Capítulo IX Mentiras y engaños

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— Habla viejo, ¿has visto a dos niños merodeando por aquí?

Kuro tuvo que apretar el agarre en la boca de Mahiru cuando éste se removió. Sabía lo que pensaba el castaño, y no sería para nada bueno que éste saliera en la ayuda de ese viejo.

— No sé de qué hablan. Yo estaba durmiendo y me levanté por un poco de agua cuando ustedes llegaron.

— Mas te vale que estés diciendo la verdad, viejo.

— A menos que quieras que incendiemos esta miserable morada.

— Se los juro, es la verdad.

Mahiru percibió eternos segundos de angustia a la voz cargante y amenazante de los sujetos que irrumpieron en la casa. Cerró sus ojos cuando se sintió el tenso silencio, y apoyó su cabeza en el hombro de Kuro como una forma de intentar calmar sus nervios.

Mientras Ash se mantuvo alerta ante la inquietante calma y tranquilidad, hasta que la puerta principal de la casa fue cerrada con brusquedad y Mahiru dio un pequeño saltito. Kuro sostuvo con más fuerza su arma. Vigilante y cuidadoso, mantuvo apretado con una ligera fuerza el gatillo, y esperó receloso a los pasos que se acercaban a su escondite, hasta que la puerta del armario fue tocada con tres pequeños golpes y una voz conocida del otro lado.

— Ya se fueron, pueden salir.

La voz del adulto hizo a Mahiru despegar su rostro del cuello de Kuro y expresar una ligera mueca de felicidad, y Ash suspiro cansado al soltar el agarre que tenía con Shirota.

— Muchas gracias— dijo Mahiru tan pronto salió del ropero y Kuro a su espalda se acariciaba el hombro. El anciano sonrió amable.

— Deben estar congelándose con esas ropas húmedas, será mejor que se cambien — Mahiru iba a negar pero un estornudo llamó la atención de los tres, y Kuro rechistó fastidiado.

— Esto pasa porque eres un descuidado total — Ash le regañó, y Mahiru se acarició su nariz.

— Ya te dije que solo tenía un poco de sed.

— Y eso casi nos cuesta la vida.

Mahiru bajo su mirada cuando tanto los ojos de Kuro y del adulto lo observaban. Ash regañándole, y el anciano preocupado al no saber, obviamente, de nada.

— Lo siento — susurró arrepentido y sintió el suspiro cansado de la boca de Kuro. Sintió movimiento y Ash se quitaba la chaqueta oscura y fue cuando sus ojos miel captaron la ropa negra rasgada en el brazo del chico — Kuro te hirieron— Casi de inmediato, Mahiru se acercó y tocó la herida para ver la profundidad de ésta.

— Aah... solo me rozó. No es nada grave — aun cuando dijo aquello, Mahiru le tomó de la muñeca y le obligó a levantar el brazo. Presionó la herida y Kuro dio un quejido.

— Estábamos corriendo — musito Shirota sin quitar sus ojos de la pequeña rozadura — si ese disparo hubiera sido unos centímetros más a la izquierda... hubiera dañado una arteria axilar— Mahiru completamente serio miró los ojos verdes de Kuro, y éste reprimió una pequeña risita.

— Dios. Que dramático eres. La bala apenas me rozó y tú ya sacas tremenda historia— Shirota hizo un puchero porque tomaron sus serias palabras por broma.

— ¿Eres médico muchachito? — la voz del anciano los interrumpió en esa extraña batalla de miradas burlescas.

— Si — Mahiru le sonrió algo apenado. La palabra médico era demasiado para él aun— En realidad estoy estudiando medicina, apenas llevo dos años y medio.

SNIPERWhere stories live. Discover now