Capítulo 54.

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Eran mediados de diciembre, Jacob tenía más de un año de edad y era un bebe precioso, Aliah había tenido a Jake el cual tenía pocos meses, mientras que mi mamá y mi papá decidieron venir a vivir a Boston, puesto que papá quiere estar más cerca de Jacob, mi hermana Mellisa vive más feliz que nunca con su esposo Josh, mi hermano junto a mi cuñada aún viven en Canadá, pero Chris decidió viajar cada mes para visitarnos, Mía y Tom están en una relación plena, Dereck conoció a una rusa bastante hermosa y sigue viviendo con sus padres, hablando de ellos, Anny y Gregg están enamorados de mi hijo, ya que es su nieto primogénito.

Por otro lado, Alessa está refundida en una cárcel de California, mientras que Abby vive con su padre Dalton, a veces pienso que es increíble todo lo que paso con todos, Alexander va a visitar a veces a la pequeña, pues le tomo cariño el tiempo que creía que era su hija, hace 1 mes Alexander me pidió que renováramos nuestros votos frente a toda nuestra familia en una cena que preparo mi mamá junto a Anny al parecer ambas fueron aliadas de Alex para que me pidiera matrimonio nuevamente, pero esta vez de verdad, aunque ya estábamos casados queríamos hacerlo bien y de nuevo frente a Dios.

Nuestra vida no podía ir mejor y me sentía la mujer más afortunada del mundo al tener a mi lado a mi hijo y a Alexander, Gregg estaba orgulloso del gran cambio que ha hecho Alex, sé ha hecho cargo de la empresa junto a Dereck y aparte de ser un gran empresario es un gran padre para nuestro hijo, además un excelente esposo, pues se ha ganado a pulso mi perdón y ha hecho demasiadas cosas por ganarse mi amor.

Hoy era el gran día, faltaba una semana para navidad y Alex quería que nos casáramos en la hacienda de los Harrison, la cual queda en Napa, habíamos viajado anoche, puesto que hoy era la boda, estaba todos allí, mis padres, mis hermanos y toda mi familia, incluyendo a mi mejor amiga, mis tíos, mis abuelos y mis primos, todos los familiares de Anny habían venido de Canadá y estaban todos, me miré en el espejo y estaba nerviosa, sonreí levemente puesto que jamás pensé en volver a casarme menos con Alexander nuevamente, mi madre sostenía a Jacob mientras que Anny, Mia, Mellisa y Aliah se alistaban, la última mencionada como siempre de ocurrente me había dado un pequeño regalo de bodas, una lencería de novia.

La miré perpleja y negué con la cabeza, todas rieron al ver el regalito que me tenía mi mejor amiga, puesto que era el mismo cuando me case la primera vez hace un año. Sonreí levemente, me puse la dichosa lencería y salí del baño.

—Yo quiero ver como te queda —chillo Aliah aplaudiendo como niña pequeña.

—Está bien, pero no pongas tu cara de lesbiana, por favor —quite la bata dejando ver la lencería blanca.

—Demonios, nena, pero estás buenísima —chillo Aliah riendo.

—Me das miedo —grité riendo, ante los comentarios de mi mejor amiga.

Todas reímos incluyendo mi mamá con Jacob dormido en brazos, me coloqué el vestido junto a los tacones y la joyería, mi cabello ya estaba arreglado junto a mis uñas, esta vez fue mi mamá quien me peino, ya estaba lista así que termine de alistar mi maleta, Alexander me llevaría de viaje aún no sé donde de luna de miel.

Charles me ayudo con la maleta y todas bajamos al recibidor, la boda seria en el jardín de la hacienda bajo la nieve, mi papá me esperaba junto a Gregg para salir, todos los invitados habían llegado, incluyendo a Jess, puesto que era una gran amiga y Allison, Benjamín junto a Sarah se encontraban allí también junto al Sr. Blair y su esposa Odette, todos se acomodaron en sus respectivas sillas y solo quede con mi papá, me dio un pequeño beso en la frente y acomodo mi velo, los nervios comenzaron a dominar mi cuerpo y una gran sonrisa adornaba mi rostro, hoy era el inicio de una nueva vida junto a Alex, hemos pasado tantas cosas que creo que esto es un sueño.

SIEMPRE TUYA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora