SIEMPRE TUYA ©

By lauravaleno

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Engreído, prepotente y frío, pero sobre todo un empresario millonario sexy que arrasa con todo a su paso, eso... More

SINOPSIS.
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Capítulo 31.
Capítulo 32.
Capítulo 33.
Capítulo 34
Capítulo 35.
Capítulo 36.
Capítulo 37.
Capítulo 38.
Capítulo 39.
Capítulo 40.
Capítulo 41.
Capítulo 42.
Capítulo 43.
Capítulo 44.
Capítulo 46.
Capítulo 47.
Capítulo 48.
Capítulo 49.
Capítulo 50.
Capítulo 51.
Capítulo 52.
Capítulo 53.
Capítulo 54.
Capítulo especial.
Capítulo especial ll parte.
¡Noticias!
¡SEGUNDA TEMPORADA!
Agradecimientos.

Capítulo 45.

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By lauravaleno

Después de salir de la gala, me acerqué a Dereck y le pedí que nos fuéramos, él solo accedió y nos fuimos a la mansión, yo solo quería estar en casa con mi bebe, el camino fue silencioso, aún pensaba en el beso de Alexander y demonios, al llegar a la casa solo bajamos y entre lo más rápido que pude, eran las 1:30 A.M., solo quería dormir.

Todos ya estaban durmiendo, subí a la habitación y Mía se encontraba dándole su biberón a Jacob mientras ella moría de sueño, le brinde una sonrisa al ver esa escena tan conmovedora.

—Kaylee ¿Estás bien? —cuestiono ella bostezando del sueño.

—Sí, solamente que me encontré con Alexander en la gala y nos besamos —confesé soltando un gran suspiro.

—¿Y la zorra de Alessa los vio? —cuestiono, ella perpleja.

—Sí, se volvió como loca —respondí frustrada.

—Yo sé que aún amas al idiota de mi hermano Kay, pero debes seguir adelante por mi sobrino y por ti también —dijo Mía abrazándome.

Respire hondamente y abrace a Mía, tome a Jacob en brazos y lo alimente con el biberón, ya que no debía darle aún pecho, por lo que bebí en la gala, es un bebe muy tragón, después me cambie la ropa y me fui a dormir, estaba muy cansada y mi cabeza tenía una va y ven de pensamientos por todo lo que había pasado con Alexander.

Me levanté con unos ruidos en la planta baja, me levante asustada y tome a Jacob en brazos dejándolo en su habitación, lo acomode en su cuna y baje a ver que pasaba, baje las escaleras y se podía oír la voz de alguien llorando, me asome un poco tras las columnas que había, para mi sorpresa era Alexander llorando y estaba bastante ebrio.

—Perdóname, papá, soy un idiota —dijo Alexander con su traje bastante desarreglado mientras estaba de rodillas, suplicándole a su padre perdón.

—Alexander, lo que hiciste no tiene perdón, te dijimos una y mil veces que no te casaras con esa mujer, Alessa es una mujer mala que solo estaba contigo por el dinero de la familia —respondió Gregg molesto.

Anny estaba llorando, desconsolada, y Mía abrazaba a su madre mientras Dereck únicamente estaba en silencio observando a su hermano, sabía que él estaba muy molesto con todo lo que Alexander había hecho.

—Lo lamento mucho, lamento haber sido un idiota con ustedes, los perdí a ustedes por mi estupidez y también la perdí a ella —dijo él llorando aún más.

—¿A quién te refieres a ella, Alexander? —cuestiono Gregg mirándolo sorprendido.

—Kaylee —espeto él en un hilo; —me enamore de esa mujer y lo peor es que me di cuenta tarde de eso, lo siento papá —añadió tomando su rostro entre sus manos.

Todos miraron a Alexander sorprendidos por su confesión, salí de donde estaba y me cerque más a ellos, Alexander al verme se levantó y me abrazo, quede inmóvil, pero lo abrace de vuelta, se notaba que había bebido mucho y después bajaron mis padres muy asustados, a ellos no les dio mucha gracia verlo allí, pero era la casa de sus padres y el nunca dejaría de ser hijo de Gregg y Anny.

—¿Qué sucede aquí? —cuestiono mi papá molesto.

—¿Qué hace Alexander aquí? —cuestiono mi mamá molesta.

—Esta sigue siendo la casa de sus padres, tiene todo el derecho de venir —espeté un poco molesta por la actitud de mis papás, aunque los entendía.

Alexander no me soltaba y todos estaban en silencio sin decir algo, yo lo abracé y él comenzó a llorar aún más, me dolía más a mí, que a él, verlo así, me metí en su cuello y olía a menta con licor mezclado.

—Dejen que Alexander hable al fin, él debe explicarnos todo lo que paso —dije acariciando su cabello mientras él me abrazaba más fuerte y lloraba.

Todos asintieron y Alexander comenzó hablar más calmado después de que le trajeron un vaso de agua, nos explicó por todo lo que estaba pasando con la víbora de Alessa, las amenazas, las peleas y muchas cosas más, su vida se había vuelto y maldito infierno, me dolía, pero el mismo se lo había buscado.

Anny y Gregg comenzaron a llorar, abrazando a su hijo, mis papás estaban atentos mientras no querían saber nada de Alexander, Dereck abrazo a Alexander junto a Mía después mientras lloraban con él, yo estaba en silencio asimilando todo lo que estaba pasando y aún no podía creer que tuviéramos a Alexander tan débil frente a nosotros.

Todo estaba en silencio, pero el llanto de Jacob nos sacó de este, todos me miraron atentos y Alexander quedo confundido, se levantó del suelo y corrió hasta el segundo nivel en busca de aquel llanto, reaccione tarde, pero logre moverme y corrí tras él, al llegar a la habitación vi a Alexander junto a la cuna observando aquel pequeño ser dentro de ella, quede helada y él solo miraba a Jacob dentro de ella moviendo sus piernas y brazos mientras lloraba.

Alexander lo miro y lo cargo en sus brazos, quede sorprendida al ver como el bebe se quedaba dormido enseguida, sonreí tiernamente y los mire atenta.

—¿Es tu hijo? —cuestiono él mirando a Jacob en sus brazos.

Quede helada por su pregunta, no me esperaba que lo preguntara, era hora de encarar la verdad al fin y decirle que era su hijo de una vez antes de que me arrepintiera.

—Si Alexander, es mi hijo —dije mordiendo mi labio; —pero también es tuyo, Jacob es tu hijo —espete soltando una bocanada de aire.

Alexander, me miro sorprendido y sus ojos azules ahora estaban hinchados decorados por un gran color rojizo, me sentí completa, al ver a mi hijo con su padre y que él ya supiera de su existencia, aunque me doliera admitir, Alexander tenía derecho de estar con su hijo.

—¿Por qué no me dijiste que estabas embarazada Kaylee? —Cuestiono el dolido mientras lloraba, estaba mal y lo sabía.

—Porque no quería que me fueras a quitar a mi hijo, cuando me di cuenta de que estaba embarazada, nos habíamos divorciado y estaba muy dolida por todo lo que me habías hecho y sabes muy bien que te lo merecías, me trataste peor que a una basura, me humillaste, me pisoteaste de la peor manera —dije llorando mientras dejaba todas mis lágrimas caer como nunca.

—Perdóname, te lo suplico, perdóname por todo lo que te hice, soy una basura —dijo él abrazando aún más a Jacob; —ustedes no se merecían todo lo que les hice —susurro con un tono de tristeza en su voz.

—Con cuidado Alexander, lo puedes lastimar, aún está muy pequeño —dije secando mis lágrimas al ver que Alexander estaba estrujando a Jacob.

Sentía en mi pecho muchos sentimientos encontrados, Alexander tenía a su hijo en brazos y comenzó a hablarle de una manera que jamás pensé que le hablaría.

—Hola pequeño, soy tu papá campeón —dijo Alexander sonriendo mientras secaba sus lágrimas al ver a Jacob dormirse plácidamente en sus brazos.

Sonreí tiernamente y llegaron todos a ver la escena, Anny lloro de emoción al igual que Gregg y mi mamá, papá solo lo miraba desconfiado, Alexander en faceta de padre se veía hermoso, más que antes.

Pov Alexander.

Estaba muy ebrio desde que salí de la gala, la conciencia me pudo y tome un taxi, llegue a la gran mansión de los Harrison y me baje, entre por la gran reja y camine a paso firme hacia esta, golpee la puerta y salió Cleare, entre a las malas y comenzó a gritar, poco después bajaron mis papás asustados, al verme, mi mamá quedo estática y mi papá me miro enojado.

—Mamá —dije ahogado.

—¿A qué has venido Alexander? —cuestiona ella perpleja.

— Te dejamos claro que no podías volver aquí Alexander, es mejor que te vayas antes de que venga la loca de tu esposa —dijo mi papá dolido.

—Lo siento, fui un imbécil —dije destrozado, quería a mi familia de vuelta.

Mi mamá comenzó a llorar y después bajaron mis hermanos, ambos quedaron sorprendidos al verme y Dereck me miro molesto posteriormente.

—¿Qué sucede aquí? —cuestiono mi hermano Dereck entrecerrando sus ojos.

—Alexander, está aquí —dijo Mía sin poder creer que estaba allí.

Comencé a llorar mientras mi papá estaba allí, él solo me miraba frío y me lo merecía por haber sido tan idiota con ellos.

—Perdóname, papá, soy un idiota —dije llorando por lo arrepentido que estaba.

—Alexander, lo que hiciste no tiene perdón, te dijimos una y mil veces que no te casaras con esa mujer, Alessa es una mujer mala que solo estaba contigo por el dinero de la familia —Respondió mi papá molesto mientras me miraba frió.

Mi mamá comenzó a llorar y me sentí el ser más despreciable sobre la faz de la tierra al ver que la mujer que me dio la vida llorar por mi culpa.

—Lo lamento mucho, lamento haber sido un idiota con ustedes, los perdí a ustedes por mi estupidez y también la perdí a ella —dije entre sollozos.

—¿A quién te refieres con ella, Alexander? —cuestiono mi papá mirándome sorprendido.

—Kaylee —espete con tristeza; —me enamore de esa mujer y lo peor es que me di cuenta tarde de eso, lo siento —añadí tomando mi rostro entre mis manos.

Vi a Kaylee allí parada, no pude evitar pararme e ir corriendo hacia ella para abrazarla, la tome entre mis brazos y llore, ella estaba estática pero me abrazo.

Después llegaron sus padres bastante molestos, pero ella dejó que yo les explicara todo, mis hermanos se botaron sobre mí y quedamos en silencio, el llanto de un bebe se escuchó en la segunda planta, era el bebe de Kaylee y quería verlo, me levante de allí y corrí hasta arriba buscando la habitación la cual era mía cuando vivía aquí en la mansión, entre a esta donde había una cuna y allí se encontraba un hermoso bebe llorando mientras movía sus piernas.

Sus ojos eran azules y su cabello castaño era hermoso, ese niño era idéntico a mí cuando era bebe, no había duda que ese bebe era un Harrison por la pequeña marca que tenía en su pierna, era un lunar en forma de nube que yo tenía en la espalda.

—¿Es tu hijo? —cuestione tomando al bebe en mis brazos.

Kaylee quedo estática, su rostro palideció y pude ver que tragaba en seco, se llenó de valor y hay fue cuando hablo, dejando salir toda verdad de su boca.

—Sí, Alexander, es mi hijo —dijo ella mordiendo su labio inferior por los nervios y lo sabía; —pero también es tuyo, Jacob es tu hijo —confeso con una bocanada de aire al decir la verdad.

Sus palabras fueron como dardos con veneno en mi interior, me sentí el hombre más estúpido del mundo, él era mi hijo y me había perdido su nacimiento, él no tenía la culpa de mis idioteces, soy un imbécil, comencé a llorar como el idiota que soy, la mire bastante dolido, me sentía un completo idiota por haberme perdido el nacimiento y el embarazo de mi propio hijo, cada ecografía y cada cita médica.

Quería que ella me explicara por qué no me dijo que estaba embarazada, la hubiera apoyado de saber que esperaba un hijo mío, pero decidió decir que su hijo era de otro, la entendía, estaba dolida por todo lo que yo había hecho y no la culpaba, Kaylee tenía toda la razón.

—¿Por qué no me dijiste que estabas embarazada? —cuestione dolido.

—Porque no quería que me fueras a quitar a mi hijo, cuando me di cuenta de que estaba embarazada, nos habíamos divorciado y estaba muy dolida por todo lo que me habías hecho y sabes muy bien que te lo merecías, me trataste peor que a una basura, me humillaste, me pisoteaste de la peor manera —respondió ella en un mar de lágrimas, odiaba verla llorar por mi culpa.

—Perdóname, te lo suplico, perdóname por todo lo que te hice, soy una basura —dije abrazando al bebe con desespero; —ustedes no se merecían todo lo que les hice —susurre sintiéndome un imbécil.

—Con cuidado Alexander, lo puedes lastimar, aún está muy pequeño —espeto ella secando sus lágrimas al ver que yo tenía al bebe.

Tome al bebe y era tan precioso, estaba dormido, quería abrazarlo y no soltarlo jamás, era hijo de Kaylee y mío, nunca imagine que ella quedó embarazada en nuestra luna de miel.

—Hola pequeño, soy tu papá campeón —dije sonriendo mientras secaba mis lágrimas con mi hijo en brazos.

Ver a ese pequeño bebe que era mi hijo me llenaba por completo, me sentía el hombre más imbécil y patético por haberme perdido su nacimiento, Jacob era idéntico a mí cuando era bebe.

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