Advertencia: Lemon.
Kakashi seguía mirándome de manera no tan convincente a lo que simplemente le miré frunciendo el ceño.
—Debes entender que nunca haría algo para dañar a ___. —digo de manera ronca mientras lo miraba con toda seriedad. Kakashi seguía de la misma manera, pero entonces fijó su vista en la ventana y me di cuenta de que en un techo se encontraba Miyuki moviéndose de un lado a otro. —¿Por qué has dejado a esa mocosa a que me vigilara?
—Creí que sería lo mejor. —decía sin quitar su vista en Miyuki. —Tenía que sacarla de Raíz.
—¿Por qué tanta preocupación por ella?
—Miyuki era apenas una niña cuando la vi por primera vez. Ella al igual que todos los que se encontraban junto a Danzo, perdieron toda emoción.
—Así que quieres devolverle todas sus emociones.
—Ella actúa como una niña, pero cuando las cosas se ponen serías...es otra persona y no tiene miedo a matar a cualquiera que se le interponga en su camino. —comentó fijando esta vez su vista en mí. —Ella me recuerda a mí...pero yo pude huir de todo eso gracias a ____.
—No me vengas a contar ahora tu historia con ___.
—¡Senpai! —exclamó Miyuki desde la ventana. Ella iba a entrar, pero al ver a Kakashi se quedó quieta. —Kakashi-senpai...
—Hola, Miyuki.
¿Acaso lo que veía era cierto?
Miyuki se había sonrojado con el simple hecho de que Kakashi la saludó, ella comenzó a moverse nerviosa e incluso casi se cae y si no fuera porque Kakashi la sostuvo de la mano, ella hubiera caído de golpe al suelo.
—Mi mano...—balbucea aún sonrojada y entonces me miró para luego entrar a mi habitación, y tomar de mi mano. —No sucede nada.
—¡Ya déjame en paz! —exclamé de manera brusca soltándome de su agarre. —Kakashi hazte cargo de ella. Yo ya no la soporto.
—¿Eh? Senpai usted es malvado. —decía realizando un puchero.
Kakashi colocó una mano en la cabeza de la chica causando así que ella se quedara quieta, en eso entró ___ a la habitación y su vista se fijó en Miyuki.
—¿Terminaron de hablar? —preguntó tajante mientras se cruzaba de brazos desde el marco de la puerta. —Obito me iré yendo.
El día de hoy ella tendría que irse a una misión, no la veré por tres semanas y no me agradaba mucho la idea que tuviera que irse por tanto tiempo. Sé que ella puede cuidarse sola, pero aun así mi preocupación no se iría tan fácilmente.
—Ten un buen viaje.
Ella se acercó dedicándome así un beso en mi mejilla, luego vio a Kakashi y se despidió de él junto a Miyuki, quien aún se encontraba quieta sin hacer o decir nada.
Una vez ___ se fue me quedé viendo a los otros dos, esperando a que se fueran de mi casa para así tener tranquilidad.
—Que manera más fría de despedirte. —comentó Kakashi a lo cual lo miré de manera neutra. —En nuestras despedidas hacíamos varias cosas.
—Tks, no me interesa lo que hayan hecho. —digo de manera brusca chasqueando así la lengua. —Ahora deberían de irse.
—Miyuki tus labores de trabajo terminan aquí. —decía palmeando un poco la cabeza de la muchacha.
—¿Realicé mal mi trabajo? —preguntó sorprendida, pero de manera fría. Su expresión cambió completamente. —Creí que tendría que estar 5 meses vigilando a Senpai.
—Has hecho mal tu trabajo. —hablé viéndola de manera fría. —Tan solo has estado molestándome e interrumpiendo cada cosa que hago con tus tonterías.
—Entonces ha realizado su trabajo a la perfección. —decía alegre Kakashi. —Miyuki te encargaré otra cosa.
—Bien.
—Ya fuera de mi casa. —gruñí a lo cual ellos simplemente se acercaron a la ventana para así irse. —Estorbos. —murmuré viéndolos irse.
Cerré la ventana asegurándome de que quedara bien cerrada para así no vuelvan a aparecer, entonces me lancé a mi cama comenzando así a pensar en ___ y en el momento que nos habían interrumpido.
Una vez ella vuelva no la dejaré escapar.
❇❇❇
Durante todo el tiempo que se fue ___ me la he pasado realizando trabajos que Kakashi me había impuesto, últimamente lo veo más cerca de Miyuki y eso era algo bueno, ya que así esa mocosa no me molestaría con sus tontas investigaciones.
Después de haberme dado un baño me dirigí a mi cuarto, donde me lancé a mi cama boca abajo para así dormir. El día de mañana tendría que volver a ayudar a Kakashi y pidió que llegara temprano, cosa que no haré.
Llegar temprano no es lo mío.
Mantenía mis ojos cerrados esperando poder dormir, pero entonces sentí un peso sobre mi espalda por lo que rápidamente abrí mis ojos y me levanté haciendo que la persona que se encontraba en mi espalda cayera al suelo.
Cuál fue mi sorpresa al ver a ___.
—Obito...—murmuró molesta desde el suelo. —¿Acaso eres idiota?
—¿Qué querías que hiciera? —pregunté malhumorado extendiendo mi mano para que ella se levantara. Ella la tomó por lo cual la acerqué rápidamente a mí dándole un abrazo y colocando mi cara en su cuello. —Me has sorprendido.
—Al menos lo logré. —soltó una leve risita.
—¿Qué haces aquí? ¿No volvías la otra semana? —pregunté comenzando a darle pequeños besos en su cuello.
—Hemos terminado antes y quería venir a verte lo más pronto posible.
—También quería verte. —la separo un poco viendo así su rostro para luego posicionar mi mano derecha en ella para comenzar a acercarla. —Tenía tantas ganas de tenerte.
—Pervertido...—comentó con las mejillas levemente sonrojadas. —Aunque admito que también tenía ganas.
Solté una risita al oírla decir eso, luego acerqué su rostro aún más comenzando así a saborear sus labios. Ella colocó sus manos detrás de mi nuca profundizando aún más aquel beso; me separé para luego levantarme y así hacer que ella se recostara en la cama, me posicioné sobre ella comenzando así a quitarle de a poco su traje.
—Me gusta verte de esta manera. —digo con voz ronca al ver su ropa interior. —Más te vale no mostrarle esto a nadie más.
Comencé a quitarle su brasier dejando sus pechos al descubierto, acerqué mi boca a uno de ellos y comencé a lamerlo. Con mi otra mano comencé a bajar hasta su entrepierna comenzando así acariciar aquella parte intima de ella.
—Obito. —jadeo ella haciéndome querer oír más.
Una vez dejé su pecho la vi a la cara notando como sus mejillas estaban sonrojadas y también vi como su respiración era agitada. Me quité mi playera para luego fijar mi vista en aquella parte, sonreí de medio lado y entonces me acerqué a la mesita que se encontraba al lado de mi cama, buscando así un pequeño sobrecito.
—Esperé esto por tanto tiempo. —digo mientras abría aquel sobrecito y comenzaba a quitarme mis pantalones junto a la otra prenda. —Sé que no fui el primero, pero seré el último para siempre.
—Para siempre. —decía ella con una sonrisa.
Me posicioné entre sus piernas y sin previo aviso la penetré haciendo que ella soltara un gemido. Comencé a mover mis caderas con fuerza y rapidez haciéndola soltar varios gemidos. Acerqué mi rostro al de ella comenzando así a besarla introduciendo mi lengua en su cavidad, luego de que el aíre comenzara a faltar me separé y me acerqué a su cuello comenzando a dejar marcas, pero ella no se quedó atrás; ya que también comenzó a dejarme pequeñas marcas.
____ decía mi nombre entre jadeos, algo que me hacía querer oír más.
Comencé a darle varias estocadas más por varios minutos y ya sentía que estaba a punto de llegar a ese punto, por lo que le di una última estocada para así terminar.
Salí de ella quitándome aquella cosa y lanzandola al basurero, para luego recostarme a su lado-
—Bienvenida a casa.—digo con voz ronca a lo que ella soltó una pequeña risita y me dedicó un pequeño beso en los labios.—Sé que no lo he dicho...pero te amo.
—Yo también te amo, Obito.
Le di un corto beso en los labios para luego acurrucarme junto a ella y poder dormir.