siempre lograba localizarlo.
— ¿Nii-san está a solo diez metros más adelante? ¿Lo detuvo el tráfico?
El corazón de Mahiru se agito. ¿Sólo diez metros? Era una distancia considerablemente corta. Sólo unos pasos, una sola mirada y podría encontrarse con Kuro. Quiso hacerse espació y abrir la puerta de la furgoneta e ir por él. Pero sus manos sudaban y le temblaba cada extremidad del cuerpo repentinamente.
Quiso preguntarse de dónde venía ese miedo hasta que la oscuridad total reinó de un momento a otro.
— ¡¿Qué demonios pasa ahora?!
— ¿Un apagón eléctrico?
Mahiru escuchó las voces de Lily y Lawless a la lejanía. Sin la presencia de la luminosidad de las calles sintió que perdía más que el aliento. Presionó un pequeño botón al costado del auto para bajar el vidrio de la ventana, y antes de sacar su cabeza por ella, sintió esa confusión de las mismas personas que recorrían las calles al mirar el cielo nocturno. Todas más que asustadas, y el fugaz pensamiento de algunos terroristas planeando el corte eléctrico se le cruzo por su cabeza.
Sólo por breves momentos se sintió ese silencio de los motores de todos los automóviles detenidos, y su mente procesó cuando el rugir de uno de ellos se hizo escuchar como una bestia. Observó con confusión hacia atrás de ellos, y se preguntó quién hacía tanto escándalo. La luz cegadora de una máquina le hizo entrecerrar sus ojos en esa oscuridad.
"¿Ku...ro?"
Y el conducto de una deportiva motocicleta causó el alboroto necesario para que más de alguno se terminara de asustar. La imponente máquina pasó con velocidad por el costado del automóvil en donde estaban y solo Mahiru logró capturar la imagen de la chaqueta de Kuro, su bufanda y la inconfundible Switzerland en su espalda.
— ¡Kuro! — Trató de gritarle desde la ventana causando que todos los hermanos se desconcertaran por un segundo. Antes que Lawless abriera la puerta y World se bajara del vehículo.
— ¡Lawless, World! — Freya les gritó a medio bajar del automóvil.
— ¡Nii-san le quitó el rastreador al arma! ¡Si lo perdemos ahora, no lo encontraremos!
La chica los vio correr con la escasa luz que proporcionaban algunos vehículos y faroles de las calles. Una mirada rápida a su entorno, y la mayoría de los civiles estaban tensos y asustados y ellos no podían seguir conduciendo por el tráfico. Y apenas si reaccionó cuando una cabellera castaña pasaba por su lado corriendo también, y lo sostuvo de los brazos con fuerza.
— ¿A dónde vas?
— ¡Necesito ir con Kuro!— Mahiru intentó escapar del agarre, pero la chica era bastante más fuerte de lo que aparentaba.
— No sabes defenderte y sólo correr por las calles no lograrás nada— Shirota se detuvo a sus palabras de mala gana y Freya miró a su hermano demandante — Lily.
— Ya lo tengo. Estoy llamando al señor Mikado por un helicóptero.
— Yo estoy siguiendo el rastro de Ash por la ciudad. Incluso sin un rastreador ese tonto no se va a escapar de mi.
Mahiru se mordió el labio cuando incluso Hugh trabajaba con su laptop en las piernas aun sentado dentro del vehículo. El pequeño tecleaba con bastante rapidez, tal y como lo hizo en el Cuartel, y a su lado su hermano Lily mantenía un celular en su oído y conversaba con alguien del otro lado de la línea.
Todos parecían calmados. Con la mente más fría y más dispuestos a ayudar que él.
Una vez más volvió a sentirse un inútil que con lo único que aportaba era mala suerte.
— Lo encontraremos, y lo detendremos — La voz de Freya le hizo nuevamente buscar su mirada— Confía, Mahiru Shirota.
Y una extraña re confortación le invadió el cuerpo. Ella tenía una presencia inhumana, un misterioso cariño y amabilidad en su voz que lo envolvía en un amor casi conocido... casi olvidado. La presencia de la chica le hacía recordar a su difunta madre. Y no le gustaba.
Era un sentimiento por demás nostálgico, y combinada con la desesperación de encontrar a Kuro, le revolvía el estómago en un odioso malestar.
...
— "Hemos cortado parte de la energía de la ciudad por ti, Dormilón Ash. Espero que aproveches estos escasos diez minutos que podemos darte"
La voz de Tsurugi fue burlona y juguetona en el pequeño auricular en su oído. Ash derrapó en la avenida concurrida de una de las calles. Alarmó a toda la gente por el rechinar de los neumáticos de la motocicleta al deslizarse con fuerza en el pavimento. Pero mantuvo el total control de la máquina antes de estabilizarla y seguir con la frenética corrida de llegar a uno de los tres puntos de encuentro.
Estaba fallando. Total y emocionalmente. No se creía preparado pero no había vuelta atrás. No podía acobardarse ahora. Si no era él, ¿quién más?
Kuro apretó con fuerza la empuñadura del acelerador girando un poco hacía atrás para aumentar la velocidad de la motocicleta.
— "En la siguiente esquina, gira a la derecha. Ten cuidado, está un poco congestionado"
Tan pronto hizo visión del lugar, Kuro volcó la motocicleta y apretó el freno trasero. Instantáneamente, la máquina desaceleró y derrapó nuevamente. No era la primera vez que usaba una motocicleta para hacer de sus acrobacias. Pero sí sería la primera vez que lo hacía a público abierto, en una calle congestionada, y casi nada de luminosidad.
Aún si llevaba unos lentes de visión nocturna. Asustó a mas de alguno de los transeúntes por la brusquedad y sonido de los neumáticos.
— "Debes estar listo, porque en el siguiente cruce, justo después del semáforo en verde que te tocará, la camioneta Cadillac Escalade negra quedará estacionada al lado de un transporte público. Elimina al sujeto en Jefe de la Corporación de tu padre "
Todo estaba planeado. Desde el momento en que salió del Cuartel, y desde el momento en que decidió dejar a sus hermanos atrás. La misión en la que estaba siendo guiado y la que lo llevaría donde su padre. Ash sabía que no sería al único al que tenía que eliminar. Lo comprendió cuando C3 comenzó a dejarle el camino libre y operar los controles de la ciudad.
Lo estaban manipulando. Y Kuro no sabía cómo sentirse exactamente.
— "Cinco segundos, Dormilón Ash"
Cerró los ojos un momento, tratando de recrear algo que lo concentre lo suficiente y le dé el valor necesario para apretar el gatillo de su arma.
— "tres segundos"
Y antes que perdiera la poca concentración que tenía, la imagen de Mahiru cruzó por su mente. Abrió sus ojos con calma sin ver realmente el camino, porque su cuerpo sabía ya esa conocida adrenalina y no temía estrellarse contra otro vehículo.
— "Uno. Destruye, Dormilón Ash. Que el próximo objetivo será tu padre"
Fue como de un momento detenido. Su motocicleta cruzó la avenida a una velocidad alarmante. Sólo miró de reojo el Cadillac antes de apuntar con una sola mano su Switzerland. El auto negro seguramente era blindado, pero la potencia de su arma y la poca distancia que tenía con el objetivo era suficiente para que el malicioso proyectil rompiera el vidrio y destrozara la cabeza del sujeto fichado.
— Lo siento, Mahiru.
Susurró antes de disparar y dejar un nuevo caos en la ciudad. La primera parte de su misión estaba completa.
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¡Bien! he actualizado y ahora nos veremos para navidad!! Naaah, espero actualizar antes xD
Según mis planes internos(?) Este Fic debería estar ya terminando, pero al parecer la idea central se me está alargando demasiado en mi mente... nuevamente(?) Lo dejaré como algo positivo xd
Espero que les haya agradado este capítulo! Nos vemos en el siguiente!
Bye Bye~