SNIPER

Capítulo V Quiero escapar junto a ti

Un suspiro resignado salió de sus labios. Sabía que poner atención total al rostro sonrojado y tierno de Mahiru solo le traerían problemas. Pero no imaginó que por esa acción ahora estarían debatiéndose entre la vida y la muerte.

— ¡Kuro! — Mahiru gritó cuando lo alejaron de los brazos del mayor. Y Kuro acentuó mas su ceño fruncido. Le arrebataron al castaño, y de paso, también su preciada arma.

— Una Nemesis 50. Es una buena arma — el sujeto que lo retenía, apreció y la detalló como si fuese un juguete.

— Se ve modificada.

— Aunque, lo detalles parecen mínimos — un choque de miradas con su captor, y Kuro gruñó en desacuerdo.

— Oye chico — el llamado era para Mahiru y con algo de temor, miró a quien le hablaba. Era el sujeto que sometía a Kuro casi en la pared — ¿De verdad querías escapar con él?— un ligero apretón de la cabeza de Kuro hacia la pared le asustó— Solo dos personas, y teniendo un centenar de enemigos, era natural que no llegarían tan lejos.

— Kuro, suéltenlo — casi reprimió un grito cuando el seguro del arma en su cabeza fue desplegada. Y cerró los ojos con miedo total.

Kuro detalló la situación, y en esos escasos segundos en donde ambos adultos veían curioso su arma, sonrió internamente. Solo era cosa que esos tipos quisieran jugar con ella.

— Me pregunto cómo te sentirías si mato al castaño con tu propia arma — Shirota se mordió los labios cuando el sujeto que lo retenía cambiaba de arma por la de Kuro. Un desconocido miedo le recorrió al sollozar patéticamente.

Cuando Ash presencio el terror en esos ámbares, su mirada se endureció. Y Mahiru se desconcertó un segundo. Los ojos de Kuro, esa mirada, era casi como si le dijera "No temas" Y extrañamente, su corazón encontró un ritmo más calmado.

— Quítale el seguro a esa cosa antes de amenazar.

Cuando el sujeto exclamó una patéticamente voz de sorpresa, Kuro se preparo mentalmente. A lo mucho, tendría tres segundos para atacar. 

Y el click de su arma desató el pequeño caos. Mahiru cerró sus ojos, y el sujeto a su lado gritó sorprendido cuando al quitarle el seguro al arma, ésta soltó automáticamente el cartucho de balas. Un segundo sorprendidos, y a Kuro le tomó dos segundos en tirar su codo a la quijada de su captor, y tomar el arma de éste en el vuelo, apuntar y disparar al sujeto que retenía a Mahiru.

Shirota cayó al suelo con un pequeño gemido, y se alarmó al ver a uno de los sujetos desangrándose en el suelo. Buscó a Kuro, y ahora él retenía a su captor.

"¿Que sucedió?"

— Mahiru — la voz y mirada de Kuro había cambiado, tembló al ver aquella faceta en el chico.

— ¿Qu-Qué?

— Tápate los ojos.

No lo dudó un segundo al ver que Kuro iba a tirar del gatillo. Cerró los ojos con fuerza y al instante escuchó el disparo. Se mordió los labios, y se negó a abrir sus ojos aun cuando sintió los pasos de Kuro hacia a él. El chico tomó su muñeca, y sin preguntarle ni advertirle, lo jaló a levantarse.

— Vámonos antes de que vengan más.

Apenas alcanzó a asentir, cuando ya ambos corrían, o al menos, alcanzaron a dar tres pasos cuando una simple y molesta melodía resonó en ese callejón. Era el sonido de un celular, o eso pensó Mahiru. El castaño, de reojo, buscó a Kuro y éste miraba molestamente a los dos cuerpos que acababan de dejar atrás.